Josefina de la Torre

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Josefina de la Torre, Casa de las Canteras, 1925-30

         
       Jugaba al tennis, conducía su auto, pero lo que más le gustaba era la natación. Las mujeres contemporáneas se habían ido conformando desde la Declaración de Seneca Falls de 1848, el año del manifiesto de Marx y Engels, la revolución industrial, la conquista del Oeste tras la guerra de la Secesión americana, la Primera Guerra Mundial y la Revolución soviética. El voto femenino, la libertad, y el amor libre. La posibilidad de salir de casa. De pasear... Las mujeres empezaron a trabajar con la Revolución Industrial, tuvieron acceso a la propiedad en un mundo de pioneros. La propiedad les acercó al derecho al voto en la época de las reclamaciones sufragistas... A finales de la segunda década del siglo XX, se extiende el derecho al voto en Estados Unidos, la revolución soviética da el voto a las mujeres y preconiza el amor libre. Hay un cambio de costumbres, de apertura mental. En España tardará en entrar esa percepción, aunque encontremos casos como Carmen de Burgos, que vivía libremente su vida. 
     Influye la vida en las ciudades. En las grandes urbes. La ciudad nos hace libres, decían en la Edad Media los burgueses. Las grandes ciudades del siglo XX conceden aire fresco a la libertad femenina. Los cafés, los bares, las salas de baile...
     Es, no lo olvidemos, la época del fonógrafo, el telégrafo, la radio, el tren o el tranvía, el avión... Y el cine. Respetadles, nacieron con el cine.
     Le contó a Gerardo Diego que había nacido en Gran Canaria, que su primer poema lo escribió con siete años, que cantaba, que amaba la música, que tocaba el piano... Recordaba la velada en honor de Galdós... Y esa otra en el Lyceum Club Femenino de María de Maeztu... Y el teatro...
     Su primer viaje a Madrid fue como adolescente, en 1924. Recordemos que su hermano Claudio fue Premio Nacional de Literatura...; Claudio fue su primer guía literario animándola a publicar, como lo hizo con el teatro, fundan ambos Teatro Mínimo... Cuando la antología de Diego, Josefina ya había publicado en Alfar, Verso y prosa, Azor y Gaceta Literaria...
      No sabemos si el carácter independiente de Josefina es producto de un claro feminismo. Tal vez influya su posición social y familiar, aunque en este aspecto, algo reticente. Pero su independencia nos remite a las reivindicaciones feministas. También la visibilidad artística. Escritora, música, y el cine...
     Claudio de la Torre tuvo éxito literario, teatral. Doce años mayor que Josefina, consigue un contrato con la Paramount en Joinville hacia 1931. Josefina le acompañará y trabajará como actriz de doblaje en El ángel azul de Von Sternberg y la mítica Marlene... Ella fue también actriz en los años cuarenta, pero no adelantemos acontecimientos...
     Vemos que, en los últimos años, se ha recuperado la labor artística de mujeres de la Edad de Plata. Dando un lugar en la historia del arte, de la literatura, el cine, la música... Josefina está ligada, por su origen familiar, a la burguesía y el modernismo canario y, con la llegada a Madrid, a la generación del 27. Se ha incidido menos en su carrera como cantante y actriz. De Francia había vuelto los hermanos de la Torre en 1934. Y recordemos el rico ambiente artístico familiar: Su tío, el músico e historiador Agustín Millares Torres, su hermano Claudio, la creación del Teatro Mínimo...
     Su hermano consiguió llevarse para Madrid el trabajo que tenía en Francia con la Paramount. Este trabajo llegó hasta el estallido de la Guerra Civil en 1936. Los hermanos de la Torre se refugiaron en la Embajada de México en Madrid, luego se desplazaron a Valencia, tomaron un barco que los llevó a Francia y volvieron a Las Palmas, donde permanecieron hasta el final del conflicto.
     
     
     

      Josefina de la Torre Millares, generación del 27, en la casa de las Canteras, 1925-1930.


 

      - https://historia-hispanica.rah.es/biografias/42750-josefina-de-la-torre-millares 

      -El camino del amor, 1943. https://www.youtube.com/watch?v=MDkxwM_7jBY 

     - Documental/es rtve. y Anillos de Oro

      -Uned (https://www.youtube.com/watch?v=TaDO1bA7e3I)

      -Entrada en blog.

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      Navas Ocaña.: Josefina de la Torre vs. Laura de Cominges: Una mujer moderna en la España de Franco. Impossibilia 26 (2023) 74-89.

     Patrón Sánchez, M.: Josefina de la Torre Millares. Una mujer moderna en el mundo del cine. Uned. Rei, 9. 2021. pp. 131-158.

     https://historia-hispanica.rah.es/biografias/42750-josefina-de-la-torre-millares 

     BALLO, T.: Las sinsombrero

     - Peces en la tierra. Antología de mujeres poetas en torno a la Generación del 27. Edición de Pepa Merlo. Fundación José Manuel Lara. Vandalia. Sevilla. 2010.                                           - ALTOLAGUIRRE, M.: Epistolario. Carta a Luis Sánchez Cuesta. Autoedición de Josefina de la Torre en 1927. Suplemento Litoral.


