Cultura y sociedad

Presencia de Ignacio_1

     Publicado 13-12-2024 5:06

Gardel y Samitier. Fuente: Diario Clarín


     También Carlos Gardel y el tango, los médicos uruguayos que empezaron a salvarme la vida, los futbolistas españoles con los que hice el viaje y salí a las canchas bonaerenses. E Ignacio Sánchez Mejías, Rey Pastor..., así evocaba Gerardo Diego a su amigo torero cuando recogió el Premio Cervantes, casi con un pie en el estribo, con las ansias de la muerte... como la última dedicatoria cervantina. 


         
     Felicito a usted por su publicación, hasta por el pudor de no vender por unos reales el derecho de hablar de sus sentimientos, y crea que me ha producido todos los buenos efectos que un libro puede producir salvo el de sorpresa, ya que algo conocía de Ud. y conocía sobre todo a Ud. mismo
     A José del Río que recibí las fotografías con el intermedio de Sánchez Mejías...José María de Cossío conocía a Ignacio Sánchez Mejías, tal vez de su época de banderillero de los Gallo y de su época de miembro de la cuadrilla, compartiendo el kilométrico ferroviario. La carta, desde Tudanca, 9-08-1920.
Kilométrico de Joselito en Tudanca con Cossío. Fuente: Toro Cultura

     
     Los dos actos celebrados en los días 16 y 17 en la sociedad de Amigos del País, organizados por el Ateneo y patrocinados y pródigamente costeados por Ignacio Sánchez Mejías, fueron memorables ciertamente para cuantos actuamos o escucharon lo que allí se proclamó... Cuando fue el cincuentenario de los actos fundacionales de la generación del 27, Diego seguía aseverando la prodigalidad de Ignacio, con motivo de una edición facsímil de Carmen y Lola, a las que tanto queremos. 
Lola. Foto: autor

     En una de sus suites líricas Federico García Lorca canta casos y cosas de la selva de los relojes. "Fondos de tic-tac/ racimos de campanas, y, bajo la hora múltiple/ constelaciones de péndulos". Su terrible "A las cinco de la tarde" del "llanto por Ignacio Sánchez Mejías" no fue invención de Lorca, porque ya venía utilizándose como contraste de precisión de los poemas ultraístas y creacionistas, pero sí certera obsesión escogida para atemorizar oyentes y lectores impresionables... Diego ahondaba en los insondables relojes de las cinco que se visualizan en el patio de la Casa Malpica, terribles como dice Lorca, terribles como los sentía Gerardo Diego en 1954, por estas fechas de diciembre... frías, pero con el recuerdo caluroso del frío sevillano.

     También me parece oportuno recordar que la celebración sevillana de otros actos del centenario, si se pudo realizar con el esplendor y las muy sonoras campanadas que repercutirían en pocos años por todo el universo mundo de la lengua y la poesía española, se hizo gracias a Cossío... con su arte y "aquel" para aunar aficiones, estamentos y voluntades, fue el que presentó mutuamente a toreros y poetas y singularmente a Ignacio Sánchez Mejías... Volviendo al origen, atribuyendo la impronta de Cossío en el comienzo de la relación entre los poetas y el toreo, pasión popular entonces y poetas amantes de lo popular, en el recuerdo por la pérdida del intelectual autor de las Fábulas mitológicas en España y la enciclopedia de Los Toros.
Entrega de premio Cervantes a Gerardo Diego

     Santander, 6 de julio de 1925
     Querido José María: ¿cómo va ese pie? El día de Santiago habrás visto que torea Belmonte con Marcial y Algabeño. Te espero. El 19 torea Ignacio en Santoña. Es fácil que me anime a ir. No he estado nunca en Santoña.
     Cumplí los encargos. Te adjunto el recibo del sindicato y las cuartillas sobre Gracián... He hecho esas décimas para Litoral, la revista del mar que hacen en Málaga...
     ... Escríbeme. Un abrazo cariñoso de 
                                                                  Gerardo

     Esta carta resume parte de lo que fue la vida intelectual hace cien años con sus pasiones taurinas, amantes del fútbol como novedad, pero, al mismo tiempo, pendientes de los trabajos de Gracián y las publicaciones en revistas de vanguardia. Descansados, ya, leyendo parte de Presencia de Ignacio:
     
... Como lo que eras, Ignacio,
como lo que eras y eres,
gloria y pelea de hombres,
cuchillo de las mujeres...

