Cultura y sociedad

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La malcasada y el vaso de leche de Sánchez Mejías(y 2)

 Publicada 10-10-2022

     

Sánchez Mejías y Corrochano en 'La malcasada', 1926, fotograma.

      La película narra el triángulo amoroso entre Carmen, una ventera de Veracruz (México), Félix Celaya ‘Mejicano’, trabajador en un rancho que triunfa como torero en España, y María, aristócrata española, amor del torero que queda en precario según la legislación civil dando nombre a la película. Hay un villano, el apoderado Manuel, ‘Atravesao’, que le hace abandonar a su amada embarazada por un falso engaño amoroso con el único interés de aprovechar el dinero que puedan ganar en los ruedos. Y existe el típico personaje gracioso, el Aficionado desconocido. Las situaciones son tragicómicas, tremendas, con el intento de provocar la lágrima o la risa, y la pretensión de llegar a un final feliz o ejemplarizante.

      Los personajes protagonistas son arquetipos tradicionales. El torero es una figura endiosada por su público, al que disculpan las fiestas e infidelidades con las mujeres que ama, ejemplos de virtud y comprensión.

      ¿Qué hace especial esta película? El fresco social de la España de 1926 que presentó Gómez Hidalgo. Introduce en las escenas a personajes de actualidad que pretenden dar verosimilitud al ‘típico argumentario’ de la película. Veamos.

      Tras su éxito taurino en Barcelona, tiene agasajos varios donde aparece Emilio Junoy, periodista, político barcelonés y aficionado taurino, que corresponde a Félix tras brindarle una faena. En la comida aparece la cantante lírica Mary Isaura, que se había consagrado con La Francisquita (Amadeo Vives) entre otras obras de zarzuela y ópera; María de las Rivas, actriz; el intelectual Santiago Rusiñol, pintor, escritor, y promotor cultural; y Marcelino Domingo, pedagogo, periodista y político que llegaría a ser ministro en la II República. Este grupo se denomina 'síntesis luminosa de la Cataluña contemporánea' por el director del filme.


     Con los triunfos en Madrid, aparecen personajes de la vida social de la capital como Valencia II, torero; Corinto y Oro o Gregorio Corrochano, críticos taurinos de La Voz y ABC, respectivamente. Gregorio Corrochano, omnipresente en varias escenas de la película, fue el crítico taurino más destacado de la época al retratar la edad de oro del toreo. Tuvo relación con Ignacio Sánchez Mejías1 y con otros intelectuales del momento.

       Para conocer a María, aristócrata y razón principal de La malcasada, tendrá que relacionarse con la alta sociedad madrileña. El protagonista entra en contacto con la familia Figueroa, conde de Romanones. El escritor y cineasta Agustín de Figueroa había viajado con García Lorca por Cáceres y Salamanca buscando ropa antigua y canciones populares para Peribánez o el comendador de Ocaña. En la película hace de contacto con la aristócrata toledana María. En la visita al cigarral familiar de los Romanones coincide con el patriarca de la familia, Álvaro de Figueroa, presidente del consejo de Ministros en varias ocasiones, entre otros cargos políticos.


      El músico Jacinto Guerrero surge como nuevo amigo del torero. Le permite utilizar su coche para visitar a María a Toledo. Guerrero era del pueblo toledano de Ajofrín, y se hizo famoso componiendo zarzuelas. En 1923 había estrenado Los gavilanes.


      Cuando el mexicano vuelve a los ruedos, sufre una cornada por la que tiene que ser operado y hospitalizado. Los amigos de la vida social madrileña, amistosa o interesada, preguntan por su estado. Aparece el político Natalio Rivas, a quien había brindado un toro el corneado. Pregunta en la puerta del hospital.

      En la convalecencia, tras la hospitalización, recibe la visita del famoso torero Ignacio Sánchez Mejías, que le sirve el primer alimento. Le da un vaso de leche. Viste chaqueta clara, de una sola abotonadura, pañuelo blanco en el bolsillo superior y corbata con nudo italiano o español, repeinando su cabello hacia atrás. Conversa con el diestro herido sobre la posible boda con la “toledanita” y le pide parecido a Corrochano. El diestro herido permanece convaleciente en la cama. La luz ilumina los rostros del herido, de Sánchez Mejías y Corrochano. Sánchez Mejías no reaparecerá, pero Corrochano, sí.