  

      


Alberti, Gerardo y Mariana/o Granados

      

Gerardo Diego en Soria

     En 1924, Gerardo Diego se presentó al Premio Nacional de Literatura. Se pedía un original de 200 páginas y decidió enviar una serie de composiciones desunidas que justificaran el libro llamado Versos Humanos. En el fallo de jurado de 6 de junio de 1925 se concedió del Nacional de Poesía a Rafael Alberti por Mar y Tierra, que luego titularía Marinero en Tierra. Como el de Teatro quedó desierto, su premio fue transferido a otro libro de versos escritos por Gerardo Diego, Versos Humanos.  

    Versos Humanos se escribió entre 1923-1924, pero recogía poemas compuestos desde 1918. Tiene siete secciones: Sonetos, Nuevo cuaderno de Soria, Glosas, Canciones, Elegías, Versos Cantábricos y Epístolas. Un poema sirve de prólogo y justificación. Es donde ratifica la individualidad de dos caminos paralelos trazados con distinta retórica entre la tradición y la originalidad, que se entrecruzan entre sí muchas veces:

     "Efusión, ejercicio, apunte.

Voces de amor y de amistad.

Permitidme que aquí os junte.

Vida, Arte, Mitad y mitad.

     Verso obediente, verso humano;

gracias por tu ayuda ejemplar.

Saldremos mañana temprano

a volar libres, a volar"


     Cuando las heridas de la Guerra Civil laceraban profundamente, no quería recordar su nombre: "En 1924, alguien que ya no quiero nombrar me dijo:

-Preséntate al Premio Nacional de Literatura".

Rafael Alberti vuelve del exilio

     Años más tarde, cuando Rafael Alberti escribe La Arboleda Perdida, en su época bonaerense, recuerda a Claudio, hermano de Josefina de la Torre, a pesar de los años confusos que siguieron a la guerra civil. A Claudio le había dedicado un soneto a las pocas semanas de conocerlo como homenaje: 

     "Yo sé, Claudio, que un día tus islas naturales

navegarán con rumbo hacia la playa mía"

     Era el homenaje del marinero en tierra a un nuevo amigo que llegaba de las Islas Canarias. Y ahora sí recordaba que en el hotel donde estaba Claudio le dijo:

     -¿Por qué no te presentas al Premio Nacional de Literatura de este año? El jurado es muy bueno... Creyó Alberti que una persona tan formal como su nuevo amigo canario se había vuelto loco o se reía de él. ¿Cómo dices?

     -Que te presentes... 

     El año anterior se lo habían dado a Claudio de la Torre por la novela En la vida del señor alegre. Era, según Alberti, un señor ordenado, solamente escritor, maduro..., muy apropiado para merecer este premio. Y el portuense no se consideraba merecedor porque todavía no era nada. ¿Cómo se te ocurre?

     Días más tarde marchó a Rute, donde vivía su hermana María, y con la ayuda de algún paisano curioso comprendió que su libro de poemas ya estaba acabado. Lo envió a Madrid y le contestaron que ya estaba fuera de plazo. Sin embargo, ganó el premio, conoció al recogerlo a Gerardo Diego y se encontró en el manuscrito de Mar y Tierra una nota escrita de forma temblorosa por Antonio Machado: Es, a mi juicio, el mejor libro de poemas presentado al concurso.

     Alberti describe a Gerardo Diego como tímido, nervioso, apasionado, contraído, raro y alegre a su manera, con algo de congregante mariano, de frailuco de pueblo... No recogía las pesetas del premio ya como el poeta creacionista, sino el poeta reposado, frecuentador de Góngora, Jáuregui, Bocángel, Medina Medinilla... Sus opuestas tendencias definirían la marca vital del poeta santanderino: Azotea y bodega.  

     Gerardo Diego mostró una inicial incertidumbre por el número de personas que se había presentado en una carta dirigida a Cossío, el 30 de enero de 1925. En marzo le comunicaba su queja por la lentitud del proceso. Y, por fin, el nueve de junio de 1925 le escribió al señor de Tudanca que Melchor Fernández Almagro le había comunicado el resultado del concurso del Premio Nacional antes de hacerse oficial.

     Hace unos días leímos en el Archivo Museo Sánchez Mejías un escrito sin fechar de 1977 en el que Gerardo Diego decía de Alberti lo siguiente:

     "No es cierto, como algunos críticos han pretendido, que Alberti haya sido un poeta que acertó a producir, a cantar en su juventud y luego, especialmente desde hace treinta o veinte años, no hizo sino repetirse y marchitarse. Es enteramente calumnioso; Alberti, como por supuesto los demás amigos y compañeros del grupo, continuamos toda su vida y los supervivientes siguen continuando su obra juvenil enriqueciéndola con libros y poemas vivísimos de fragancia y autenticidad…"

     Como homenaje a Alberti incluyó en Versos Humanos el poema Visita al Mar del Sur, síntoma de una nueva amistad iniciada.

     En Versos Humanos hay un poema dentro del apartado Retratos sobre Mariano Granados que dice así:

 ¿De quién la libre frente y la sonora risa?

¿De quién es ese cuello de altivez española

que le vierais, surtiendo de almidonada gola,

tan suelto como hoy brota de la abierta camisa?

     Es Mariano Granados. Una musa insumisa

le inspira cada hora el gesto irreparable.

En crisis de naufragio, suyo sería el cable

pues suya es la esperanza y la fe que improvisa

     En el mitín llamea su apostólica blusa.

El foro cordializa su generosa toga.

Su estela de bencina deja fragante el Duero.

     Por prieto el horizonte de Castilla rehúsa,

y un día, la mirada libre y abierta, boga

rumbo largo a las Indias por el oro y el fuego.

