"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos;... por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”. (Miguel de Cervantes).

Retirado en la paz de estos desiertos

     

Quevedo según Francisco Pacheco

     Años antes de su última prisión, Francisco de Quevedo envió un poema desde La Torre de Juan Abad, en su retiro y/o destierro de la corte, en el sur de La Mancha y al norte de Sierra Morena, a su editor y amigo Joseph (Josef) Antonio González de Salas:

     “Retirado en la paz de estos desiertos,
con pocos, pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos,
y escucho con mis ojos a los muertos.

     Si no siempre entendidos, siempre abiertos,
o enmiendan, o fecundan mis asuntos;
y en músicos callados contrapuntos
al sueño de la vida hablan despiertos.

     Las grandes almas que la muerte ausenta,
de injurias de los años, vengadora,
libra, ¡oh gran don Joseph!, docta la imprenta.

     En fuga irrevocable huye la hora;
pero aquélla el mejor cálculo cuenta,
que en la lección y estudios nos mejora.”

 

     Un elogio a los libros y un canto a la educación y modelo de vida que propugnaba desde sus inicios el Humanismo, que coadyuvaba a conformar nuestra libertad interna con la creencia de una mayor felicidad: el sueño de la vida plena.

     Quevedo nos certificaba la escasez de población de la Mancha en el Campo de Montiel, donde libros escogidos le ayudaban a mantener o soportar, metafóricamente, el hablar o escuchar con los ojos a los muertos. Buscaba el retiro horaciano que nos contó Fray Luis de León, pero se quejaba de la soledad cuando la encontró. En las Relaciones Topográficas de Felipe II (1575), La Torre de Juan Abad declaraba en la respuesta 39 que vivían trescientos vecinos en la villa. En la actualidad cuenta con 970 habitantes.

     Esa ambivalencia vital se reflejaba en los endecasílabos del segundo cuarteto: no siempre/ siempre; enmiendan/ fecundan; músicos callados; sueño/ vida/ despierto.

     En el primer terceto se alababa la perpetuación del recuerdo de escritores o sabios gracias a la imprenta.

     El tiempo es irrefrenable, irresistible en su fugacidad. Nos invitaba en el último terceto a celebrar el paso de nuestra vida utilizando la cuenta con el cálculo o piedra: la mejor piedrecita blanca para los días justos, y otra peor, oscura, para los infaustos. Días que mejorarían con aprendizaje y estudio. Es un ejemplo de poesía moralizante, con propósito de enmienda/ mejora.

     El concejo de La Torre de Juan Abad sostuvo un litigio con el señor y su señorío por la cuantía de las rentas. 

     La tumba de Quevedo impresionó a García Lorca durante una de las giras de La Barraca al pasar por el campo de Montiel. En el poeta del Siglo de Oro predomina lo intelectual, como predominaba lo sensorial en Góngora y la vida y el mundo natural en Lope.

Calle de Quevedo, Madrid


     Bibliografía consultada: 

    — http://publicaciones.dipucr.es/puebloscrealrelacionestopograficas.pdf 

     — QUEVEDO, F.: Poesía varia. Edición de James O. Crosby. Cátedra. Madrid. 1981.

     — SUÁREZ MIRAMÓN, A.: La construcción de la modernidad en la literatura española. Editorial Universitaria Ramón Areces. Madrid. 2015.

El Molino Grande y la Isla Verde

     


 

     Gracias a Juan de Ávila Granados y a Juan Ramón Romero Fernández Pacheco (Dir. Archivo Histórico Nacional) se consiguió la referencia más fehaciente de la existencia del Molino Grande de Manzanares y de una zona de huertas entre el caz nuevo y el viejo del río Azuer en 1616. El motivo se encontró en un plano de Esteban de Perola que se encuentra en el Archivo Histórico Nacional, en la sección de órdenes militares. 

      Una copia del plano se expone en el Molino Grande de Manzanares. Esa copia nos permite adivinar cómo era el aspecto del canal creado por la orden de Calatrava a principios del siglo XVII. 