      Una vez recuperado, asiste a la Tertulia del Jamón de Trevélez2, que organizaba Natalio Rivas, donde coincide con militares. El coronel Millán Astray y el general Francisco Franco, en ese momento relacionados con el origen de La Legión y la guerra de Marruecos, por la que recibieron el sobrenombre de africanistas.

      El director de la película, Gómez-Hidalgo, trabajó en ABC. Una visita a las rotativas del diario sirve para conocer a la familia Luca de Tena, Torcuato, fundador, Juan Ignacio, el escritor y académico, y Fernando. Van acompañados por el escritor y filósofo Eugenio D'Ors.

      En las distintas versiones de la película, los agasajos se producen antes o después de la boda, siendo un vehículo documental de la sociedad burguesa madrileña.

      En otra escena aparecen los héroes del Plus Ultra, Ramón Franco y Julio Ruiz de Alda. La velada en casa de Florestán Aguilar está amenizada por el cantante lírico Miguel Fleta, que en 1926 estrenó el Turandot de Puccini en la Scala de Milán.


      Tras el matrimonio de los protagonistas, la vida social continúa sin pausa y la convivencia matrimonial se agrieta porque el ‘Mejicano’ aúna recuerdos del amor que dejó en Veracruz con fiestas y devaneos amorosos.

      En el documental de personalidades se ve paseando al protagonista con Cristobal de Castro, Leonardo Torres Quevedo, y Blas Cabrera, uno de los amigos de Einstein en España. Wenceslao Fernández Flórez aparece en otra fiesta de Félix con su amante, Perchelera, con el omnipresente Gregorio Corrochano y Valencia II. Mientras tanto, la imagen de la sociedad de la época nos muestra a Julio Romero de Torres pintando a María bajo la atenta mirada de Ramón María del Valle-Inclán, autor de Luces de Bohemia y Tirano Banderas.

      En una comida 'íntima', o despedida de soltero, aparecen, en una mesa amplia, Hoyos y Vinent, Delgado Barreto, Jacinto Guerrero, el Doctor Esteban Lahoz, Alberto Insúa, Pedro Muñoz Seca, Fausto Barajas, José Serrano Batanero, Antonio Casero, Antonio Márquez3, José Francés, Cristóbal de Castro, Julio Camba, Pedro Mata4 y Luis Araquistáin.

        En la boda aparecen como invitados la soprano Ofelia Nieto, el escritor “Azorín”, la mezzosoprano Conchita Supervía, el futbolista Monjardín y el torero Fuentes Bejarano.

      Las desavenencias matrimoniales de Félix y María siguen. María acude a pedir consejo a Concha Espina, probablemente la primera escritora española que pudo vivir de su oficio5. Le aconseja no sufrir por él. Otro torero famoso que aparece en las reuniones de Félix y María es Juan Belmonte, cuando el matrimonio ya está roto, y la abandonada mexicana con su hija están llegando desde Veracruz a Madrid. El drama se cierra o acerca a su fin. Junto a Belmonte, el escritor Luis de Tapia.


      La trama se resuelve con la aparición de Carmen y su hija, acompañado con el niño, hermano de Carmen, que colaboró en el engaño orquestado por el banderillero Atravesao, que representaba a Félix, quien descubre todo lo que había ignorado mientras estaba de fiesta con una amante y el omnipresente Corrochano. Vuelve con Carmen y su hija. Al mismo tiempo, ha reaparecido María, que había vuelto a su cigarral toledano, con sus tíos. Cuando ven la confusión madrileña, se vuelven. El final moralizante se acerca. María queda, por la ley española, en un limbo jurídico. Ni casada, ni soltera, ni divorciada. Su vida se orienta a la caridad, cristiana o no. Se marcha de enfermera a Tetuán.

       Félix, tras pedir consejo a Alejandro Lerroux, Pedro Muñoz Seca, Marcelino Domingo y Felipe Clemente de Diego, vuelve a México donde solicita el divorcio y se casa con Carmen, viviendo plácidamente con su hija.