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     Para saber más:
     -Diego, G.: Obras Completas. Poesía y Prosa. Tomos II y VIII. Alfaguara. Madrid. 2000. Reseñas 31-05 y 1-06-2024 Archivo Museo Sánchez Mejías.
     -Cossío, J. M. y Diego, G.: Epistolario. Nuevas claves de la Generación del 27. Ediciones la Universidad y F.C.E. Gobierno de Cantabria. Alcalá de Henares. 1996.


Tutankamón en la Residencia de Estudiantes_2

     El 4 de diciembre de 1924, Jiménez Fraud escribía al duque de Alba, comentándole que estaba ultimando los detalles con Palomares y Jorge Silvela para una conferencia popular que tendría lugar en el Real Cinema el 14 de diciembre a las once de la mañana. Añadía que no había sido posible otra cosa, pero que, así, les daría tiempo a prepararlo bien. Había convenido la elaboración de una introducción a la conferencia con Sánchez Rivero. 
     Otro de sus colaboradores, Mélida, esperaría a después del 14 citado para tener copia de las proyecciones de Carter.
Presentación de Carter por el Duque de Alba en la Residencia de Estudiantes


     Recordemos. En noviembre de 1924, el comité Hispano-Inglés invitó al arqueólogo Howard Carter a dar conferencias en la Residencia de Estudiantes, como comentamos en el primer capítulo de este tema. Como dijimos, Carter había descubierto dos años antes la tumba del faraón Tutankamón. Hubo tal interés que decidieron organizar un acto posterior en un cine de Madrid que sería presentada por Manuel Machado sobre un texto de Ángel Sánchez Rivero, especialista en Egipto Antiguo.     
*
          Carter donó un material, proyecciones sobre el descubrimiento de la tumba, al Comité, que fue copiado y divulgado en 68 centros de toda España. En una carta dirigida a Antonio Ballesteros el 18 de febrero de 1925, Jiménez Fraud les avisaba que este material llegaría a la Universidad Popular Segoviana en marzo de ese mismo año. La proyección se realizó en el Teatro Cervantes de Segovia el 25-06-1925, con gran éxito.
     En esa misma fecha, el director de la Residencia de Estudiantes, volvía a escribir al Duque de Alba, presidente del Comité Hispano-Inglés, con la idea de enviar las proyecciones a la América española, previamente contactando con embajadores y ministros de repúblicas hispanoamericanas. Era necesaria una mínima logística a través del Ministerio de Instrucción Pública de España con sus homólogos sudamericanos para una mejor preservación del material que se enviara. Y siempre con la autorización del egiptólogo Carter. 
    La Residencia de Señoritas dirigida por María de Maeztu recibió un aviso por escrito en el que se decía que las señoritas que tengan interés en asistir a la conferencia que Mr. Carter dará mañana miércoles a las seis de la tarde en el Teatro Fontalba, deberán apuntarse en Secretaría mañana por la mañana, miércoles, antes de las doce. (Madrid 25-11-1924). 
     Era la segunda conferencia a la inicial en la Residencia de Estudiantes y anterior a la proyección que presentaría Manuel Machado.
     En el prólogo de Tutankhamón Howard Carter en España. El duque de Alba y las conferencias del egiptólogo en Madrid, de Myriam Seco y Javier Martínez, Zahi Hawas, el egiptólogo que vemos en muchos documentales, sobreviviente de distintas épocas en Egipto moderno, rememora a Carter y sus cuatro visitas a España, con el auge del Antiguo Egipto en España y en el mundo. Vino en 1924 y 1928. Hawas fue también a Madrid a dar conferencias y conoció a la duquesa Cayetana de Alba, hija del amigo de Carter. La conferencia fue impartida en el mismo lugar inicial, la Residencia de Estudiantes. Al igual que Carter fue recibido por Alfonso XIII, Hawas tuvo de oyente a la Reina Sofía. 
     Hawas considera que Carter hizo un buen trabajo con los objetos obtenidos con el descubrimiento, 5.398. Su casa de reposo en Egipto se convirtió en museo en su recuerdo.
     Actualmente, se considera que el faraón descubierto por Carter murió de una caída. El agujero que se observaba en su cabeza no obedecía a un asesinato. Al contrario, era el orificio por el que se introducía el líquido de embalsamamiento para su momificación. Era, además, un enfermo con un pie roto, plano y enfermo de malaria.
     Gracias al ADN, se sabe que otro esqueleto que se encontró, KV 55, pertenece a su padre, Akenatón, el de la herejía monoteísta de Amarna.
     Manuel Pimentel, director de Almuzara y Arqueomanía, cuenta que durante el viaje de novios del duque de Alba fueron a Egipto y visitaron las, en ese momento, infructuosas excavaciones de Carter. De allí surgió la amistad entre el duque y Carter.

