Sánchez Mejías y Vargas Llosa

      

Javier Cercas, El País, 14 de abril, captura de pantalla de uso no comercial. 

     El paseante anda como loco. No encuentra a Pantaleón, ni a Lituma. Lo mismo están en el Colegio militar Leoncio Prado, que tampoco sabe dónde está ubicado.

     Una vez tranquilizado, buscó la página 13 del primer libro y fue seleccionando:

     "Estará igual, con su pequeño jardín, el viejo mango y el flamboyán de flores rojas recostado sobre la terraza donde solían almorzar al aire libre los fines de semana; su techo de dos aguas y el balconcito de su dormitorio, al que salía a esperar a sus primas Lucinda y Manolita, y, ese último año, 1961, a espiar a ese muchacho que pasaba en bicicleta, mirándola de reojo, sin atreverse a hablarle." (Mario Vargas Llosa, La fiesta del Chivo. Página 13.)


     "Desde la puerta de La Crónica Santiago mira la Avenida Tacna, sin amor: automóviles, edificios desiguales y descoloridos, esqueletos de avisos luminosos flotando en la neblina, el mediodía gris. ¿En qué momento se había jodido el Perú?" (Inicio de Conversación en la Catedral, Mario Vargas Llosa.)


     "Pequeño, amoratado, Ferrufino había aparecido al final del pasillo que desembocaba en el patio de recreo. Los pasitos breves y chuecos, como de pato, que lo acercaban, interrumpían abusivamente el silencio que había reinado de improviso, sorprendiéndome" (Mario Vargas Llosa, Los jefes. Página 13.)


     "Se vio en el espejo de la entrada: había compuesto su expresión, un ligero rubor coloreaba sus mejillas y la agitación subía y bajaba su pecho. En un movimiento maquinal, se cubrió el escote de la bata de entrecasa." (Mario Vargas Llosa, Los cuadernos de don Rigoberto. Página 13.)


     "Correr en las mañanas por el malecón de Barranco, cuando la humedad de la noche todavía impregna el aire y tiene a las veredas resbaladizas y brillosas, es una buena manera de comenzar el día." (Mario Vargas Llosa, Historia de Mayta, página 13.)


     "Cuando abrieron la puerta de la celda, con el chorro de luz y un golpe de viento entró también el ruido de la calle que los muros de piedra apagaban y Roger se despertó, asustado. Pestañeando, confuso todavía, luchando por serenarse, dicisó, recostada en el vano de la puerta, la silueta del sheriff." (Mario Vargas Llosa, El sueño del celta, inicio, página 13.)


     Hoy, Javier Cercas le ha escrito un obituario a Vargas Llosa que murió en el Perú un 13 de abril de 2025. Lo titula Vargas Llosa, un cruce entre Gustave Flaubert y Victor Hugo. El final tiene resonancias entre épicas y líricas, realmente míticas:

     "Al menos en el ámbito de nuestra lengua, tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, un escritor tan grande como Vargas Llosa: tan grande y tan rico de aventura."

    Recuerda la sublimación del arte mediante el elogio por el amigo, recuerda la elegía más famosa del siglo XX español, Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, de Federico García Lorca. La amistad, la inmortalidad a través de su recuerdo, la identidad de lo que somos o queremos ser:

     "Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace,

un andaluz tan claro, tan rico de aventura" 

     (Federico García Lorca, Alma ausente, en Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.)

     Cuenta Manuel Grosso que fue a dar una conferencia en El Cairo sobre García Lorca y el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías. Sus amigos poetas lo habían mitificado de tal manera que los egipcios pensaron que el mecenas de la generación del 27 no había existido. Lo consideraban un mito literario. 

    Vargas Llosa lo es y lo será.


     

4 comentarios:

  1. Hola, Blas, sí, deja un gran vacío en las letras hispanas. Buen homenaje de Cercas, parafraseando a Lorca.
    Un abrazo. 🤗

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  2. Hola, Merche: Entre la importancia que ha tenido como escritor y lo bien que despedimos en la cultura española... Se lo merece ampliamente. Un abrazo. :)

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  3. Vaya Blas, que despedida...es todo un homenaje. Yo me he enterado por los titulares de cuatro frikis.
    Me da pena. Se va una voz inmensa de la literatura. A mí me marcó la ciudad y los perros. Su ritmo y su crudeza me dejaron huella. Pero tu entrada le hace justicia, recordando lo esencial: los libros, las palabras y la huella que permanece y permanecerá.
    Me ha impresionado la cita de la despedida. Gracias por el homenaje
    Un saludo

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    1. Finil: La identidad de lo que somos o queremos ser se fragua en lo que otros hicieron o dejaron como legado. Bueno o malo. Nuestra esencia o nuestros humores, nuestra mirada o nuestra ceguera. Gracias por tu comentario. Un saludo. :)

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