Cultura y sociedad

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La tercera ola

 

    

     


     Era el tema de conversación. Sí, era el tema. Una tercera ola que vendría tras el fin de año. No la conocía, porque antes hubo otras.

      Samuel Huntington publicó La tercera ola, 1991, en la que expresaba que un sistema democrático es aquel en el que el poder se basa en elecciones limpias, honestas y periódicas, donde los candidatos compiten libremente por los votos y toda la población, en teoría, tiene derecho al voto. Obviamente, es necesario que exista derecho a la libertad de expresión, de reunión y asociación que posibilite el debate público político y la organización de campañas electorales que conduzcan al ejercicio del voto. Este politólogo norteamericano manifestaba, adicionalmente, que la democracia había avanzado en el mundo a través de tres olas sucesivas o tres periodos de expansión que arrancan, la primera, con las revoluciones americana y francesa a finales del siglo XVIII, que condujo a países con sistemas políticos a unos mínimos democráticos basados en el ejercicio responsable del poder que responde ante un parlamento, que es elegido periódicamente por un cuerpo electoral que se pretende que sea lo más amplio posible y que alcanzaría su cota más alta en la Primera Guerra Mundial, 1914-1918, con hitos destacables como las elecciones americanas de 1828 o la adopción del sufragio universal en las elecciones noruegas en 1918. El retroceso de la primera ola democratizadora se produjo con el final de Gran Guerra por el auge de los totalitarismos de los años veinte y treinta del siglo XX con la dictadura nazi como exponente más conocido, con sus conquistas durante la Segunda Guerra Mundial, 1939-1945, y, que tras su derrota, dio paso a una segunda ola democratizadora que potenció la descolonización, pero  que tuvo un breve lapso de permanencia por la aparición de dictaduras en África, Asia y América Latina. La tercera ola democratizadora comenzó con las transiciones a la democracia de Portugal con la revolución de los claveles de 19741, y el fin de las dictaduras griega y española situando el sur de Europa como el origen de esta oleada que pasaría a América Latina de forma sucesiva o inmediata,  también a Asia y a los países comunistas del Este europeo a finales de los ochenta y que se ralentiza después con algún fracaso como el intento democratizador de la dictadura china.

      Pero no, no es de la tercera ola democratizadora sobre la que oigo hablar.

      Alvin Toffler utilizó también el sugestivo símil de las tres olas para urdir la trama del progreso humano durante su proceso de civilización. Existiría una primera ola, dentro del progreso histórico, producida por la revolución neolítica, hace diez mil años, por la que se domesticaron animales y plantas, se desarrolló la agricultura, los modos de vida sedentaria y el inicio de vida urbano con sus medios de defensa y convivencia. Una segunda ola coincidiría con la Revolución Industrial, iniciada hacia mediados de siglo XVIII en Gran Bretaña y durante el siglo XIX en el resto de Europa, EEUU y Japón, de forma distinta distribuida según las peculiaridades de cada país y que se caracterizó por la utilización de nuevas fuentes de energía como el vapor, el carbón y el petroleo, que sustituyeron la fuerza animal, por la aparición de estructuras modernas de transporte como el barco de vapor, el tren y el automóvil y el perfeccionamiento de las armas de fuego y medios de defensa. Se consolidan como fuentes de energía la electricidad y el petroleo que dominan los avances científicos y tecnológicos hasta la aparición de la energía nuclear durante la Segunda Guerra Mundial. Paralelamente se desarrolla la conciencia de clase y los derechos sociales y la lucha por su consecución y respeto. La tercera ola coincidiría con el final de la fase más avanzada de la Revolución Industrial2, con el surgimiento de la revolución tecnológica que estamos viviendo en estos momentos con la denominada Sociedad de la Información que ha dado paso a la era de los sistemas informáticos y el desarrollo de la Inteligencia Artificial. En definitiva, el dominio de las tecnología de la información y comunicación como medio de civilización y defensa.

      Pero no, no es de esta ola de la que se habla y se escribe. Se habla de la tercera ola de diseminación del virus Covid-19 porque no podemos remediarlo. Como en la fábula del escorpión y la rana, estamos pidiendo al gobierno rana de turno que nos permita pasar el charco de las navidades porque nos portaremos bien. ¡Qué se fie de nosotros! Pero sabemos, que en medio del charco, escorpión y rana flaquearan y confraternizaran, con o sin picadura, se ahogaran en el charco o en el vaso de agua. Y la tercera ola de contagios sucederá antes de la calma chicha de la vacunación de mediados del año 2021.