     Si observamos el detalle, se ve el acceso al agua para el riego a través de las acequias y la distribución de los lotes de tierras que se dedicaban a cultivos de regadío, más productivos y ricos. El acceso al agua tenía un coste según el lote de tierra poseído. 

     Otra información que nos refleja el plano es el rollo de la justicia, que sentenciaba o absolvía a los juzgados, junto al inicio de la actual calle Cárcel, pues la misma se hallaba a mitad de ella, donde actualmente se encuentra la biblioteca Lope de Vega. Donde estaba el rollo de la justicia es el paraje que envuelve la caseta municipal La Pérgola, el Quiosco de la Música y lo que fue la Fábrica de Harinas de Ayala y Juan.

      La parte final del plano nos lleva por el caz de don Pedro Fernández de Salinas a su Molino de pan y aceite, poco antes de terminar el caz nuevo al encontrarse con el viejo caz del que se había separado en el Puente de la Reina. 

      El terreno entre el caz nuevo y el viejo fue conocido como Isla Verde, por ser tierra de huertas. Hubo pleitos entre el detentador de la encomienda de Calatrava y los usuarios/propietarios de las tierras de labranza. Hacía la fecha del plano en cuestión, 1616, se decidía en Almagro el litigio de los diezmos que debía cobrar el Marqués de Velada con los agricultores de la zona. 

Detalle del rollo de la justicia en el plano de 1616 de Esteban de Perola. Molino Grande de Manzanares


 

El jardín como paraíso cerrado

 

 

 

Vista parcial de Alhambra de Granada. BMRE

 

     Es sabido que cuando alguien se mete en un jardín se enreda sin necesidad en peroratas o locuacidades sin sentido o teatrales, o bien se halla en una situación complicada. Recuerda una situación parecida, pero no igual, pues no tiene salida o efugio, que sucede cuando estás o te pones en un brete.

     El jardín es también una reducción en diferentes escalas de la naturaleza. Un descanso mínimo, que puede ser íntimo cuando es de disfrute personal.

     Federico García Lorca escribió un texto en prosa en el que exaltaba las pequeñas cosas de Granada, personalizado o personalizando en la figura de Soto de Rojas, poeta granadino de la escuela de Góngora. 

     Soto de Rojas en el retiro de su carmen del Albaicín imaginó un jardín de estructura compleja donde encontrar el descanso, la armonía y el conocimiento. En su caso, la naturaleza daba paso a lo culto y artístico, combinado con una vida interna y/o de puertas cerradas. 

    Hace un año se contaba en este blog el hallazgo juvenil de Gerardo Diego de un poema perdido sobre Alfeo y Aretusa en la biblioteca de la Menéndez Pelayo, que transcribió, y sobre el que escribió un ensayo no publicado. La autoría, con el tiempo, fue atribuida a Soto de Rojas por Rosa Navarro Durán. El estudio de Navarro Durán si fue publicado y se ha consultado (11-07-23) en el Archivo Museo Sánchez Mejías. La publicación se estructura básicamente en cuatro partes: La fábula de Alfeo y Aretusa, el artículo no publicado de Diego sobre el hallazgo, el facsímil del manuscrito encontrado y el facsímil del trabajo de Gerardo Diego sobre el que trabaja la autora.

     “Granada, paraíso cerrado para muchos” fue una alabanza a lo diminuto, al gusto por las pequeñas cosas que observaba en la ciudad nazarí. Y no únicamente en esa ciudad, en toda Andalucía, porque el lenguaje del pueblo pone, según Lorca, los verbos en diminutivo.

     Soto de Rojas recuperaba el espíritu humanístico del jardín con las experiencias barrocas de un lenguaje gongorino. En Soto de Rojas conjugaba pintura, arquitectura, escultura y nos llevaba a la naturaleza de los mitos ovidianos.

     Lorca era también un enamorado de los jardines. Por ello escribió sobre Soto de Rojas, de quien dijo que su poema era el más original del XVII, destacando el valor simbólico de los mitos y el carácter efímero de las cosas.