      En Tetuán, mientras María se dedica al cuidado de los heridos por la guerra de Marruecos, da tiempo a ver al general Sanjurjo, quien parece dominar mejor el medio cinematográfico que sus colegas africanistas. Millán Astray y Franco parecían más envarados.

      María rechaza el ofrecimiento de amor de su primo, herido en la guerra de Marruecos. Su sacrificio es la caridad. Tras este final melodramático, todo concluye con el fundido en negro cuando los enamorados mexicanos acercan sus cuerpos678.


 

   "Yo nací- respetadme- con el cine.

    Bajo una red de cables y aviones.
    Cuando abolidas fueron las carrozas
    de los reyes y al auto subió el Papa"
    Alberti, R., 'Carta abierta', Cal y Canto. (1926-1927).

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1En el Archivo Museo Ignacio Sánchez Mejías, de Manzanares, se puede observar, al inicio de la exposición, la edad de oro del toreo, y, en la biblioteca, se puede consultar la enciclopedia de Cossío. Teléf.: 926614056.

2En la Transición a la democracia hubo una famosa tertulia política donde el alimento era el punto de encuentro, Las lentejas de Mona Jiménez.

3Probablemente, el Belmonte Rubio. https://dbe.rah.es/biografias/99824/antonio-marquez-serrano 

4Probablemente, el escritor Pedro Mata y Domínguez, https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Mata_y_Dom%C3%ADnguez

5Según la crítica Mary Lee Bretz.


La malcasada y el vaso leche de Sánchez Mejías (parte 1)


Publicada 9-10-2022
María Banquer - Wikipedia, la enciclopedia libre
María, con Romero de Torres y Valle Inclán, La Malcasada. Wikipedia.

    


     "Yo nací- respetadme- con el cine.
    Bajo una red de cables y aviones.
    Cuando abolidas fueron las carrozas
    de los reyes y al auto subió el Papa"

     Alberti, R. 'Carta abierta', Cal y Canto, 1926-1927.   


    

 Francisco Gómez Hidalgo dirigió en 1926 La malcasada. Desde una óptica conservadora o moderada, era una crítica a la falta de derecho al divorcio en la España de la década de 1920. En medio de un melodrama donde no faltan toreros endiosados, mujeres despechadas, pasiones desatadas y situaciones tragicómicas, desfilan personajes relevantes de la aristocracia junto a otras nuevas de la intelectualidad y burguesía, en una transición que viene, pero no llega del final de la restauración liberal que no avanza y se enroca en una dictadura. Las convicciones morales son muy tradicionales y reflejan la contradicción que supone el tema del derecho al divorcio entre países como México y España.

      Cuando Gómez Hidalgo realiza esta película, España estaba en la fase final de la monarquía de Alfonso XIII con la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), donde el divorcio no existía. El matrimonio no podía disolverse nada más que por la muerte de uno de los cónyuges.

La película evoca un suceso de la vida social de la época. El torero mexicano Rodolfo Gaona, el Califa de León, se casó con la actriz Carmen Ruiz Moragas, 1917, matrimonio que duró muy poco tiempo. El torero mexicano consiguió el divorcio en su país natal, se volvió a casar, mientras que Carmen Ruiz Moragas quedo en una situación donde no estaba casada, ni divorciada, ni soltera. 

Carmen mantenía una relación sentimental con el rey Alfonso XIII desde 1916, con el que tuvo dos hijos. Cuando esperaba su segundo hijo, inició una relación sentimental con el poeta, traductor y crítico literario Juan Chabás, uno de los integrantes del grupo de intelectuales que viajó al Ateneo de Sevilla en 1927 con motivo del tercer centenario de Luis de Góngora. Allí actuaba como cicerone y mecenas Ignacio Sánchez Mejías, torero que en los primeros años veinte había disputado la torería con Rodolfo Gaona en los ruedos mexicanos.

     No se sabe si despechado por el conocimiento de la realidad de su fallido matrimonio, Gaona no regresó a torear a España, y se comenta que su carácter se volvió huraño y distinto al que tenía en la época de oro del toreo cuando alternaba con Joselito y Belmonte.

