Rimas previas y ajadas

 

Circo Máximo Roma.bmre

 

El arbusto helicoidal al sol asombra,

Un rayo que zigzaguea hace el signo del zorro;

El trueno inmediato la dura tierra atrona.

Una dulce lluvia llora corpúsculos aleves;

El clarín abocinado al público llama.

Un reloj doblado rompe el timbre;

El hombre asustado sonrie y calla;

Un tornasol dorado gira desenfrenado;

El aire arpegia sonidos en blancas notas;

y unas hierbas rebrotan y crecen salvajes.


El ritmo del mundo corre en un segundo,

Tic-tac, Gong-Gong, Cu-Cu, Plis-Plas,

Los palillos, las cuerdas, los timbales, Toc-toc;

El sonido del silencio ensordecedor retumba

En las orejas y susurros oídos rechinan leves.

Los gigantes se vuelven con la pandereta,

No oyen y claman sangre en su frente;

Ruidos raídos sorben la tibia sopa;

El gallo gallea y rechina el pollero, 

que recoge los huevos y parlotea 

            

Hugette Caland. Blue II. bmre


  28-02-2025 17:31

Manuel Altolaguirre y José Caballero

 

José Caballero y Manuel Altolaguirre. Revista Noreste, 11. 1935



Poema

Las tinieblas escuchan

el clamor del abismo,

la tremenda garganta

del dolor infinito,

y se enternecen más

sobre los precipicios;

oscuridades anchas

bajo las que vivimos

aires negros que son

montañas de suspiros,

blandos como el aliento

de los recién nacidos;

consoladora noche,

madre que es todo oídos

para las quejas hondas

para los altos gritos.

Manuel Altolaguirre, Revista Noreste (1932-1935)

 

El guateque (1968)

 

Inicio DVD El Guateque 

    

     El Guateque (The Party, 1968) es una película de Blake Edwards, con Peter Sellers como protagonista. Una comedia que mezcla el slapstick- humor físico- con una sátira social sutil. 

     Peter Sellers interpreta a Hrundi V. Bakshi, un torpe, pero entrañable actor indio que, por error, es invitado a una lujosa fiesta en Hollywood. A partir de ahí, la película se convierte en una sucesión de situaciones absurdas y gags físicos, del estilo de Jacques Tati o Buster Keaton*, pero con el sello característico de Sellers.

       Lo interesante de El Guateque es su estructura: no parece existir un guion; en lugar de una trama convencional, la película es una serie situaciones conectadas sucesivamente.

     La dirección de Edwards parece una coreografía donde el desastre es progresivo, desde tropiezos hasta una fiesta completamente fuera de control. ¿Qué hace especial la película? Puede que nada, que sea un bodrio. Pero...

     Peter Sellers sin filtros; Sellers era admirado/odiado.  

     Una mezcla perfecta de inocencia y torpeza, con un gran sentido del ritmo cómico. Apenas hay diálogos largos, porque el humor se basa en gestos, silencios y reacciones; una crítica a la alta sociedad de Hollywood: Se ridiculiza la superficialidad y el esnobismo de la élite del cine.

     Y la banda sonora de Henry Mancini: Con tono jazz y sonido sesentero.

     Aunque hoy en día el personaje de Sellers- un hindú- podría generar debate sobre utilización cultural del otro para ridiculizarlo, en su momento no se percibió así, sino como una exageración más dentro del estilo de la película. Hoy podría haber críticas por la posible parodia hindú.

     La puerta abierta en El Guateque es un detalle que funciona tanto a nivel cómico como con otro significado. Durante toda la película, el protagonista, Hrundi Bakshi, es un personaje que no debería estar ahí, pero que de alguna manera sigue entrando y alterando el orden de la fiesta.

     Cuando finalmente aparece el elefante, la puerta se convierte en el último punto de ruptura con la realidad. ¿Está abierta esperando al elefante o se abre para que entre? Esa ambigüedad es lo que hace especial la escena. ¿Sí la puerta ya estaba abierta, es como si la fiesta misma llamara al desastre, dejando entrar lo absurdo de manera natural? ¿Sí la abren para que pase el elefante, entonces refuerza la idea de que el caos es inevitable? ¿Todos lo aceptan? ¿Se está buscando profundidad donde no te mojarás nunca?


