Urdimbre y trama

Cultura y sociedad

Irene Polo, Hollywood en España, 1930

 

   

Irene Polo y Buster Keaton. Archivo Nacional de Cataluña. Licencia Creative Commons

 

     Irene Polo fue una de las primeras periodistas que accedió a las redacciones y participó en la llamada edad de oro del periodismo, en los años previos a la guerra civil. Considerada una pionera, hay escasas referencias bibliográficas suyas. Su hito más llamativo: llegó a ser jefa de redacción de un diario en 1935, Última hora. Cuando en enero de 1936 decide enrolarse como encargada de comunicación de la compañía de Margarita Xirgu se le dio una cena de despedida que mostró el prestigio adquirido y el respeto de la prensa de Barcelona.

     Irene Polo Roig, periodista y representante teatral, nace en Barcelona el 27 de noviembre de 1909 en una familia de origen humilde. Su padre, guardia civil, muere muy joven, quedando su madre Francisca a cargo de tres hijas.

     Irene es la mayor de ellas, y se dedica a trabajar desde muy corta edad, por lo que no tuvo estudios. Sus conocimientos son los propios de una autodidacta. Realiza su primer trabajo en la sección de publicidad de la productora cinematográfica francesa Gaumont, con dieciocho años. Este periodo de formación es muy interesante por la relación que tuvo con una prensa innovadora, asociada al mundo de los negocios, dependiente de la publicidad y con necesidad de espectáculo. Muy relacionado, todo, con lo que se está creando en otros lugares con la industria editorial. Y es significativo porque parece que no se circunscribió sólo al público catalán, idioma en el que redactó la mayoría de su trabajo posterior, puesto que escribió en castellano, de manera que conoció públicos variados y diferentes, desde el urbano barcelonés al público del resto de España. Y ese conocimiento del lenguaje cinematográfico nos lleva a dar sentido a la entrevista que realizó al grupo de Buster Keaton, a quien dimos ya una primera entrada que señalamos al final.

     Su inicio periodístico se produce en 1930 en las revistas Mirador e Imatges, dirigida por Josep Maria Planes. Una labor periodística que llega hasta 1936. Publica artículos en lengua catalana en muy variados periódicos y revistas del momento: La Rambla, La Humanitat, dirigida por Lluís Companys, L’Opinió, L’Instant, Revista de Cataluña, El Noticiero Universal y Última hora. Las revistas Gran Proyector (1930), Films Selectos (1930-1931) y Mundo Gráfico (1935-1936) recogen su producción en lengua castellana. Escritos de fidelidad republicana, tal como era su autora. Se le considera una de las primeras mujeres periodistas catalanas: luchadora, brillante, decidida y valiente, y, sobre todo, una gran innovadora en la confección de sus reportajes. Con realismo, sentido del humor, fina ironía, que sabe destacar, incluso, lo absurdo de la situación.

      Domina variados temas, utiliza la “entrevista repentina”, en la que realiza un reportaje rápido y directo. Por su pluma aparecen Pío Baroja, Margarita Xirgu, Buster Keaton, Pau Casals, Josep Tarradellas o Francesc Cambó, a los cuales agrada con humor cuando no consigue la respuesta deseada del entrevistado.

       La variedad de temas por los que se interesa son tratados con profundidad. En materia social, por ejemplo, la moda femenina, la llegada del pantalón a la ropa de la mujer, el escote femenino, los trajes de baño de principios del siglo XX, la explotación de Ibiza en el aspecto turístico (1933). En materia laboral, las huelgas de los mineros (1933), o las manipulaciones ejercidas por el sindicato CNT a causa de los problemas de las minas del Sallent. En materia política: las elecciones al Parlamento de Cataluña (1931), la entrevista a un miembro del partido de Gil Robles simulando ser partidaria del político o el juicio contra el gobierno de la Generalitat (1935). Sus artículos quedan recogidos en dos obras: La fascinació del periodisme: cròniques (1930-1936) e Irene Polo, una reportera excepcional: recull d'articles (1930-1938).

      Contribuyó en 1933 a la creación de la Agrupación Profesional de Periodistas (vicepresidenta hasta 1935). La entrevista que realiza en 1936 a Margarita Xirgu, de quien queda en cierta manera fascinada, le abre el camino hacia América como secretaria, jefa de prensa y directora artística de la gira de la actriz por América del Sur. Es Irene quien informa del asesinato de Federico García Lorca (19 de agosto de 1936) a Margarita Xirgu, quien conmovida manifiesta que ha muerto su hijo. Disuelta la compañía teatral, tiene intención de volver a Barcelona, pero el fin de la Guerra Civil no lo hace posible, por lo que se establece en Argentina, a donde acuden su madre y sus dos hermanas en 1939. Comienza a trabajar realizando traducciones del francés, entre ellas biografías de Napoleón, Wagner o Shelley. En 1940, con el fin de mejorar su situación económica, acepta la dirección de publicidad de la empresa barcelonesa de perfumería Dana en la sucursal de Buenos Aires. En 1941, una fuerte depresión nerviosa la lleva al suicidio el 3 de abril de 1942. Es enterrada en el cementerio de la Chacarita en Buenos Aires[1], donde cae en el olvido.

