Cultura y sociedad

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Jorge Guillén según Elena Aub, 2. Góngora y la "Soledad Tercera"

      

     

Federico García Lorca como La Sombra. Centro Federico García Lorca y Galería Guillermo de Osma, 2021

     Al hilo de la publicación de una película perdida de Federico García Lorca durante las giras y representaciones de La Barraca, he vuelto a revisar la entrevista que Elena Aub realizó al final de su vida a Jorge Guillén. 

     En la entrevista, uno piensa que la persona más citada sería Pedro Salinas, con quien mantuvo una larga relación epistolar y a quien sustituyó en el trabajo universitario. Pero, no. Cita más a Federico García Lorca, ya sea por deseo propio o de la entrevistadora.

     Guillén siguió frecuentando la Residencia de Estudiantes tras sus estudios y declaró a la hija de Max Aub que conoció a unos estudiantes allí, con pinta solo de estudiantes, nada de bohemios, que se hicieron muy famosos con el tiempo: Dalí, Buñuel y Lorca.

      Recuerda a García Lorca con humor, relajado, que le gastaba bromas con el éxito que Guillén tenía entre las alumnas, según Federico, porque les enseñaba la poesía de Bécquer y sus alumnas se emocionaban, lloraban y sacaban el pañuelo...

     Se le hacía un nudo en la garganta cuando evocaba al padre de García Lorca, que lo vio en Nueva York, tras su asesinato y tras la guerra, porque Guillén siempre pensó que el poeta del Llanto sobreviviría a cualquier contienda, por su carácter o su ánimo, y así se lo dijo a su padre. Y su padre, apesadumbrado, le recordó que se había equivocado.

     Y lo creyó porque Federico era uno de los amos del éxito, junto a Rafael Alberti. Como el éxito que tuvo con el Romancero gitano.

     Su muerte le dejó desolado, por la cercanía, por la amistad, aunque sabe que murieron otros de distinta clase y condición y nadie lo merecía. Se había encargado, a posteriori, del prólogo de las Obras Completas de Lorca en la editorial Aguilar. Y aceptaba que del siglo XX, el escritor sobre el que más obras de estudio se habían publicado era Federico García Lorca, por las cosas buenas y las cosas malas. Que, a más distancia, creía que Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez eran los más estudiados. Luego, los demás.

     ¿Y los componentes de la generación del 27?

     Más que generación, decía Guillén, era un grupo de amigos. Eran diez, se han muerto diez, ¡no, por dios!- las dudas del paso del tiempo nublaban a Guillén-, se han muerto cinco y quedamos cinco, ¿verdad? Se ha muerto Salinas, se han muerto, que eran... Salinas y yo éramos los mayores, el del 91 y yo del 93. Algún profesor que hace historias literarias decía que fuimos los mentores. De ninguna manera, todos iguales. Federico no era un maestro... era el centro de la vitalidad, de la intensidad creativa. No había jerarquía, ni nada. Y coincidimos en Madrid y se formó aquel grupo, poco a poco. En el veinticuatro ya conocía a Alberti, inicialmente pintor, y Lorca. Antes había conocido a Juan Ramón Jiménez. Y admiraban mucho a Machado, Antonio. Guillén decía que Antonio Machado no entendía al principio su poesía, aunque le respetaba como persona. 