          ¡Cuídense!

          




1AVILÉS FARRÉ, J y SEPÚLVEDA MUÑOZ, I.: Historia del Mundo Actual. Síntesis. Madrid. 2010. Páginas 101-107

2TORRÓN DURÁN, R. La tecnología y la defensa. Arbor CLXV. 651. Marzo. 2000. Páginas 509-517.

Recomendaciones sobre bienes culturales por covid 19

      
Restauración Patio de los Leones 2012 (Fuente propia)
     El Ministerio de Cultura y Deporte ha dirigido1 a Comunidades Autónomas, Policía Nacional, Guardia Civil, Unidad Militar de Emergencias y Protección Civil unas mínimas 'Recomendaciones sobre procedimientos de desinfección en bienes culturales por motivo de la crisis por Covid 19', elaboradas por el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE). A modo de resumen, se incide en la no utilización de productos como lejía, amoniaco y detergentes que se contraindica su aplicación en conjuntos monumentales, edificios históricos, yacimientos arqueológicos y objetos. En su caso, soluciones hidroalcohólicas diluidas o jabones neutros, siempre con presión controlada y bajo el asesoramiento de un técnico de bienes culturales.
      Teniendo en cuenta la importancia primordial de la preservación de personas y la sociedad en la que habitan, hay que considerar el valor añadido del patrimonio cultural en nuestro concepto de civilización, aspecto remarcado por instituciones internacionales como el ICCROM o el ICOM, que recuerdan la importancia social y económica y el valor que plasma a nuestra identidad el patrimonio cultural.
      En los espacios que contengan bienes culturales, sean museos, archivos o conjuntos religiosos, entre otros, la recomendación es evitar fumigaciones o pulverizaciones generalizadas en los citados recintos. Por el cierre continuado desde el inicio de estado de alarma, es improbable la permanencia de virus covid 19.
      La limpieza de suelos, puertas y manillares sin valor histórico o artístico se hará preferentemente con etanol2 disuelto al 70%.
      La limpieza exterior de vitrinas se incluirá en el citado modo de limpieza. Deberá ser realizada con anterioridad y, con posterioridad, se hará mantenimiento preventivo. En los interiores no es necesario por el acceso puntual y solo será realizado por técnicos de la institución.
      Cuando se haya efectuado la limpieza y desinfección se ventilará los espacios limpiados evitando compuestos orgánicos volátiles3 para seguridad y salud de los trabajadores y la correcta conservación del patrimonio cultural.
      En los casos de trabajo directo con bienes de museos, archivos o centros religiosos por inspecciones, movimientos o restauración, se hará en todo momento con guantes desechables y, recomendable, mascarilla para evitar cualquier contagio.
      En cuanto a los bienes culturales inmuebles, se debe seguir las pautas de las autoridades sanitarias y de la Organización Mundial de la Salud, siempre, y tenido en cuenta, con un uso adecuado para impedir un daño irreparable sobre el patrimonio.
      Cuando se desinfecte los espacios cercanos a los bienes culturales como cascos históricos, plazas públicas, parques o calles, se evitará rociar de manera directa los objetos o edificios de valor histórico-artístico.
      En el entorno directo de los bienes culturales se utilizará preferentemente una disolución de etanol al 70% en agua y nebulizada a baja presión. Es menos dañina que la lejía4 sobre materiales como la piedra, el ladrillo, la madera o el metal.
      Se evitará tratamientos desinfectantes en las proximidades de bienes culturales policromados como portadas o retablos, con la recomendación, en su lugar, de vallados que eviten la aproximación y el contacto directo de las personas.
      No se recomienda tocar directamente los bienes culturales y, en esta situación de pandemia, menos.
      Como coda, se resumen unas indicaciones comunes:
      Los procesos de limpieza y desinfección se ejecutarán con equipos de protección individual (EPI) que garantice la seguridad del trabajador.
      Es necesario conocer la composición y uso de los productos de limpieza que se apliquen y el objeto, bien cultural, sobre el que se realice la conservación y mantenimiento.
      Por ello se evitará mezclas de productos que se desconozca su compatibilidad y, en caso de duda, no se aplicará tratamiento o remedio de conservación preventiva, buscando el consejo de profesionales de museos.
      Cercana la fecha del 18 de mayo como día internacional de los museos, y, por otra parte, recuerdo del nacimiento del ilustrado Félix de Azara, cartógrafo y naturalista influyente en Darwin, nos encomendamos a todos lo que, con sus medios y conocimientos, marcaron pautas para el conocimiento de los seres humanos y la conservación de la cultura material que utilizaron.
      #Cuida el Patrimonio. #Cuídate. #No lo #toques.
      “Y miré; y apareció un caballo bayo; y el que montaba sobre él tenía por nombre la Peste” (Apocalipsis de Juan, 6, 8) 
 
