Cultura y sociedad

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La vuelta de María Teresa y Rafael

 

María Teresa León y Rafael Alberti. ABC, Teodoro Naranjo, abril 1977.

     "Soy inmortal: no tengo quien me hiera" (Sermones y moradas, Rafael Alberti, 1929-1930). 

     Dedicado a aquellos que la enfermedad o la melancolía les ayuda a olvidar que pueden haber sido olvidados. O no.

     María Teresa León y Rafael Alberti regresaron a España el 27 de abril de 1977. Carlos Gurméndez lo saludaba en El País[1] y daba la bienvenida porque decía que venía cantando: Creemos el hombre nuevo, cantando. El hombre nuevo de España, cantando. El hombre nuevo del mundo, cantando...

     Pilar Trenas en ABC[2] contaba que las primeras declaraciones de Alberti fueron Estoy en España para seguir siendo español. Nunca he querido dejar de serlo, aunque no siempre me han dejado, pero nunca he perdido el contacto con las raíces de mi tierra. Bajaba del avión de Alitalia que llegó a las 10:40 de Roma. Salí de España en el año 39, con treinta y seis años, y vuelvo en el 77 con… X años. Impresionado por el tumulto, dijo No soy el Cid Campeador. Esto es como si llegara Joselito… Me marché con el puño cerrado porque era tiempo de guerra y vuelvo con la mano abierta a todos… Trenas nos cuenta que de cuando en cuando Rafael se paraba y miraba hacia atrás para observar si le seguían María Teresa y Aitana. Su mujer pronunció, únicamente, Es maravilloso, es maravilloso al oír los aplausos y escuchar como aclamaban el nombre de Alberti. Dieron una vuelta por Madrid para recordar sus antiguas casas y sus lugares de paseo, ahora diferentes, antes de llegar a su apartamento. No se esperaban el recibimiento del público.

     Javier Goñí en el diario Informaciones recogía la llegada de Alberti y nos contaba que Rafael intentó evadirse porque su mujer estaba muy mal. Contestó a las preguntas con amabilidad, pero se introdujo pronto en el coche, en medio de los gritos y vítores por su llegada. No quería confirmar su candidatura por el partido comunista. Ahora bien, estaría a lo que su partido dijera. Ente los dirigentes de su partido se encontraba en la recepción de Barajas José Sandoval. Tras su marcha, los militantes del partido comunista que habían acudido a recibirlo entonaron La Internacional[3].

     La última obra de María Teresa León fue Memoria de la melancolía. Según la prensa, a su regreso a España venía con una grave enfermedad[4] degenerativa que entonces era denominada arterioesclerosis y hoy conocemos como Alzheimer. A su vuelta a España, su hija Aitana, nacida en su estancia argentina, tenía 36 años. Aitana confesaba en 2003 que le desgarraba pensar que su madre nunca supo que volvía del exilio a España[5]. Asistía entonces a un ciclo de conferencias sobre María Teresa León y reivindicaba la calidad de su madre como una de las grandes escritoras del siglo XX.

     Las audiencias del jefe del Estado el 27 de abril de 1977 fueron con miembros del Ejército y el grupo liberal del Parlamento Europeo[6][7][8]. Aunque Suárez estaba de viaje por México y Estados Unidos, Juan Carlos I tuvo también despacho con el presidente de las Cortes, Torcuato Fernández Miranda[9]. La reina Sofía, mientras tanto, celebraba un acto con la Orquesta Nacional que le nombraba su madrina. En esas horas, en otro lugar, una marabunta de periodistas rodeaba a la familia Alberti en Barajas[10].

     En la prensa aparecía el saludo de uno de los amigos de la generación del 27 que habían permanecido en España. Aleixandre[11] estaba recién operado de la vista y decía que España brilla con su luz mejor en esta mañana de primavera… El poeta, así lo he creído siempre, es la expresión de los demás hombres… alargo mi brazo, éste, sí, mío, y que es el mismo que, dio el primer abrazo a Rafael, hace 55 años. Vivo está y dura desde entonces…

     Al mismo tiempo se daban homenajes a otros compañeros, como a Jorge Guillén, que había recibido el Premio Cervantes y fue agasajado por la Asociación Española de Mujeres Universitarias con la participación de Dámaso Alonso y Gerardo Diego[12].

     La expectación de esos días era muy llamativa. La llegada de algunos políticos exiliados coincidía en pocos días. El día anterior había llegado a Barcelona Federica Montseny. Y la llegada de los Alberti fue anunciada en algunos medios[13].

     En las páginas de cultura de ABC se reseñaba un estudio sobre Rafael Alberti en línea con el cincuentenario de los actos fundacionales de la generación del 27. El libro reseñado era Rafael Alberti, entre la tradición y la vanguardia, obra de otro portuense, José Luis Tejada[14].