     La novedad de los amigos del 27 era que conocían mejor la tradición literaria de la poesía española. No solamente los profesores como Dámaso Alonso, Pedro Salinas y el propio Jorge Guillén. Este poeta decía que todos sabían más de poesía española que Machado, Unamuno y Juan Ramón. Según Guillén, Valle-Inclán no podía ver a Góngora. El héroe de Góngora, cuenta, fue Dámaso Alonso, que empezó a estudiarlo. Y llegaba al café y les decía, Vamos a ver qué os parece... a ver este párrafo... Y lo explicaba mejor que nadie. Y no únicamente la tradición española, los poetas franceses también. Baudelaire, Mallarme, ... Y el Modernismo con Rubén Darío. Y más tarde fue Neruda y Vallejo. La poesía inglesa la conocieron más tarde. Y tenían un fondo humanístico. Habían leído La Odisea y La Eneida. ¡Hombre! ¡Claro! ¡Hombre!, reía Guillén al contarlo. Y se manifestaba asombrado de Alberti. Por su sentido de la asimilación. ¡Prodigioso! Que creó la Tercera Soledad ¡Qué instinto del idioma! No era universitario. Reía Guillén. Era un golfillo de Cádiz... Algo prodigioso. Por la relación con sus amigos, por su prodigiosa capacidad. Cuando hay tantos profesores que no llegan a entender en toda su pajolera vida un poema... Era Alberti. De los más jóvenes, nacido en 1902, al contrario que Guillén y Salinas, de 1893 y 1891, los poetas mayores de edad.

     Góngora publicó hacia 1613 las Soledades, dedicada al duque de Bejar, su mecenas y el de Cervantes. Alberti se propuso homenajear a Góngora con una Soledad más.

     La Soledad Tercera se incluía en el poemario Cal y Canto, hacia 1926-1927:

     HOMENAJE A DON LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE (1627-1927). SOLEDAD TERCERA (Paráfrasis incompleta)

     CONCHAS y verdes líquenes sagrados,

los dormidos cabellos todavía,

al de una piedra sueño, traje umbroso

vistiendo estaban, cuando desvelados,

cítaras ya, esparcidos,

por la del viento lengua larga y fría

templados y pulsados

fueron y repetidos,

que el joven caminante su reposo

vio, música segura,

volar y, estrella pura,

diluirse en la Lira, perezoso... (12 primeros versos de Soledad Tercera)

     

      Entre los días 17 y 19 de octubre de 1979, Elena Aub entrevistó al poeta Jorge Guillén en Málaga. La entrevista formaba parte del proyecto “Refugiados Españoles en México”, desarrollado por el Archivo de la Palabra del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México. Esta entrevista está recogida en el Centro Documental de la Memoria Histórica (PHO,10ESP,3) (PARES).

     Elena Aub era investigadora y documentalista, vinculada a INAH. Hija de Max Aub, entrevistó a exiliados españoles, intelectuales y figuras culturales, contribuyendo al estudio de la diáspora republicana tras la guerra civil española. Recordamos la creación en Segorbe de la Fundación Max Aub, en 1997, con la presencia del presidente del Gobierno, José María Aznar. Elena Aub fue su presidenta y alma máter. El Archivo de la Palabra ha sido reconocido como parte de la “Memoria del Mundo de México” por la Unesco (INAH y Gobierno de México).

     

Jorge Guillén. Wikimedia


ABC, Obituario de Elena Aub, Juan Manuel Bonet. 16-05-2020



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     Referencias:

       - Jorge Guillén según Elena Aub_1

    - ALBERTI, R.: Cal y Canto. Hay multitud de versiones. La utilizada es una de 1952, editada por Losada en Buenos Aires, junto con Sobre los Ángeles y Sermones y moradas.


26-11-2025 14:07  Actualizado 28-11-2025 12:15

Jorge Guillén según Elena Aub_1

     

Jorge Guillén. Flickr

      Entre los días 17 y 19 de octubre de 1979, Elena Aub entrevistó al poeta Jorge Guillén en Málaga. La entrevista formaba parte del proyecto “Refugiados Españoles en México”, desarrollado por el Archivo de la Palabra del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México. Esta entrevista está recogida en el Centro Documental de la Memoria Histórica (PHO,10ESP,3) (PARES).

     Elena Aub era investigadora y documentalista, vinculada a INAH. Hija de Max Aub, entrevistó a exiliados españoles, intelectuales y figuras culturales, contribuyendo al estudio de la diáspora republicana tras la guerra civil española. Recordamos la creación en Segorbe de la Fundación Max Aub, en 1997, con la presencia del presidente del Gobierno, José María Aznar. Elena Aub fue su presidenta y alma máter. El Archivo de la Palabra ha sido reconocido como parte de la “Memoria del Mundo de México” por la Unesco (INAH y Gobierno de México).