      Es un momento clave porque transforma completamente la recepción inicial: lo que empezó como una elegante fiesta de Hollywood, termina en un delirio con espuma, pintura y un elefante decorado con flores. La entrada del animal es el punto en el que la alta sociedad se suma al desorden y se entrega a la fiesta. El protagonista se pone serio cuando dice que en su país no se pinta así al elefante.

     Blake Edwards tenía un talento especial para el humor visual- La Pantera Rosa o Mickey Rooney en Desayuno con diamantes, escena eliminada en 2022-, y esta secuencia es una prueba de ello. Es posible que la puerta abierta también sea una invitación constante a lo inesperado. 

     Esa ambigüedad es lo que hace a El Guateque especial, ya que nunca ofrece una respuesta clara, sino que invita a jugar con las posibilidades, manteniendo la esencia del caos y lo imprevisible. 

     Al inicio, una parodia absurda de GungaDin (1939, George Stevens), donde el personaje principal era un valiente sirviente indio que, en un acto heroico, salva a un grupo de soldados británicos, solo para morir en el proceso. La película, protagonizada por Cary Grant, es un clásico de aventuras que, en su momento, mantenía una imagen muy romántica y heroica de la figura del "buen salvaje" o "el héroe humilde". Pero una película que exaltaba el mundo anglosajón heroico y/o imperial en un periodo bélico/pre bélico, necesitado de propaganda. El cine fue utilizado en esa dirección.

     En El Guateque, Blake Edwards y Peter Sellers hacen una parodia de ese tipo de narrativa heroica, pero con un giro cómico y absurdo. El personaje de Hrundi V. Bakshi, un hombre desubicado y torpe, se ve a sí mismo como un héroe, e intenta imitar esa imagen épica sin tener cualidades para hacerlo. Ocurre que termina cayendo simpático su comportamiento desastroso

     Ya sé que hay a quien no le gusta Sellers.

     El autor de estas palabras puede estar también equivocado o mitificando lo que es una película nada más. Y puede ser también un ejercicio de autocrítica cultural, que pone en evidencia las convenciones sociales y las representaciones idealizadas que existían en el cine y en la sociedad de la época. Blake Edwards y Peter Sellers están parodiando también las expectativas de la audiencia sobre la figura del héroe rescatador.

     La película reflexiona sobre cómo el cine, la cultura popular y las narrativas históricas han idealizado tipos, pero, en lugar de hacerlo de manera directa o pesada, Edwards lo presenta de forma ligera y divertida, lo que permite que el público se cuestione esas convenciones mientras se ríe.

     Puede que la crítica/autocrítica esté desactualizada hoy en día. Otra cosa es que se deba hacer en el momento que se produjo porque tenía un sentido y un significado. Hoy en día el Imperio Británico ya no existe y el periodo pre bélico es algo lejano- o no-, pero hay que tenerlo en cuenta a la hora de saber cómo era y es el mundo anglosajón.

    El humor en el cine, incluso el más absurdo, refleja las circunstancias sociales y políticas del momento. 

     Esperando al elefante. 



      _________________________________________________

       *Tener en cuenta la reseña del maquinista de la generación: La huella del maquinista (Francisco Javier Gutiérrez, 1-2, 2000) y Buster Keaton y la generación del 27 (Tomasa Ferreras, 17, 2009), y el libro de Gubern.

