"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos;... por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”. (Miguel de Cervantes).

El expediente Gregorio Prieto

 

Ficha JAE, parte. JAE

     El conferenciante leía su ponencia. Se dirigía hacia el final de su exposición. Quería contar la experiencia del pintor Gregorio Prieto desde sus inicios en las artes plásticas hasta las dos guerras casi consecutivas del suelo europeo: la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial.

     El escenario era el Archivo Museo Sánchez Mejías. El motivo, Los encuentros en torno al 27, La plástica. Javier García-Luengo contó las penurias temporales del artista valdepeñero en Londres y la colaboración con la BBC.

      En ese momento nuestros pensamientos volaron hacia otro manchego que marchó al exilio británico y colaboró con la BBC, José Castillejo Duarte. ¿Se habrían conocido? ¿Habría algún documento escrito de esa relación? Prieto llegó en el 36 y, es casi seguro, que Castillejo lo hizo en 1937.   

     El conferenciante mencionó a Jiménez Fraud, director de la Residencia de Estudiantes, a quien Prieto pintó, y a Santiago Ramón y Cajal, presidente de la Junta de Ampliación de Estudios (JAE). Cajal ejercía una función institucional, se relacionaba con las autoridades cuando los presupuestos de las instituciones tardaban en llegar o hablaba con el ministro del Gobierno de turno cuando surgía algún problema. Las labores administrativas de JAE eran llevadas a cabo por José Castillejo Duarte.

      ¿Hacia dónde dirigir la posible relación? ¿Deberíamos incidir en los documentos de la JAE o revisar el epistolario de Jiménez Fraud? ¿Y buscar en el archivo del Museo Gregorio Prieto? Tal vez mirar en los tres sitios.

     En el epistolario de Jiménez Fraud encontramos una serendipia. Un hallazgo valioso e inesperado. Alberto Jiménez recibe una carta de Ángel Establier con la noticia del deseo de los residentes del Colegio de España en París de un escudo y su chaqueta a imagen de la que llevaban los residentes de la Fundación del Amo. En ese momento, febrero de 1935, residían tres pintores en el Colegio de España: Gregorio Prieto (1897-1992), José Luis González Bernal (1908-1939) y Federico Castellón (1914-1971). Se les pidió que dibujaran un escudo que los residentes adoptaran en el futuro. El escudo elegido fue el dibujado por Gregorio Prieto. Establier pretendía enviar a Jiménez Fraud una copia de dicho escudo que se salía de las normas clásicas, pero estaba muy bien.

Instancia a la JAE de Gregorio Prieto. JAE

     Por el epistolario de Jiménez Fraud sabemos también que Gregorio Prieto tuvo alguna confianza con el director de la Residencia de Estudiantes. Como había fundado instituciones pedagógicas y culturales, le dijo que era como Santa Teresa de Jesús, debido a su fama de fundadora de conventos. Comparación que no hizo mucha gracia a Jiménez Fraud según le comentó por carta al pedagogo valdepeñero Lorenzo Luzuriaga en julio de 1937[i].

     En el archivo del Museo Gregorio Prieto hay dos documentos que establecen la relación con la radio británica, pero no hay constancia de ninguna relación con José Castillejo. Los documentos en cuestión tienen la calificación de borrador. Remiten a fechas posteriores al fallecimiento de Castillejo, 1945. El más antiguo es del 24-25 de octubre de 1946. Gregorio Prieto era invitado a participar en un debate sobre “¿Qué arte suele influir a los niños en general?”. Los otros participantes en la discusión eran la señorita uruguaya Alicia Santini y el profesor Eduardo Torner. Prieto defendía que el primer arte que influye en el niño es la escultura, porque el primero de los sentidos utilizados por el niño es el tacto, empezando por el pecho de la madre. La pintura quedaría en cuarto o quinto orden, y que, a posteriori, estarían la literatura y el cine, que ahora es tan popular. La pintura aportaría a los niños el sentido estético del arte.

     Hacia el final del guion Prieto afirma que la danza es el arte más completo porque reúne música, pintura, escultura y arquitectura del movimiento. La pintura es el arte plástico al que tiene más predisposición el niño, porque su trabajo es mucho más sencillo con unos lápices y un papel que al más pesado de manejar los útiles que requiere el arte plástico de la escultura.