     El 9 de septiembre de 1977, Rafael Alberti, dimitía como diputado en las primeras Cortes de la democracia. En Cádiz, el partido comunista había obtenido un diputado, él. Le cedió su puesto a un experimentado campesino que conocía la situación del campo andaluz. El cambio, según parece, estaba acordado previamente con el partido comunista. Francisco Cabral Oliveros, su sustituto, había encabezado el movimiento obrero de los viticultores del marco de Jerez y dirigido las delegaciones obreras que, desde 1965, negociaban los convenios colectivos con los latifundistas de la zona[15].

14-06-2025 20:14

[2] ABC Madrid, 27 de abril de 1977, página56.

[3] Informaciones, 27 de abril de 1977. Archivo Linz de la transición española.

[5] ABC, 26 de abril de 2003, página 63, edición de Córdoba.

[7] ABC, 28 de abril de 1977, página 5, edición de Madrid.

[8] ABC Madrid, 28 de abril de 1977, página 27.

[9] ABC Madrid, 28 de abril de 1977, página 24.

[10] ABC Madrid, 28 de abril de 1977, página 109.

[12] ABC, Madrid, 27 de abril de 1977, página 9.

[14] ABC Madrid, 28 de abril de 1977, página 60.

[15] Pueblo, 9 de septiembre de 1977. Archivo Linz de la transición española.

La firma_2_27 de diciembre de 1978

    

Archivo Linz_Fundación March_Pueblo 8-12-1978

      La política de consenso se hizo necesaria durante el bienio 1977-79 por la necesidad de alumbrar una nueva Constitución. Las amenazas eran cada vez más claras y las instituciones eran todavía muy frágiles. Era vital elaborar una Constitución aceptada por la mayoría de las fuerzas políticas.

     El debate se había circunscrito a círculos restringidos, las Cortes, y diluía opciones políticas y sindicales movilizadas en los últimos años del franquismo. Creemos que esto se pudo solucionar con la votación en referéndum de la Constitución aprobada en las dos cámaras de las Cortes surgidas en junio de 1977. Por la experiencia acumulada por la historia constitucional española, la aprobación de las constituciones solamente por parlamentos y la acusación de ser constituciones de una parte, conservadora o progresista, se veía afectada la aceptación de esos textos legales.

     La propia duración de la dictadura había conformado una sociedad expectante y pasiva que, queriendo derechos y libertades, estaba confortablemente establecida en la sociedad de consumo que se había desarrollado a partir de los años sesenta.

     La ponencia constitucional finalizó sus trabajos en abril de 1978. Pasó a la Comisión Constitucional al mes siguiente, donde las dificultades se subsanaron con reuniones cara a cara entre los socialistas y centristas (UCD). Se debatió posteriormente en Congreso y Senado. Definitivamente, la aprobación se produjo el 31 de octubre de 1978 en las Cortes. 

     De los 325 diputados, únicamente 6 votaron en contra y 14 se abstuvieron. Y de los senadores, 226 a favor, cinco en contra y ocho abstenciones.

     El 6 de diciembre el proyecto constitucional fue sometido a referéndum. Votó el 67 por ciento del censo electoral. Bajó con respecto a la votación de la reforma política y a las primeras elecciones libres de junio de 1977. Los votos afirmativos al texto fueron el 87% y los negativos, el 7%. Donde se produjo la mayor abstención fue en el País Vasco, pero los que votaron, fueron afirmando el texto en un 68% frente al 23% negativo que solo consiguió la propaganda nacionalista radical. Pero reflejaba el origen del problema, con violencia, que se iba a producir en los años siguientes.

     La abstención pudo obedecer a la creciente desmovilización política por dejarlo todo en manos de las actuaciones partidistas, un cierto cansancio del electorado no acostumbrado a votar y al fenómeno del desencanto, tanto por no avanzar en las libertades hasta donde una parte quería como por la prudencia ante las amenazas del un régimen en formación que pudiera desestabilizarse o probable involución. 

     La constitución fue calificada de rígida por los requisitos exigidos para su modificación, conociendo nuestra historia constitucional, y, a su vez, por las formas en las que doblemente se aprobó, por las Cortes y los ciudadanos. 

     Al igual que la democracia no había llegado con la muerte del dictador, la transición no acababa cronológicamente con la aprobación de la Constitución. Quedaban abiertos flancos muy importantes, como el asentamiento del sistema de partidos, la asunción constitucional por las instituciones y la toma de conciencia ciudadana de los derechos y libertades que habían votado. 

     Problemas como el terrorismo, la crisis económica (precios del petróleo, 1973-1979) y la organización territorial del estado estaban sin resolver. Se ha asumido por la mayoría de la doctrina que este periodo se alarga hasta 1982. 