Josefina de la Torre





Josefina de la Torre, Casa de las Canteras, 1925-30

         
       Jugaba al tennis, conducía su auto, pero lo que más le gustaba era la natación. Las mujeres contemporáneas se habían ido conformando desde la Declaración de Seneca Falls de 1848, el año del manifiesto de Marx y Engels, la revolución industrial, la conquista del Oeste tras la guerra de la Secesión americana, la Primera Guerra Mundial y la Revolución soviética. El voto femenino, la libertad, y el amor libre. La posibilidad de salir de casa. De pasear... Las mujeres empezaron a trabajar con la Revolución Industrial, tuvieron acceso a la propiedad en un mundo de pioneros. La propiedad les acercó al derecho al voto en la época de las reclamaciones sufragistas... A finales de la segunda década del siglo XX, se extiende el derecho al voto en Estados Unidos, la revolución soviética da el voto a las mujeres y preconiza el amor libre. Hay un cambio de costumbres, de apertura mental. En España tardará en entrar esa percepción, aunque encontremos casos como Carmen de Burgos, que vivía libremente su vida. 
     Influye la vida en las ciudades. En las grandes urbes. La ciudad nos hace libres, decían en la Edad Media los burgueses. Las grandes ciudades del siglo XX conceden aire fresco a la libertad femenina. Los cafés, los bares, las salas de baile...
     Es, no lo olvidemos, la época del fonógrafo, el telégrafo, la radio, el tren o el tranvía, el avión... Y el cine. Respetadles, nacieron con el cine.
     Le contó a Gerardo Diego que había nacido en Gran Canaria, que su primer poema lo escribió con siete años, que cantaba, que amaba la música, que tocaba el piano... Recordaba la velada en honor de Galdós... Y esa otra en el Lyceum Club Femenino de María de Maeztu... Y el teatro...
     Su primer viaje a Madrid fue como adolescente, en 1924. Recordemos que su hermano Claudio fue Premio Nacional de Literatura...; Claudio fue su primer guía literario animándola a publicar, como lo hizo con el teatro, fundan ambos Teatro Mínimo... Cuando la antología de Diego, Josefina ya había publicado en Alfar, Verso y prosa, Azor y Gaceta Literaria...
      No sabemos si el carácter independiente de Josefina es producto de un claro feminismo. Tal vez influya su posición social y familiar, aunque en este aspecto, algo reticente. Pero su independencia nos remite a las reivindicaciones feministas. También la visibilidad artística. Escritora, música, y el cine...
     Claudio de la Torre tuvo éxito literario, teatral. Doce años mayor que Josefina, consigue un contrato con la Paramount en Joinville hacia 1931. Josefina le acompañará y trabajará como actriz de doblaje en El ángel azul de Von Sternberg y la mítica Marlene... Ella fue también actriz en los años cuarenta, pero no adelantemos acontecimientos...
     Vemos que, en los últimos años, se ha recuperado la labor artística de mujeres de la Edad de Plata. Dando un lugar en la historia del arte, de la literatura, el cine, la música... Josefina está ligada, por su origen familiar, a la burguesía y el modernismo canario y, con la llegada a Madrid, a la generación del 27. Se ha incidido menos en su carrera como cantante y actriz. De Francia habían vuelto los hermanos de la Torre en 1934. Y recordemos el rico ambiente artístico familiar: Su tío, el músico e historiador Agustín Millares Torres, su hermano Claudio, la creación del Teatro Mínimo...
     Su hermano consiguió llevarse para Madrid el trabajo que tenía en Francia con la Paramount. Este trabajo llegó hasta el estallido de la Guerra Civil en 1936. Los hermanos de la Torre se refugiaron en la Embajada de México en Madrid, luego se desplazaron a Valencia, tomaron un barco que los llevó a Francia y volvieron a Las Palmas, donde permanecieron hasta el final del conflicto.
     Josefina de la Torre fue una de las mujeres más polifacéticas de la cultura española. Sin embargo, permaneció olvidada. Trabajó en el cine en distintos lugares, delante y detrás de las cámaras. Salió retratada en revistas. Balló cree que dominó demasiadas artes y que ese pudo ser su problema. Sus versos fueron incluidos en la segunda edición de la Antología española contemporánea (1915-1934), junto con los de Ernestina de Champourcín, pero su legado se desvaneció. De la Torre no se exilió. Los años del primer franquismo hicieron olvidar la poeta vanguardista, la mujer moderna e independiente, polifacética. Incluso, cuando muere Rafael Alberti en 1999, se dice que ha desaparecido el último miembro de la Edad de Plata, olvidando a Josefina y Ángeles Santos. De la Torre tenía rasgos de belleza centroeuropea y un porte distinguido. La Guerra Civil empobrece a la familia De La Torre Millares. Refugiada con su hermano Claudio (de nacimiento Néstor) y su mujer Carmen Ballesteros (la baronesa o condesa Alberta de La Codorniz) en las Palmas de Gran Canaria y con el fin de obtener algo de dinero, fundan la Editorial La Novela Ideal. Josefina crea un pseudónimo o heterónimo, Laura de Cominges. Escribe novelas de amor e intriga. En una entrevista realizada en UNED, Josefina confiesa que para una chica de provincias y con fama de literata de vanguardia, el nuevo nombre era obligado porque se entendía como una devaluación de su nivel como escritora. Nos han llegado once novelas cortas.
     Tras la guerra, además, sus amigos han desaparecido: Han muerto o se han exiliado, interior o exteriormente. El futuro es incierto.
     Con Claudio regresa a Madrid en la década de los 40 y se sumerge en el mundo cultural del franquismo, participando en los proyectos cinematográficos, muy ayudados por el régimen porque sabían de su potencia propagandista. También participa en el teatro, llegando a ser primera actriz del Teatro María Guerrero, se adapta una novela suya, Tú eres él, en el cine con el título Una herencia en París; es una de las protagonistas de El camino del amor de Castellví (hace de malvada ama de llaves) o la conocida película de Edgar Neville, La vida en un hilo, 1945. Tiene portadas en la revista Primer Plano (Las mujeres detrás de cámara, donde se hablaba de su trabajo de ayudante de dirección), para la que luego será reportera y entrevistadora... En 1945 deja el cine, desencantada, dice que en un entorno mezquino y cruel..., solo le ofrecían papeles secundarios. Es posible que no estuviera identificada con la mujer que preconizaba el régimen: mater dolorosa, sin profundidad en los papeles femeninos, siendo lo que los hombres prescribían. Y su físico no acompañaba al tipo de mujer española media: era rubia, alta e independiente.
    En esos años conoce a Ramón Corroto, su marido, con quien funda en 1946 la Compañía Comedias, que llegó a presentar 15 estrenos. Con el tiempo, forma parte del elenco de las compañías de Núria Espert o de Amparo Soler Leal. Se decantará por el teatro de cámara. No volverá a publicar poesía hasta 1968. Su tiempo pasaba...
     En 1966 protagonizó para la televisión El cumpleaños, episodio inicial de Historias para no dormir de Chicho Ibáñez Serrador. Su papel contrastaba con su personalidad independiente y vanguardista: una mujer pasiva, tradicional y reaccionaria. Su último papel en televisión fue en la serie Anillos de Oro (1983), de Ana Diosdado e Imanol Arias, dirigida por Pedro Masó y música de García Abril. Fue un broche de oro porque representaba los nuevos aires de la vida española, los de la transición y consolidación democrática.
     Ramón Corroto muere en 1980. La tristeza embarga a Josefina. Se retira hasta su muerte en 2002. Escribirá un poemario en recuerdo de Ramón, poemario inédito hasta su centenario, con una oda conocida, Mis amigos de entonces:

 “Mis amigos de entonces,

aquellos que leíais mis versos

y escuchabais mi música:

Luis, Jorge, Rafael,

Manuel, Gustavo...

¡y tantos otros ya perdidos!

Enrique, Pedro, Juan,

Emilio, Federico...,

¿por qué este hueco entre las dos mitades?

Vosotros ayudasteis

a la blandura del que fue mi nido..."

      Hoy, 22 de febrero de 2025, el caminante ha vuelto feliz y empapado por la lluvia. Dice que dejemos añadida la entrevista que la UNED le hizo hace muchos años a Josefina, para observar su porte y su fuerza, aunque los años le fueran pesando.
     




 

     

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      Navas Ocaña.: Josefina de la Torre vs. Laura de Cominges: Una mujer moderna en la España de Franco. Impossibilia 26 (2023) 74-89.

     Patrón Sánchez, M.: Josefina de la Torre Millares. Una mujer moderna en el mundo del cine. Uned. Rei, 9. 2021. pp. 131-158.

     https://historia-hispanica.rah.es/biografias/42750-josefina-de-la-torre-millares 

     BALLO, T.: Las sinsombrero: Sin ellas, la historia no está completa. 2016. Espasa. Barcelona. Reseña 21-02-2025 en Archivo Museo Sánchez Mejías.

     - Peces en la tierra. Antología de mujeres poetas en torno a la Generación del 27. Edición de Pepa Merlo. Fundación José Manuel Lara. Vandalia. Sevilla. 2010. Reseña 21-02-2025 Archivo Museo Sánchez Mejías.