      El segundo borrador trata sobre La Mancha. La visión de Gregorio Prieto está fechada el 20 de octubre de 1947. Considera que la tierra de Don Quijote es “la cenicienta de las regiones de España” que “la hacen poco menos que desconocida”.

      Da una visión inicial pesimista utilizando calificativos como adusta, seca y olvidada. La compara con la vida cenicienta de Cervantes que fue príncipe de las letras a posteriori. Gradualmente, va encontrando algunas razones distintas. Las inmensas llanuras manchegas, su planicie, le recuerdan la inmensidad del mar. Para él, el paisaje manchego es un mar de tierra por el que puede marchar la imaginación y el espíritu inquieto. Razón por la que Cervantes eligió este escenario como paisaje de su obra cumbre.

     En los dos últimos párrafos del guion hace referencia a un paso típico de la seguidilla manchega, “El bien Parado”. Es el momento en el que el danzante interrumpe bruscamente su movimiento para, tras una breve y estática parada, reanudar el baile con un paso más difícil que el anterior. Cree que saber parar bien el baile de la vida para volver con otro ritmo resta monotonía a la propia vida, consiguiendo establecer una armonía por su profundo sentido en lo humano y lo bello[ii].

      Miramos ahora los documentos de la JAE sobre Gregorio Prieto para ver si hay alguna referencia a Castillejo o alguna firma en la concesión de las becas. Lo que hemos encontrado, inicialmente, es lo siguiente:

     Su ficha de carpeta tiene origen en 1912. En el inicio de la ficha vivía en la Calle Corredera de Madrid. En 1923 solicita una pensión que fue enviada al ministerio el 15-09-1923. Vuelve a solicitar pensión en 1924 y en octubre de ese año hay una propuesta para su estancia en Francia e Inglaterra con un presupuesto para inicios de 1925.

     La JAE guarda su primera instancia de 24 de mayo de 1923. En ella se presenta como pintor y alega como documentos alguno de los premios obtenidos con los pinceles, junto a algunas obras paisajísticas y la fotografía de un cuadro que se exhibe en el Museo de Arte Moderno. Asegura que es discípulo de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y quiere ampliar estudios en el extranjero. Aprender de Turner, Corot, Constable… Para lo que solicita la pensión.

     Ya había recibido el premio Sorolla el 29 de agosto de 1922. Estaba dotado de 1.000 pesetas, según certifica el secretario accidental de la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado, Miguel Ángel Crilles.

      Entre los trabajos que presentó a la JAE es interesante el breve estudio que escribió sobre Hans Memling donde cuenta la realidad y la leyenda existente sobre el maestro flamenco. Aquí nos interesa la leyenda tanto como la realidad, que, también, es una creencia: Trabajó en el taller de Van der Weyden.

       Nos hubiera gustado que la versión legendaria fuera real, al tener un tono de novela caballeresca: Prieto cuenta la leyenda de la participación de Memling en la batalla de Nancy en el bando de Carlos el Temerario, resultando herido. Durante su convalecencia toma los pinceles y se muestra como un maestro que fue admirado por Isabel la Católica.

     Para Prieto, Memling es un pintor de composición, retratista, animalista y paisajista. Tiene maravillosas visiones de los pueblos y de los campos donde se desarrolla la vida de Cristo.

     La persona de la JAE con la que mantuvo correspondencia escrita era Gonzalo Jiménez de la Espada. En una de sus cartas cuenta como estudia la luz de París, tan distinta de la de España. Ve una luz plateada y gris con mucho carácter.

      Se queja en las cartas de las necesidades de dinero unidas a los trabajos de pintura de los Jardines de Luxemburgo. Todo en una deliciosa primavera parisina de 1925.

     En agosto de 1925 estuvo recorriendo pueblos franceses: Marlotte, Montigni, Samois, Barbizon, Moret… A finales del verano de 1925 solicitaba prorroga de su estancia. El tiempo pasado había sido dedicado básicamente a la orientación.

     El 12 de septiembre de 1925 vuelve a presentar otra solicitud acompañada de cuadros de paisaje y una memoria explicativa.

     Hay un trabajo adicional sobre el paisaje en Francia, que no tuvo una aceptación muy positiva, según un certificado enviado a la JAE por Miguel Blas, que desaconsejaba su renovación[iii].