     El título de esta entrada hace referencia al compromiso firmado por la jefatura del estado con el texto aprobado en las Cortes y en el refrendo posterior de 6 de diciembre de 1978 de los ciudadanos y cómo fue reflejado por la prensa más influyente de Madrid, ejemplificado en las crónicas de EL PAÍS y ABC. La foto inicial es de diario Pueblo, obtenida del archivo Linz, que está depositado en la Fundación March.

     Sin firma, EL PAÍS informaba del discurso de don Juan Carlos: Como expresión de los momentos históricos que estamos viviendo, y cuando acabo de sancionar, como Rey de España, la Constitución aprobada por las Cortes y ratificada por el pueblo español, quiero que mis primeras palabras, breves y sencillas, sean ante todo de agradecimiento hacia los miembros y grupos de estas Cámaras que han elaborado la norma fundamental por la que ha de regirse nuestra convivencia democrática...(enumeraba agradecimientos a todas las instituciones del Estado y llegaba al punto siguiente de interés)... Y gracias, por fin, al pueblo español, verdadero artífice de la realidad patria, representado por las distintas fuerzas parlamentarias, y que ha manifestado en el referéndum su voluntad de apoyo a una Constitución que a todos debe regirnos y todos debemos acatar... Y hoy, como Rey de España y símbolo de la unidad y permanencia del Estado, al sancionar la Constitución y mandar a todos que la cumplan, expreso ante el pueblo español, titular de la soberanía nacional, mi decidida voluntad de acatarla y servirla. 

     Institucionalmente, dejaba de ser un jefe de Estado venido de la dictadura a ser el jefe de Estado en el nuevo ordenamiento constitucional de 1978. 

     Uno de los redactores fundadores de EL PAÍS, Bonifacio de la Cuadra, incidía en ese resumen, señalando además que los parlamentarios y el público asistente recibieron con aplausos la llegada de los Reyes y el Príncipe de Asturias, ovacionando larga e intensamente el instante de la firma y el final del discurso del jefe del Estado, a excepción de los miembros de PNV, que se pusieron de pie, pero permanecieron pasivos.

    Manuel Vicent contó ese día para el mismo diario que El acto de ayer tuvo una solemnidad breve y discreta, sin abuso de maceros, ni frases redondas. Aquí se está cogiendo ya el tranquillo a la elegancia inadvertida de marbete europeo, mas, a pesar de todo, el hemiciclo ofrecía destellos de bautizo con los palcos abarrotados de judíos, moros y cristianos, un fru fru de cardenales, altos mandos militares, medallas, uniformes, visones dentro de ese perfumé a espliego y paño de calidad que irradian las ilustres personalidades, las damas elegantes con el vestido lleno de campánulas y los distinguidos caballeros invitados, amigos y enemigos de la Constitución, todos aplaudiendo con suave encanto cuando el texto ha sido finalmente rubricado por el Monarca. Abajo, los senadores y diputados vestían el traje gris marengo de los domingos, los verdaderos padres de la criatura con corbata plateada...

     En ABC se dedicaban también varias páginas a la firma sancionando la Constitución. Ese 28 de diciembre de 1978, la portada era fiel reflejo de la presencia del Rey. En su página 5, fotografías del acto donde decían que los Reyes fueron aclamados a la entrada del hemiciclo a las once y media de la mañana, incidiendo en el aplauso del secretario general del PSOE, Felipe González. Para ABC era importante reseñar el último discurso del Presidente de las Cortes, Antonio Hernández Gil, quien cesaría de su cargo con la entrada en vigor de la Carta Magna, y a quien el ABC dedica un editorial elogioso. En la página 7 se reproducían las firmas de las autoridades el día de la sanción, el importante discurso del Rey y la referencia al joven Príncipe de Asturias.

     La redacción mollar del acto corrió a cargo del corresponsal político de ABC en esos momentos, Pedro J. Ramírez. Señalaba unas palabras del Rey que mostraban las grandes esperanzas depositadas en el texto legal que se aprobaba: el mejor aval para que España pueda iniciar un nuevo periodo de grandeza. Señalaba también que la pluma con la que firmó el jefe del Estado era de Christian Dior, que el padre del monarca, el conde de Barcelona, asistía al acto en una de las tribunas emocionado. Según Pedro J., el tiempo acompañó, después de la lluvia de la noche anterior.

     Ramírez nos detalla más las personalidades del Estado que acudieron y aquellas personas que no siendo instituciones, seguían representando esa caracterización del Estado que se iba, pero que asistía a su próxima desaparición: El presidente de la Conferencia Episcopal, aperturista, monseñor Tarancón, y su enlace en las Cortes, el padre Martín Patino. La nobleza, con la duquesa de Alba y su marido, Jesús Aguirre; o el presidente del Club Siglo XXI, Guerrero Burgos, coronel jurídico del Ejército.

