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Fuente de la Foncalada. Oviedo. bmre. |
Uno de los monumentos de Oviedo y del reino prerrománico de Asturias que forma parte de la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco es
la fuente de La Foncalada[1]. Es una obra de ingeniería
hidráulica distinta, por su función civil, de los edificios relacionados con el poder
político y religioso como son las iglesias de Santa María del Naranco, San Miguel
de Lillo, Santa Cristina de Lena, San Julián de los Prados o la Cámara Santa de
la catedral de San Salvador.
Durante la edad Moderna, sólo dos
cronistas asturianos mencionan La Foncalada. Ambrosio de Morales alude a su
cruz del frontis y su leyenda, que atribuye a Alfonso III (848-910). El padre
Carballo sobre este parecer dice que no es Alfonso III, sino Ordoño II
(871-924) quien hizo esa labor, que no justifica.
En época contemporánea, Caveda y Nava la
menciona por el caudal y la calidad de las aguas, pero no por el arte con que
fue construida. Su estado material hacía que no fuese considerado un monumento.
A finales del XIX, el profesor Canella se fija en su aspecto monumental y se
queja de la mala atención del municipio y su deterioro. Fortunato de Selgas,
1908, hablaba de la calzada que desde la ciudad se dirigía a la fuente pasando
por el palacio de Alfonso III. Tolivar Faes la sitúa como final de la
calle Gascona hasta Foncalada[2].
El diseño de la Fuente de la Foncalada
responde a un sistema proporcional de raigambre clásica con fuentes en las
matemáticas pitagórica y euclídea, y su desarrollo en las ideas de Platón y
Aristóteles. Estos preceptos fueron sistematizados por Vitrubio en el siglo I;
preceptos que tuvieron gran influencia en la Antigüedad y en la Edad Media. En
general se utilizan relaciones proporcionales sencillas, como las existentes
entre los lados del cuadrado. Algunas veces, en las zonas de mayor resalte
estético se utilizan recursos geométricos más complejos como el triángulo
perfecto, aritmético o de Pitágoras[3].
La doctrina actual tiende a ubicar la
fuente en el reinado de Alfonso II e incluso se ha conjeturado con un origen
romano. Las excavaciones arqueológicas de los años noventa del siglo XX
exhumaron parte del estanque y del canal de edificación, rescatando su antigua
monumentalidad.
La mayoría de la epigrafía del monumento
que se ha conservado es ilegible por la sustitución de sillares y por el
desgaste de las piedras.
Entre el hastial y el arco se ha podido
reconstruir los siguientes textos:
-
Hilada
3, “Por este signo es protegido el piadoso. Por este signo es vencido el
enemigo”.
-
Hilada
4, “Pon, Señor, el signo de la salvación en esta fuente, para que nos permitas
que entre el ángel golpeador”
A los lados del arco, el orden de lectura
era/es de arriba abajo, primero por el lado de la jamba A (izquierda, mirada
frontal, monumento), y luego por la B (derecha, mirada frontal). En A se grabó
desde la hilada quinta a decimocuarta; en B, desde la quinta hasta la decimosexta,
descartando la anterior.
El texto ensalza el poder del agua y su
valor como instrumento de la providencia divina. La idea era que el lustre que
se daba a la fuente sirviera de refuerzo a la ideología que animaba el reino
asturiano con el trasunto del paso del Mar Rojo por los seguidores de Moisés y
el trágico ahogamiento de los egipcios, comparados aquí con los musulmanes:
“Santificada seas por la palabra de Dios,
ola celeste; santificada seas, agua
hollada
por las plantas de Cristo; los montes que te ciñen no te encierran;
los
escollos que te golpean no te quiebran; extendida por las tierras, no te
extingues.
Tú sostienes la tierra firme, soportas el peso de los montes, y no te
hundes.