     Conclusiones:

     No hay datos por ahora que nos guíen a establecer una relación entre José Castillejo Duarte y Gregorio Prieto. José Castillejo daba alocuciones políticas exaltando el bando aliado británico desde la BBC. Los trabajos radiofónicos de Prieto son posteriores a 1945, cuando ya había fallecido Castillejo, y su temática es cultural, no política.

     Si tuvo conocimiento y trato con Alberto Jiménez Fraud, director de la Residencia de Estudiantes, a quien realiza un trabajo en pluma, al menos. Alberto Jiménez Fraud, además de su potencia pedagógica, tenía un ambiente familiar artístico. Su mujer, por ejemplo, era Natalia Cossío, hija de Manuel Bartolomé Cossío, uno de los fundadores de la Institución Libre de Enseñanza, factótum de las Misiones Pedagógicas, y autor de una monografía de El Greco. Su hija Natalia publicó la edición definitiva de la obra del cretense.

    


[i] Alberto Jiménez Fraud : (2017) Epistolario / edición de James Valender, José García-Velasco, Tatiana Aguilar-Álvarez Bay y Trilce Arroyo ; dirigida por James Valender y José García-Velasco.

Archivo Museo Sánchez Mejías (5-4-2024).

Antonio Machado: profesión de fe

     

    

Instituto Antonio Machado en Soria. Wikimedia.

     Antonio Machado nació con la restauración borbónica de 1875, su primera madurez llegó con el Desastre de 1998 y sintió la sensación de decadencia nacional de un país que se había olvidado de sí mismo con su pobreza, analfabetismo y desigualdades.

      En el primer cuarto del siglo XX viviría el auge del anarquismo, el surgimiento del pistolerismo, la Semana Trágica de Barcelona de 1909, y una especie de breve fulgor económico con la neutralidad durante la Primera Guerra Mundial. Vivió el final de la restauración borbónica con el desastre de Annual de 1921 y la dictadura de Primo de Rivera de 1923. Y sus últimos años vieron la llegada en 1931 de la II República y la Guerra Civil. Todo ello trufado por la Belle Époque y el segundo periodo más fértil de la cultura española: La Edad de Plata.

      Antonio y Manuel Machado eran hijos de Antonio Machado Álvarez, Demófilo, abogado y reputado folclorista, que envió a sus hijos a estudiar a la Institución Libre de Enseñanza, que habían fundado, entre otros, Francisco Giner de los Ríos y Manuel Bartolomé Cossío.

      Las necesidades económicas provocaron el viaje del padre de Machado a Puerto Rico. Su mala salud le hizo volver hacia 1893 y falleció poco después. Antonio contaba con dieciocho años. Su primera colaboración literaria se fecha en 1892 para la revista satírica La Caricatura. Con su hermano Manuel colaboró en el Diccionario de ideas afines de Eduardo Benot.

      Trabajan y viajan como traductores y redactores en el diccionario hispánico de la editorial Garnier, iniciando una etapa parisina en la que conocen a la intelectualidad de finales del siglo XIX y principios del XX. Es la época de la eclosión del modernismo. En 1902, Antonio Machado, en uno de sus viajes de ida y vuelta a París, conoce a Rubén Darío en la capital francesa. De esta amistad o admiración será reflejo en 1903, cuando en Soledades le dedica algunos poemas.

      Por consejo de Giner de los Ríos y Miguel de Unamuno preparó una cátedra de francés y obtuvo la plaza de Soria, adonde llega en la primavera de 1907. Allí conocerá a Leonor Izquierdo, menor de edad, con la que se casa dos años más tarde, con solo 15 años. Establece con la ciudad soriana un vínculo afectivo y, también, un vínculo intelectual. De las excursiones de 1910 germinaría Campos de Castilla. Gracias a la Junta de Ampliación de Estudios hace un tercer viaje a París. Leonor le acompaña. Asiste a clases de Bergson, escribe La tierra de Alvargonzález, tratan a Rubén Darío. La feliz estancia se trunca. Leonor enferma en julio de 1911 y fallece en agosto del año siguiente, a los dieciocho años. La única alegría de esos días fue la publicación de Campos de Castilla.