     Los matrimonios de conveniencia, de situación no deseada, era un tema recurrente. Carmen de Burgos, la primera mujer redactora del periodismo español, que escribió con los seudónimos de Colombine, Perico el de los palotes, y Marianela, entre otros, y que destacó también como corresponsal de guerra, la primera, como escritora y activa luchadora de los derechos de la mujer en España. Su matrimonio fue un fracaso, tuvo la valentía, para la época, de abandonar a su marido e iniciar una vida independiente. Mantuvo una relación sentimental con Ramón Gómez de la Serna. Su imagen fue postergada durante la dictadura de Franco, al contrario que la del vanguardista Gómez de la Serna, que volvió a ser apreciada durante este periodo. Carmen de Burgos escribió La malcasada (1923) donde relata la vida opresiva y mísera que sufre una mujer por un matrimonio fracasado en la Almería del siglo XIX. (continuará…)



Hojas de Poesía

    

Portada de Hojas de Poesía, enero 1935.

     Hojas de Poesía
fue una revista literaria efímera que se editó en Sevilla en 1935. Su importancia radica en constituir una de las escasas labores literarias— editar una revista— de José Bello Lasierra, último testigo de la generación del 27, interno en la Residencia de Estudiantes
y amigo de las tres personas más famosas de la edad de plata: Luis Buñuel, Federico García Lorca y Salvador Dalí.

     Hojas de Poesía publicó dos números en su primera y única época, más un suplemento adicional que ya no guardaba relación con la literatura sino con la ordenación urbanística de Sevilla, La ciudad funcional

     En su primer número había colaboraciones de Benjamín Jarnés, Francisco Pachón, Porlán y Merlo, Jorge Guillén, Adriano del Valle, Rojas Marcos y un soneto de Fernando Villalón, de 1927, dedicado a del Valle: Epígono cantor hijo del viento… Jorge Guillén publicaba tres poesías: Amplitud, Frío y Fragmento de un poema. En la última página, en la sección Corte y Cortijo, una declaración de intenciones: ámbitos amplios, con paisajes de todos los lugares y de todos los tiempos.

     El primer número se publicó en enero y el segundo en abril. En el segundo, con mayores pretensiones, publicó Ramón Gómez de la Serna Escalas de piano, salvadoras. Comenzaba con Muerte es número de descomposición que exceda al número de cohesión. Y acababa con Viven las notas, con descubrimiento de veredas adolescentes, confiesan los primeros pecados de una vida que comienza, dan fuerzas a la misma casa de vecindad en que suenan.

     Se incluía en la página 3 una colaboración de Marinetti, autor del manifiesto futurista e ideólogo del fascismo, con el título Los negocios del primer puerto mediterráneo: Génova, que contrastaba con un texto de Ignacio Sánchez Mejías,  facilitado por Pepín Bello, titulado El torero y el toro, con un diálogo sobre la muerte, en este caso del toro, y los dilemas de torero y toro, con un coro, el público, opinando.

Hojas de Poesía, extracto página 3

 

     La bonhomía de Pepín Bello y su carácter afable casó bien con otro personaje con don de gentes, Sánchez Mejías. Se cuenta que Alberti hizo de intermediario haciendo pasar a Bello de catedrático de matemáticas, pidiendo el diestro una recomendación para el hijo del crítico taurino Corrochano, y resolviendo el entuerto con un fingido enfado de Ignacio, que acabó abrazando a un asustado Pepín. Todo esto según uno de los biógrafos del aragonés, Martín Otín.

     Sobre los biógrafos más conocidos de Pepín Bello y la construcción del personaje, el que fuera director de la Residencia de Estudiantes entre 1988 y 2004, José García Velasco, hizo matizaciones sobre las dos biografías. La bien escrita de Martín Otín cometía, comete, el disparate de relacionar a Bello con el fundador del fascismo hispano, Primo de Rivera, teniendo, por otra parte, en cuenta la información valiosa que aporta el conjunto de la obra. Simplemente por el propio carácter de Pepín. Y en cuanto a la biografía de Sardá y Castillo, se observan anacronismos expresivos o de valoración sobre, por ejemplo, Besteiro y Negrín, positiva y negativa respectivamente. Casaban mal con su persona y educación, que recibió favorablemente el intento democrático de los años treinta, pero que sufrió la pérdida de su hermano Manuel y de García Lorca, en bandos distintos. Y fue consciente de la radicalidad en que se cayó. Por lo que solía ser menos comprometido políticamente, más en la línea de Moreno Villa o Jiménez Fraud.