     Hubo más presencias que ausencias, según el redactor de ABC. Entre las ausencias, las de Josep Tarradellas, Dolores Ibárruri y el ex etarra Patxi Iturrioz. Todos, o casi todos, con corbata, con la excepción de Nicolás Redondo Urbieta, que no la portaba. Refrenda la noticia de Bonifacio de la Cuadra sobre el respeto sin aplauso de los miembros de PNV, pero él observó a alguno del PSOE que tampoco lo hizo. No da nombres. En cuanto a PNV, uno de sus senadores, Miquel Unzueta, en la línea moderada de Juan Ajuriaguerra, aplaudió al final. Arzallus, líder de PNV, dijo que acataban la Constitución sin entusiasmo.

     Tras los discursos del Presidente de las Cortes y del jefe del Estado, y cuando el Rey había manifestado que Al ser ésta una Constitución de todos y para todos, es también la Constitución de todos y para todos, es también la Constitución del Rey de todos los españoles... y que Todo mi tiempo y todas las acciones de mi voluntad estarán dirigidas a este honroso deber que es el servicio de mi Patria... hubo una parada militar, dejando el hemiciclo, que habían ocupado diputados y senadores, vacío. En ese momento, Pedro J. quería mostrar un ambiente que respiraban todos o la mayoría de los parlamentarios, y él mismo, que Las Cortes ya no volverán a reunirse en su actual composición y el deseo de que ninguno de los de ayer presentes volvamos a ser testigos de la sanción solemne de ninguna otra Constitución.

      Grandes esperanzas en la solución de los problemas. Como colofón, recordamos unas palabras que leímos a Abdón Mateos: Las Cortes salidas de las elecciones de junio de 1977 se convirtieron en Constituyentes contraviniendo la Ley de la Reforma Política. Además tuvieron que realizar un aprendizaje político de las exigencias de un régimen de monarquía parlamentaria... lo más importante para todos era construir un futuro de convivencia democrática.

      


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    -MARÍN, J. Mª, MOLINERO, C. e YSAS, P.: Historia política 1939-2000. Istmo. Madrid. 2001.

    -TUSELL,J.:  La transición española a la democracia. Historia 16. Madrid. 1999.

    -  https://elpais.com/diario/1978/12/28/espana/283647605_850215.html

     - https://elpais.com/diario/1978/12/28/espana/283647602_850215.html

     - https://elpais.com/diario/1978/12/28/espana/283647603_850215.html#?rel=listaapoyo

     - ABC, 28 de diciembre de 1978, páginas 5-7-9-10-12. 

     - AVILÉS, J., EGIDO, A. y MATEOS,A.: Historia Contemporánea de España desde 1923. Dictadura y democracia. Editorial Universitaria Ramón Areces. Madrid. 2011. pág. 175.

La firma_1

     Publicado 27-12-2024 23:24 

   

Fraga y Carrillo. Viquipedia.

     En su "Epílogo (enero de 1978)" a Historia de España, Pierre Vilar relataba como, cuando habían pasado dos años de la muerte de Franco, se había producido una transformación política en el sentido liberal, sin revolución, y con otro equipo. Un cambio de algo más que únicamente personas.

     El 3 de julio de 1976 el rey Juan Carlos había designado a un joven político poco conocido, que había sido secretario general del Movimiento. Sin embargo, rápidamente anunció una reforma política real, una amnistía y unas elecciones. 

    Votada por las Cortes franquistas, la reforma previó la elección de unas Cortes Constituyentes, con una fracción de senadores por designación real (40). La reforma se sometió a referéndum el 15 de diciembre de 1976. La oposición al régimen se opuso. Pero, como cuenta Vilar, ¿cómo oponerse a unas elecciones libres?

     Con 23% de abstención, un 94% dijo que sí. Vilar acababa su epílogo diciendo: “Se inicia una nueva batalla, parecida- demasiado parecida- a las de 1931, 1934 y 1936. Afortunadamente, la historia nunca se repite.”[1]

     Las cosas no fueron igual. Una nueva constitución fue aprobada por el Congreso de los Diputados en julio de 1978 por una gran mayoría en la que se incluía a personas tan distintas como Manuel Fraga y Santiago Carrillo.

     Fraga había presentado a Carrillo en uno de los cenáculos más elitistas de la capital, el Club Siglo XXI. La expectación y el lleno fueron al unísono abarrotando la conferencia: “Aquí estamos Santiago Carrillo y yo. Él, como conferenciante; yo, como directivo del Club, que ha recibido el honroso, aunque difícil, encargo de hacer su presentación”

     Dos mil personas se frotaban los ojos. Aplaudieron a Fraga que dijo “una cosa es ser antimarxista y otra negar la palabra a personas que nos interesa saber lo que piensan”. Ambos protagonistas llegaron casi al mismo tiempo. Sonreían ante el público mientras se fotografiaban con el director del Club.