      Cuando Azorín proyectaba una antología en 1913, Antonio Machado redactó una autobiografía en la que decía que tenía un gran amor a España, pero tenía una idea negativa de ella. Que lo español le encantaba y le indignaba. Se consideraba un creyente en una realidad espiritual opuesta al mundo sensible. Manifestaba, además, una gran aversión por lo que escribía, tras haberlo escrito, y su mayor tortura era corregir las pruebas de imprenta. Sentía, o explicaba, que todos sus libros estaban llenos de erratas.

      Gerardo Diego escribió años más tarde un artículo en el que analizaba el siguiente poema de Campos de Castilla:

 

Profesión de fe

     Dios no es el mar, está en el mar, riela

como luna en el agua, o aparece

como una blanca vela;

en el mar se despierta o se adormece.

      Creó la mar, y nace

de la mar cual la nube y la tormenta;

es el Criador y la criatura lo hace;

su aliento es alma, y por el alma alienta.

 Yo he de hacerte, mi Dios, cual tú me hiciste,

y para darte el alma que me diste

en mí te he de crear. Que el puro río

de caridad que fluye eternamente,

fluya en mi corazón. ¡Seca, Dios mío,

de una fe sin amor la turbia fuente!

     Decía Gerardo Diego que en los endecasílabos o en las silvas mezcladas de heptasílabos del poema, la sentencia se imponía constantemente y el aire retórico— exquisito y sincero— dotaba la superficie de corriente sonora. 

     El tono y el ritmo de los seis últimos versos le hizo descubrir el subyacente soneto porque, según Diego, Antonio Machado lo envió a imprenta sin espacios, como una silva. Dos serventesios, en cada uno de los cuales hay un heptasílabo, seguido precedían después de una larga pausa a los seis versos de los posibles tercetos. Utiliza un orden muy raro en los clásicos, pero frecuente en los autores modernos.

     Como se ha señalado, Campos de Castilla se publicó en 1912. Sus 54 poemas iniciales fueron aumentados hasta 123, conformando el núcleo de la poesía machadiana. Representa el pensamiento crítico e histórico de la generación del 98.

     En el tren, cuando se marchaba de Soria a Baeza tras la muerte de Leonor, en abril de 1913, escribió la siguiente despedida:

“En la desesperanza y en la melancolía

De tu recuerdo, Soria, mi corazón se abreva.

Tierra de alma, toda, hacia la tierra mía,

Por los floridos valles, mi corazón te lleva”

(Fragmento de Recuerdos, incluida en Campos de Castilla)

 


 

 

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 Referencias consultadas:

 —LORENTE, A y NEIRA, J.: (2021) Doce escritores contemporáneos. UNED. Madrid

—DIEGO, G.: (2000) Obras completas, Tomo VII, Prosa. Edición de José Luis Bernal. Alfaguara. Madrid. Es un artículo que se publicó en La Torre, n.º 45-46, titulado Antonio Machado y el soneto, en 1964. Reseñado en el Archivo Museo Sánchez Mejías (29-02-24).  

—MACHADO, A.: (1977) Poesías completas. Austral, Espasa Calpe. Madrid.

El pelirrojo de la playa de San Andrés

    

Torrijos con sus compañeros. El tercero a su derecha, Robert Boyd. Museo del Prado


     Siempre se atraviesa el mismo pasillo. Se puede dejar la mochila o el abrigo en consigna. A veces es necesaria una pequeña libreta, es posible que algo llame la atención. Tras pasar el arco, muestra el móvil, mira al paciente vigilante. No se olvida de ir al cuarto de baño. Puede estar nerviosa o intranquila, únicamente quiere ver un cuadro, el que más le impresiona del siglo de los golpes de Estado. Camina, atraviese la tienda de la planta baja y el patio que conecta al edificio Villanueva. Va a mano izquierda hacia la sala 75. 

    Sagasta había encargado a Gisbert un cuadro político durante la regencia de la viuda de Alfonso XII. Un real decreto de Eugenio Montero Ríos a principios de 1886 pretendía que Don Antonio en París documentara con sus pinceles el ejemplo que había supuesto la defensa de las libertades en las playas de Málaga por Torrijos y sus amigos. Fernando VII había puesto final al Trienio Liberal con la ayuda de los cien mil hijos de san Luis que entraron en Madrid dejando marca de sus proyectiles en la Puerta de Alcalá. 