     La famosa película La momia, de 1932, dirigida Karl Freund y protagonizada por Boris Karloff, dio origen a una saga de aventuras y miedo a la muerte que ha llegado hasta nuestros días. Y es fiel reflejo de la afición y fascinación por el Antiguo Egipto.
     Finalmente, recordamos que las vísceras se guardaban en vasos canopos para volver a reunir el cuerpo en otra vida. El Antiguo Egipto elaboró la primera y más elaborada cultura de la muerte de la antigüedad hasta la llegada del mundo grecorromano y las religiones monoteistas.
Vaso Canopo encontrado en Málaga. Dinastía XXVI, 665-525 a. C. MAN.

      
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     JIMÉNEZ FRAUD, A.: Epistolario IFundación Unicaja y Residencia de Estudiantes. Madrid. 2018. Consultado octubre-noviembre 2022 en sala biblioteca Archivo Museo Sánchez Mejías. :Carta de 4 de diciembre de 1924, duque de Alba;  Carta de 19 de enero de 1925, Antonio Ballesteros; Carta de 18 de febrero de 1925, Antonio Ballesteros; Carta de 25 de junio de 1925, duque de Alba; Carta de 18 de noviembre de 1925, J. B. Trend; Carta de 18 de diciembre de 1925, J. B. Trend. 
        - SECO, M. Y MARTÍNEZ, J.:Tutankhamón Howard Carter en España. El duque de Alba y las conferencias del egiptólogo en Madrid. Almuzara. 2022. Prólogo de Zahi Hawas e introducción de Manuel Pimentel. Edición kindle. *La foto de la carta de Jiménez Fraud es una captura del libro de M. Seco y J. Martínez editado por Almuzara.






      

Tutankamón en la Residencia de Estudiantes_1

      Este texto fue publicado el 5-11-2022 a las 19:55.

Residencia de Estudiantes. Wikimedia.

      El duque se dirigió al respetable público:

     Es esta la primera manifestación pública de Comité Hispano-inglés que tengo el honor de presidir. Nuestro comité— como sabéis— tiene por objeto estrechar las relaciones intelectuales, artísticas y científicas entre ambos países y las de amistad, afortunadamente ya existentes, y que no pueden por menos de fortalecerse con este intercambio intelectual…”

     La expectación era máxima mientras el duque de Alba presentaba a Howard Carter, el famoso egiptólogo, que, dos años antes, había descubierto la tumba de Tutankamón en el valle de los Reyes. Era 24 de noviembre de 1924.