     No necesito poner a Dios por testigo, dijo Fraga, de que la distancia entre Alianza Popular y el Partido Comunista es muy grande, ni necesito recordar en qué consiste. Carrillo y él eran hijos de las tierras que rompen entre el Cantábrico y el Atlántico: un pobre campesino gallego que llegó a alcalde de Villalba y un obrero asturiano que fue viceministro durante la República. Se habían dicho de todo en la campaña de junio de 1977. Pero ahí estaba Fraga presentando a un comunista de pura cepa. Y así empezó Carrillo. Y continuó con el latiguillo de mucho cuidado que había pronunciado el gallego. Le llamó exagerado, pero se sentía halagado. Estuvo moderado y burlón: El 15 de junio no se había votado una transformación socialista de la sociedad, sí un cambio democrático: “respetamos fielmente el fallo popular”.

          Manifestó que los comunistas habían superado la tesis de la dictadura del proletariado, que buscaban un estado democrático laico, sin filosofía oficial, descentralizado, con respeto al pluralismo en todos sus sentidos.

    En el turno de preguntas respondió sobre que a quién apoyaría en caso de guerra entre soviéticos y americanos: que no tendríamos tiempo porque decidirían las explosiones nucleares.

     Honró el civismo de los asistentes a la conferencia al escuchar a un señor que está en las antípodas de la mayoría de los asistentes. Y honró la actitud de Fraga, que seguramente afrontaría críticas por presentarlo en el Club Siglo XXI.

     Carrillo quería demostrar que el eurocomunismo no era un recurso táctico. El título de su conferencia era “Eurocomunismo y Estado”. Fraga había propuesto allanar el camino manifestando que era inútil mirar hacia atrás en la biografía de las dos personas protagonistas. Elogiaba el presente con la presentación del conferenciante y sus libros.

     Carrillo se sentía producto de una España atormentada que necesitaba serenidad y responsabilidad, mucha responsabilidad. El diálogo debía sustituir a los fusiles. Su propuesta eurocomunista iba en la dirección de la transformación social mediante una vía democrática, conservando esa democracia, sus libertades, los derechos humanos, como valores inalienables y permanentes. Por eso habían firmado Los Pactos de la Moncloa.

     Algunos miembros, los más derechistas, dimitieron del Club al saber que Carrillo intervendría: Gonzalo Fernández de la Mora, Juan García Carrés, Torcuato Luca de Tena, Pablo Garnica o Lucas María de Oriol.

      Asistieron al acto el entonces embajador soviético, señor Bogomolov, y antiguos ministros como Ruiz Giménez y Robles Piquer.

     La crónica fue recogida por la prensa. No así la televisión, para disgusto de Guerrero Burgos, director del Club, quien se molestó por la actitud de Rafael Anson, director de Televisión Española, sobre la información ofrecida.

     Se dio otra circunstancia llamativa, el trabajo de grandes periodistas del futuro, ya como un presente: La crónica de ABC de 28 de octubre de 1977 fue firmada Pedro J. Ramírez, unos años antes de ser director de Diario 16 y fundar a finales de los años ochenta El Mundo, y, en este siglo, El Español. La crónica de EL PAÍS fue firmada por Francisco Gor, uno de los fundadores del diario de Miguel Yuste y editorialista durante muchos años del mismo[2].

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[1] VILAR, P. Historia de España. Crítica, Grupo editorial Grijalbo. Barcelona. 1980, 11ª edición. Traducción de Manuel Tuñón de Lara y Jesús Suso.

[2] ABC, 28 de octubre de 1977, página 13. EL PAÍS, 28 de octubre de 1977, página 15.

Alberti marinero, amante y soñador

           Ese ángel, ese que niega el limbo de la fotografía y hace pájaro muerto su mano...me llama, me grita, me advierte, me despeña y me alza, hace de mi cabeza un yunque, un objeto inútil, contra quien deshacerse sin martillazos...



     Por amiga, por amiga. Solo por amiga. Por amante, por querida. Solo por querida...

          Desnudo, sin los billetes de inocencia fugados en sus bolsillos, derribado en tu corazón y solo en su primera silla, no creíste en Venus que nacía entre las aguas de la inocencia...


 



Cuando miro insondable al Miró; esos amarillos, blancos, azules, rojos en escalera, que ocupan el jardín y el mar lleno de patios y mares. ¡Oh, mar, miromar!, la abeja vuela hacia el mar del amor, miromar, ¡mar, miromar!, estrella del mar polar...