      La década final del que fuera deseado tuvo actos ominosos como el fusilamiento sin juicio por una conspiración originada en el exilio inglés del antiguo ministro de guerra del Trienio. Torrijos fue presa del engaño del gobernador de Málaga. Le ofreció el apoyo de las tropas de la ciudad si se desplazaba de Gibraltar a Málaga. Terminó apresado en las playas de Fuengirola cuando noviembre transitaba a diciembre en el año de gracia de 1831. Once días después cruzaron el arco de la vida a la muerte, fusilados en las playas de Málaga. 

      Antonio Gisbert vivía con 53, su madurez artística. San Andrés puso la arena y el fondo la iglesia de la Virgen del Carmen del momento crítico previo a la muerte. Todos los sentimientos previos posibles surgen ante nuestras miradas. Si cien ojos tuviéramos, no daríamos tiempo ni espacio para expresar la preocupación, el miedo, la rabia, la desesperación, el abrazo, el desafío, el rezo, los ojos vendados...

      Torrijos fue asido por dos compañeros. Su cuerpo, sin embargo, es la proa, con un paso más adelante que sus seguidores, su guía. En el centro de todas las cosas. 

     A su lado, en su madurez plateada, Francisco Fernández Golfín, noble liberal que había estado en el Oratorio de San Felipe Neri cuando los franceses tiraban bombas,  fue capturado con la vista perdida y fusilado con los ojos tapados.

     No corrió mejor suerte el burgalés Manuel Flores quien había sido presidente de las Cortes del Trienio y con la década ominosa pasó a Londres y en su tierra sufrió la confiscación de bienes. En el núcleo duro de la conspiración, murió queriendo el bien y la felicidad para su patria.

     Juan López Pinto era un profesor del Colegio de Artillería de Segovia que durante el Trienio Liberal ocupó cargos políticos y militares que le hicieron viajar exiliado por distintas ciudades de Europa cuando se cerró la puerta de las libertades en 1823. Desde su exilio de Pau, mantenía relaciones con el general Mina y otra gente del interior español. La amistad, las convicciones políticas y una carta de Torrijos decidió su suerte en la playa de san Andrés, santo identificado con el valor y martirizado en una cruz en forma de X, que en la iconografía cristiana se identifica con la humildad y el sufrimiento.

     Hay más personajes en el cuadro. Nos asombra el detalle de los caídos, el movimiento de sus cuerpos, los ojos tapados, el sombrero de copa, las manos atadas…

     Los frailes con sus hábitos marrones atienden a la cincuentena de fusilados. Los ojos se paran en quien los tiene cerrados: El pelirrojo de los liberales, el hombre de más altura. No parece español, ni aparentemente se puede imaginar sí es una licencia pictórica. Sin embargo, no olvidamos que es un cuadro de historia, que habrá una razón, un sentido. 

     Descubrimos que es Robert Boyd, el primer ser humano enterrado en el Cementerio Inglés de Málaga. Los frailes le asistieron y pretendieron que aceptara convertirse antes de su fusilamiento. Él era fiel a la iglesia anglicana y no aceptó cambiar de ideas. Las intenciones de los frailes eran varias. Podían pretender evangelizar a un británico en sus últimos momentos, pero había una finalidad más profunda. Morir en Málaga o en cualquier otra parte de España sin ser católico era un problema. Hoy nos parecería surrealista o inexplicable que queriendo enterrar en sagrado a un familiar o conocido del extranjero se practicasen conductas tales como ser enterrado verticalmente en la playa con la cabeza al descubierto, donde sería pasto de cualquier animal terrestre o marino. Fue el cónsul británico William Mark quien negoció con las autoridades españolas de la época la creación de un cementerio para protestantes anglicanos en Málaga. Previamente, había intervenido para pedir clemencia para el teniente irlandés Robert Boyd. Intentos infructuosos para este ciudadano que había arriesgado fortuna personal en el devenir político de Torrijos. Su cuerpo fue reclamado por las autoridades consulares británicas que cubrieron sus restos con la bandera.

     En la descarga de fusiles del pelotón, el liberal del pelo rojo no fue acertado porque cayó arrastrado por sus compañeros de suerte, casualidad que le abandonó cuando fue rematado de un tiro funesto. Como un héroe romántico. Cada año, la asociación Torrijos homenajea a Robert Boyd en el Cementerio Inglés, en recuerdo a la leal amistad con Torrijos.