     Pero iba más allá al hablar de Granada. Consideró Federico que las creaciones justas de esta ciudad son el camarín y el mirador de bellas y reducidas proporciones, tanto como el jardín pequeño y la estatua chica.

    García Lorca decía que Granada era/es una ciudad para la contemplación y la fantasía, donde el enamorado mejor escribe las palabras, el lugar con las horas más largas y sabrosas, y el mirador con crepúsculos complicados, de luces inéditas imperecederas.

Jardines conjunto Alhambra-Generalife-Palacio Carlos V. BMRE


 Remate final: un poco de Soto de Rojas…

  Pedro Soto de Rojas: Paraíso cerrado para muchos, jardines cerrados para pocos. (Selección de la Mansión Primera).

“Aquí, pues, verdes señas
que los cuidados hacen a el aseo,
varias declaran flores,
ya que no como amantes advertidos,
como cortés lisonja a los sentidos.
Aquí hermosos cometas de esmeraldas
dulce influyen descanso.
Aquí el Favonio manso,
si fragancia olorosa
derrama entre la hierba, entre la rosa,
toca tanto instrumento,
que apenas comprehenderlo puede el viento,
y, entre mil ruiseñores,
citarista de pájaros cantores,
los brazos tiende este jardín hermoso,
verdores conquistando,
como lascivo nadador luchando
con cristal espumoso…

Al arquitrabe y frisos
carmín los cubre lisos;
columnas, basas, nicho y capiteles,
oros ilustran, platas y cinceles.
Paraíso cerrado.”


Para saber más:

—GARCÍA LORCA, FEDERICO: Obras completas. Versión Kindle

—SUÁREZ MIRAMÓN, ANA: La construcción de la modernidad en la literatura española. Editorial Universitaria Ramón Areces. Madrid. 2015. ISBN-13 978-84-9961-205-8

Gerardo Diego y la fábula de “Alfeo y Aretusa”, de Pedro Soto de Rojas Navarro Durán, Rosa (1947-) Santander: Fundación Gerardo Diego; Málaga: Centro Cultural Generación del 27, 2013 (Bedia Artes Gráficas). ISBN: 978-84-695-8749-2



La iconografía del pesebre

    

Pesebre Molino Grande de Manzanares


     

     Las personas interesadas en la historia de las religiones asumen, mayoritariamente, que la Navidad tiene su origen en la festividad de Sol Invictus, en las saturnalias o en el dios Mitra que los romanos adoptaron de los persas. Incluidos los cristianos.

     La celebración de la Navidad el 25 de diciembre vendría a sustituir a estas fiestas paganas en el 336 de nuestra era cristiana.

     Hay un teólogo indonesio que cree que estas festividades ya se celebraban con anterioridad a la institucionalidad llevada a cabo por el Imperio.

     Martinus Ariya Seta cuenta que Hipólito (170-235), antipapa que terminó reconciliado con la iglesia de Roma y santificado, ya mencionaba la fecha citada como la del nacimiento de Cristo en su Comentario de Daniel, hacia 204. En esa época se utilizaba el calendario juliano introducido por Julio César dos años antes de su magnicidio. 

    La tradición judía creía, además, que la muerte de Jesús coincidía con su concepción. Y la situaba hacia el 25 de marzo. Nueve meses antes del 25 de diciembre. Este teólogo afirma que las fiestas de Sol Invictus se celebraban en agosto, que las saturnalias se festejaban en la tercera semana de diciembre y que sobre el culto a Mitra no es concluyente su celebración el 25 de diciembre. 

    Sobre Mitra, hay que reseñar que estaba su culto extendido a lo largo del imperio romano. En el Museo Arqueológico de Córdoba se expone una estatua de Mitra encontrada en Cabra, datada en el siglo II, y que contextualiza la elaboración y comercio de estas imágenes en territorios alejados a su origen. La influencia entre los militares que habían participado en campañas en las fronteras es conocida.