     Resulta que conocimos a una Mariana Granados que tuvo la concesión de la centralita de teléfonos en Manzanares en la calle San Marcos hasta finales de los años sesenta, cuando traslada su sede la centralita a la calle Virgen de la Paz, esquina con la calle Toledo y, al poco tiempo, por enfermedad dejo el trabajo telefónico, y abuela de quienes escribimos estas palabras. Nunca habló de una familia soriana. Mariano Granados fue un jurista e intelectual, amigo de Gerardo Diego, que fundó La Voz de Soria, en la que colaboró el poeta del 27. Se da además la casualidad de que el padre de Mariano Granados, del mismo nombre, fue un prócer soriano al que tiene su ciudad dedicada una plaza. 

Obras completas de Diego en Archivo Museo Sánchez Mejías, de gran altura intelectual.

En el centenario de Versos Humanos y Marinero en Tierra


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     Para saber más, bibliografía:

     ABC, 10 de junio de 1925, páginas 18-19.

     Alberti, R.: Imagen primera de... Turner. Madrid.1975. Libro de 1945.

     Alberti, R.: La arboleda perdida. Círculo de Lectores y Seix Barral. Barcelona. 1975. Libro de 1975. En 2005 se publicó con El País por 1€.  

     Alberti, R.: Marinero en Tierra. La amante. La rosa del alhelí. Castalia. Madrid. 1982. Edición de Robert Marrast.

     Diego, G: Manual de Espumas- Versos Humanos. Cátedra. Madrid.1995. Edición de Milagros Arizmendi.

     Diego, G y Cossío, J. Mª.: Epistolario. Nuevas claves de la generación del 27. Ediciones de la Universidad de Alcalá de Henares y Fondo de  Cultura Económica. Madrid. 1996.

     Diego, G.: Obras Completas. Tomo VIII. Alfaguara. Madrid. 2000. Reseña 9 de octubre de 2024 de artículo sin fecha de 1977 de Diego sobre la vuelta a España de Alberti en biblioteca Archivo Museo Sánchez Mejías.

     https://dbe.rah.es/biografias/57653/mariano-granados-aguirre 

     


La generación del 27, una generación deportiva.

      

Archivo Museo Ignacio Sánchez Mejías/Biblioteca Lope de Vega

          La generación del 27. Una generación deportiva. Edicición y prólogo de José Antonio Mesa Toré y Alfonso Sánchez. M-R Libros artesanales. Centro cultural de la generación del 27. Málaga. 2003. 62 páginas. ISBN: 84-7785-549-8. Fichado entre 18-20 julio 2023.

 

     Esta es una breve reseña de un libro que hemos leído en el Archivo Museo Ignacio Sánchez Mejías, libro que refleja la relación de los escritores de la generación del 27 con el deporte. El libro gusta desde el primer momento por su aspecto rústico, artesanal, blanco, puro, como de primera lectura.

Buñuel Fuente:ABC., uso personal


     Aunque nacieron con el cine, la práctica de deportes fue otra constante moderna de los componentes de la generación del 27 que ilustra su trayectoria literaria y personal. 

     La actividad física fue algo que se fue introduciendo en las clases medias y altas de la burguesía liberal española desde la creación de la Institución Libre de Enseñanza en 1876 como sistema educativo con tendencias liberales ilustradas de progreso. En su momento, Francisco Giner de los Ríos propuso la práctica de viajes con ejercicio físico como parte de la educación. Estos desplazamientos solían realizarse a la Sierra de Guadarrama, entre Madrid y Segovia, como algo nuevo y complicado. Los medios de transporte, los caminos y carreteras eran obstáculos que había que superar, lo que constituía un aliciente más. Y, en definitiva, les permitía conocer y relacionarse con los habitantes de esas zonas que arrastraban atrasos de todo tipo, en una tierra de nueva frontera para la conquista cultural. Giner de los Ríos llegó a tener una residencia en las estribaciones de la sierra citada. 

     Pero no olvidemos a los actores de este libro pequeño y hermoso que practicaron deportes y que, además, lo contaron en sus obras literarias.

Giner de los Ríos. R. A. H.

     Siempre se dijo que hay humanos que son seres híbridos— mitad pez, mitad humanos—, que reman porque no pueden ser sirena o tritón. A Pedro Salinas le gustaba remar en Torrevieja cuando no había chiringuitos en la playa.

    Buñuel trasmitió la virilidad en la generación del 27, papel que luego pudo adquirir Ignacio Sánchez Mejías. Hombres de una pieza que lo mismo boxeaban que jugaban al polo, mientras bebían y fumaban, sin ton ni son.

Ignacio Sánchez Mejías. Imanol Sánchez

     De Concha Méndez se decía que ganaba campeonatos de natación o que cuando nevaba se deslizaba por las laderas de la Sierra de Guadarrama.

     Salvador Dalí hizo el servicio militar y, según contó a Federico García Lorca, practicaba dos deportes, atletismo y boxeo. Gerardo Diego contaba en su antología que Josefina de la Torre jugaba al tenis, deporte que también practicaba García Lorca, pero que le producía el mismo aburrimiento que el billar.

     Alberti iba a las carreras de caballos cuando sufrió un contratiempo de su enfermedad pulmonar que le llevó a pasar temporadas en Guadarrama. Su enfermedad le convirtió en literato cuando pensaba que iba a ser pintor. 