Atenea o Minerva, protectora de la cultura y el arte
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2 C2H5OH
4Hipoclorito sódico, NaCIO

Cuando todavía eramos débiles

    
      -...Porque cuando todavía eramos débiles, Cristo, a su tiempo, murió por los impíos...

      El sacerdote inició el responso a la entrada del cementerio municipal. Asistían tres familiares, separados, con la boca y las manos tapadas, ocultas, huyendo del aire infecto, del miedo infecto, del pavor sin fin. No pudieron entrar en el cementerio hasta el momento que la funeraria llevó el féretro. El trámite sería rápido. Si era creyente, se esperaba un rato más hasta la llegada del religioso que rezara el responso. Ella, la muerta, condenada a muerte en su vejez por covid19, hubiese querido un oficio fúnebre muy religioso, como ella. Sus familiares hubiesen respetado sus convicciones. Un entierro largo, cantando por sus monjitas, con el sonsonete melodioso del último trance.

      -...pero Dios probó su amor hacia nosotros en que, siendo pecadores, murió Cristo por nosotros...

      Uno de los familiares le preguntó al sacerdote qué texto sagrado estaba leyendo. Le dijo que Romanos, la epístola de San Pablo. El apóstol que había abrazado el cristianismo tras su caída del caballo. Él, que se estaba cayendo del caballo diariamente, bruscamente, incrédulo, él.

     -...porque si, siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, reconciliados ya, seremos salvos en su vida1...

      Los níveos y ocultos sepultureros del cementerio hablaban, mientras esperaban la llegada del féretro, de sus problemas, de su olvido, de lo poco que se estima el trabajo que hacen, sepultados por el pico, la curva y la meseta de los contagios, por la falta de medios y medidas, por el escaso peso de los que pesan y miden, por el retraso, por el fárrago y el piélago abrumador de noticias solapadas para que cueste llegar a su labor mortuoria, que certifique esa otra cuenta de la que no quieren hablar, la de los muertos, la de su respeto, la de su honor, la del recuerdo, la de su despedida...
      No, no se quiere ver el abandono en que se depositan los restos humanos en un campo municipal. Los familiares estaban impresionados por el momento, por la circunstancia, por los ropajes de protección de los enterradores, de blanco leviatán, con máscaras trompadas para protegerse de cualquier posible emanación de la descomposición y podredumbre de los fallecidos, y de nuestra propia podredumbre, de nuestro propio temor. El miedo a nuestro propio virus, el miedo a la incomprensión, el miedo a perder toda seguridad.

      -...Porque ninguno de nosotros para sí mismo vive y ninguno para sí mismo muere...

      En menos de veinticuatro horas se lleva a cabo el enterramiento como medida sanitaria. Cuando los familiares llegaron al hospital ya estaba introducida en un saco negro, fúnebre, en una sala cerrada, hermética y sola. Sellada en su barca final. Hasta que no llegó el trabajador de la funeraria, no se abrió el mortuorio hospitalario. Llovía y los familiares esperaban a rellenar el papeleo de la muerte, que atracase un Caronte moderno bajo el agua purificadora, lluvia que parecía limpiar toda mácula del aire, toda polución ambiental que emanaba de la entrada del hospital que se abría en contadas ocasiones cuando llegaba algún enfermo urgente con miedo a que le atendieran superior al dolor que traía tras tropezar haciendo carreras en el salón de su casa durante el confinamiento. Todo era penoso. Salió un sanitario cubierto de blanco leviatán...


      -...En fin, sea que vivamos, sea que muramos, del Señor somos. Que por esto murió Cristo y resucitó, para dominar sobre muertos y vivos2...

      El trayecto hasta el hospital recorría un paisaje apocalíptico, desolador, vacío. Las calles habían crecido sin nadie y estaban ocupadas por la ponzoña del virus, por la imprevista manifiesta, por los espectros residuales de hombres, mujeres y niños que habían dejado su reflejo en el aire, en las pisadas, en sus exhalaciones convertidas en nubes, en los rayos de sol reflejados. Era la desesperación por un rápido contagio, por un veloz empeoramiento, por la noticia del conocido enfermado, por aquellos a los que no se podía ayudar. Inermes, indefensos, clamantes.