    Volviendo a las celebraciones de la Navidad anteriores a su constitución como religión del Imperio, el teólogo indonesio cita tres fuentes anteriores a 336 d. C.

    En un manuscrito del 250, Didascalia apostolorum, se cita la festividad de la Epifanía, manifestación, que se relaciona con la adoración de los magos de Oriente. En el Museo del Prado, se recuerda, hay una adoración de Rubens maravillosa. La fecha se celebraba el 6 de enero, según el calendario juliano. Al adoptar el calendario gregoriano, el seis de enero se atrasó al 25 de diciembre. 

     Didascalia apostolorum es un texto del siglo III de autor desconocido y que originalmente se creyó obra de los apóstoles.

     Otro texto anterior fue el Liber Pontificalis que señalaba que el papa Telesforo ordenó celebrar el nacimiento de Jesús, sin citar fecha. Aunque hay opiniones que dicen que lo atribuido al papa Telesforo en el Liber Pontificalis no es genuino, original.

    Un tercer texto, la Epístola de Teófilo, comentaba que se celebraba el nacimiento de Jesús antes de 196 d.C.

    Un aspecto reseñable desde el punto de vista del arte es la representación del nacimiento. Su iconografía bebe de fuentes evangélicas, ya sean ortodoxas o apócrifas, que se impregnan con el tiempo de aportaciones humanas, leyendas o no, o de personajes famosos.

   Cuando se ve un pesebre o un comedero de ovejas como el de la Casa Malpica donde se expone el Museo del Queso Manchego o el pesebre de la cuadra del Molino Grande de Manzanares, se recuerda la utilización del austero pesebre en la iconografía cristiana, que representa al recién nacido en Belén hace más de dos mil años.

    El diccionario de la Real Academia nos da varias acepciones de pesebre. Unas son definitorias como cajón o lugar donde comen las bestias; otra, despectiva, es el beneficio o prebenda a la clientela de grupo político, empresarial o religioso; y otra, finalmente, se identifica con la representación iconográfica del nacimiento de Jesús. 

     La historia es conocida. María, hija de Ana y Joaquín, vivía en Nazaret. Estaba casada con un humilde carpintero que respondía por José. Ambos descendían de la familia de David, que pertenecía a la tribu de Judá. En tiempos del emperador Augusto hubo un empadronamiento de los súbditos del imperio romano en el lugar de su nacimiento. Fueron a Belén, donde se produjo el parto.

     Siglos después, el santo de Asís, en el siglo XIII, llevó a cabo la primera representación del pesebre más famoso de la historia.

     El suceso es relatado por Tomaso de Celano. Cuenta como san Francisco quiso celebrar la navidad de 1223 en una cueva de la montaña de Greccio. Colocó un pesebre lleno de heno, un asno y un buey. Se identificaba con los sentimientos más íntimos de la piedad popular, con la de aquellos que menos tienen.

Pesebre de Greccio. Basílica de Asis. Artehistoria

     Al fundador de la orden franciscana le pareció que Greccio se parecía a Belén. Greccio fue una colonia de la Grecia clásica. En la representación, como se ha podido apreciar, faltaba la Virgen, San José y Jesús. La descripción de Celano y la posterior de Bonaventura de Bagnoregio, Leggenda Maggiore, fue utilizada por Giotto para componer la pintura del Pesebre de Greccio ubicada en la basílica de Asís. La leyenda de Bonaventura de Bagnoregio decía que un caballero virtuoso, que había sido miembro de la milicia y seguidor del san Francisco, dijo que había visto como el santo recogía del comedero a un recién nacido, al cual abrazaba mientras despertaba de un sueño mortal, como milagro. La pintura al fresco tiene un tamaño considerable, 2,70 X 2,30 metros. En la escena, hay multitud de personajes que presencian la escena. Las reacciones ante el milagro alternan entre la incredulidad y la sorpresa. En otros casos, miran al santo y el lugar se corona con la cruz sobre la escena. Escena que deja boquiabiertos a los presentes.