     Yo nací-¡respetadme!- con internet.
Bajo una red de datos y cohetes.
Cuando abolidos fueron los DVD y las casetes,
de los reyes, y el papamovil huyó de Roma.


     Playeras y moncayo, terral malagueño. Generala. El oleaje: Venus en el pecho. En la comisura, roto el labio, la tela verde de la aurora. 



4,5,6,7. En estas cuatro huellas no caben, o sí, en mis zapatos. Si en estas cuatro huellas no caben mis zapatos, o sí, ¿de quién son estas cuatro huellas? ¿O son mías? ¡Georginaaaaaaa!


¡Georginaaaaaaaa! Mi corazón siempre me dijo que eras una verdadera vaca. Una vaca lechera, que no es una vaca cualquiera. Me da leeche merengaada... Es una vaca salaada...


Todo lo que por ti vi, -la estrella sobre el aprisco, el carro estival del heno y el alba del alhelí- si me miras, para ti.


Rubios, morenos senos de Amaranta, por una lengua de can acariciados. Arco de naranjas, conducidos hacia el canal que busca tu garganta...


     Sí, soy el ángel bueno. En mi pecho se abren largos caminos que recogen las aguas de todos los mares. Las vidrieras de Giraldo alumbran todas las calles. Veo a través de los miradores la verdad oculta, que no me interesa. Ciudades deshabitadas las llama Rafael. Ciudades que se pueblan, de pronto, soñadas. Trenes descarrilados que marchan unidos. Naufragios de migrantes, antiguos o nuevos, llegan, pueden, unidos. Marchan. ¡Din, dong!

        Una sensación similar debió tener Rafael Alberti al regresar a España. Pero, sabemos por diversas fuentes, confirmadas finalmente por amigos, como José Luis Pellicena, que estuvo un par de días en España durante la dictadura de Franco, en 1969, cuando pensaba que él moriría antes que el "Generalísimo", sin volver a El Puerto de Santa María. Los permisos los consiguió José María Pemán, otro gaditano, que reposa en la cripta de la Catedral de Cádiz, como Manuel de Falla.(ABC, 9 de marzo de 2009, Tulio Demicheli)



El amigo de ISM, que está en nuestro pensamiento.
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Textos seleccionados y refundidos, o confusos, de Rafael Alberti:
- Marinero en Tierra, La Amante, El Alba del Alhelí, Cal y Canto, Sobre los Ángeles, Sermones y Moradas.
- El Veronés, pintor de la escuela veneciana, dijo:" Nosotros, los pintores, nos tomamos las mismas libertades que los poetas y los locos."
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"Peor Impossible"

 

Rossy de Palma por Alberto García Alix_ Museo Manuel Piña_Manzanares. BMRE

      EL PAÍS, 17 de mayo de 1985, publicaba la noticia del asesinato de un policía nacional y otros nueve heridos por un atentado con coche bomba en Basauri con material explosivo, como el que utilizaba ETA.

     Era noticia también que UGT se iba a manifestar contra la reforma de pensiones del gobierno socialista de Felipe González. Las tensiones dentro del sindicato habían provocado la dimisión del secretario de acción sindical, José Luis Corcuera. El líder de UGT, Nicolás Redondo, diputado socialista por Vizcaya, indicó que no podía votar la ley de su gobierno por ser contraria a las directrices del sindicato que dirigía.

     En esos días, el diario de Miguel Yuste informaba sobre las diferencias entre el ministro del Interior, José Barrionuevo, y el ministro de Justicia, Fernando Ledesma, sobre las investigaciones del asesinato del dirigente de Herri Batasuna Santi Brouard, unido a una querella interpuesta por Barrionuevo a EL PAÍS en defensa de su honor. Finalmente, una noticia sobre la central cacereña de Almaraz, que había parado su grupo 2 por orden del Consejo de Seguridad Nuclear[1].

     ABC, 17 de mayo de 1985, informaba del mismo atentado señalando expresamente a ETA por la muerte del policía y los diez heridos con la utilización de un ‹‹coche bomba››.

      Su segunda noticia de portada informaba que el Tribunal Constitucional no lograba dictar sentencia en el día anterior sobre la Ley Orgánica del Derecho a la Educación (LODE), en una inusual sesión de tarde.

     Informaba también de la convocatoria por UGT de manifestaciones por toda España para el 4 de junio por el recorte de las pensiones. Al pie de esta noticia reseñaba la dimisión de José Luis Corcuera como miembro de la Ejecutiva de UGT[2].

