Cultura y sociedad

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Notas sobre el Laboratorio de Bacteriología de Málaga (1)

Enrique Laza Herrera, presidente de la Sociedad de Ciencias de Málaga

     

      Pocas veces un proyecto surge en un instante. Conocemos logros humanos que tardan años en fraguar. El sigilo puede imponer un largo proceso y la inversión surge tras largos intentos. Estas mismas letras parten de una nota apenas esbozada a finales de 2022.

     Leyendo la correspondencia entre el malagueño Alberto Jiménez Fraud y el ciudadrealeño José Castillejo en el Archivo Museo Ignacio Sánchez Mejías, me encontré con noticias de uno de los proyectos de la Junta de Ampliación de Estudios que incluyó bajo la denominación de Laboratorio en provincias.

      Un farmacéutico de Málaga, Enrique Laza Herrera, en la primavera de 1921, enviaba una carta con un recorte de prensa al director de la Residencia de Estudiantes, por la confianza que imponía la ciudadanía compartida. El asunto: instalar un laboratorio de Bacteriología en Málaga. La carta fue reenviada a Castillejo, secretario de la Junta de Ampliación de Estudios, con la dirección de Laza. Con una petición final: contestar la carta de Laza.  

Residencia de Estudiantes, dirigida por Alberto Jiménez

     Se ha revisado esta anotación de diciembre del 2022 a finales de junio de 2023. El proyecto del Laboratorio de Bacteriología no hubiera sido posible sin el empeño de este farmacéutico de Málaga durante más un decenio de frustraciones. Con la búsqueda de un local apropiado. Del desarrollo de este escrito se verá si se llega al local o se deja para su continuación. De ello habló con Gloria, coordinadora de Museos de Manzanares, como había vivido allí y conocía la zona[1]. El edificio era/es Noble. Y es, patrimonialmente, noble.

     Se propone indagar, someramente, las decisiones de la Junta de Ampliación de Estudios (JAE) sobre la creación del Laboratorio de Bacteriología.

     El decreto fundacional de la JAE señalaba, en su artículo 16, la intención de difundir los trabajos de investigación. Se intentaba que saliese de la capital de España, más o menos un proceso de descentralización. Hubo una sesión de JAE, de 14 de enero de 1921, en la que se daba cuenta de los anuncios en provincias para instalar laboratorios científicos. A esta iniciativa se sumaron varias ciudades, entre otras, Málaga.

     En las fichas que se guardan en JAE[2], se comisiona en 1921 al presidente de la Sociedad Malagueña de Ciencias, don Enrique Laza Herrera para la creación de un Laboratorio en Málaga.

     Enrique Laza Herrera estudió Farmacia en Granada. Había nacido en Vélez Málaga en 1872, y gracias a sus estudios farmacéuticos, se encargó de organizar botánicamente el legado de Mariano La Gasca. En 1890 ya formaba parte de la Sociedad Malagueña de Ciencias de la que llegó a ser presidente dos veces, y desde esta sociedad promovió el laboratorio del que escribimos. Fue, asimismo, presidente del Patronato del Instituto Escuela en Málaga, y, cómo no, detentó una prestigiosa botica[3] en la ciudad de los jazmines en las biznagas.

     El 27 de enero de 1922, la Sociedad Malagueña de Ciencias, en un oficio, aprueba la creación del laboratorio y nombra miembros para una comisión local.

     Se ha de esperar al 1 de septiembre de 1933 para que Enrique Laza consiga reactivar el proyecto, paralizado durante once años. De la confianza que tuvo en él Alberto Jiménez Fraud es significativa una carta que envía a José Castillejo en la que manifiesta que le parece bien todo lo que el farmacéutico Laza hace, que es digno de confianza y discreto.

     El 4 de septiembre de 1933 Laza escribió a Jiménez Fraud sobre las gestiones que estaba realizando ante el Ayuntamiento de Málaga para que solicite el material sanitario para el Laboratorio de Bacteriología. Pretendía que la institución local lo instalara de forma conveniente en el Hospital Noble. Que la JAE permitiera que allí se practicaran los análisis clínicos por personal competente y autorizado tanto por JAE como por la Sociedad de Ciencias. La JAE haría allí otras labores, reposición de material o cursos sin gravamen para el ayuntamiento, el cual se encargaría de la custodia y gastos generales o de entretenimiento. El Hospital Noble, manifestaba Enrique Laza, ofrecía una sala con salida independiente y con patio pasadizo para poder experimentar con animales[4].

     El proceso se acelera hacia el 22 de septiembre de este año cuando se acuerda la entrega de material al Hospital Noble de Málaga. El 23 de octubre de 1933 se designa vocal del comité de Málaga, compuesto por un delegado del Ayuntamiento, un representante de la Sociedad Malagueña de Ciencias y un representante de la JAE.

     Las condiciones que debe tener el Laboratorio de Bacteriología de Málaga son aprobadas en la sesión celebrada el 5 de diciembre de 1933 por JAE. Condiciones que son comunicadas a alcalde de Málaga, mediante oficio el 13 de diciembre.