     Volviendo a Hojas de Poesía n.º 2, había una pequeña colaboración de Pedro Garfias: Tu voz al silencio unida, /río de una sola orilla, / azul veta de las sombras azules, /sonda sonora/ …

   En la contraportada, con sordina, se hacía eco de las críticas recibidas y de los cambios en el comité editor. Se quejaban de la poca gente que se ofrecía a la revista; de lo poco que les había gustado Litle Woman (Mujercitas), película de Cukor sobre la obra de Alcott. Y aclaraban todo sobre el donante del diálogo torero-toro de Sánchez Mejías. 

     Con humor remataban con una retractación. Eugenio D'Ors no había muerto, pero moriría, como todos. Parece que lo deseaban; en contraste, consideraban a Antonio Machado más simpático y de vida más ejemplar. 

     Hojas de poesía tenía un precio por ejemplar de 50 céntimos en su primer número y 75 en el segundo; su administración se ubicaba en la sevillana calle de Placentines, 28 y 30, y fue impresa en la GENS. 

     1935 fue un año convulso, tras el levantamiento de octubre del 34: Remodelación ministerial en enero del 35, fusilamiento de uno de los militares (Sargento Vázquez) implicados en los sucesos, la conmutación de penas de otros implicados (marzo 1935), que ocasionó disensiones en el gobierno de derechas con la dimisión de los ministros de la CEDA; el caso del estraperlo que afectó a los radicales de Lerroux, etcétera…


     Para saber más:

     —Revista Residencia, segunda época. 2008

     —Revista Hojas de Poesía, 1935.

     —CASTILLO, D. y SARDA, M: Conversaciones con José 'Pepín' Bello. Anagrama. Barcelona. 2007. 229 páginas. Consultado en Archivo Museo Ignacio Sánchez Mejías el 3-11-2022.

     —MARTÍN OTÍN, J. A.: La desesperación del té (27 veces Pepín Bello). Pre-textos. Valencia. 2008. 315 páginas.

  

Albergue, parador y refugio

     

Parador de Manzanares. Wikipedia

     ¡He visto cosas que ustedes no creerían! Un hombre en las horas postreras de una vida intensa. Un escritor que relataba mi corta vida. Gente del cine disfrutar de estas estancias en medio de la meseta que me alberga. Políticos dialogando de reformas democráticas. Todas estas cosas, y más, permanecerán en el tiempo, como las alegrías y las lágrimas en la lluvia. ¡Es hora de contarlo!

      Ignacio Sánchez Mejías1 fue uno de los mecenas o mentores de una brillante generación de literatos que, a su vez, habían influenciado en él, convirtiéndole en un creador más y adquiriendo nuevas realidades intelectuales gracias a Lorca, Alberti, Guillén o Diego. Había vuelto a la tauromaquia en 1934, como cuando el hijo pródigo regresa a los orígenes, corriendo el riesgo de perder la vida contando lo que había vivido y aprendido en los años de ausencia. Actuó en La Coruña el seis de agosto de 1934. Volvió al día siguiente a Madrid y se encontró con Domingo Ortega que había sufrido un accidente de coche. El de Borox le pide que le sustituya en la corrida que tiene en Manzanares el 11 de agosto. Lo aceptó más por compromiso entre colegas que por deseo porque tenía que lidiar el día anterior y el posterior. Hay quien asegura que pudo aceptarlo por necesidades económicas. Lo que es seguro es que se comprometió. Envió su cuadrilla al festejo del día siguiente y se marchó a Manzanares donde sería asistido por una cuadrilla inferior de la que únicamente los picadores formaban parte de la cuadrilla de Ortega. La situación se complicó porque no consiguió inicialmente alojamiento, pero al final lo obtuvo, en el Albergue de Manzanares. Durante la corrida fue cogido por un toro de Ayala llamado Granadino2. Cuarenta y ocho horas después fallecía en Madrid a las cinco de la tarde. Eran las cinco en punto de la tarde3 cuando se convirtió en mito literario gracias a Federico García Lorca. 