     ¿Por qué nos interesamos en esta entrevista? Seis años antes de su muerte, Jorge Guillén recuerda el mundo cultural del primer tercio del siglo XX. Habíamos mencionado algunas veces a Guillén en este blog, desde los deportes a la correspondencia con Domenchina, secretario de Azaña. 

     Brevemente, recordamos su poesía deportiva, cantando la música de las nadadoras inglesas de Wellesley, un 21 de marzo, en el poemario Maremagnum:

     Acordes al compás

-Una música suena desde un mármol de orilla-

Los dos grupos de nadadoras

Desenvuelven figuras de salud,

Y como respondiendo al más

Sutil laúd

Posible sobrepasan- de un orden servidoras-

A la nunca sencilla

Naturaleza, ...

     Contamos, en otra ocasión, cómo interpretaba/reseñaba la elegía de Lorca en una edición especial del Llanto por Ignacio Sánchez Mejías:

Tumba Jorge Guillén Cementerio Inglés_Málaga-Wikimedia

     El llanto es una elegía conmovedora, estructurada en cuatro partes, con distintos nombres, comenzando por La cogida y la muerte, que no tiene, según Guillén, una narración realista. La hora de las cinco no puede abarcar todos los sucesos que se imaginan, aunque el estribillo sea un gran acierto:

     A las cinco de la tarde

     Eran las cinco en punto de la tarde…

     … ¡Eran las cinco en todos los relojes!

     ¡Eran las cinco en sombra de la tarde!...


     Ahora, sin embargo, queremos dirigirnos a sus recuerdos, durante la entrevista de Elena Aub, de esos viejos amigos y conocidos. Empezamos por donde nos hemos quedado, en el recuerdo fundacional de la generación del 27 y la importancia que daba a Ignacio Sánchez Mejías, protagonista de la elegía lorquiana:    

       Fue una cosa que inventó... Ignacio Sánchez Mejías ¿verdad?- la memoria de Guillén busca en las partes más lejanas de sus recuerdos y pensamientos- Ignacio Sánchez Mejías era un señorito que se había hecho un poco flamenco y torero y tenía una peculiaridad, que no era pintoresca, que era extraordinaria: que era inteligente como un profesor de Universidad, muy inteligente, con la cabeza clara, intelectual ¡vamos!, un caso pasmoso. Pues sí señor, Ignacio Sánchez Mejías ¡hombre! Claro, la elegía que le dedicó Federico. Bueno, pero aquel hombre que tenía un gran talento inventó aquello de llevarnos a Sevilla, cosa que escandalizó profundamente a Juan Ramón porque ...- se para y piensa- tenía un desdén de clase, de los toreros, así, de señorito andaluz que, que desdeña a los toreros ¡por Dios!... - ríe Guillén mientras continúa conversando/contestando a Elena Aub- ... Le pareció muy mal que fuéramos ... Allí nos llevó, ¿verdad? Allí estuvimos, estábamos, pues claro; no fue, no fueron dos amigos, los dos amigos de Málaga, que eran Emilio Prados y Altolaguirre, que estaban en Málaga, no fueron. Vicente Aleixandre estaba ya enfermo- Aleixandre y su mala salud de hierro-, ¿verdad? Tampoco fue, se quedó en Madrid; Salinas era profesor en Sevilla y se había vuelto a Madrid, entonces, pues tampoco estaba, y, por otra parte, se unió al grupo también, luego, Cernuda, y Cernuda estaba allí, estaba en, en el público, estuvo con, con nosotros ¿verdad?- parece que quiere confirmación de algún recuerdo que Elena Aub no puede confirmar porque no estaba allí ni su padre ni ella-... Y..., y nosotros, pues, hicimos mucha, en seguida, relación Cernuda y yo, y tuvimos, hemos tenido relación toda la vida, excepto, excepto al final, poco antes de morirse, que se abrió la cosa; yo no sé por qué se abrió ¿verdad?... Estuvo más así, más impertinente; porque era un, era un infeliz, una buena persona, pero a veces impertinente... Era un lugar común el carácter especial de Cernuda.