     Estas noticias importantes se publicaron en medio de las fiestas madrileñas de San Isidro 1985. Puede que le interesaran o no, pero riadas de personas se dirigieron el 16 de mayo a la noche flamenca del Palacio de los Deportes donde actuaban la Familia Montoya, Lole y Manuel, Enrique Morente con Habichuela a la guitarra y Camarón de la Isla acompañado de Tomatito. Si el flamenco no era lo suyo, se podía acercar a la Plaza de las Vistillas donde Puturrú de Fua y la Orquesta Burbujas amenizaban a los presentes. Más seria parecía la oferta de la Plaza Mayor con el concierto de la Banda Sinfónica Municipal de Madrid y el Orfeón de Castilla. Los más jóvenes se decidieron por el concierto que se ofrecía en el Parque del Oeste con las actuaciones de Glutamato Ye-ye, Peor Impossible y Loquillo. Había jazz en el Palacio de Exposiciones y Congresos, y en otros escenarios, teatro y títeres del 11 al 19 de mayo[3].

     Por fuentes primarias obtuvimos alguna divergencia sobre el concierto del Parque del Oeste, porque después de interrogar a dos testigos del concierto, descubrimos que habían visto a dos cantantes distintos al final de la noche. Puede que influyera- decían- el líquido que bebieron o la lluvia, pero uno de ellos, F, afirmó que el último cantante era Ramoncín y, al contrario, el otro, B, dijo que salió a cantar Loquillo con En las calles de Madrid.


     La hemeroteca nos ayuda a contrastar estas informaciones. Utilizaremos otra vez EL PAÍS y ABC. Una primera noticia corta de EL PAÍS nos cuenta que estuvo abarrotado el Palacio de los Deportes para oír el cante jondo de Enrique Morente, las canciones de Lole y Manuel y los fandangos de Camarón, mientras Loquillo, Glutamato Ye-ye y Peor Impossible actuaban en el Paseo de Camoens[4]. Al día siguiente la noticia se ampliaba en la sección de cultura del diario dirigido por Cebrián con el título de Fiesta completa, botellazos aparte. Fernando Martín llamaba estupidez a la actitud de los lanzadores de botellas de litro. Pese a ello, a los asistentes gustó las tres actuaciones y medio que se ofrecieron. Ox Pow, cuarteto de guitarras y batería, se impusieron con energía a la incomprensión inicial del público. Con cierto retraso salieron Iñaki y su grupo, Glutamato Ye-ye. Con buen sonido, espectáculo redondo, se ganaron al público cuando cantaron Comamos cereales[5]. A continuación salieron a escena Peor Impossible con un esplendido vestuario y montaje, que, sin embargo, no iba muy acorde con el color de la noche. Nada informa de la posibilidad de que cantaran Susurrando[6]. Y a eso de la una salió Loquillo y cantó En las calles de Madrid[7], convirtiéndose en el rey de la noche. Con su corte de cuatro Trogloditas, entre ellos Sabino Méndez y Ricard Puigdomenech[8], evocaron el rock auténtico.


     En ABC, otro redactor de largo recorrido, Eutiquiano Rodríguez Marchante (ERM), entonaba literariamente la noticia musical del 17 de mayo con ‹‹Glutamato se empapó en una noche de lluvia››. Los perros hacían tiempo removiéndose entre el barullo del paseo de Camoens y olisqueando el percal. La batería de OX Pow fue lo más destacado de este grupo, aunque parecía escondida entre los guitarristas. Y que únicamente entusiasmaron a un grupo, que debían ser sus familiares. Por lo que con su música se hizo la noche en todos los sentidos.

     El retraso de Glutamato es criticado por el cronista del diario de Anson. Expulsaron el aburrimiento al presentar su nuevo disco, divirtiendo y epatando. El aspecto de Iñaki, que, según ERM, era una mezcla de El gran dictador[9] de Chaplin y un joven Einstein, ayudaba a lanzar letras provocadoras. Todo era broma donde el cantante se divertía o divertía a su público.

     Con la jarana montada salieron al escenario Peor Impossible. Para ERM, un grupo de once personas que lo mismo podían hacer música que fútbol. Llenaron, claro, el escenario y lo hicieron de forma consistente con su modernismo fou. Cerró la noche Loquillo y sus Trogloditas. Los dos metros del rockero pusieron al revés el tiempo: hicieron caldo el ambiente[10].


     Tras estas dos crónicas, nos pusimos en contacto de nuevo con los dos testigos para corroborar las crónicas. F aceptó que fue Loquillo el que cantó y no Ramoncín. En cuanto a si llovía, B dijo que sí, pero que estaban mojados tanto por dentro como por fuera. Finalmente les preguntamos por las litronas cristalinas lanzadas y hacia dónde iban. Los dos dijeron que lanzaron muchas botellas. Que eran los seguidores de Loquillo que deseaban acortar las actuaciones anteriores, que pudieron herir a los cantantes o al público, y que era más que una estupidez, un peligro. Peor Impossible no remató del todo, se fueron, según estos testigos. Y tienen la convicción de que cantaron Susurrando.