  - ALTOLAGUIRRE, M.: Epistolario. 2005. Edición de J. Valender. Publicaciones de la Residencia de Estudiantes. Madrid. Carta a Luis Sánchez Cuesta. Autoedición de Josefina de la Torre en 1927. Suplemento Litoral. Reseña 21-02-2025 Archivo Museo Sánchez Mejías.

  - https://historia-hispanica.rah.es/biografias/42750-josefina-de-la-torre-millares

   -El camino del amor, 1943. https://www.youtube.com/watch?v=MDkxwM_7jBY

  - Documental/es rtve. y Anillos de Oro

   -Uned (https://www.youtube.com/watch?v=TaDO1bA7e3I)   



Alberti, Gerardo y Mariana/o Granados

      

Gerardo Diego en Soria

     En 1924, Gerardo Diego se presentó al Premio Nacional de Literatura. Se pedía un original de 200 páginas y decidió enviar una serie de composiciones desunidas que justificaran el libro llamado Versos Humanos. En el fallo de jurado de 6 de junio de 1925 se concedió del Nacional de Poesía a Rafael Alberti por Mar y Tierra, que luego titularía Marinero en Tierra. Como el de Teatro quedó desierto, su premio fue transferido a otro libro de versos escritos por Gerardo Diego, Versos Humanos.  

    Versos Humanos se escribió entre 1923-1924, pero recogía poemas compuestos desde 1918. Tiene siete secciones: Sonetos, Nuevo cuaderno de Soria, Glosas, Canciones, Elegías, Versos Cantábricos y Epístolas. Un poema sirve de prólogo y justificación. Es donde ratifica la individualidad de dos caminos paralelos trazados con distinta retórica entre la tradición y la originalidad, que se entrecruzan entre sí muchas veces:

     "Efusión, ejercicio, apunte.

Voces de amor y de amistad.

Permitidme que aquí os junte.

Vida, Arte, Mitad y mitad.

     Verso obediente, verso humano;

gracias por tu ayuda ejemplar.

Saldremos mañana temprano

a volar libres, a volar"


     Cuando las heridas de la Guerra Civil laceraban profundamente, no quería recordar su nombre: "En 1924, alguien que ya no quiero nombrar me dijo:

-Preséntate al Premio Nacional de Literatura".

Rafael Alberti vuelve del exilio

     Años más tarde, cuando Rafael Alberti escribe La Arboleda Perdida, en su época bonaerense, recuerda a Claudio, hermano de Josefina de la Torre, a pesar de los años confusos que siguieron a la guerra civil. A Claudio le había dedicado un soneto a las pocas semanas de conocerlo como homenaje: 

     "Yo sé, Claudio, que un día tus islas naturales

navegarán con rumbo hacia la playa mía"

     Era el homenaje del marinero en tierra a un nuevo amigo que llegaba de las Islas Canarias. Y ahora sí recordaba que en el hotel donde estaba Claudio le dijo:

     -¿Por qué no te presentas al Premio Nacional de Literatura de este año? El jurado es muy bueno... Creyó Alberti que una persona tan formal como su nuevo amigo canario se había vuelto loco o se reía de él. ¿Cómo dices?

     -Que te presentes... 

     El año anterior se lo habían dado a Claudio de la Torre por la novela En la vida del señor alegre. Era, según Alberti, un señor ordenado, solamente escritor, maduro..., muy apropiado para merecer este premio. Y el portuense no se consideraba merecedor porque todavía no era nada. ¿Cómo se te ocurre?

     Días más tarde marchó a Rute, donde vivía su hermana María, y con la ayuda de algún paisano curioso comprendió que su libro de poemas ya estaba acabado. Lo envió a Madrid y le contestaron que ya estaba fuera de plazo. Sin embargo, ganó el premio, conoció al recogerlo a Gerardo Diego y se encontró en el manuscrito de Mar y Tierra una nota escrita de forma temblorosa por Antonio Machado: Es, a mi juicio, el mejor libro de poemas presentado al concurso.