      -...Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos en Él3...

      Nada más terminar el responso se trasladó el féretro a su tumba, preparada para ser sepultada en cemento y ladrillos, tapada rápidamente con la losa de su lápida, el granito de su roca final que aplastara el recuerdo y el drama existente. Los sepultureros tal vez querían aplausos. O solo reconocimiento.
      Los familiares, personas libres en el cementerio, volvieron al confinamiento domiciliario. Recordaban el comienzo del poema de Dámaso Alonso: “Si vais por la carrera del arrabal, apartaos, no os inficione mi pestilencia4”. Habían olvidado el amor entre los humanos porque no sabían quiénes eran los pestilentes. Y volvían a su cárcel personal por su propio miedo a lo desconocido.
      La clausura propiciaba un mundo irreal, paralelo y similar a la perspectiva que se vive en “La invención de Morel” de Adolfo Bioy Casares donde la soledad, los recuerdos o las querencias se entrecruzan. Ideas, pensamientos, ideas. Uno de los familiares comentó que Ortega y Gasset prologó la edición de Emilio García Gómez de “El collar de la paloma” del cordobés Ibn Hazm (994-1063), donde decía que 'la cara es el hontanar donde brota el amor como tal5'. Ahora, por ir tapados, no había tal. 


 
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1Romanos, 5, 5-10
2Romanos, 14, 7-9.
3Romanos, 6, 8.
4ALONSO, D.: Hijos de la ira. Poema 'De profundis'. Austral. Madrid. 1983. Página 143-144. Poemario publicado en 1944.
5IBN HAZM: El collar de la paloma. Alianza Editorial. Madrid. 1989. Edición de Emilio García Gómez. Prólogo de José Ortega y Gasset. Página 25. Tratado sobre el amor y los amantes en la Córdoba andalusí.

El dolor del alma

    
      Tengo un dolor que surge de lo más profundo de mi ser, de mi interior, del abismo de mis entrañas, del fuego más helador de mi conciencia. Me duele el alma inexistente durante años, durante décadas.
      Tal vez estaba aislada en una parte minúscula de mi cabeza, tal vez en mi corazón. Tal vez en lo aprendido en mi cultura, tal vez en la memoria de mis mayores.
      Arde y quema como el hielo más acerbo, como el puñal más artero, como el cristal más afilado cuando rasga y descarna toda nuestra miseria y muestra que no somos nada, que nada valemos.
      Me duele el alma del ruido ensordecedor de panderetas, de medias tintas, de paños calientes, de tapar la sangre arrebatada con tiritas de trapo, de pensar que somos tontos y tratarnos como tales.
      Me duele el alma que creía insensible, que creía infundada, de asimilar los muertos como una simple estadística, como un fila de Excel, como un círculo de tiza, como una mentira vana, y reducirlo todo al ascenso de una curva o a una perorata laxa.
      Me duele el alma por los que nos abandona, a los que apenas puedo mostrar mi duelo ni sé su paradero, a quienes los trasladan y cuidaron, a mis semejantes.
      Me duele el alma tanto que no me deja pensar, que no me deja reír, que no me deja leer, que no me deja evadir mi cuerpo, que clava su dolor en mi corazón.
      Y busco la huida y busco el escape. De la realidad. Pensando en historias sencillas, en acciones pasajeras, en pensamientos fatuos, que, como mínimo, me hagan olvidar a los charlatanes y a los taciturnos.
      Mi alma implora, tal vez reza, que la cuenta pare, que calle el profeta de la curva y hablen los que curan y prediquen los que sanen.
      ¿Dónde están? Los necesito, los llamo, los reclamo desde una sala vacía, desde un hueco de mi vientre, desde lo más profundo de mi memoria como humano aislado, gimiente e insomne.
      Mi alma es un páramo doliente. Ya no hay nieblas, ya no hay sueños, ya no hay quimeras. Todo es triste, inhumano. Un solar desvencijado, una meseta yerma, un dolor de muchos años.
      Aquí estoy, nada celebro, solamente espero, solamente deseo, solamente algo: un resquicio, una salida, una llama iluminando la aurora, un calor en la alborada.
      Me duele el alma esperando. Me duele el mal paralizante, me duele esta ponzoña infrahumana que
destruye y me descarna.