     Era una generación feliz, lúdica y vitalista que dejó joyas literarias como las que a continuación reseñamos y que el libro muestra. Son varios, puede que olvidemos a algunos, como la Elegía a un guardameta de Miguel Hernández o algún otro más. Haremos una selección de cinco autores amantes de la actividad deportiva:

Fernando Villalón. ABC

     Empezamos con Fernando Villalón, poeta, mago y ganadero que dedicó un poema al ciclismo y sus practicantes.

     ¿Sobre qué corcel cabalgas,

mozo del jersey grana...?

Que el aire que hiendes queda 

asombrado de tu audacia

Mozo del calzón prendido

el de la curvada espalda,

el de las muñecas rígidas, 

el de la testa en maraña.

     Durante su estancia en Tudanca, Alberti terminó Sobre los ángeles, pero compartió con José María de Cossió y Gerardo Diego la afición por el nuevo deporte de moda, el fútbol. El 20 de mayo de 1928 se disputó en el Sardinero el partido final de Copa entre el Barcelona y la Real Sociedad, partido de la más alta competencia, con espectadores de postín como Carlos Gardel. La actuación del guardameta húngaro azulgrana fue tan portentosa que inspiró a Alberti una oda que luego

Platko. Fuente: Picryl

apareció en el poemario Cal y Canto. Poema que el portuense dedicó a José Samitier, capitán del equipo de Barcelona:

     Nadie se olvida, Platko,

no, nadie, nadie, nadie,

oso rubio de Hungría.

     Ni el mar,

que frente a ti saltaba sin  poder defenderte.

Ni la lluvia. Ni el viento, que era el que más regía.

     Ni el mar, ni el viento, Platko,

rubio Platko de sangre,

guardameta en el polvo,

pararrayos.

     Concha Méndez había practicado varios deportes, pero se lució hablando de cómo vivió su visita a un estadio, donde nos muestra una mujer moderna como líder de un grupo de deportistas:

     Morena de luna vengo,

teñida de yodo y sal.

Allá quedó el mar de plata,

sus barcas y su arenal.

     En el Estadio me entreno

al disco y la jabalina.

Al verme jugar, sonríen

las aguas de la piscina.

     

Concha Méndez. Wikipedia

     La nadadora, el nadador, las nadadoras y nadadores han sido fuente de inspiración poética. Alberti recorría el Sena, el Támesis y el Tíber luchando entre el mar, la playa y el viento en su poema Nadadora, incluido en el poemario citado, Cal y canto. Salinas evocaba la navegación nocturna en el poemario Razón de amor con Nadadora de noche.

     Es Jorge Guillén quien brilla al contar/cantar la música de las nadadoras inglesas de Wellesley un 21 de marzo en el poemario Maremagnum:

     

Acordes al compás,
–Una música suena desde un mármol de orilla–
Los dos grupos de nadadoras
Desenvuelven figuras de salud,
Y como respondiendo al más
Sutil laúd
Posible sobrepasan –de un orden servidoras–
A la nunca sencilla
Naturaleza,
Ignorante del ritmo prodigioso
Donde empieza
–Cuna, taller y coso–
El ímpetu que asciende a esta belleza
Del movimiento exacto:
Regocijo del músculo obediente,
Qué gozo en el contacto,
Qué noble libertad por su corriente,
Piel todavía flor,
Carne que ya es amor,
Muchachas que son música en la mano
De nuestra primavera.
Las nadadoras, frente al sumo arcano,
Dirigen la armonía de la Esfera,
Maravillada por el cuerpo humano.
Las nuevas secciones de deportes 


      La poesía de Gerardo Diego, como ejemplo final, canta, cómo no, los deportes; los nuevos, los clásicos. Canta al balón de fútbol, canta al salto de trampolín, pero a nosotros nos gusta su gusto por las regatas del mar Cantábrico que las cuenta desde su niñez con ojos de novelas de aventuras de piratas, mientras se hace mayor. Los cántabros, sirenas o tritones, quieren dominar el mar, aunque tenga un peligro mortal:

Regatas, blancas regatas
de mi niñez novelera.
Abordajes de piratas
sobre la mar marinera.
Diminuto espectador
que con los ojos abiertos
vuelas en tu mirador
a otras playas y otros puertos,
persiguiendo desde el muro
las paralelas estelas,
sagitario del maduro
arco tenso de las velas.

A la marina ruleta
apuestas tu corazón
por el del aspa violeta
en el blanco grimpolón.
Aquel que pilota un hombre
con un ancla en el jersey,
el que lleva sobre el nombre
una corona de rey.

Espectador, no ha lugar
a que goces tus novelas.
Ya no es tiempo y en la mar
agonizan las estelas.

Deja que juegue —y que ría
la frivolidad naval.
Tu vida será algún día
una regata mortal.

Trainera en Santander

 

Apología de Sócrates

     

La muerte de Sócrates. J. Louis David. Wikipedia.

     399 a.C., alegato de Sócrates ante el tribunal que le juzga:

     "Quizá me dirá alguno: ¿No tienes remordimiento, Sócrates, en haberte consagrado a un estudio que te pone en este momento en peligro de muerte? A este hombre le daré una respuesta muy decisiva, y le diré que se engaña mucho al creer que un hombre de valor tome en cuenta los peligros de la vida o de la muerte. Lo único que debe mirar en todos sus procederes es ver si lo que hace es justo o injusto, si es acción de un hombre de bien o de un malvado..."