     Alberti describe a Gerardo Diego como tímido, nervioso, apasionado, contraído, raro y alegre a su manera, con algo de congregante mariano, de frailuco de pueblo... No recogía las pesetas del premio ya como el poeta creacionista, sino el poeta reposado, frecuentador de Góngora, Jáuregui, Bocángel, Medina Medinilla... Sus opuestas tendencias definirían la marca vital del poeta santanderino: Azotea y bodega.  

     Gerardo Diego mostró una inicial incertidumbre por el número de personas que se había presentado en una carta dirigida a Cossío, el 30 de enero de 1925. En marzo le comunicaba su queja por la lentitud del proceso. Y, por fin, el nueve de junio de 1925 le escribió al señor de Tudanca que Melchor Fernández Almagro le había comunicado el resultado del concurso del Premio Nacional antes de hacerse oficial.

     Hace unos días leímos en el Archivo Museo Sánchez Mejías un escrito sin fechar de 1977 en el que Gerardo Diego decía de Alberti lo siguiente:

     "No es cierto, como algunos críticos han pretendido, que Alberti haya sido un poeta que acertó a producir, a cantar en su juventud y luego, especialmente desde hace treinta o veinte años, no hizo sino repetirse y marchitarse. Es enteramente calumnioso; Alberti, como por supuesto los demás amigos y compañeros del grupo, continuamos toda su vida y los supervivientes siguen continuando su obra juvenil enriqueciéndola con libros y poemas vivísimos de fragancia y autenticidad…"

     Como homenaje a Alberti incluyó en Versos Humanos el poema Visita al Mar del Sur, síntoma de una nueva amistad iniciada.

     En Versos Humanos hay un poema dentro del apartado Retratos sobre Mariano Granados que dice así:

 ¿De quién la libre frente y la sonora risa?

¿De quién es ese cuello de altivez española

que le vierais, surtiendo de almidonada gola,

tan suelto como hoy brota de la abierta camisa?

     Es Mariano Granados. Una musa insumisa

le inspira cada hora el gesto irreparable.

En crisis de naufragio, suyo sería el cable

pues suya es la esperanza y la fe que improvisa

     En el mitín llamea su apostólica blusa.

El foro cordializa su generosa toga.

Su estela de bencina deja fragante el Duero.

     Por prieto el horizonte de Castilla rehúsa,

y un día, la mirada libre y abierta, boga

rumbo largo a las Indias por el oro y el fuego.

     Resulta que conocimos a una Mariana Granados que tuvo la concesión de la centralita de teléfonos en Manzanares en la calle San Marcos hasta finales de los años sesenta, cuando traslada su sede la centralita a la calle Virgen de la Paz, esquina con la calle Toledo y, al poco tiempo, por enfermedad dejo el trabajo telefónico, y abuela de quienes escribimos estas palabras. Nunca habló de una familia soriana. Mariano Granados fue un jurista e intelectual, amigo de Gerardo Diego, que fundó La Voz de Soria, en la que colaboró el poeta del 27. Se da además la casualidad de que el padre de Mariano Granados, del mismo nombre, fue un prócer soriano al que tiene su ciudad dedicada una plaza. 

Obras completas de Diego en Archivo Museo Sánchez Mejías, de gran altura intelectual.

En el centenario de Versos Humanos y Marinero en Tierra

12-10-2024

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     Para saber más, bibliografía:

     ABC, 10 de junio de 1925, páginas 18-19.

     Alberti, R.: Imagen primera de... Turner. Madrid.1975. Libro de 1945.

     Alberti, R.: La arboleda perdida. Círculo de Lectores y Seix Barral. Barcelona. 1975. Libro de 1975. En 2005 se publicó con El País por 1€.  

     Alberti, R.: Marinero en Tierra. La amante. La rosa del alhelí. Castalia. Madrid. 1982. Edición de Robert Marrast.

     Diego, G: Manual de Espumas- Versos Humanos. Cátedra. Madrid.1995. Edición de Milagros Arizmendi.

     Diego, G y Cossío, J. Mª.: Epistolario. Nuevas claves de la generación del 27. Ediciones de la Universidad de Alcalá de Henares y Fondo de  Cultura Económica. Madrid. 1996.