     En mayo de 1923 se había constituido en la Residencia de Estudiantes, bajo los auspicios de su director Alberto Jiménez Fraud, el embajador británico y Jacobo Fitz-James Stuart, duque de Alba, el Comité Hispano-inglés, que fue presidido por el duque. Se crearon las becas Howard, en honor al apellido del embajador británico, válidas para estudiantes de las dos nacionalidades. Pero las actividades que más sensación causaron fueron las conferencias y cursos organizados que impartían extranjeros y españoles por invitación del Comité.

     Esta fue la razón por la que el egiptólogo Carter vino a España a impartir dos conferencias sobre las excavaciones que realizaba en el Valle de los Reyes, patrocinadas por Lord Carnarvon, que habían conseguido descubrir la tumba de Tutankamón el 4 de noviembre de 1922.

     La Colina de los Chopos, completa. Para la segunda conferencia tuvieron que dar tarjetas para el local que se buscó. La Residencia de Señoritas tuvo que hacerlo por petición expresa al Comité. Iban a conocer de primera mano las impresiones de un viajero e investigador universal, como después conocerían al escalador del Everest, pero también a Einstein, a Madame Curie o a H. G. Wells. Y grandes intelectuales españoles.

     Entre los asistentes, personalidades ya consagradas como Ortega y Gasset, Mélida, Benlliure o Gómez Moreno y, obviamente, el embajador británico del momento.

     Howard Carter se alojó durante su estancia madrileña en el Palacio de Liria, propiedad del duque de Alba. Al día siguiente fue recibido por Alfonso XIII, visitó el Museo Arqueológico y fue agasajado por múltiples personalidades.


     La segunda conferencia se impartió en el Teatro Fontalba la tarde del 26 de noviembre ante la imposibilidad de acoger a todos los interesados en las estancias de la Residencia de Estudiantes. El éxito fue arrollador.

     Tras una visita a Toledo, se le dio una cena de despedida el 27 de noviembre y marchó al día siguiente a su destino egipcio. Howard Carter regresó en 1928 con la misma expectación, tal vez más, y con asistencia de todo tipo de personalidades de la vida social española.

     ¿Cuáles fueron los ecos de esta primera visita?

Archivo Museo Ignacio Sánchez Mejías. BMRE
     Si nos guiamos por la correspondencia de Alberto Jiménez Fraud[1] que hemos consultado en el Archivo Museo Ignacio Sánchez Mejías, el eco de la conferencia fue muy importante.

     El 4 de diciembre de 1924 el director de la Residencia de Estudiantes remite al duque de Alba la noticia de una conferencia popular en el Real Cinema el día 14. Esta conferencia iba dirigida a escolares y obreros en las que se utilizarían las diapositivas y películas donadas por Carter. El acto fue presentado por Manuel Machado, que leyó un discurso preparado por el ensayista Sánchez Rivero.

     La labor de la Residencia de Estudiantes no acabó aquí. Por la correspondencia con el duque y otras instituciones culturales españolas, más el apoyo de intelectuales españoles, se intentó divulgar este legado. El material aportado por Carter fue copiado y distribuido en sesenta y ocho centros de España. El interés en realizar copias ya fue manifestado en la carta enviada al duque.

     Por otra carta de Jiménez Fraud sabemos que la difusión fue rápida porque el 19 de enero de 1925 ya se emitía una de las copias en Asturias. Por otra parte, el director de la Residencia de Estudiantes estaba muy bien relacionado y establecía contactos entre los centros culturales e intelectuales españoles para dar conferencias.

     Como ejemplo, en junio de 1925, en el Teatro Cervantes de Segovia, por mediación del Comité Hispano-inglés, se emitió la película de Carter con gran repercusión.