    "... Porque temer la muerte, atenienses, no es otra cosa que creerse sabio sin serlo, y creer conocer lo que no se sabe. En efecto, nadie conoce la muerte, ni sabe si es el mayor de los bienes para el hombre. Sin embargo, se la teme, como si se supiese con certeza que es el mayor de todos los males. ¡Ah! ¿No es una ignorancia vergonzante creer conocer una cosa que no se conoce?..."

     "... —Atenienses, os respeto y os amo; pero obedeceré a Dios antes que a vosotros, y mientras yo viva no cesaré de filosofar, dándoos siempre consejos, volviendo a mi vida ordinaria, y diciendo a cada uno de vosotros cuando os encuentre: —Buen hombre, ¿cómo siendo ateniense y ciudadano de la más grande ciudad del mundo por su sabiduría y por su valor, cómo no te avergüenzas de no haber pensado más que en amontonar riquezas, en adquirir crédito y honores, de despreciar los tesoros de la verdad y de la sabiduría, y de no trabajar para hacer tu alma tan buena como pueda serlo?..."

     "... Muerto yo, atenienses, no encontraréis fácilmente otro ciudadano que el Dios conceda a esta ciudad (la comparación os parecerá quizá ridícula) como a un corcel noble y generoso, pero entorpecido por su misma grandeza, y que tiene necesidad de espuela que le excite y despierte. Se me figura que soy yo el que Dios ha escogido para excitaros, para punzaros, para predicaros todos los días, sin abandonaros un solo instante. Bajo mi palabra, atenienses, difícil será que encontréis otro hombre que llene esta misión como yo; y si queréis creerme, me salvaréis la vida..."

     "... Hubiera sido para vosotros una gran satisfacción haberme visto lamentar, suspirar, llorar, suplicar y cometer todas las demás bajezas que estáis viendo todos los días en los acusados. Pero en medio del peligro, no he creído que debía rebajarme a un hecho tan cobarde y tan vergonzoso, y después de vuestra, sentencia no me arrepiento de no haber cometido esta indignidad, porque quiero más morir después de haberme defendido como me he defendido, que vivir por haberme arrastrado ante vosotros. Ni en los tribunales de justicia, ni en medio de la guerra, debe el hombre honrado salvar su vida por tales medios..."

     "... ¡Ah!, atenienses, no es lo difícil evitar la muerte; lo es mucho más evitar la deshonra, que marcha más ligera que la muerte..."

     "... Cuando mis hijos sean mayores, os suplico que los hostiguéis, los atormentéis, como yo os he atormentado a vosotros, si veis que prefieren las riquezas a la virtud, y que se creen algo cuando no son nada; no dejéis de sacarlos a la vergüenza, si no se aplican a lo que deben aplicarse, y creen ser lo que no son; porque así es como yo he obrado con vosotros."

     Sócrates fue condenado a muerte. Conocemos datos sobre él principalmente por Platón, Jenofonte, y caricaturizado por Aristófanes en Las nubes. Aquí indicamos la visión platónica.

     Patricio de Azcárate (1800-1886) dijo que el Sócrates del Eutifrón se burla de los dioses del Olimpo; es aquel que califica de cuentos insensatos las tradiciones mitológicas y de tráfico ridículo las ceremonias del culto; es un hombre en guerra abierta con el politeísmo. 

     Y piensa Azcárate que no podía sustraerse a la acusación de impiedad.  Cree que aquí Platón lo defiende mal.  Poco importa, podría ser su plan: Sacrificar la defensa legal a fin de probar la superioridad moral de su maestro sobre los hombres de su tiempo, por sus creencias incompatibles con Sócrates. Él no hubiera aparecido como un gran filósofo si hubiera sido absuelto. Entre otros caracteres, ¿su originalidad no consiste en haber creído en un solo Dios en pleno politeísmo? ¿Y no consiste su grandeza en haberlo dicho, y en haber muerto por haberse atrevido a decirlo? 

     Según Rodríguez Adrados, Platón, en la muerte de su maestro, tuvo una guía firme. Considera que es la culminación de su doctrina. Rompe con el mundo circundante. La muerte de Sócrates significa la reforma radical de la ciudad. Construir una nueva sociedad con los principios absolutos que su maestro buscó mientras vivía. Y de ahí desarrollará los principios expuestos en República, Político y Leyes.

     Para Antiseri y Reale, El mensaje de Sócrates estuvo también condicionado por limitarse a los atenienses cuando era un mensaje que iba mucho más allá, pues era válido para todo el mundo. Considerar que la esencia del hombre reside en el alma, que la auténtica virtud está en el conocimiento o que los principios básicos de la ética consisten en el autodominio y en la libertad interior, era algo que luego llevaría a proclamar- socráticos menores y filósofos helenísticos- la autonomía del individuo como tal.

          Para Copleston, el primero de los cargos que se atribuyeron a Sócrates nunca fue definido explícitamente, porque su acusador confiaba en la reputación que le merecían los antiguos cosmólogos de Jonia al jurado, y recordarían la famosa profanación de Alcibíades del 415. El segundo cargo, corromper a la juventud, era el temor de fomentar el espíritu crítico entre los jóvenes ante la nueva democracia. Puesto que había formado a Alcibíades, se pasó a Esparta, y a Critias, un oligarca. No se podía aducir estas cosas claramente tras la amnistía del 404-403 a.C.

La muerte de Sócrates. Dibujo. J. Louis David. Metropolitan Museum Art.