     Mediante un último  comunicado, el 20 de enero de 1934, se dice que cinco días antes se ha constituido definitivamente el Laboratorio de Bacteriología. Laboratorio que funcionará hasta el primero de septiembre de 1936[5].  (continuará)

 

Málaga en 1883. IGN

  


[1] 28 de junio de 2023. La primera referencia de lectura en el Archivo Museo Ignacio Sánchez Mejías sobre este asunto el 20 de diciembre de 2022: Epistolario de Alberto Jiménez Fraud. Edición de James Valender y otros. Fundación Unicaja y Residencia de Estudiantes. 2017.

[2] Archivo de la JAE en Edad de Plata, Residencia de Estudiantes, CSIC. http://www.residencia.csic.es/

[3] Epistolario de Jiménez Fraud, obra citada, página 604.

[4] Epistolario de Jiménez Fraud, obra citada, carta 4 de septiembre de 1933. Consultada en el Archivo Museo Ignacio Sánchez Mejías el 28 de junio de 2023.

[5] Carpeta número 4. Laboratorio en provincias. Laboratorio Bacteriológico Málaga. Junta de Ampliación de Estudios.

 

Geografía de la generación del 27


   

                        “Nadie sabe Geografía

mejor que la hermana mía”

     'Atlas, Geografía Física.'

    Marinero en Tierra, Rafael Alberti.

     Se ha celebrado la primera conferencia sobre las ciudades de los poetas que iluminaron el pensamiento de la edad de plata de la literatura española, con motivo del Primer encuentro en torno al 27 y celebrado en el Archivo Museo Ignacio Sánchez Mejías.

     Coordinado por Gloria Patón y Javier La Beira, tres ciudades iluminan e irradian, de forma distinta, una cartografía y callejero de focos culturales múltiples y complejos. El escenario, el Archivo Museo Ignacio Sánchez Mejías. El hilo conductor del primer día, los poetas impresores de Málaga. La ciudad de Manuel Altolaguirre, Emilio Prados, José María Souvirón y José María Hinojosa.

     A José María Hinojosa

Branquias quisiera tener,

porque me quiero casar.

Mi novia vive en el mar 

y nunca la puedo ver.

"Marinero en Tierra", Rafael Alberti.

     El espacio urbano conformó el desarrollo de focos literarios que, como círculos centrífugos, desarrollaron poemas, cánones e impresiones gráficas.

     Hubo un primer intento malagueño a través de la revista Ambos, de pocos números y gran solera, que compite en antigüedad con la Revista de Occidente, de Ortega y Gasset, revista centenaria a la que dedica estos días una exposición la Biblioteca Nacional. Ambos precedió a Litoral, que se creó en Málaga en 1926. Ambos había tenido colaboraciones de Picasso y Turgueniev. 

    El padre de Emilio Prados, comerciante de muebles de prestigio en Málaga, había comprado una imprenta para su hijo y Manuel Altolaguirre. En su momento, Emilio y su hermano habían estado internos de la Residencia de Estudiantes, al menos hacia 1913, como se deduce de la correspondencia entre Jiménez Fraud y José Castillejo, que mostraban interés por dar una plaza para un primo de Emilio, hijo de su tío José.

     La imprenta Sur editó la mítica revista Litoral en la que vieron la luz primeras ediciones de poetas que darían forma a la generación del 27. A Málaga viajaban ilustres poetas. En Málaga se publicó La amante de Alberti:

Por amiga, por amiga.

Sólo por amiga.

Por amante, por querida.

Sólo por querida.

    Jorge Guillén, Cernuda, Aleixandre llenan los locos años veinte del siglo pasado. Edgar Neville casa con una malagueña y le publica la Imprenta Sur, antes de su periplo en Hollywood. De aquí viaja a Málaga Buster Keaton acompañado en la visita por José María Hinojosa, compañero de fatigas de Altolaguirre y Prados en Sur.

     El legado, las huellas de ese frenético inicio, el poso que dejo Sur y la revista Litoral en Málaga se convierte hoy en día en el Centro Cultural de la Generación del 27 con 47.000 fondos entre libros y revistas en la sala Giner de los Ríos de su biblioteca.

    Con la colaboración de los poetas supervivientes como la conferencia dada por Dámaso Alonso en 1985 en la inauguración del centro. Habría, había que recordar el paso y el peso de los años, ya que Dámaso Alonso salía en el documental ¿Qué es España?, de Luis Araquistain en 1926, sesenta años antes. Alberti y Nuria Espert dieron recitales poéticos, etc.

    La huella urbana se ha consolidado con la señalización de las calles donde nació Souvirón, o donde está la casa natal de Emilio Prados y Altolaguirre, tan cerca y tan tarde en conocerse. Y la casa donde vivió al final de su vida Guillén:

     ¡Cima de la delicia!

     Todo en el aire es pájaro.

     En los paseos se recuerda a los poetas y Aleixandre recuerda la ciudad malagueña en Ciudad del Paraíso:

     Siempre te ven mis ojos, ciudad de mis días marinos.

     La imprenta Sur sobrevive gracias a su mantenimiento por la Diputación de Málaga en el Centro Cultural de la Generación del 27, por los herederos que siguieron trabajando tras el exilio de Prados.  

    Recuerdan el saber, y el sabor, del oficio de la impresión de las vanguardias. 

  Un poco de cultura es mucho.  




Irene Polo, Hollywood en España 1930

      Irene Polo y Buster Keaton. Archivo Nacional de Cataluña. Licencia Creative Commons        Irene Polo fue una de las primeras periodi...