Homenaje de la Asociación Torrijos a Robert Boyd


     La muerte del pintor Gisbert coincidió casi en los mismos días que Francisco Pi y Margall. Blanco y Negro, revista madre de ABC, publicó un obituario de dos personajes parte de la historia de España.

     De Gisbert se dice que fue el pintor de la libertad. Lo intenta recordar con uno de sus cuadros más famosos: La ejecución de los Comuneros de Castilla que resalta por su vigor y sentimiento. Cuando veinticinco años después pinta el Fusilamiento de Torrijos mantiene, dice Blanco y Negro, esa lozanía del alma y del pincel, conjugada con el saber de la edad.

La ejecución de los Comuneros de Castilla. Gisbert. Patrimonio del Congreso de España. 


 

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Referencias consultadas:

     —Blanco y Negro, 7 de diciembre de 1901. Página 2.

     —GIRÓN, E. y ARENAS, A.: La imagen del Cementerio Inglés de Málaga en los viajeros extranjeros.      

     —https://www.congreso.es/es/cem/patrhist  

     —https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/fusilamiento-de-torrijos-y-sus-compaeros-en-las/cc128630-425b-4752-a805-008d26556bbb 

     —Wikipedia.

     —Real Academia de la Historia: https://www.rah.es/  

     —https://www.malagaldia.es/2023/12/11/el-joven-teniente-robert-boyd-heroe-romantico/ 

     —https://www.torrijos1831.com/?p=3808



 

Mariano Benlliure: De Gayarre a Joselito

 

    

Mausoleo de Julián Gayarre, Roncal, Benlliure. Flickr 

     El ángel escucha la melodiosa voz del tenor. Los últimos cantos flotan por el éter infinitamente. Son voces que salen del féretro de bronce sujetado por dos alegorías, la “Armonía” y la “Melodía”, que, con esfuerzo y cuidado, llevan al cielo el difunto. Junto al sarcófago de mármol abierto, a los pies, le llora la musa, con más de una furtiva lágrima, compungida por la rotura de la lira que le une a Gayarre, muerto.

     El telón rasgado une féretro y sarcófago durante un último instante, con la duda de oficiar de sudario, manto o capa del difunto que no sabemos sí es inconsútil y dónde acabará su destino. Los despojos no serán olvidados porque en la blanca piedra se anotaron los éxitos pasados frente a las inclemencias del futuro.


     El mausoleo de Julián Gayarre compite en fama con los quesos de Roncal donde nació. En 2011 comenzaron las labores de restauración y conservación de un grupo escultórico que permanecía a la intemperie.

     Desde el primer momento recibió cuidados de conservación, pero el tiempo pasado y la ubicación han producido daños que exigen mantener una conservación preventiva. Desde una limpieza superficial en seco que elimine los depósitos que caen en la base del mausoleo, especialmente en ciertas estaciones, hasta un tratamiento contra los hongos de carácter bianual, pasando por la reposición de los morteros de las juntas cuando sea preciso o la revisión de las películas protectoras cuando los rayos ultravioleta afecten a su estructura. 

     Se da a entender que es necesaria la elaboración de unas pautas de mantenimiento a corto y medio plazo con los recursos que las administraciones que tutelan el mausoleo dispongan. Así como una mejor vigilancia: Se sustrajeron componentes decorativos de bronce, se han realizado grafitis en un vaso de mármol y en las gradas. A veces el turismo cultural no lo es tanto.

     Una propuesta que se presentó fue el traslado del mausoleo a un recinto cerrado como un museo en la misma localidad para la mejor conservación de la obra. Se descontextualizaba de su ubicación original, pero se pensaba en su futuro.

     Hay que sopesar qué es necesario: Conjugar la representación de unos ritos simbólicos funerarios de recuerdo de una persona individual con el carácter público de una obra de patrimonio cultural que es también un recurso turístico.

Eduardo Miura y Sánchez Mejías en Mausoleo Joselito, Benlliure. Wikimedia

     Ignacio Sánchez Mejías acudió al taller de Benlliure al año siguiente del suceso ocurrido en Talavera de la Reina. Los humanos deciden que hay seres que, por sus cualidades propias, naturales, dominan el fuego o los elementos y que son a semejanza de los inmortales que poseen magias y crean religiones que les hacen invencibles. No tiene por qué esa persona creer que tiene ese don o que lo posee. Esa persona corre un riesgo, lo sabe. El resultado fue que su cuñado y compañero de oficio encargó al escultor una obra en su recuerdo. Benlliure representó el cortejo fúnebre que transportaba a hombros con la tapa retirada, visible y exangüe el cadáver, porque así lo presenció el escultor. 