     Diego, G.: Obras Completas. Tomo VIII. Alfaguara. Madrid. 2000. Reseña 9 de octubre de 2024 de artículo sin fecha de 1977 de Diego sobre la vuelta a España de Alberti en biblioteca Archivo Museo Sánchez Mejías.

     https://dbe.rah.es/biografias/57653/mariano-granados-aguirre 

     


La generación del 27, una generación deportiva.

      

Archivo Museo Ignacio Sánchez Mejías/Biblioteca Lope de Vega

          La generación del 27. Una generación deportiva. Edicición y prólogo de José Antonio Mesa Toré y Alfonso Sánchez. M-R Libros artesanales. Centro cultural de la generación del 27. Málaga. 2003. 62 páginas. ISBN: 84-7785-549-8. Fichado entre 18-20 julio 2023.

 

     Esta es una breve reseña de un libro que hemos leído en el Archivo Museo Ignacio Sánchez Mejías, libro que refleja la relación de los escritores de la generación del 27 con el deporte. El libro gusta desde el primer momento por su aspecto rústico, artesanal, blanco, puro, como de primera lectura.

Buñuel Fuente:ABC., uso personal


     Aunque nacieron con el cine, la práctica de deportes fue otra constante moderna de los componentes de la generación del 27 que ilustra su trayectoria literaria y personal. 

     La actividad física fue algo que se fue introduciendo en las clases medias y altas de la burguesía liberal española desde la creación de la Institución Libre de Enseñanza en 1876 como sistema educativo con tendencias liberales ilustradas de progreso. En su momento, Francisco Giner de los Ríos propuso la práctica de viajes con ejercicio físico como parte de la educación. Estos desplazamientos solían realizarse a la Sierra de Guadarrama, entre Madrid y Segovia, como algo nuevo y complicado. Los medios de transporte, los caminos y carreteras eran obstáculos que había que superar, lo que constituía un aliciente más. Y, en definitiva, les permitía conocer y relacionarse con los habitantes de esas zonas que arrastraban atrasos de todo tipo, en una tierra de nueva frontera para la conquista cultural. Giner de los Ríos llegó a tener una residencia en las estribaciones de la sierra citada. 

     Pero no olvidemos a los actores de este libro pequeño y hermoso que practicaron deportes y que, además, lo contaron en sus obras literarias.

Giner de los Ríos. R. A. H.

     Siempre se dijo que hay humanos que son seres híbridos— mitad pez, mitad humanos—, que reman porque no pueden ser sirena o tritón. A Pedro Salinas le gustaba remar en Torrevieja cuando no había chiringuitos en la playa.

    Buñuel trasmitió la virilidad en la generación del 27, papel que luego pudo adquirir Ignacio Sánchez Mejías. Hombres de una pieza que lo mismo boxeaban que jugaban al polo, mientras bebían y fumaban, sin ton ni son.

Ignacio Sánchez Mejías. Imanol Sánchez

     De Concha Méndez se decía que ganaba campeonatos de natación o que cuando nevaba se deslizaba por las laderas de la Sierra de Guadarrama.

     Salvador Dalí hizo el servicio militar y, según contó a Federico García Lorca, practicaba dos deportes, atletismo y boxeo. Gerardo Diego contaba en su antología que Josefina de la Torre jugaba al tenis, deporte que también practicaba García Lorca, pero que le producía el mismo aburrimiento que el billar.

     Alberti iba a las carreras de caballos cuando sufrió un contratiempo de su enfermedad pulmonar que le llevó a pasar temporadas en Guadarrama. Su enfermedad le convirtió en literato cuando pensaba que iba a ser pintor. 

     Era una generación feliz, lúdica y vitalista que dejó joyas literarias como las que a continuación reseñamos y que el libro muestra. Son varios, puede que olvidemos a algunos, como la Elegía a un guardameta de Miguel Hernández o algún otro más. Haremos una selección de cinco autores amantes de la actividad deportiva:

Fernando Villalón. ABC

     Empezamos con Fernando Villalón, poeta, mago y ganadero que dedicó un poema al ciclismo y sus practicantes.

     ¿Sobre qué corcel cabalgas,

mozo del jersey grana...?

Que el aire que hiendes queda 

asombrado de tu audacia

Mozo del calzón prendido

el de la curvada espalda,

el de las muñecas rígidas, 

el de la testa en maraña.