     Se habló de depresión, de un corazón dos veces roto, de una angustia irremediable frente al mundo. Se buscaron indicios, se revisaron sus cartas, se rastreó el itinerario que la llevó a morir tan lejos de casa. Pero todo eso fue después, muchos años después. Irene Polo fue una estrella fugaz, el resplandor de un momento y luego un silencio opaco, un nombre olvidado, acaso incómodo como para ser recordado en medio de la oscuridad que envolvió a España después de que ella se subiera a un barco para cruzar las aguas del océano.[2]

     Sergi Doria[3] cita a Irene Polo en un momento agradable de su carrera profesional. Está contenta, disfruta con una entrevista a unos actores de Hollywood que han pasado por distintas ciudades de España, llevados, en cierto modo, por Gilbert Roland (Luis Alonso), de ascendencia española. Al galán hispano-mexicano le acompañan Buster Keaton y las hermanas Norma y Natalia Talmadge: Barcelona-Sitges-Barcelona, con Buster Keaton, Luis Alonso y Norma y Natalia Talmadge, por Irene Polo para Imatges.

     Irene está emocionada al escribir, 3-09-1930, porque ha visto las fotos que se han publicado del viaje por el norte de España, Madrid o Granada: Maravillada. Dice que las brillantes marionetas del blanco y negro están entre nosotros en carne y hueso, cuando tenemos la impresión de que no son más que una ilusión de imágenes. Su éxito, dice, es esa inmaterialidad.

       La distancia y la fotografía cinematográfica los convierte en seres fabulosos e imposibles, cargados de todas las ventajas de la admiración, sin ninguna de las desventajas de la humanidad- aquí observamos en el inicio del reportaje que la influencia de su primer trabajo en la productora cinematográfica es evidente-

      Viajan de improviso, sin ningún programa, sin ruta ni hora fija, aprovechando la libertad que su época de vacaciones en los estudios de cine les permitía. Hacían, piensa la periodista, creíble que no fuesen a Barcelona, lo que provocaba más ganas entre sus seguidores, creaba más fantasía. Pero llegaron al Ritz en la noche del viernes. Polo dice que cansados, terrosos y negros.

     El sábado, a mediodía, saludaban en la zona de baile del hotel. Irene elogia a las actrices y actores: Norma, bonita, joven y elegante; Natalia, delgada y simpatiquísima; Buster Keaton, rojo como un demonio a causa del sol, es un cómico auténtico. Explica que ha cazado perdices, tantas, que se podían cazar a golpes de bastón. 

     Luís Alonso (Gilbert Roland) es un novio magnífico. Con toda esa cabellera romántica. Buen chico, sencillo y amable, asombroso.

     La prensa fotografía y agobia. Pasan calor en el verano español

     ―¿Vamos a la playa? ―resuelve Alonso.

     ―Very good! ―exclama Keaton.

     ―En Sitges ―proponemos.

     Una hora más tarde, están en «la villa blanca». El mar está tranquilo. Lluís Alonso y Buster Keaton se bañan.

     ― ¿Qué les parece Cataluña? ―les preguntamos mientras reposan, a la sombra del velario.

     ―Una preciosidad. Hace más claridad que en ninguna parte donde hemos estado.

     ― ¿Qué les ha gustado más de todo lo que han visto en España?

       Todo. Todo. Pero Granada… ¡Ah, Granada! Inolvidable. Barcelona también. Es una lástima que no la podamos ver mejor. ¡Tenemos tan poco tiempo! Mañana, a las ocho de la mañana, salimos hacia París.

     Keaton da su opinión sobre el cine sonoro:

     ―Admirable. Pero es que yo canto muy bien. Ya sentirán… llover.

     Irene nos cuenta la preferencia de estos actores por Greta Garbo y Lon Chaney, que falleció en agosto de 1930, unos días antes. Son sus actores más destacados. A Keaton le preguntan por su actuación más destacada y dice que es Las tres edades. Norma Talmadge y Gilbert Roland (Luis Alonso), se han visto muy bien en la versión de Margarita Gautier.

     Irene pide una sonrisa a Buster Keaton haciendo valer su calidad de señorita. Keaton más serio que nunca.

     ―¡No! ¡No! Prohibido la risa. Por el contrato con la Metro.

     Llegan los seguidores. Las firmas de Álbumes, libros de versos, libretas, décimos de lotería. De todo. Buster Keaton, Lluís Alonso y Norma y Natalia Talmadge no dan al alcance con todas sus ocho manos a la vez.

     El dueño del hotel no deja escapar a Luís Alonso, que es el que paga la fiesta, según Irene.

    Se van de Sitges. Vuelven a la Diagonal, al Hotel Ritz. La periodista termina su artículo, con el disfrute inicial:

     Los dejamos. Y nos despedimos.