Ignacio Sánchez Mejías. El país.

 

      Ese mismo año, Pedro Muñoz Seca, escritor teatral de éxito, escribió El Refugio mientras se alojaba en el Albergue. El refugio es una obra en tres actos que sitúa la acción en la instalación hotelera cuando el establecimiento cumplía tres años. Muñoz Seca murió fusilado en una de las sacas de Paracuellos del Jarama en los inicios de la Guerra Civil española.

      Al final del primer acto, Horacio, uno de los protagonistas, habla por teléfono:

      “Estoy en un parador, en un «albergue» que tiene el Turismo cerca de Manzanares. He encontrado aquí acomodo, y me aprece que voy a ganar bastante dinero. Mañana os enviaré diez duros.”

     

      En esa época, estaba dotado con un verdadero lujo: los colchones se importaban de Inglaterra, existía un frigorífico General Electric y una radio pickup americana, además de dos baños completos.4  El Albergue situó a Manzanares en el mapa geográfico de los alojamientos turísticos de España.

    

Pedro Muñoz Seca. Abc.


      Estos muros que ven presenciaron  a los actores que participaron en el rodaje de la primera película española que compitió al premio Óscar, que participó en Cannes y causó un gran revuelo entre los habitantes de la zona. Juan Antonio Bardem rodó en 1957 La Venganza protagonizada por Carmen Sevilla, Jorge Mistral y Ralf Vallone. Carmen Sevilla afrontaba un exitoso papel dramático, Jorge Mistral era uno de los galanes de la época gracias a películas como Botón de Ancla y Ralf Vallone pertenecía a esos actores italianos internacionales de larga trayectoria y recordo como el cardenal papable de El Padrino III de Coppola, por ejemplo. Juan Antonio Bardem era favorable al Partido Comunista, opuesto a la dictadura, aunque en 1956 el partido había abogado por la reconciliación nacional. Ese espíritu se intenta plasmar en el film. Quiso inicialmente titular la película 'Los segadores', pero la censura franquista no lo permitió porque recordaba el himno catalán. Manzanares, Membrilla, Minaya, El Toboso fueron algunos de los escenarios de la película que compitió al Óscar a mejor película extranjera.

     

La Venganza. Filmaffinity.


      Los años fueron pasando como pasaron muchas familias que visitaron estos muros del albergue que con los años se convirtió en parador. Las bodas, las comuniones, los aniversarios, las reuniones de todo tipo. Comidas, cenas, desayunos. Alojamientos. Refugios.

      Un día se pudo observar como políticos de nuevo cuño dialogaban para desarrollar la democracia española,  como fue la creación de los entes autonómicos. La creación de la autonomía castellano-manchega tuvo como escenario el Parador de Manzanares durante 1981 con la constitución de la Asamblea Mixta encargada de iniciar los trabajos estatutarios. Se convocaban en ese día 41 parlamentarios nacionales y los 120 diputados provinciales de la región5. La fase regional de aprobación del estatuto daba comienzo.

      Esta explanada de entrada siguió recibiendo visitantes que parecían abrazar las paredes del Parador que se mantenían fuertes y renovadas, incluso con el paso del tiempo, que disfrutaban de los momentos vividos, contemplando el campo que les circundaba y su vista se dirigía al horizonte por donde el sol iluminaba cada día. Noventa años era solamente el principio.

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1Para conocer más de Ignacio Sánchez Mejías: Archivo-Museo Ignacio Sánchez Mejías, Calle de las Monjas 12 13200 Manzanares, 926614056, museosdemanzanares@gmail.com

2TERUEL MARTÍNEZ, S. M.: Ignacio Sánchez Mejías: Torero y escritor. Su relación con la Vanguardia y con la Generación del 27. Tesis doctoral Departamento de Literatura Española, Teoría de la Literaturay Literatura Comparada, Facultad de Letras de la Universidad de Murcia. 2014. Páginas 52-63

3GARCÍA LORCA, F.: Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935). Austral, Espasa Calpe. Madrid. 1984. Edición junto a Poeta en Nueva York y Diván del Tamarit. Páginas 143-156.

