Cultura y sociedad

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Los inicios de Luis Buñuel

 

     

Luis Buñuel. ABC



     En sus inicios, Luis Buñuel tuvo que luchar por conseguir financiación para sus proyectos. Intentar ser independiente de su familia, que le prestaba dinero. De las cartas que envió a Pepín Bello conocemos que intentó entrar en contacto con Ignacio Sánchez Mejías, polifacético hombre del 27, para que colaborara en sus proyectos. 
     Se incluye una carta de verano de 1927, extractos de otras en las que se refiere a Sánchez Mejías, con los cambios de actitud y de humor de Luis Buñuel al asumir la realidad de sus deseos.

          [Agosto de 1927]

     Queridísimo Pepín:

Recibí tu carta.

Enhorabuena por tu empleo.

Sigo de “assistant” en la “Sirene des tropiques”.

Trabajo diez horas al día

Descuido mi libro, por falta de tiempo.

Tengo pensados dos “scenarios” estupendos.

Pero no tengo tiempo de escribirlos.

En primavera haré un film en Grecia.

Para este invierno en España:

Proyecto con Ramón.

Proyecto con Sánchez Mejías (muy en secreto).

Josefina Baker en vez de culo tiene un émbolo.

Mi “metteur en scene” se parece mucho, oral y materialmente, a D. Ricardo de Orueta.

Dalí me escribe cartas asquerosas.

Es un asqueroso.

Y Federico dos asquerosos.

Uno por ser de Asquerosa y otro porque es un asqueroso.

He visto dos veces en el Domo a tu diplomático-ingeniero.

¡¡Qué feo es!!

Y lo malo es que él se lo cree.

Espero respuesta del simpático Mejías.

Si se arregla el asunto te lo diré.

Por el momento¡¡¡secreto!!!

     Problema

X2+2x-x=3b, 3b=x, x= yo y tú

Te enviaré fotos del film.

Escribe.

El polismo dramático ha quedado magistral.

Cuéntame tu vida en Sevilla.

Pero ¡¡vuelve a Madrid!!

Me acuerdo de las mañanitas de Madrid y del Prado.

     ABRAZOS

                  BUÑUEL

Me gustaría leerte trozos del libro.

Son de tu gusto.[i]

     [Una leve aclaración: Asquerosa era el nombre que con anterioridad había tenido Valderrubio. García Lorca había nacido en Fuente Vaqueros, pero había tenido una especial relación con Valderrubio en su infancia y juventud. Buñuel juega así con el topónimo.]

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     [Esta segunda carta ya se extracta para ir al asunto de la búsqueda de financiación/colaboración de Buñuel en la persona de Ignacio Sánchez Mejías]

     París, 5 de septiembre de 1927

     Queridísimo Pepín:

     … Dime las señas fijas de Sánchez Mejías. No sé si habrá recibido mi carta. ¡Pepín! Sé muy prudente con él porque podría fracasar mi asunto. Lo mejor es que no te des por enterado de que le he escrito. Si acepta mis proposiciones, el film podría ser de mucho éxito. Le dirigí mi carta al «Club Joselito», Sevilla.

     Y «ya etá» y ya con eto y con un adiós y un abrazo.

                                                            LUIS


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     [Extracto de la carta enviada por Luis Buñuel a Pepín Bello]

     París, 8 de noviembre de 1927

     Querido Pepín:

     He recibido tus dos cartas. Como ves te contesto en seguida que me pides en tu última una respuesta inmediata…

     … Sánchez Mejías se ha portado muy mal. No me ha contestado a mis cartas. No le digas nada. Ya no lo necesito.

     El yerno de Sota de Bilbao me ha escrito para que le haga una película y me ha enviado la obra de teatro que hay que adaptar. Con mi honradez le escribí diciéndole que tiene que arreglarla y transformarla bastante…[ii]


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Tierra sin pan, Las Hurdes


    De las cartas de Buñuel a Pepín Bello se desprende los diferentes puntos de vista y los egos entre los amigos y miembros de la Residencia de Estudiantes, que Bello conocía. Especialmente Buñuel, que se quejaba del éxito de la poesía popular de Alberti y García Lorca, de la inicial amistad de Lorca y Dalí, de sus reconciliaciones, de Juan Ramón Jiménez, de los que no eran surrealistas, etc. ...