     Seguimos con sus estudios y el ambiente intelectual de la Residencia de Estudiantes:

     ... Tuve la suerte de ir a la Residencia de Estudiantes. No voy a decir lo que es porque es conocido. Creado por la Junta de Ampliación de Estudios, ... Tenía relación con la Institución Libre de Enseñanza, ¿verdad?... era don Alberto Jiménez Fraud el director... Y al principio... pues yo enseguida hice amigos allí...

     ... Y cuando pienso que allí había entonces tres estudiantes que tenían tipo de estudiantes, nada de artistas ni de bohemios, nada de hippies, ninguna figuración de teatro. Eran tres estudiantes que son hoy los nombres más conocidos en el extranjero: uno, Federico, por razones buenas y malas; otro, Buñuel, que es un cineasta estupendo, ¿verdad? Y que, imagínese usted la relación que ha tenido con México, bueno, y que claro, pues ahí está, ahí está, y luego el otro, el otro, el otro: Dalí...

     ... Aquello que le pasó a Federico García Lorca. Fue una cosa vil, a mi manera, ... Pero no hay que quedarse demasiado en sólo estos poetas, porque ha habido muchos españoles dignísimos, no habían escrito un solo verso en su vida, y ha sido un crimen igualmente matarlos, intelectuales o no intelectuales...- se ahoga en un momento de la conversación-...

       Era, es y será uno de los poetas mayores del 27, pero él se ve como un profesor que se fue de España cobrando un sueldo modesto, ahora que había vuelto a España como poeta consagrado, ganador del Cervantes en 1976:

     ... ¿Su primer trabajo?, inquiere Elena Aub...

     Mi primer trabajo, bueno, trabajo universitario. Yo me he ganado la vida siempre con lo más próximo a mí, a mi vocación, que era la literatura. Yo he dicho siempre, hasta hace muy poco, ... ''yo soy profesor". ¿Qué es usted? "Profesor". Porque yo sabía que si yo le decía a alguien "soy poeta", es tan improbable que no lo cree- ríe Guillén-. Ahora ya a fuerza de años, yo, bueno, ''pues sí, señor, poeta", pues es verdad, vamos, me lo he... me lo han dicho, pero ahí está, de modo que yo, mi primer trabajo, como profesor, me he ganado siempre la vida honrada y modestamente. Ahora los profesores son como ministros... en algunos casos, ganan mucho dinero, tal, yo he sido modesto ... Yo me marché en el año ...-ríe-... treinta y ocho, me marché con todos los sacramentos en medio de la guerra, y ganaba doce mil pesetas al año, cosa -vuelve a reír o tal vez sonríe-, cifra que hace sonreír a la gente, bueno, pues sí señor, pero siempre modestamente...

     ... ¿Cómo nace Verso en Prosa en Murcia? Bueno, pues allí había un señor, que era secretario del ayuntamiento, Juan Guerrero Ruiz, que era muy aficionado a las letras, era muy amigo de Juan Ramón Jiménez, y era amigo de todos los nuevos, ... Y, y entonces, pues se le ocurrió hacer esa hoja en la que no era yo le asesoraba, pero era de Juan Ramón, no de Juan Guerrero... Hacemos una derivación sobre Juan Guerrero:

          Hace unos años, y paramos la conversación/entrevista en este punto, y en esta reseña, la familia de Juan Guerrero desempolvó unas fotografías y unas películas viejas. Fueron restauradas. Se convirtieron (2009) en una inicial película llamada El deseo y la realidad. En la cinta, uno de los protagonistas es Jorge Guillén, junto a sus compañeros del 27. Con una imagen más joven y más fuerte de la que recordamos de sus últimos años, donde la vida mancha y consume nuestro aspecto. Como curiosidad, en los primeros treinta segundos, la película informa sobre la experiencia emprendedora del aeropuerto de zepelines de Ignacio Sánchez Mejías.

           


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