4P. L. M.: Paradores: Entre la tradición y la vanguardia. Revista Sesenta y más. Publicación del Ministerio de Trabajo nº 239. Junio 2005. Páginas 8-13.

5CASTELLANOS LÓPEZ, J. A.: Quién fue quién en la transición en Castilla-La Mancha (1977-1982). Ediciones Castilla-La Mancha. Obtenido por Books Google. Página 8.

El control del tiempo

    

    “Oh dear! Oh dear! I shall be late!”
     (¡Oh cariño!, ¡Oh cariño! ¡Llegaré tarde!)
     Lewis CARROLL, Alicia en el país de las maravillas.

     “All children, except one, grow up”
     (Todos los niños crecen, excepto uno.)
     J. M. BARRIE, Peter Pan.

     Manzanares, Castilla-La Mancha (España), tiene un Archivo Museo dedicado a Ignacio Sánchez Mejías, un torero que trascendió hacia la intelectualidad, y que estuvo en el germen de la generación del 27, que alumbró a poetas tan destacados como Federico García Lorca, Gerardo Diego, Jorge Guillén o Damaso Alonso. Su muerte, trágica, en 1934 fue dignificada con distintas composiciones literarias, destacando entre ellas el Llanto por Ignacio Sánchez Mejía de Federico García Lorca, considerada la elegía más importante en castellano desde las Coplas por la muerte de su padre de Jorge Manrique. En el primer canto, el tema principal es la hora que confirma la muerte. El momento de exhalación de su último suspiro, “A las cinco de la tarde”. Treinta veces cita la hora en que fallece, el momento en que transita de lo humano. Treinta relojes, en la exposición, marcan el tiempo que forja un mito.
     El tiempo. Sí, el tiempo. Nos mide, nos ata, nos atrapa. Nuestra vida, nuestra historia. Nos sujeta, nos fija y encorseta los sucesos, los hechos, las vivencias. Crea la historia. La ordinaria, la de todos. Creamos calendarios que encorsetan su medida o división. Todos los acontecimientos, los acaecidos, los pensados. El tiempo pasa y su medida nos ayuda a una mejor disposición de nuestra vida, a una previsión a más largo plazo.
    El calendario solar vigente que nos mide el tiempo procede de la reforma del año 1582 tras la consulta del papa Gregorio XIII a los sabios conocedores del tema. Se cree que el día y la noche de doce horas tiene su origen en Babilonia y, de allí, pasa a la cultura hebrea. El doce era la medida de todas las cosas para los caldeos. El computo de siete días, la semana, en la cultura hebrea tiene origen en el Génesis bíblico. Caldeos y hebreos seguían un calendario lunar que sirvió también para establecer el mes, a través de la observación de los movimientos del astro nocturno. Calendario que, desde el primer momento, observaba días sagrados para sus dioses. Fue el origen de las festividades. Los caldeos llegaron a computar años de 354 días con ajustes de un mes más cada ciclo de diecinueve años.
     Fueron griegos los que establecieron un calendario solar en la ciudad egipcia de Alejandría, ciudad fundada en época helenística con las conquistas de Alejandro Magno (356-323 a. C.). El año de 365 días, con un día adicional cada cuatro años, fue dispuesto por Julio Cesar en el 46 a. C.
     Con la reforma gregoriana el día siguiente al 4 de octubre de 1582 fue el 15 de octubre del mismo año tras los ajustes acordados. En el mundo occidental seguimos con este calendario, una vez secularizado. A los diferentes calendarios, sean lunares o solares, les caracteriza el intento paulatino por controlar el tiempo[i].
    Este calendario gregoriano tuvo problemas de aceptación debido al nuevo tiempo de la Edad Moderna, cuando el papado sufría criticas por las iglesias de la reforma protestante y por el aumento del poder absoluto de los nuevos estados del Renacimiento que se afianzaban progresivamente frente al poder religioso. La llegada de la edad contemporánea en el continente europeo con la Revolución Francesa (1789) y las guerras napoleónicas trajo un calendario revolucionario francés que no cuajó y fue revertido en 1806.