    La talla será en bronce humano para los familiares y destacados personajes del mundo circular taurino con el pueblo sevillano. El cuerpo de nariz aguileña tiene el color del blanco marmóreo de Carrara. Supuso desde su elaboración algo más que el culto a un muerto, por su simbolismo y cultura. Acabado en marzo de 1924, se expuso en el Palacio de Exposiciones de Sevilla hasta que en 1926 reposó en el cementerio de San Fernando. Hay dudas de la suscripción popular para el mausoleo. Sánchez Mejías pagó una parte y, durante los cien años reglamentarios, el terreno ha sido propiedad de la familia.

     Niños, gitanos, garrochistas y demás gentes del pueblo andaluz llevaron a hombros el cuerpo de José Gómez. En la obra se intenta reflejar ese dolor típico, genuinamente andaluz. Las ropas, con sus grandes pliegues tallados, ondulan equilibradamente. En su momento se habló de la posibilidad de una ubicación distinta a la pensada, el cementerio de San Fernando. La idea, tal vez, era que pudiera verlo mucha gente. Por la popularidad del fallecido, hubo quien lanzó la idea de destinarlo al Parque de María Luisa. El modelado en yeso previo se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Valencia. El rito funerario se convertía en arte.

     Se comenta que Mariano Benlliure no fue aficionado a la tauromaquia, sin embargo, le interesaba la plasticidad de su práctica. El mausoleo de Gayarre abrió las puertas del éxito a Benlliure. El mausoleo de Joselito fue una de sus últimas creaciones geniales. El tema elegido pudo ser original o no. Se habla de uno semejante, anterior o no, de Bistolfi.

     Las dieciocho figuras que conducen el cuerpo de Gallo III a hombros transportan el sentimiento y la fe en los ídolos. Las tres edades del hombre se reflejan en el viejo, el mozo y el niño. Los amigos de la infancia, aquellos que tendrán también una luctuosa tarde, las mujeres que guardarán su ausencia… Dentro de los cánones de la época y momento. En la proa, la imagen de la Virgen Macarena. De bronce y mármol, de vida y muerte. 

     Chueca Goitia escribió sobre la popularidad que gozó este grupo escultórico debido al atrevimiento de su factura y por conseguir un tratamiento anecdótico. Lo compara a Rodin porque ambos tenían sus propias ideas, unas ideas simples, para comprender a los griegos. No como eruditos ni hombres de ciencia. Ni siquiera como arqueólogos. Tenían las ideas sencillas de los artistas.

Los burgueses de Calais. Rodín. Flickr

     Ahora que se conoce las circunstancias del mausoleo del cementerio de san Fernando, las soluciones se podrían copiar de las tomadas en el mausoleo de Roncal a corto y medio plazo, y pensar a largo plazo sí se puede mantener o no en su ubicación actual, con las consideraciones patrimoniales oportunas.

 

 

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     BIBLIOGRAFÍA:

      CHUECA GOITIA, F.: (1964) Mariano Benlliure en el primer centenario de su nacimiento, en Archivo del Arte Valenciano, Real Academia de Bellas Artes de San Carlos. Valencia.

      DÍAZ MARTÍNEZ, S.: (2012) Conservación y restauración del mausoleo a Julián Gayarre por Mariano Benlliure en Roncal, Navarra. En Patrimonio en riesgo; seísmos y bienes culturales 6.

      GIMÉNEZ SERRANO, C.: (1989) Mariano Benlliure y su tiempo, en Archivo del Arte Valenciano, Real Academia de Bellas Artes de San Carlos. Valencia.

      GIRBÉS PÉREZ, J.: (2019) Patrimonio Olvidado. La escultura funeraria de Mariano Benlliure Gil. XX Encuentro de cementerios patrimoniales, Málaga.

      IGUAL UCEDA, A.: (1963) Vida y arte de Mariano Benlliure, en Archivo del Arte Valenciano, Real Academia de Bellas Artes de San Carlos. Valencia.

El expediente Gregorio Prieto

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