Fuentes de Información sobre Coronavirus por David Sánchez Alonso

Coronavirus in Wikipedia by language  visualized by Felipe Hoffa
      Por su interés, se reproduce las fuentes de información sobre coronavirus facilitada por David Sánchez Alonso, quien me ha invitado a divulgarla, en momentos de confusión informativa, cuando los bulos viajan a más velocidad que el propio contagio. Esta información ha sido facilitada en el grupo de LinkedIn de periodismo científico (https://www.linkedin.com/groups/1791695/).
 

   
FUENTES:
https://www.linkedin.com/pulse/fuentes-de-informaci%25C3%25B3n-sobre-el-coronavirus-covid-19-sanchez-alonso

Información actualizada de organismos oficiales

  1. Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad de España
  2. Novel Coronavirus (2019-nCoV) situation reports WHO
  3. European Centre for Disease Prevention and Control
  4. Coronavirus Disease 2019 (COVID-19) Centers for Disease Contol and Prevention CDC
  5. European Comision - Public Health - 2019-nCoV

 

Mapas de seguimiento en tiempo real

  1. Seguimiento de incidencia 2019-nCoV de la John Hopkins
  2. Mapa de riesgo de propagación del Coronavirus COVID-19 por contagio comunitario en España
  3. Geographic distribution of COVID-19 in the EU/EEA and the UK
  4. Coronavirus Googlemaps
  5. Mapping the Coronavirus Outbreak Across the World (Bloomberg)

    Fuentes de literatura científica

  6. Cell Press Coronavirus Resource Hub
  7. The Lancet 2019-nCoV Resource Centre
  8. Novel coronavirus (Sars-Cov 2) Institute Pasteur
  9. Novel Coronavirus Information Center Elsevier
  10. PubMed COVID19 o SARSCov2
  11. Pre-prints sobre 2019-nCoV en bioRxiv
  12. Pre-prints sobre 2019-nCoV en medRxiv

    Información de agencias y medios

  13. Servicio de Información y Noticias Científicas SINC
  14. Materia-El País Noticias sobre el Coronavirus
  15. ElDiario.es Noticias sobre el Coronavirus
  16. Redacción Médica - noticias sobre el Coronavirus
  17. New York Times - Coronavirus
  18. Agencia EFE
  19. Coronavirus Outbreack BBC
  20. Euronews Coronavirus
  21. Reuters Coronavirus
  22. CNN Coronavirus
  23. Kyodo News Coronavirus

    Fact-checking (prevención de bulos y noticias falsas)

  24. Documentados por el servicio de fact-checking de "Maldita Ciencia"
  25. Documentados por el servicio de fact-checking de Newtral
  26. Documentados por el servicio de fact-cheking de "Salud sin bulos"

    Otras fuentes de información en LinkedIn

  27. Actualizaciones de los editores de LinkedIn
  28. Grupo LinkedIn de "Comunicación y divulgación científica"
  29. Asociación Española para el Avance de la Ciencia AEAC
  30. Hay que agradecer el trabajo de todos los investigadores, comunicadores y divulgadores de ciencia que velan por mantenernos seguros, prevenidos y prudentes. Si conoces otras fuentes fiables las puedes aportar en los comentarios. Gracias. Fuentes incorporadas con posterioridad: 
  31.  Con fecha 27 de marzo de 2020 se agrega por Blas Maeso Ruiz-Escribano el enlace sobre el punto de vista geopolítico que ofrece el Real Instituto Elcano: https://lnkd.in/dA52ZtC
  32. Con fecha 27 de marzo de 2020 se agrega por Blas Maeso Ruiz-Escribano el enlace sobre la visión estadística de coronavirus covid 19:  https://es.statista.com/
  33. 29 de marzo de 2020, actualización de Blas Maeso Ruiz-Escribano, la fundación Alzheimer España informa de la pandemia en los enfermos de Alzheimer y su tratamiento médico y ético: http://www.alzfae.org/fundacion/1152/el-comite-nacional-de-bioetica-cuestiona-con-dureza-directrices-de-sociedades-cientificas-que-marginan-de-la-asistencia-sanitaria-a-mayores-y-con-alzheimer-enfermos-por-coronavirus
  34. 29 de marzo de 2020, actualizado por Blas Maeso Ruiz-Escribano. El portal de noticias hispano italiano está informando del efecto de la pandemia de coronavirus en Italia y España: https://www.itagnol.com/

Bodas de sangre

                       NOVIO ¿Quieres algo?                              MADRE Hijo, el almuerzo                               NOVIO Déjalo....