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     Bibliografía:

     Plato. Obras Completas de Platón (pp. 71 y 83-95). ATOZ Classics. Edición de Kindle. 

     Rodríguez Adrados, F.: La democracia ateniense. Alianza Editorial. Madrid. 2ª edición. 1980. Página 408-410.

     Antiseri, D. y Reale, G.: HISTORIA DEL PENSAMIENTO FILOSÓFICO Y CIENTÍFICO: I. ANTIGÜEDAD Y EDAD MEDIA. Herder. Madrid. 2010.

     https://artsandculture.google.com/asset/the-death-of-socrates-jacques-louis-david/VAHswfi_q46cLw?hl=en 

     COPLESTON, F.: Historia de la filosofía, Tomo 1, Gracia y Roma. Liber. 1946. Páginas 102-104

Electrön, Rock de Don Quijote: https://www.youtube.com/watch?v=8J4-jNCbv-k


                    Electrön_Rock de Don Quijote


                   "¡Cuán ciego es aquel que no vee por tela de cedazo!"

                   (Capítulo I, 2ª parte, Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes. 1615)


Vista de piedras perenalas de una trilla. Molino Grande de Manzanares



Garrafa de vino y esportillo. Molino Grande de Manzanares






Vista exterior junto a balsa. Molino Grande de Manzanares

     El Molino Grande de Manzanares:
     Probablemente, el museo de Manzanares que mejor representa la identidad de la ciudad: Una industria que ha permanecido a lo largo de los siglos, con distintos dueños, en un mismo lugar.
     ¿Cuánto se asombrarían y cómo se frotarían los ojos los agricultores y molineros el primer día que llegó el agua al caz nuevo del río Azuer?


Cruz y Raya: José Bergamín y Manuel de Falla

 

     




  Para contextualizar las relaciones entre José Bergamín y Manuel de Falla reproducimos unas declaraciones de André Gide[1] sobre Bergamín a finales de 1938:

     «El comunismo está flaqueando, lo que restituye al cristianismo su alcance revolucionario. El catolicismo traiciona o bien se vuelve conservador. Conservador, ¿de qué, Cristo y Señor? De títulos, de fortunas, de privilegios. La tradición no tiene nada que ver allí. Importa legar el espíritu, no “la letra que mata”. Nunca dudé de que algunos católicos lo sintieran. Pero, hoy, parece que la Iglesia misma lo comprende, que ha empezado a comprenderlo. Algunos (entre ellos Péguy, primero, luego Maritain, Marcel, Mauriac, Berdiaeff, Bergamín) ayudaron mucho para que así fuera.»

     Este texto es recogido por Luis Campodónico[2] el 25 de julio de 1968, quien relata que la mención de Bergamín se hace en el momento que ocupa la agregaduría cultural de la Embajada de España en Francia. Era considerado como uno de los católicos que intentaba que la Iglesia rompiera con su pasado. Tres años antes había roto con otro católico, Manuel de Falla, por los mismos motivos por los que era elogiado por Gide, según Campodónico, quien escribe con el conocimiento del Concilio Vaticano II y la encíclica Populorum Progressio.

     Vamos a utilizar a Campodónico, a Nigel Dennis[3] y a Fernando García deCortázar[4].

     Hay una expresión coloquial[5] que manifiesta el firme propósito de no volver a entender en un asunto o de no tratar más con alguien: Cruz y raya.

     Pero Cruz y raya fue una revista que representó los valores de un catolicismo crítico durante la II República, con personalidades tan relevantes como Manuel de Falla y José Bergamín. La revista de afirmación y negación surgía en momentos de crisis general de la civilización europea. Hitler llegaba al poder con la amenaza de la destrucción de valores occidentales. Los editores de la revista buscaron respuesta a esa crisis espiritual debido a que los periodos históricos de crisis están llenos de inseguridades y fanatismos, según García de Cortázar. Surgen las utopías políticas que aportan esperanzas desmedidas y desesperanzas inconsolables.

     Cruz y Raya tuvo esa sustancia rebelde y angustiada, buscando una respuesta a la crisis espiritual de aquellos años con un severo afán de totalidad. La revista estimulaba la publicación de cualquier registro literario: Cántico de Guillén, comentarios de la filosofía de Ortega por María Zambrano o de Falla sobre Wagner. 

     Falla y Bergamín reivindicaban, según García de Cortázar, que la respuesta a la crisis del humanismo europeo debía proceder de la reivindicación de la espiritualidad católica, que, a su vez, ponía en tensión el sentido mismo de lo español o España. El catolicismo debía ser inspiración para una lectura total de la crisis, sin mediación institucional alguna; una revista abierta, libre e independiente. Su límite, la definición esencial del espíritu: su nombre, Cristo.

     Una visión integradora que producía casos de contradicción. Por las diversas trayectorias políticas de sus redactores. La lectura de sus treinta y nueve números rezuma una incoherencia editora. Sin embargo, Cruz y Raya unió en algo a quienes en ella escribieron: la voluntad en la resolución espiritual de la crisis de Occidente con la participación española. Para una refundación moral de Europa.

      Campodónico nos muestra un Manuel de Falla extremadamente delgado, sombra de si mismo, en 1935. En 1913 contrajo sífilis en París y desde entonces es un asceta pétreo, benévolo para los demás y severo consigo mismo. Parece también apocado, temeroso de Dios y resentido ante el sexo.