     Los vecinos del barrio de Argüelles se quejaban por esos días del ruido que soportaban a partir de las nueve con las actuaciones del Paseo de Camoens, en el parque del Oeste. La acústica según nuestros testigos era muy buena, pero el eco ampliaba el ruido hasta la madrugada con los restos de basura que dejaba el público. Nuestros testigos afirman que había puestos de comida y bebida para asistir a las actuaciones. Los vecinos pedían que se trasladaran las actuaciones a al solar de la Ciudad Universitaria donde el PSOE celebró el último mitin de su campaña electoral el 26 de octubre de 1982, a lo que se negaba el concejal madrileño de Cultura[11]. Uno de los testigos que hemos consultado, B, dice que estuvo en ese final de campaña y nos contó que no sabían los candidatos cómo interrumpir el largo discurso del alcalde Enrique Tierno Galván, esperando a Felipe González, líder del partido.

     En 1986 se proyectó trasladar a la Casa de Campo los conciertos del Parque del Oeste, según dijo el primer teniente de alcalde, Juan Barranco[12].

     Años más tarde, uno de los cronistas musicales de La Movida, Diego Manrique, evocaba el 1 de mayo de 2005 la fiesta que acompañó a la Transición y consolidación democrática posterior a la muerte de Franco.

     En 2005 muchos marcaban distancias. También fue en esa época cuando comenzó el revisionismo de la Transición democrática, durante el primer mandato Zapatero.

     En el reportaje Alaska ya cita que debe hacer rectificaciones porque se aseveran cosas que fueron de otra manera, ni tan blanco ni tan negro. Que no estaba Madrid lleno solamente de punkis y nuevos románticos en época del alcalde Tierno Galván. Y que el respaldo de las instituciones públicas no llegó hasta 1984, ni siquiera hubo conciertos de repudio al golpe de Tejero, el 23 de febrero de 1981.

     Nos interesa, dentro de este buenísimo artículo de Manrique[13], las personas que pronto desaparecieron. Desde Canito, el batería de Tos, germen de Los Secretos, su líder Enrique Urquijo, los hermanos Haro Ibars, Eduardo Benavente, Poch, en la música. Costus o el galerista Fernando Vijande en artes plásticas. En el cine, el noctámbulo Felix Rotaeta, o en la moda, Manuel Piña.

     Antonio Vega hablaba del descubrimiento de la heroína. Moriría cuatro años después en 2009. Nada es inocuo.


     Y reseñamos las palabras de una de las cantantes de Peor Impossible, Rossy de Palma. En 2005 había llegado a los cuarenta, cuando ya no tenía que lidiar con el mundo. De Madrid decía que era hospitalaria, pero con corazón exigente y de hormigón. La época de cantante la recuerda pese a las penurias, volando, sin drogarse. Ensayos de día, trabajos de camarera en locales variopintos. En uno de ellos se cruzó con Pedro Almodóvar y apareció en los títulos de crédito de La Ley del deseo[14] como Rossy von Donna. Poco después fue bautizada de nuevo por Manuel Piña- con García Alix- como Rossy de Palma. Y luego empezaron los tópicos: que si rasgos picassianos, que si musa de la movida. A esto le dijo Rossy a Diego Manrique: La mayonesa es la única musa que hay. Incluso cronistas críticos con el felipismo como Jiménez Losantos o Tomás Cuesta[15] se rindieron al fenómeno de La Movida.

Rossy de Palma y Alberto García Alix. ABC_Copia de uso no comercial

     Recordamos finalmente a uno de los que mejor fotografió a Rossy de Palma, Alberto García Alix. Aparecen juntos en una reseña con fotografías de la sección gente de ABC el 20 de noviembre de 1988 con motivo de la inauguración de una exposición del fotógrafo Bajo la luz de las tapias, en la sala Moriarty. Rossy y Alberto contempla la foto de la nueva actriz de Almodóvar y musa de Peor Impossible. En la inauguración, Alaska y Carlos Berlanga[16].

Rossy de Palma_Museo Manuel Piña_Manzanares. BMRE




[2] ABC Madrid, 17 de mayo de 1985, página 17.

[3] ABC Madrid, 10 de mayo de 1985, página 36.

[10] ABC Madrid, 17 de mayo de 1985, página 73.

[11] ABC Madrid, 17 de mayo de 1985, página 41

[12] ABC Madrid, 18 de mayo de 1985, página 33.

[15] ABC Madrid, 15 de julio de 1985, página 82. Reseña sobre Peor Impossible.

[16] ABC Madrid, 20 de noviembre de 1988, página 146.

La mujer en la evolución humana

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