     En los pueblos de la meseta española hay un resurgir de celebraciones sobre los orígenes de la mayoría de sus pueblos y ciudades como medio de promoción turística, comercial y cultural ante la escasez de propuestas de desarrollo y de vertebración económica por el abandono de las zonas rurales. Las celebraciones relacionadas con el origen romano o medieval hacen necesario que los límites cronológicos queden reflejados con la exactitud necesaria en los hechos promocionados.
     Debido al predominio de celebraciones medievales, se hará una breve reseña cronológica de esta edad. El concepto de Edad Media fue creado en el siglo XV como fase intermedia entre la considerada época dorada de la Antigüedad y el renacer de la tradición clásica con el Renacimiento.
      La cronología del principio y fin de este período varía según la tradición historiográfica de cada país. En general, el inicio se iría gestando en el siglo V, con los grandes desplazamientos de tribus germánicas hacia el occidente de Europa con la fecha destacada del destronamiento del último emperador romano de Occidente, Rómulo Augústulo, por Odoacro (476). El final de la Edad Media se produciría con la conquista turca (1453) de Constantinopla, la capital de los bizantinos herederos de imperio romano de Oriente[ii]. 1453 es significativo por datar el final de la guerra de los Cien Años y la posible edición de imprenta de la Biblia por Gutenberg (1453-1455).
     En España se considera 1492 como la fecha clave de cambio de Edad Media a Edad Moderna por el final de la guerra de Granada, el descubrimiento de un nuevo mundo como inicio del imperio español en América y los cambios sociales que se producen con la expulsión de los judíos[iii]. 1492 fue, además, un año destacado para la lengua en castellano con la publicación de la Gramática de la lengua castellana de Antonio de Nebrija.
    Tiempos de transición, tiempos de mudanza, como el período visigótico que aparece en dos edades distintas como materia de estudio. Al final de la historia antigua de la Península Ibérica, dando inicio a la Edad Media con la entrada de musulmanes en 711, y por esa misma razón, en muchos manuales de historia medieval como el inicio y, también, como fase de transición hacia la Alta Edad Media. El período entre la fase final del imperio romano de occidente y el inicio de la invasión musulmana se denomina Antigüedad Tardía. Un período de transición donde disminuyen el tráfico comercial, pero que no desaparece, entre los territorios del imperio romano. Un período de menor actividad, que no ruptura, que camina hacia la Alta Edad Media según los registros arqueológicos[iv].
     Buscamos tiempo y carecemos de la consciencia de su pérdida, mientras tanto. El tiempo termina siendo un vago recuerdo, un dato que queda en la memoria, corrompido, y que se salva gracias a una de sus ciencias humanas, la historia, que administra y ordena los datos y hechos sucedidos gracias a ciencias auxiliares como la cronología.
     Dickens, en fin, empezaba algunas de sus obras con el tiempo como motivo literario o como apoyo a la estructura narrativa. En Oliver Twist con el “Erase una vez” (Once upon a time) y en Historia de dos ciudades con “Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos” (It was the best of times, it was the worst of times).
     ¿Qué somos? Briznas del tiempo.
     ¿De qué hablamos? Del tiempo, el tiempo que haga falta. Tic, tac, tic, tac. El tiempo pasa.
1453 Constantinopla



[i] CASADO QUINTANILLA, B. (coord.): Tendencias historiográficas actuales. Uned. Madrid. 2004. Páginas 24-27.
[ii] DONADO VARA, J y ECHEVARRIA ARSUAGA, A.: La Edad Media: siglos V-XII. Editorial Universitaria Ramón Areces. Madrid. 2009. Páginas 27-28.
[iii] DONADO VARA, J y ECHEVARRIA ARSUAGA, A.: Obra citada. Página 28.
[iv] QUIROS CASTILLO, J. A. y BENGOETXEA REMENTERÍA, B.:  Arqueología III. Arqueología Medieval y Posmedieval. Uned. Madrid. 2010. Páginas 71-212.

Bodas de sangre

                       NOVIO ¿Quieres algo?                              MADRE Hijo, el almuerzo                               NOVIO Déjalo....