     A partir del siglo XV la escena se representó como una adoración de Jesús, en la que la madre aparece arrodillada, orante ante el Niño que irradia luz. Una escena íntima con un san José secundario. 

   

 




El Sol

 

    

El Sol, Paseo del Sistema Solar

    Cuando calienta el Sol aquí en la playa. La mañana era fría, pero su ánimo estaba caliente pensando en la lejana playa calentada por el astro rey. Recordaba, a su vez, las celebraciones de Sol Invictus romano y el Atón egipcio. El Sol, siempre, el Sol, a través del tiempo, creando vida.

     Y el Sol cumplía, cumple y cumplirá durante mucho tiempo su función estelar como cuerpo celeste que brilla con luz propia. Una estrella compuesta de hidrógeno y helio a temperaturas elevadas en estado de plasma.

     El estado de plasma es el cuarto de los estados de la materia tras el sólido, el líquido y el gaseoso. En el Universo es mayoritario en un 99%. Es un estado altamente ionizado, muy conductivo eléctricamente. Es parecido al gas, aunque contiene átomos ionizados con electrones que circulan libremente[1].


     El Sol ya tiene una edad. Cerca de 5.000 millones de años. Se halla a la mitad de la carrera de su vida. Le espera cumplir otros 5.000 millones de años para convertirse en una estrella “giganta/e roja”. ¿Qué?

     Sí, contestó el señor del otro extremo de la barra. Gigante y roja es una estrella grande, muy fría. 3.000/4.000º kelvin[2]. Poco para una estrella rutilante. Mucho para cualquier humano. Un grado Kelvin es -273,15 grados Celsius. Si tenemos 300º Kelvin, la temperatura sería 26’85º Celsius.

     La luz y el calor se producen por fusión termonuclear que transforma el hidrógeno en helio. Las fusiones termonucleares son fusiones nucleares provocadas por agitación térmica, a elevada temperatura[3].

     ¿Y el paso del hidrógeno a helio? En la Tierra el elemento más abundante es el hidrógeno, como en todo el Universo[4]. El hidrógeno es fuente de vida al componer con oxígeno el agua. En el Universo es abundante el helio y escaso en la corteza terrestre[5].

     El campo magnético del Sol es poderoso e inestable debido a la rotación diferencial de los polos y el ecuador. La rotación diferencial consiste en que una masa o materia no rote a la misma velocidad unas partes/zonas/regiones con respecto a otras. Es el caso del Sol y los planetas grandes. La Tierra gira a la misma velocidad en los polos y la zona ecuatorial. 23 horas, 56 minutos, 4 segundos. A 28 kilómetros por minuto[6].  

     El viento solar y su emisión produce el fenómeno de las auroras. Una aurora boreal es una aurora polar en el hemisferio norte. Una aurora austral es una aurora polar en el hemisferio sur. ¿Y qué es una aurora polar?

     La aurora polar es un fenómeno luminoso producido por el impacto en la atmósfera terrestre, en sus capas más elevadas, de partículas atómicas y subatómicas que proceden del Sol. Al impactar, las moléculas del aire atmosférico se excitan y brillan en colores muy peculiares. Las particulas solares están muy cargadas. El campo magnético de la Tierra las desvía hacia capas cercanas de los polos magnéticos, lugares únicos de observación[7].

     La estrella más cercana al Sol es Próxima Centauri. Un viaje a ella nos dejaría exhaustos.  Se habría viajado cuatro años a la velocidad de la luz. En magnitudes astronómicas es un corto viaje. Con las naves espaciales actuales, 40.000 km/h., se tardaría varios miles de años[8].

      El Sol es la fuente de nuestra vida. El Paseo del Sistema Solar[9] diseñado por Julián Gómez Cambronero en el parque que lleva su nombre nos hace soñar con las magnitudes colosales del Sistema y su inserción en el Universo infinito, el conocido, el pensado y el que se descubrirá[10].


La fiesta del español

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