     La versión que nos ofrece de la relación entre Falla y Bergamín en Cruz y Raya es que fue breve y equívoca. En 1933 Falla pasa largas temporadas enfermo. Aunque reside en Granada, viaja a Palma de Mallorca para encontrar una paz que no encuentra. Para Falla, Bergamín parece una persona inquietante, de un catolicismo distinto al suyo, más tentado e incierto.

     Tienen, según Campodónico, una visión distinta de la República. A Falla le preocupa el ateísmo oficial del nuevo gobierno. A Bergamín le atrae el ímpetu cultural, la oportunidad de obrar, el que sea posible un renacimiento.

     Las cartas de Falla a Bergamín muestran un lento y perceptible rechazo al desempeño de la revista. Empieza a no desear la responsabilidad de su publicación, primero, como editor, y, al final, como uno de sus fundadores.

     En mayo de 1933, Falla, solicita que deje de aparecer como editor y únicamente como colaborador, coincidiendo con la publicación suya. En ese primer número empieza sus críticas, pero celebra como magistral el artículo de Bergamín, aunque difícil de comprender para personas de lectura superficial.

     Hay una carta de Falla a Bergamín, 4-11-1933, critica a Bergamín por su ensayo publicado en Cruz y Raya porque señala en el Cristo de Velázquez cierta luminosidad diabólica, y él ve que su contemplación ha elevado las almas a Dios, prueba que no admite engaño.

      El 20 de enero de 1934, como había recibido una circular enviada a los editores de Cruz y Raya, se queja de ello, de nuevo, y vuelve a su solicitud de baja como editor y quedar como fundador.

      La publicación que colma la paciencia de Falla fue El Aviso, a principios de 1935. Lleva de subtítulo de escarmentados del año que se acaba. Está ilustrada por Benjamín Palencia, con inspiración surrealista y ordenados caprichosamente, según Bergamín. Falla sufrió una conmoción, según Campodónico. Las cartas que enviaba a Bergamín estaban encabezadas por la palabra PAX, la carta de 16 de febrero de 1935 ya no la lleva. Las sucesivas cartas muestran reproches hasta la ruptura. El espíritu sutil y lúcido, a ratos jesuítico y a ratos satánico de Bergamín, no conmovió nunca profundamente la concepción nuclear de Falla. Sus relaciones estaban condenadas a romperse. Un Falla torturado, con sus provisionales soluciones beatas, veía el ímpetu o la alegre tristeza de Bergamín en su quehacer como algo irritante. No se volvieron a escribir ni siquiera en sus exilios de Argentina, Falla, y de México, Bergamín. Nadie tuvo la culpa, pero nadie dialogó.

      La visión que nos ofrece Nigel Dennis es más completa. En las cartas anteriores a 1926, Bergamín muestra una gran admiración por Manuel de Falla, artística y espiritualmente. Dennis cree que la admiración era comparable a la que sentía por Unamuno. Le remitía obras recién escritas, incluso desconocidas por no publicarse en ese momento, como Don Lindo de Almería.

      El grupo de cartas de la época de Cruz y Raya, creada en 1933 y desparecida al comenzar la guerra en 1936, ponen de manifiesto los postulados de la revista. Debido a la admiración que siente por Falla, Bergamín habla con una gran sinceridad. Las cartas de Falla con otros fundadores de la revista, Alfonso García Valdecasas, sirven para aclarar las discrepancias con el director. Y entre los papeles de Falla se encuentra el borrador de la declaración de principios que inspira la publicación, el interés del escritor por conseguir su consejo o bendición, que nos ayuda a percibir la aportación de Falla a la revista.

     Los miembros de la generación del 27 manifestaron su devoción por Manuel de Falla. Tanto individual, como Bergamín, como colectivo. Las cartas enviadas por Bergamín se han podido rescatar, el archivo epistolar de Bergamín se ha perdido en su mayoría. Y las cartas de Bergamín son transparentes, como repite Dennis.

     Las cartas enviadas por Bergamín han constituido un interés histórico extraordinario por la atención dedicada a Cruz y Raya. A sus orígenes, su administración y su organización. Con la revista alcanzó Bergamín su punto culminante como intelectual y escritor antes de 1936.

      La última carta de Bergamín a Falla, el 4 de septiembre de 1935, alude a la orientación fundamental que Bergamín ha procurado dar a Cruz y Raya, como a las publicaciones de Ediciones del Árbol, y pone de relieve las diferencias de temperamento y sensibilidad de entre Falla y Bergamín, según Dennis, al igual que señalaba antes Campodónico. La diferencia es la manifiesta admiración de Bergamín por Falla, la búsqueda de su consejo.