Esparcida por todo en torno tuyo, te abarca el vértice de los cielos;
lavas
todas las cosas y no eres lavada. Endurecida en forma de hielo, tú te
comprimes
para el pueblo fugitivo de los hebreos. Por el contrario, disuelta
en
torbellinos salados, pierdes a los habitantes del Nilo y persigues a la tropa
enemiga
con un mar alborotado. Eres única e igualmente salvación de los
fieles
y castigo para los culpables. La peña golpeada por Moisés te expulsó
y,
aunque estabas retirada, no pudiste mantenerte oculta en las rocas, ya que
saliste
obligada por el mandato de la Majestad. Transportada por las nubes,
tú
fecundas los campos con la grata lluvia”
Da la impresión de que la fuente fue
sacralizada para el rito cristiano y que su corriente ya era utilizada desde
antiguo, puede que con la creencia de su valor medicinal. Las alusiones
bíblicas, como se ha mencionado, se orientan a la legitimación de la ideología
del reino asturiano, empeñado en su defensa frente los poderes andalusíes. En
los textos influyen obras litúrgicas, como Ordines, del periodo asturiano, y el
Liber Ordinum Episcopalis, de rito mozárabe, que ha ayudado a reconstruir el
texto[4].
El reino asturiano alcanzó su época de
mayor esplendor durante los reinados de Alfonso II (791-842), Ramiro I
(842-850) y Alfonso III (866-910). Este último fue clave en la construcción del
discurso legitimador que establecía una conexión simbólica entre el reino
asturiano y el desaparecido reino visigodo. El arte asturiano es un arte de la
Tardoantigüedad[5].
Otros autores retrasan a Alfonso II el
programa político del reino, utilizando en Oviedo la constitución política de
los visigodos y su organización eclesiástica. En el preámbulo de la dotación
que el rey hace a la Iglesia del Salvador en 812 se consagra este programa que
enlaza la pérdida del reino godo del siglo anterior con la nueva monarquía
asturiana. No se restablece la organización visigoda. Se habla únicamente de
continuidad entre los reinos, aunque en la práctica sea un reino que surge de
uno de los focos de resistencia[6].
El Comité del Patrimonio Mundial de la
Unesco declaró la Arquitectura Prerrománica Asturiana como Patrimonio Cultural
de la Humanidad en su sesión del día 6 de diciembre de 1985. España se había
adherido a la Convención del Patrimonio Mundial el 4 de mayo de 1982 mediante
el procedimiento de Aceptación. Desde ese momento, la Administración española
se encargó de poner en funcionamiento un mecanismo reglado para la admisión y
presentación de candidaturas al Comité del Patrimonio Mundial[7].
[2] BORGE
CORDOVILLA, F. J.: Sobre los accesos y entorno de Foncalada. En Boletín
del Real Instituto de Estudios Asturianos. Número 142. Oviedo.
Julio-diciembre 1993. Páginas 196-216.
[3] BORGE
CORDOVILLA, F. J.: La fuente de la Foncalada (Oviedo): Aplicaciones de
métodos gráficos en infográficos de análisis compositivo y metrológico a la
formulación de Anastilosis Virtual del Monumento. En Virtual Archeology
Review, Volumen 2 número 3. Abril, 2011. Páginas 165-168.
[4] VALDÉS
GALLEGO, J. A.: Los textos inscritos
en la Foncalada de Oviedo. En Medievalismo, 28, 2018, páginas
319-336.
[5]
MONTEIRA, I., ALEGRE, E., PAULINO, E. y VALLEJO, A.: Arte cristiano y arte
islámico en época medieval (siglos III a XII). Editorial Universitaria
Ramón Areces. Madrid. 2019. Páginas 272-273.
[6] AGUADÉ,
S.: Consolidación de la resistencia cristiana. En Historia de España
de la Edad Media, obra coordinada por ÁLVAREZ, V. A. Ariel. Barcelona.
2002-2011. Páginas 97-122.
[7] GARCÍA,
M.V., SOTO, V., y MARTÍNEZ, J.: El estudio del Patrimonio Cultural.
Editorial Universitaria Ramón Areces. Madrid. 2017. Página 259.
18-9-2025 20:00