     El 25 de junio de 1925, Jiménez Fraud consulta con el duque de Alba la posibilidad de difundir por América Latina el material donado por Carter por mediación del Comité. Se habla de las posibles cautelas, es decir, de la logística y seguridad del envío. Ellos sabían, y así lo remarcan con lápiz rojo, que necesitan primero la autorización de Carter. Al final, fue la Residencia de Estudiantes quien facilitó el préstamo a instituciones culturales de América Latina, además de las distribuidas a las españolas. La recepción de este material fue recogida por la prensa de los distintos países y hubo alguna publicación como Blanco y Negro, que según Álvaro Ribagorda en “El coro de Babel”, llegó a publicar una novela por entregas.

     Terminamos señalando que el resultado de la primera visita de Carter sirvió para marcar una serie de pautas que se utilizarían en las siguientes visitas de conferenciantes nacionales e internacionales. Se facilitaba un resumen de la conferencia— su traducción cuando se necesitara—, un aparato bibliográfico y fotografías que, previamente, obtendría la Residencia para preparar el acto. Y si había mucha expectación, la conferencia se trasladaba al centro de Madrid, a un auditorio superior al de la Residencia, según se desprende de las cartas que dirige Jiménez Fraud el 18 de noviembre y el 18 de diciembre, ambas de 1925.

 

     Para saber más:

       JIMÉNEZ FRAUD, A.: Epistolario I, II, III. Fundación Unicaja y Residencia de Estudiantes. Madrid. 2018. Consultado octubre-noviembre en sala biblioteca Archivo Museo Ignacio Sánchez Mejías

Archivo Museo Sánchez Mejías. BMRE

       Diario ABC, entrevista de Rafael Vilaseca de 29 de noviembre y de 5 de diciembre de 1924.

       En la asociación española de egiptología, www.aedeweb.com, García Rueda Muñoz de San Pedro recoge las dos visitas de Carter a España.

       La revista Residencia recogió en su número de enero-abril de 1926 el fenómeno Tutankamón con el artículo “El descubrimiento de la tumba de Tut-Ank-Amen”.

       Sobre el antiguo Egipto existen distintos y variados manuales. Para la historia política, social y económica hay manuales de clásicos como el de Wilson, por ejemplo, y de autores españoles, el Pérez Largacha o el de Vázquez Hoys. Si se trata de arte egipcio, está el de Lara Peinado, que permite una introducción a la materia en 130 páginas.

 



[1] Carta de 4 de diciembre de 1924, duque de Alba.

 Carta de 19 de enero de 1925, Antonio Ballesteros.

 Carta de 18 de febrero de 1925, Antonio Ballesteros.

 Carta de 25 de junio de 1925, duque de Alba.

 Carta de 18 de noviembre de 1925, J. B. Trend.

 Carta de 18 de diciembre de 1925, J. B. Trend.

Escuela de Estado Mayor de Santa Cruz de Marcenado

     

Jinetes en la Escuela de Estado Mayor 1951-1952. Archivo personal.


     La Escuela de Estado Mayor se creó siendo ministro de Guerra Evaristo San Miguel por Decreto de 22 de febrero de 1842. Para ingresar era necesario para los cadetes que habían obtenido el empleo de subteniente alumno pasar un examen. Después, seguían la formación con la instrucción y perfeccionamiento en la educación relativa al servicio de Estado Mayor en paz y guerra. Al salir, eran nombrados tenientes del Cuerpo y debían pasar seis meses en una unidad de Infantería, otros seis en otra de Caballería y dos en una de las maestranzas y parque de Artillería, complementado con prácticas de Ingenieros. 

     Debían aprender Geometría Analítica y Descriptiva; Trigonometría esférica; fundamento de Cosmografía y mecánica; Geodesia aplicada a levantamientos de planos y croquis; Geografía y Topografía; Táctica Superior; y elementos de Poliorcética, como asedio de artillería y fortificación permanente.

     Como pocos oficiales se presentaron al examen de ingreso, en 1851, para cubrir las necesidades del servicio, se aprobó un reglamento que admitía en las convocatorias a paisanos con edades entre 16 y 25 años, con la condición de que sus familiares aportaran una asistencia diaria de doce reales. 

     En 1856 se aprobó un nuevo reglamento por el que aumentaban las materias de ingreso y en su plan de enseñanza aparecía el aprendizaje de lengua inglesa, aunque se suprimiera más tarde para aumentar la carga lectiva del arte de la guerra. Se mejoró la actividad física como disciplina y la miopía fue causa de inutilidad.

     Corriendo en el tiempo, llegamos a la sede de Santa Cruz de Marcenado en Madrid, en 1920. El proyecto era de 1901, modificado en 1902, con terminación prevista en 1917.

     En el año 1934, por ejemplo, nos ha llamado la atención la Librería del Ejército, que ofrecía un Catálogo de Obras Militares que servirían de apoyo a la vida intelectual de los militares españoles. El índice de materias se agrupaba en siete apartados. Y tres de ellos tenían una base en Humanidades: Moral militar, psicología y pedagogía; Ciencia y arte militar, geografía e historia militares; y Escuelas, academias e instrucción. Tenían la posibilidad de leer novela histórica, con los Episodios Nacionales de Galdós a la cabeza, y la lectura de autores extranjeros como el inglés Fuller, el alemán Jünger; y textos de tratadistas militares españoles, de Ahumada a San Román. Sin olvidar el género biográfico, desde Simón Bolívar a Serrano, pasando por Baldomero Espartero y Juan Prim.

   El edificio de la Escuela de Estado Mayor está formado por un conjunto de edificios que ocupan parte de lo que fueron huertas del Seminario, una extensión que nunca se construyó y que tenía una topografía abrupta y difícil.

     La Escuela fue creada 1842, pero no tenía una sede adecuada para desarrollar sus actividades, que se realizaban entonces en el Cuartel del Conde Duque.

     En 1901, como hemos mencionado, se aprobó un proyecto, que incluía varias construcciones: un edificio principal destinado a las actividades docentes, varios secundarios para la tropa y un picadero con las correspondientes cuadras e instalaciones para los caballos. La Escuela se instaló en el edificio de la esquina de Santa Cruz de Marcenado con Mártires de Alcalá, con una planta trapezoidal, organizada alrededor de un núcleo central formado por un patio de luces y la gran escalera imperial, cuyo gran desarrollo nos habla de la importancia simbólica que se quiso dar al edificio.

     Las aulas, despachos de oficiales y biblioteca se diseñaron con aspecto de amplias estancias con exteriores: luminosos y suficientes.

    El edificio es sobrio y militar, sin embargo, denota nobleza en el trabajo de la fachada, en tres fajas horizontales, la primera como zócalo almohadillado y las dos siguientes en ladrillo visto con una ancha franja que incorpora los antepechos en piedra. Sin apenas ornamentación ni remates decorativos. Una gran curva esquinada dignifica el edificio.

     Hubo algunos problemas en la cimentación por las dificultades topográficas y las obras estuvieron interrumpidas, pero se reiniciaron en 1917 y finalizaron en 1920.

     Junto al edificio principal se situaron los pabellones para la tropa, ejecutados en ladrillo visto de menor calidad, pero siguiendo los mismos criterios estéticos.

Escuela de Estado Mayor_Santa Cruz de Marcenado_Madrid (Fuente: COAM)

     Destacamos el pabellón del Picadero, no observable desde la calle; por allí se ejercitaban oficiales y tropa. 

     Fue incluido en el proyecto original de 1901 y construido con cinco grandes cerchas curvas como arcos de medio punto sin tirantes que cubren, con una altura de 15 metros, un espacio iluminado de 16 metros. 