     Durante su estancia en Tudanca, Alberti terminó Sobre los ángeles, pero compartió con José María de Cossió y Gerardo Diego la afición por el nuevo deporte de moda, el fútbol. El 20 de mayo de 1928 se disputó en el Sardinero el partido final de Copa entre el Barcelona y la Real Sociedad, partido de la más alta competencia, con espectadores de postín como Carlos Gardel. La actuación del guardameta húngaro azulgrana fue tan portentosa que inspiró a Alberti una oda que luego

Platko. Fuente: Picryl

apareció en el poemario Cal y Canto. Poema que el portuense dedicó a José Samitier, capitán del equipo de Barcelona:

     Nadie se olvida, Platko,

no, nadie, nadie, nadie,

oso rubio de Hungría.

     Ni el mar,

que frente a ti saltaba sin  poder defenderte.

Ni la lluvia. Ni el viento, que era el que más regía.

     Ni el mar, ni el viento, Platko,

rubio Platko de sangre,

guardameta en el polvo,

pararrayos.

     Concha Méndez había practicado varios deportes, pero se lució hablando de cómo vivió su visita a un estadio, donde nos muestra una mujer moderna como líder de un grupo de deportistas:

     Morena de luna vengo,

teñida de yodo y sal.

Allá quedó el mar de plata,

sus barcas y su arenal.

     En el Estadio me entreno

al disco y la jabalina.

Al verme jugar, sonríen

las aguas de la piscina.

     

Concha Méndez. Wikipedia

     La nadadora, el nadador, las nadadoras y nadadores han sido fuente de inspiración poética. Alberti recorría el Sena, el Támesis y el Tíber luchando entre el mar, la playa y el viento en su poema Nadadora, incluido en el poemario citado, Cal y canto. Salinas evocaba la navegación nocturna en el poemario Razón de amor con Nadadora de noche.

     Es Jorge Guillén quien brilla al contar/cantar la música de las nadadoras inglesas de Wellesley un 21 de marzo en el poemario Maremagnum:

     

Acordes al compás,
–Una música suena desde un mármol de orilla–
Los dos grupos de nadadoras
Desenvuelven figuras de salud,
Y como respondiendo al más
Sutil laúd
Posible sobrepasan –de un orden servidoras–
A la nunca sencilla
Naturaleza,
Ignorante del ritmo prodigioso
Donde empieza
–Cuna, taller y coso–
El ímpetu que asciende a esta belleza
Del movimiento exacto:
Regocijo del músculo obediente,
Qué gozo en el contacto,
Qué noble libertad por su corriente,
Piel todavía flor,
Carne que ya es amor,
Muchachas que son música en la mano
De nuestra primavera.
Las nadadoras, frente al sumo arcano,
Dirigen la armonía de la Esfera,
Maravillada por el cuerpo humano.
Las nuevas secciones de deportes 


      La poesía de Gerardo Diego, como ejemplo final, canta, cómo no, los deportes; los nuevos, los clásicos. Canta al balón de fútbol, canta al salto de trampolín, pero a nosotros nos gusta su gusto por las regatas del mar Cantábrico que las cuenta desde su niñez con ojos de novelas de aventuras de piratas, mientras se hace mayor. Los cántabros, sirenas o tritones, quieren dominar el mar, aunque tenga un peligro mortal:

Regatas, blancas regatas
de mi niñez novelera.
Abordajes de piratas
sobre la mar marinera.
Diminuto espectador
que con los ojos abiertos
vuelas en tu mirador
a otras playas y otros puertos,
persiguiendo desde el muro
las paralelas estelas,
sagitario del maduro
arco tenso de las velas.

A la marina ruleta
apuestas tu corazón
por el del aspa violeta
en el blanco grimpolón.
Aquel que pilota un hombre
con un ancla en el jersey,
el que lleva sobre el nombre
una corona de rey.

Espectador, no ha lugar
a que goces tus novelas.
Ya no es tiempo y en la mar
agonizan las estelas.

Deja que juegue —y que ría
la frivolidad naval.
Tu vida será algún día
una regata mortal.

Trainera en Santander

 

Sánchez Mejías y Vargas Llosa

        Javier Cercas, El País, 14 de abril, captura de pantalla de uso no comercial.       El paseante anda como loco. No encuentra a Panta...