Ramón Carande, premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 1985, evocaba en el cincuentenario de la Residencia de Estudiantes que, cuando era residente en la sede de Fortuny, la voz grave de mando la emitía un gong que reclamaba puntualidad como regla más elemental de cortesía y de respeto.
El gong es un
instrumento musical de percusión formado por un disco que vibra al ser golpeado
por una maza mientras está suspendido. Puede ser plano o abombado, con una
protuberancia central denominada pezón. Se cree que los primeros aparecieron en
Indonesia y se fueron extendiendo por el continente asiático. En su forma más
primitiva era ya utilizada por los griegos y lo difundieron durante las conquistas
de Alejandro Magno. Tiene una función ceremonial, ritual, e incluso terapéutica. La expansión de la religión budista contribuyó a su mayor difusión.
En Europa es introducido en el siglo XVIII como instrumento musical. Su sonido depende del metal con el que esté elaborado. En la actualidad tiene también aplicación en la musicoterapia y la meditación.
Algunos especialistas señalan un origen chino, otros, en el Cercano Oriente en el siglo VIII a. C., pero las referencias escritas que se poseen lo sitúan entre el mundo mesopotámico y/o el griego del primer milenio a. C., relacionado bien con conocimiento de signos zodiacales, bien con mitos eleusinos, respectivamente.
Hubo una productora y distribuidora cinematográfica de origen británico, J. Arthur Rank Films, que se hizo famosa por la escena que presentaba a esta empresa porque se golpeaba un enorme gong antes del comienzo de la película. Inicialmente, esta productora tenía origen en una sociedad de origen religioso metodista (1932), que se extendió en su crecimiento económico al cine comercial británico con la compra de Pinewood Film Studio y cadenas de distribución para películas familiares y de acción. Ipcress (1965, Sidney J. Furie) o Hamlet (1948, Laurence Olivier), por ejemplo.
Cuando la Residencia de Estudiantes se creó al amparo de la Institución Libre de Enseñanza y la Junta de Ampliación de Estudios, se intentó copiar los sistemas de estudios europeos, especialmente británicos. Alberto Jiménez Fraud, director de la Residencia de Estudiantes entre 1910 y 1939, introdujo rituales de las islas y decidió durante su estancia en el Reino Unido enviar a Madrid un gong que había visto utilizar en instituciones educativas.
El pedagogo manchego José Castillejo, secretario de la Junta de Ampliación de Estudios, hizo acuse de recibo, en una carta dirigida a Jiménez Fraud, del gong, con fecha 9 de julio de 1913, que fue destinado a la Residencia, cuando tenía su sede en la Calle Fortuny.
Según distintos relatos, se empleaba para la llamada a la comida. En los escasísimos documentos visuales que existen anteriores a la guerra civil, aparece la jefa de comedor, Casimira Mayor, tocando el gong a mediados de los años 20 del siglo pasado.
El efecto terapéutico del sonido del gong sería mayor si la comida saciaba el apetito de los residentes.
Reclamando puntualidad en la Residencia de Estudiantes |
Para saber más, bibliografía:
— https://www.escueladegong.com/2021/02/el-gong-origenes/
— Carta de José Castillejo a Alberto Jiménez Fraud, 9 de julio de 1913. JIMÉNEZ FRAUD, A.: Epistolario I, II y III. Edición de James Valender, José García-Velasco, Tatiana Aguilar-Álvarez Bay y Trilce Arroyo. Fundación Unicaja y Residencia de Estudiantes. Madrid. Octubre 2018. Consultado en sala biblioteca del Archivo Museo Ignacio Sánchez Mejías, 22-11-2022.
-Carande Thovar, R.: Fortuny 14. Artículo conmemorativo de los cincuenta años de la Residencia de Esudiantes. Publicado en 1963 en la Revista de la Residencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario