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María Teresa León y Rafael Alberti. ABC, Teodoro Naranjo, abril 1977. |
"Soy inmortal: no tengo quien me hiera" (Sermones y moradas, Rafael Alberti, 1929-1930).
Dedicado a aquellos que la enfermedad o la melancolía les ayuda a olvidar que pueden haber sido olvidados. O no.
María Teresa
León y Rafael Alberti regresaron a España el 27 de abril de 1977. Carlos Gurméndez
lo saludaba en El País[1] y daba la bienvenida
porque decía que venía cantando: Creemos el hombre nuevo, cantando. El
hombre nuevo de España, cantando. El hombre nuevo del mundo, cantando...
Pilar Trenas en
ABC[2] contaba que las primeras
declaraciones de Alberti fueron Estoy en España para seguir siendo español.
Nunca he querido dejar de serlo, aunque no siempre me han dejado, pero nunca he
perdido el contacto con las raíces de mi tierra. Bajaba del avión de
Alitalia que llegó a las 10:40 de Roma. Salí de España en el año 39, con
treinta y seis años, y vuelvo en el 77 con… X años. Impresionado por el
tumulto, dijo No soy el Cid Campeador. Esto es como si llegara Joselito… Me
marché con el puño cerrado porque era tiempo de guerra y vuelvo con la mano
abierta a todos… Trenas nos cuenta que de cuando en cuando Rafael se paraba
y miraba hacia atrás para observar si le seguían María Teresa y Aitana. Su
mujer pronunció, únicamente, Es maravilloso, es maravilloso al oír los
aplausos y escuchar como aclamaban el nombre de Alberti. Dieron una vuelta por
Madrid para recordar sus antiguas casas y sus lugares de paseo, ahora
diferentes, antes de llegar a su apartamento. No se esperaban el recibimiento del
público.
Javier Goñí en el
diario Informaciones recogía la llegada de Alberti y nos contaba que Rafael
intentó evadirse porque su mujer estaba muy mal. Contestó a las preguntas con
amabilidad, pero se introdujo pronto en el coche, en medio de los gritos y
vítores por su llegada. No quería confirmar su candidatura por el partido
comunista. Ahora bien, estaría a lo que su partido dijera. Ente los dirigentes
de su partido se encontraba en la recepción de Barajas José Sandoval. Tras su
marcha, los militantes del partido comunista que habían acudido a recibirlo
entonaron La Internacional[3].
La última obra
de María Teresa León fue Memoria de la melancolía. Según la prensa, a su
regreso a España venía con una grave enfermedad[4] degenerativa que entonces
era denominada arterioesclerosis y hoy conocemos como Alzheimer. A su vuelta a
España, su hija Aitana, nacida en su estancia argentina, tenía 36 años. Aitana
confesaba en 2003 que le desgarraba pensar que su madre nunca supo que volvía
del exilio a España[5].
Asistía entonces a un ciclo de conferencias sobre María Teresa León y reivindicaba la
calidad de su madre como una de las grandes escritoras del siglo XX.
Las audiencias
del jefe del Estado el 27 de abril de 1977 fueron con miembros del Ejército y el
grupo liberal del Parlamento Europeo[6][7][8]. Aunque Suárez estaba de
viaje por México y Estados Unidos, Juan Carlos I tuvo también despacho con el
presidente de las Cortes, Torcuato Fernández Miranda[9]. La reina Sofía, mientras
tanto, celebraba un acto con la Orquesta Nacional que le nombraba su madrina.
En esas horas, en otro lugar, una marabunta de periodistas rodeaba a la familia
Alberti en Barajas[10].
En la prensa
aparecía el saludo de uno de los amigos de la generación del 27 que habían
permanecido en España. Aleixandre[11] estaba recién operado de
la vista y decía que España brilla con su luz mejor en esta mañana de
primavera… El poeta, así lo he creído siempre, es la expresión de los demás
hombres… alargo mi brazo, éste, sí, mío, y que es el mismo que, dio el primer
abrazo a Rafael, hace 55 años. Vivo está y dura desde entonces…
Al mismo tiempo se
daban homenajes a otros compañeros, como a Jorge Guillén, que había recibido el
Premio Cervantes y fue agasajado por la Asociación Española de Mujeres Universitarias
con la participación de Dámaso Alonso y Gerardo Diego[12].
La expectación
de esos días era muy llamativa. La llegada de algunos políticos exiliados
coincidía en pocos días. El día anterior había llegado a Barcelona Federica Montseny.
Y la llegada de los Alberti fue anunciada en algunos medios[13].
En las páginas
de cultura de ABC se reseñaba un estudio sobre Rafael Alberti en línea con el
cincuentenario de los actos fundacionales de la generación del 27. El libro
reseñado era Rafael Alberti, entre la tradición y la vanguardia, obra de
otro portuense, José Luis Tejada[14].
El 9 de
septiembre de 1977, Rafael Alberti, dimitía como diputado en las primeras Cortes
de la democracia. En Cádiz, el partido comunista había obtenido un diputado,
él. Le cedió su puesto a un experimentado campesino que conocía la situación del
campo andaluz. El cambio, según parece, estaba acordado previamente con el
partido comunista. Francisco Cabral Oliveros, su sustituto, había encabezado el
movimiento obrero de los viticultores del marco de Jerez y dirigido las
delegaciones obreras que, desde 1965, negociaban los convenios colectivos con
los latifundistas de la zona[15].
[2] ABC
Madrid, 27 de abril de 1977, página56.
[3]
Informaciones, 27 de abril de 1977. Archivo Linz de la transición española.
[5] ABC, 26
de abril de 2003, página 63, edición de Córdoba.
[7] ABC, 28
de abril de 1977, página 5, edición de Madrid.
[8] ABC Madrid,
28 de abril de 1977, página 27.
[9] ABC
Madrid, 28 de abril de 1977, página 24.
[10] ABC Madrid,
28 de abril de 1977, página 109.
[12] ABC, Madrid,
27 de abril de 1977, página 9.
[14] ABC
Madrid, 28 de abril de 1977, página 60.
[15] Pueblo,
9 de septiembre de 1977. Archivo Linz de la transición española.