    Ignacio Sánchez Mejías no debió tomar muy en serio los proyectos iniciales de Buñuel. Por las fechas de las cartas del cineasta, debía estar más ocupado, o preocupado, con los literatos que preparaban los actos fundacionales de la generación del 27 en diciembre en Sevilla, ejerciendo de mantenedor y cicerone en esos días en los que los jóvenes poetas viajaron en tren y navegaron por el Guadalquivir.

    Finalmente, entre los préstamos maternos/paternos y la asociación con Ricardo Urgoiti Somovilla, Luis Buñuel pudo mantener su vida de cineasta, mucho más lenta en afianzarse tras el éxito inicial de Un perro andaluz (1929) y la polémica de Tierra sin pan (Las Hurdes), 1933, que molestó al gobierno republicano.

     Según Román Gubern, Urgoiti creó en Madrid, a finales de 1929, el estudio de grabación sonora de películas Filmófono mediante dos discos gramofónicos sincrónicos con la cinta. En agosto del 1931 crea una empresa con el mismo nombre de importación y distribución de películas. Para potenciar sus títulos menos populares crea al Cine-Club Proa-Filmófono cuya dirección confía a Luis Buñuel. En 1935, adquiere una cadena de cines en Madrid, en el intento de extender su negocio en todas las fases de la creación y exhibición cinematográfica, siguiendo la sugerencia de Buñuel, que aportó una cantidad de dinero que le facilitó su madre para ser productor ejecutivo de la empresa[iii].

    Cada 29 de julio, 42 años en 2025, se recuerda que falleció Luis Buñuel, uno de los grandes genios del cine. Sus restos fueron incinerados y homenajeados en tierra mexicana con el dolor de Silvia Pinal (El ángel exterminador, 1962) o Roberto Cobo (Los olvidados, 1950), intérpretes de alguna de sus películas. En España, su pérdida fue sentida de forma especial por Fernando Rey, quien había trabajado en Viridiana, Tristana y El discreto encanto de la burguesía. A Salvador Dalí no le informaron de su muerte. Las autoridades políticas españolas mostraron su pesar: Javier Solana, ministro de Cultura, o Pilar Miró, directora general de Cinematografía. 

     Directores como Mario Camus o Manuel Gutiérrez Aragón se sumaron a las condolencias unánimes: Buñuel, como Picasso o Lorca, son seres que no pertenecen al cine, la pintura o la poesía. Pertenecen a la cultura. Es como si se hubiese muerto un pariente próximo.



ABC recuerda a Buñuel en 1983




[i] Se va a utilizar las cartas que envió Luis Buñuel a Pepín Bello que se recogen en el libro de David Castillo y Marc Sardá Conversaciones con José «Pepín» Bello. Anagrama, Barcelona, 2007. Archivo Museo Sánchez Mejías (3-11-2022, 20-3-2023 y 14-7-2023). Estas cartas ya aparecían Buñuel, Lorca, Dalí, el enigma sin fin, de Agustín Sánchez Vidal (Planeta, 1988) y Dalí residente, de Rafael Santos Torroella (Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 1992).

[ii] Esta carta la encontré en la citada Buñuel, Lorca, Dalí, el enigma sin fin.

[iii] GUBERN, R.: Proyector de Luna. La generación del 27 y el cine. Anagrama. Barcelona. 1999.


29-07-2025 21:48  Actualizado 30-07-2025 12:51

Como buen aventurero...

 

Previa del estreno de Las calles de Cádiz

Latas de sardinas. Wikipedia
       La retina nos permite grabar imágenes en nuestra memoria que permanecen en el tiempo de forma duradera.

    Uno de esos recuerdos viene, hoy, a nuestro repositorio mental de imágenes selectivas, de los álbumes fotográficos de la familia Sánchez Mejías. ¿Por qué hoy?

      Leyendo a Paulina Fariza, a José Javier León, a Gerardo Diego. Por partes….

     A Paulina Fariza le recomendaron, Gibson y José Javier León, que fuera a consultar al recientemente abierto, 2018, Archivo MuseoSánchez Mejías, porque estaba buscando documentación para su biografía sobre Encarnación López, Argentinita, y su larga relación profesional y personal con Ignacio Sánchez Mejías; y, también, por su estrecha relación amistosa y artística con Federico García Lorca, desde el canto y la danza a compartir el apadrinamiento de un bautizo que causó el trato familiar de comadre y compadre

     Fariza cuenta que en ese primer momento no encontró nada en el archivo. Pero más tarde llegaron al archivo tanto su publicación como las de Gibson, José Javier León y las obras completas de Gerardo Diego, donde se completaba ese mundo del espectáculo, gracias a los buenos oficios de Gloria, la coordinadora de museos de Manzanares. En el Archivo familiar era difícil, con anterioridad, encontrar datos de Argentinita.

Argentinita. Museo Julio Romero de Torres

     Pero hay personajes en ese Archivo que hacen de nexo con la famosa bailarina y que se desprende por su participación como el perejil que acompaña toda buena comida. En el archivo fotográfico, además del torero intelectual Ignacio Sánchez Mejías practicando múltiples habilidades, destaca la presencia de Rafael Gómez Ortega en distintas fases de su vida y dedicación. Nada extraño. Era hermano de Dolores y José Gómez Ortega, los Gallos. Rafael Gómez fue Gallito, después Gallo, y, finalmente, el Divino Calvo. Y cuñado de Sánchez Mejías.

Espárragos cojonudos. Flickr.

    ¿Qué nos sorprendió? La gran presencia fotográfica de José Bello Lasierra, conocido por todos como Pepín Bello. Pasó largas temporadas en la finca Pino Montano, gozando de la hospitalidad de la familia Sánchez Mejías Gómez y, al mismo tiempo, participó en los viajes por la provincia de Cádiz de Argentinita y Sánchez Mejías cuando estaban buscando cantantes y bailarines para Las Calles de Cádiz. Al menos así lo refiere Paulina Fariza en su biografía de Argentinita. Cita como fuente en primer lugar a María Teresa León y su Memoria de la melancolía. María Teresa acompañaba a su pareja, el portuense Rafael Alberti, en la búsqueda de bailaores y cantaores puros, no maleados por la ópera flamenca, llamada así en Madrid por los puristas, según contaba el propio Alberti en La Arboleda Perdida. María Teresa León dice que Ignacio miraba fijo a los artistas y decidía luego… Y según Alberti, ningún gitano se resistía a las proposiciones artísticas de Sánchez Mejías.

     Una segunda fuente de información fue el escenógrafo Santiago Ontañón. Fariza cuenta que acompañaban a Argentinita y Sánchez Mejías, Federico García Lorca. A ellos se podía añadir Pepín Bello y Eduardo Ugarte, colega del poeta granadino en La Barraca.

     Y consideramos que es fiable esta información de Ontañón por la colaboración de este escenógrafo y decorador en La Barraca en las obras La cueva de Salamanca y La tierra de Alvargonzález. No fue extraña la colaboración de pintores, decoradores y figurinistas en La Barraca. Era el caso de alguno de los participantes en la Exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos de 1925, como Norah Borges y Benjamín Palencia.

     Fariza nos cuenta que el papel de Sánchez Mejías en La Compañía de Bailes Españoles de Argentinita no era público. Se comportaba con discreción. Pero su importancia era clara. José Javier León publicó en El duende, hallazgo y cliché una tarjeta enviada por Eduardo Ugarte, el codirector de La Barraca con Lorca, que dirigía al señor don Ignacio Sánchez Mejías, al que denomina director de la Compañía de Bailes Españoles de Argentinita. Esta tarjeta quedó guardada en la casa de la bailarina.

     Y testimonio de esa colaboración la encontramos también en la biografía de Amorós en Ignacio Sánchez Mejías, el hombre de la edad de plata, biografía del intelectual y torero.

     Gracias a las biografías de Pepín Bello, pero también a su longevidad, sabemos que en los últimos instantes del torero, cuando Argentinita no podía pasar al sanatorio madrileño, una de las personas con las que tuvo contacto fue Pepín. Sí, el entrañable José Bello Lasierra, al que se atribuye la creación de los anaglifos e inspirador de algunas escenas de El perro andaluz de Luis Buñuel.

     De su carácter amistoso da muestra el viaje que hizo a Venecia con el abogado Antonio Garrigues Walker. El abogado contaba en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, número 69, en 2008, que había heredado la amistad con Pepín de su padre. Los dos fueron centenarios, Pepín y Garrigues padre, y el hijo disfrutó de un ser divertido que juzgaba con capacidad de análisis a todos los mitificados y desmitificados. Viajaron en coche a Venecia y durante ese viaje Garrigues Walker conoció al amigo de su padre. Él los había oído hablar de poesía. Les encantaba recitar un poema de Jorge Guillén: “Como buen aventurero, / cuando muera, /quiero saber que me muero”. Poema que se leyó en el entierro de Antonio Garrigues Díaz-Cañabate.

     Y le fascinó su predilección por las latas de conserva. Por ese sabor exquisito de una sardina o un espárrago de lata… Cuando le regalaban espárragos naturales, los tiraba. Genio y figura.

      Y todo esto por leer a Fariza, a León, a Diego, que estás en los cielos, por la altura y por lo cierto.

De Madrid a Venecia en coche. Kellbillet.

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     Para saber más:

     —Boletín ILE, 68, 2008. 

    - Sáenz de la Calzada, Luis.: (1976) La Barraca. Federico García Lorca y su teatro universitario. Revista de Occidente. Madrid.

     En el Archivo Museo Sánchez Mejías:

       Fariza Guttman, P.: (2020): La vida encontrada de Encarnación López “La Argentinita”. Bala perdida. Madrid. (reseña entre 21-10-23 y 28-5-24).

       León, José Javier.: (2020) La sangre derramada: ecos de la tauromaquia de Sánchez Mejías en García Lorca. El pase de la muerte. Athenaia. Sevilla. (reseña 21/10/23).

       Alberti, R.: (2005) La arboleda perdida. El País. Madrid.

       Diego, Gerardo.: (2000) Obras completas, tomo VIII. Edición de José Luis Bernal. “El teatro musical de Federico García Lorca”, El imparcial, 16-04-1933. (reseña 18-07-23).

       Castillo, David.: (2007). Conversaciones con José “Pepín” Bello. Anagrama. Barcelona.

       Archivo fotográfico visualizado en el verano de 2022.

Hojas de Poesía

    

Portada de Hojas de Poesía, enero 1935.

     Hojas de Poesía
fue una revista literaria efímera que se editó en Sevilla en 1935. Su importancia radica en constituir una de las escasas labores literarias— editar una revista— de José Bello Lasierra, último testigo de la generación del 27, interno en la Residencia de Estudiantes
y amigo de las tres personas más famosas de la edad de plata: Luis Buñuel, Federico García Lorca y Salvador Dalí.

     Hojas de Poesía publicó dos números en su primera y única época, más un suplemento adicional que ya no guardaba relación con la literatura sino con la ordenación urbanística de Sevilla, La ciudad funcional

     En su primer número había colaboraciones de Benjamín Jarnés, Francisco Pachón, Porlán y Merlo, Jorge Guillén, Adriano del Valle, Rojas Marcos y un soneto de Fernando Villalón, de 1927, dedicado a del Valle: Epígono cantor hijo del viento… Jorge Guillén publicaba tres poesías: Amplitud, Frío y Fragmento de un poema. En la última página, en la sección Corte y Cortijo, una declaración de intenciones: ámbitos amplios, con paisajes de todos los lugares y de todos los tiempos.

     El primer número se publicó en enero y el segundo en abril. En el segundo, con mayores pretensiones, publicó Ramón Gómez de la Serna Escalas de piano, salvadoras. Comenzaba con Muerte es número de descomposición que exceda al número de cohesión. Y acababa con Viven las notas, con descubrimiento de veredas adolescentes, confiesan los primeros pecados de una vida que comienza, dan fuerzas a la misma casa de vecindad en que suenan.

     Se incluía en la página 3 una colaboración de Marinetti, autor del manifiesto futurista e ideólogo del fascismo, con el título Los negocios del primer puerto mediterráneo: Génova, que contrastaba con un texto de Ignacio Sánchez Mejías,  facilitado por Pepín Bello, titulado El torero y el toro, con un diálogo sobre la muerte, en este caso del toro, y los dilemas de torero y toro, con un coro, el público, opinando.

Hojas de Poesía, extracto página 3

 

     La bonhomía de Pepín Bello y su carácter afable casó bien con otro personaje con don de gentes, Sánchez Mejías. Se cuenta que Alberti hizo de intermediario haciendo pasar a Bello de catedrático de matemáticas, pidiendo el diestro una recomendación para el hijo del crítico taurino Corrochano, y resolviendo el entuerto con un fingido enfado de Ignacio, que acabó abrazando a un asustado Pepín. Todo esto según uno de los biógrafos del aragonés, Martín Otín.

     Sobre los biógrafos más conocidos de Pepín Bello y la construcción del personaje, el que fuera director de la Residencia de Estudiantes entre 1988 y 2004, José García Velasco, hizo matizaciones sobre las dos biografías. La bien escrita de Martín Otín cometía, comete, el disparate de relacionar a Bello con el fundador del fascismo hispano, Primo de Rivera, teniendo, por otra parte, en cuenta la información valiosa que aporta el conjunto de la obra. Simplemente por el propio carácter de Pepín. Y en cuanto a la biografía de Sardá y Castillo, se observan anacronismos expresivos o de valoración sobre, por ejemplo, Besteiro y Negrín, positiva y negativa respectivamente. Casaban mal con su persona y educación, que recibió favorablemente el intento democrático de los años treinta, pero que sufrió la pérdida de su hermano Manuel y de García Lorca, en bandos distintos. Y fue consciente de la radicalidad en que se cayó. Por lo que solía ser menos comprometido políticamente, más en la línea de Moreno Villa o Jiménez Fraud.

     Volviendo a Hojas de Poesía n.º 2, había una pequeña colaboración de Pedro Garfias: Tu voz al silencio unida, /río de una sola orilla, / azul veta de las sombras azules, /sonda sonora/ …

   En la contraportada, con sordina, se hacía eco de las críticas recibidas y de los cambios en el comité editor. Se quejaban de la poca gente que se ofrecía a la revista; de lo poco que les había gustado Litle Woman (Mujercitas), película de Cukor sobre la obra de Alcott. Y aclaraban todo sobre el donante del diálogo torero-toro de Sánchez Mejías. 

     Con humor remataban con una retractación. Eugenio D'Ors no había muerto, pero moriría, como todos. Parece que lo deseaban; en contraste, consideraban a Antonio Machado más simpático y de vida más ejemplar. 

     Hojas de poesía tenía un precio por ejemplar de 50 céntimos en su primer número y 75 en el segundo; su administración se ubicaba en la sevillana calle de Placentines, 28 y 30, y fue impresa en la GENS. 

     1935 fue un año convulso, tras el levantamiento de octubre del 34: Remodelación ministerial en enero del 35, fusilamiento de uno de los militares (Sargento Vázquez) implicados en los sucesos, la conmutación de penas de otros implicados (marzo 1935), que ocasionó disensiones en el gobierno de derechas con la dimisión de los ministros de la CEDA; el caso del estraperlo que afectó a los radicales de Lerroux, etcétera…


     Para saber más:

     —Revista Residencia, segunda época. 2008

     —Revista Hojas de Poesía, 1935.

     —CASTILLO, D. y SARDA, M: Conversaciones con José 'Pepín' Bello. Anagrama. Barcelona. 2007. 229 páginas. Consultado en Archivo Museo Ignacio Sánchez Mejías el 3-11-2022.

     —MARTÍN OTÍN, J. A.: La desesperación del té (27 veces Pepín Bello). Pre-textos. Valencia. 2008. 315 páginas.

  

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