     En los testeros, amplios óculos en la parte alta iluminan el interior. Nos encontramos a medio camino de Malasaña, Argüelles y Chamberí.
     Un cartel informa que es la Escuela de Guerra del Ejército de Tierra y unos guardias militares cuidan sus puertas. Los recorridos guiados por su interior son habituales en eventos como la Semana de la Arquitectura y su valiosa biblioteca está disponible para todos los que necesitan consultar allí sus históricos volúmenes. 
     El complejo fue diseñado por Miguel Manella CorralesUn ingeniero que planteó un proyecto funcional y práctico, con un edificio principal de considerable altura, en forma de bastión, acompañado de una serie de construcciones auxiliares a su alrededor que pudieran albergar hasta un centenar de oficiales estudiando. Como hemos comentado, llama la atención el picadero, una edificación con techo abovedado que en su día acogía la instrucción hípica. Detrás de este lugar estaban las cuadras y, al lado, el edificio de ordenanzas que se encontraban al servicio de los oficiales.
     El picadero fue diseñado con altos ventanales con el fin de no deslumbrar a los caballos. Los remates son de los veinte del siglo XX. Con bellas vidrieras y símbolos de distintos Cuerpos militares. La luminosidad alta ha permitido que su desuso como hípica se traslade a un uso variado.
     El edificio principal presenta unas señoriales escaleras en las que se sitúa su elemento más destacado: el monumento a los héroes del Estado Mayor, cuyas fajas descansan bajo la escultura de un león en actitud apacible. Sus cinco vitrinas guardan el recuerdo de oficiales caídos en servicio. Les distingue el azul celeste que llevan los graduados en esta escuela. 
     
   El edificio principal de la escuela cuenta con otros dos lugares destacados: el salón con las imágenes de los directores de la Escuela General de Guerra y la biblioteca.
          La biblioteca contiene 65.000 libros especializados en historia y arte militar, estrategia, polemología, geopolítica, política exterior y relaciones internacionales. Algunos de ellos datan del siglo XVIII y entre las joyas que conserva está la primera edición (1726) del Diccionario de la Lengua Castellana de seis volúmenes.
          La biblioteca es utilizada por alumnos de la escuela, pero también recibe visitas civiles de investigadores sobre historia militar y sus relaciones con el resto de la ciudadanía. Javier Sierra o Almudena Grandes han hecho uso de sus anaqueles para documentar sus novelas. Otras disciplinas interesadas son el cine y la televisión, que ambientan sus producciones de época.
    Los edificios de la Escuela de Guerra tuvieron que ser reconstruidos en parte en 1940 a causa de la Guerra Civil. Para la conmemoración de los 200 años de existencia del Estado Mayor se diseñaron unos jardines centrales (2010).


Escuela Superior de Guerra o Estado Mayor. Plano. Fuente: COAM

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     Bibliografía/ para saber más:

             - BALDOVÍN, RUIZ, E.: La Escuela de Estado Mayor del Ejército. En Ejército de Tierra español. Revista de las armas y de los servicios. Enero-febrero de 2001, año LXII, número 720.

        - ALONSO BAQUER, M.: La Enseñanza de la Historia militar en la Escuela Superior de Guerra (1893-1936) y en la Escuela de Estado Mayor (1940-1964). En Monografías del Ceseden 97, XI Jornadas de Historia Militar, La Enseñanza de la Historia Militar en las Fuerzas Armadas. Ministerio de Defensa, mayo de 2007.

       - https://fcoam.eu/guia/F1/F1.186A.htm   Visionado 22-11-2023 y 5-01-2025.

      - https://www.eldiario.es/madrid/somos/malasana/paseo-por-los-cien-anos-de-la-escuela-de-guerra-del-picadero-al-monumento-a-los-caidos_1_6415728.html  Visionado 22-11-2023

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     Ut memoria: R. M. C., 9-01-2018.

Bodas de sangre

                       NOVIO ¿Quieres algo?                              MADRE Hijo, el almuerzo                               NOVIO Déjalo....