      Es claro que la ruptura definitiva se empieza a producir con la publicación de El Aviso en el Almanaque, a principios de 1935, con estas palabras de Falla:

     Con afecto que mucho me honra, usted me ha pedido repetidas veces que le hable con toda claridad, y así voy a hacerlo. En conjunto, el Almanaque me parece monstruoso… Usted no se habrá dado cuenta… además, no me sorprende excesivamente dada la “marcha” seguida por la revista en los últimos tiempos… dado el punto a que las cosas han llegado y dada también la falta de exacto juicio… yo no puedo seguir compartiendo la responsabilidad de la revista aunque…sólo ostentamos… el título de fundadores…Siendo sincerísima la amistad que le profeso, le escribo con pena por el disgusto que pueda ocasionarle, pero la conciencia así me lo exige…

     Bergamín le contesta prontamente:

     En este aviso mío… puse, con más empeño que nunca, mi propósito de siempre, de ir penetrando en el ánimo… del lector español, con las palabras más hondas y verdaderas de nuestra fe, sin que… en este espectáculo de la vida humana se le ofrece, se aperciba casi de la intención piadosa, compasiva, caritativa, cristiana, que le penetra. Y para ello, tomé por el camino más corto: el de la belleza, el de la poesía. No sé si habré sabido lograrlo. V. cree que no. Y es un gran dolor para mi esta opinión suya… Monstruo, sí lo hay en él; pero “monstruo en su laberinto”. Es un sueño de la vida y del mundo en que V. puede encontrar el espejo y el enigma con que los cristianos, desde la palabra de San Pablo, nos lo explicamos todo…

     En 1935, como se ha comentado, la enfermedad vuelve a Falla y no vuelve a escribir a Bergamín hasta el mes de agosto de 1935, sobresaltado por la publicación de Ars Amandi de Ovidio, en las Ediciones del Árbol:

          Claro está que yo no soy, ni quiero ser un “censor” … ¿Vd. puede realmente pensar que al Papa Pío IX le había de “complacer” el hecho de que un periódico que obedeciese a esa limpia inspiración publicase el “Arte de amar” de Ovidio…

     La contestación de Bergamín aborda el tema de El Aviso e ilumina el sentido profundo de Cruz y Raya. Su sensibilidad religiosa, su capacidad creativa y su visión de la realidad espiritual española es vista por Falla como demasiado radical e independiente, como poco dócil y ortodoxo:

     Dos afirmaciones recojo de su carta para aclararle…” Arte de amar” de Ovidio…Otra, las “mezclas detonantes” del “Aviso”. Son cosas muy distintas a primera vista…

     …Una obra de poesía clásica…tiene, efectivamente, un choque violento en su realismo o naturalismo aparente con el espiritualismo cristiano… gracias al cristianismo, a la actuación histórica civilizadora, cultural, de la Iglesia católica de Cristo, como se nos vino a las manos desprovista de tan exclusiva interpretación; como, ahora, para nuestra sensibilidad, tiene un valor moral, educativo, de pura, prístina emoción estética o creadora, de poesía, de transcendencia espiritual en definitiva…este valor moral del paganismo en sus obras de creación, de poesía, de belleza, ha sido siempre reconocido, con personal valor moral en la Iglesia… Precisamente la falta de educación humanística nos viene acarreando no poco daño en la hoy terrible insensibilidad estética y moral y religiosa de esa enorme masa de católicos ignorantes, en España…Por eso, desde un primer momento evoqué en la revista y en sus ediciones los grandes nombres significativos, por españoles, para nosotros, de esa auténtica tradición moral de independencia de los valore morales dentro de la Iglesia…Un editor o un escritor católico puede, y hasta, en mi sentir, debe, utilizar para su difusión o comentario los textos clásicos del paganismo…continuar la buena tradición católica. Y más en España…

     … Yo no creo que hay que perseguir al pecador por el pecado sino al pecado por el pecador. Al hombre tristemente carnal que somos…hay que lograr no tanto la evitación…del pecado como la conciencia de cometerlo, el arrepentimiento del pecador. Por eso creo que no debe disimularse, entorpecerse…la verdad de la carne, con toda su belleza viva, con toda su tristeza mortal.

     Y la poesía clásica amorosa…es una magnifica educadora moral en ese sentido.

     … Ya sé, querido y admirado, venerado amigo, que esta lucha de que dejé acaso demasiado rastro impersonal en mi AVISO, es lucha personal de cada uno consigo. Y la única disculpa que tengo…es contagiar a los indiferentes de esta inquietud espiritual que creo indispensable para todos… Y para todos lo hice todo para de todos los modos salvar alguno. Y en este sentido, por esta razón, también se hace así la Revista misma.

     Pero yo, yo, ese yo- mi único enemigo verdadero- corro, a veces, como sin saber adónde y lucho como quien azota el aire…

     Y V. amigo mío, con sus cariñosos reproches me ayuda a ello, tomando como a V. corresponde, la parte de Dios. Gracias, le repito. Y mientras con la ayuda de Dios, me defenderé de mí mismo, que es lo que hago con todo lo que hago con todo lo que hago, también con esta carta.

     Otras cosas quisiera decirle; pero ya lo que va es demasiado y no quiero abusar de su paciencia. Con el tiempo le explicaré más; y sin traicionar mi veracidad con falsa modestia, alguno y algunos de los resultados favorables que he conseguido con tanto empeño.

      La carta ha sido extractada por quienes escribimos estas palabras sobre los distintos cristianos católicos de la II República que publicaron una de las revistas culturales más importantes de este tiempo. Que publicó el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, de García Lorca, con ilustraciones de José Caballero; que homenajeó a Ramón y Cajal en el primer aniversario de su fallecimiento con traducciones de Von Lenhossék, porque no consiguió unas palabras de alguno de sus colaboradores españoles. O donde alternaban artículos de Santa Catalina de Siena con otro del arabista García Gómez, donde escribe de Aben Guzmán y/o el zéjel. 

Jose Bergamín.itoldya420.getarchive 


Josefina de la Torre

doing 🔧🔨🔫🚦 Josefina de la Torre, Casa de las Canteras, 1925-30                   Jugaba al tennis , conducía su auto, pero lo que más le...