     ―Good bye! ―hacen las mujeres.

     ―Adiós ―dice Alonso.

     Keaton nos pregunta cómo se dice goodbye en catalán.

     ―Adeu ―le decimos.

     ―Pues… adeu ―nos hace con una gran carcajada… que nunca saldrá en ninguna fotografía ni en ninguna película.


Los actores de Hollywood junto a Irene Polo. Archivo Nacional de Cataluña. Licencia Creative Commons

     



[3] DORIA, S.: Irene POLO en Barcelona-Sitges-Barcelona, con Buster Keaton, Luis Alonso y Norma y Natalia Talmadge en Un país en crisis. Crónicas españolas de los años 30. Edición de Sergi Doria. Edhasa. Barcelona. 2018. Reseña en Archivo Museo Sánchez Mejías (12-7-2023 y 13-8-2025). Páginas 63-68.

     Otra bibliografía:

    -  https://blasmaesoruizescribano.blogspot.com/2025/03/buster-keaton-cara-de-palo.html

    - SALGADO-DE DIOS, F.: El periodismo cinematográfico de Irene Polo (1927-1930). Acotaciones a un trabajo inédito, en Revista internacional de Historia de la Comunicación. Universidad de Sevilla. Sevilla. 2022. Páginas 140-158.

 
 
 
 
Irene Polo y Buster Keaton, Archivo nacional de Cataluña. Licencia creative commons.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
14-08-2025 14:00, actualizado 15-08-2025 9:11                                                                                                     Programación 15-22-29 0:00 

Ricardo de Orueta, historiador_1

    

Ricardo Orueta. Archivo JAE. 


 

     ¿Quién era Ricardo Orueta?

 

     En una poesía de Gabriel Celaya encontramos una referencia a Ricardo Orueta y Duarte:

               ¡Más grande! Y, sin embargo, sin gestos ni aspavientos,

como aquella sonrisa buida que flotaba

en ti, Moreno Villa; como en Llorca, menudo,

humilde y laborioso, con su corbata blanca:

o en Ricardo Orueta con su amor: la belleza

visible en el atleta de la última Olimpiada.

           (Gabriel Celaya, poema dedicado a Alberto Jiménez Fraud) 

     En los datos que hemos buscado en el archivo de la Junta de Ampliación de Estudios (JAE) se guarda la siguiente ficha de Ricardo de Orueta, carpeta n.º 163, 7988:

     Don Ricardo de Orueta y Duarte, con domicilio en la calle Serrano, 36, de Madrid, entra como becario en el Centro de Estudios Históricos, en el grupo del señor Manuel Gómez Moreno, con asignación para viaje de investigación.1910-1911. 

      El 28 de abril de 1914 se acuerda por la JAE abonarle a Ricardo Orueta las fotografías de su trabajo sobre el escultor Pedro de Mena, tasadas por el señor Menéndez Pidal en 1.726 pesetas.

     En 1919 figuró como becario en el Centro de Estudios Históricos, con el señor Menéndez Pidal, con una asignación de 300 pesetas mensuales.

      En 1919-1920, continúa de igual forma y con el mismo haber.

     García-Velasco en el Epistolario de Alberto Jiménez Fraud nos da una breve reseña biográfica que resumimos:

     Ricardo de Orueta y Duarte nació en Málaga en 1868 y falleció en Madrid en 1939. Aunque estudió Derecho, ha sido más reconocido como historiador del arte. Su familia estuvo vinculada a la Institución Libre de Enseñanza. Su padre, Domingo Orueta era amigo de Francisco Giner y fundador de la Sociedad Malagueña de Ciencias Físicas y Naturales en 1872. En París estudia escultura en la Escuela de Artes Decorativas. Cuando su padre muere regresa a España y estudia Derecho. Fue amigo de Alberto Jiménez Fraud y de su grupo de amigos y conocidos (peña malagueña) en la Residencia de Estudiantes. En 1911 se encuentra en Madrid, residiendo con otros malagueños en la calle Serrano, donde ejercía como anfitrión. Empieza a trabajar en el Centro de Estudios Históricos en la sección de arte que dirigía Elías Tormo. En 1915, Jiménez Fraud le invita a alojarse en la Residencia de Estudiantes, calle Pinar, donde fue tutor encargado de visitas a museos y ciudades con interés artístico y participaba en los cursos de vacaciones para extranjeros.

     El sello del atleta rubio de la Residencia de Estudiantes fue idea suya. Una escultura del siglo V a.C. encontrada en la Acrópolis de Atenas que diseñó Fernando Marco.

Sello de la Residencia de Estudiantes. Residencia de Estudiantes

     En 1924, Ricardo Orueta entra en la Real Academia de Bellas Artes de
 San Fernando. Durante la II República fue director general de Bellas Artes. Entre sus fines estuvo la defensa del patrimonio español y el estudio de la escultura castellana del Siglo de Oro. Cuando entró en política pretendió preservar el patrimonio y evitar su expolio.

     Está detrás de la Ley de Tesoro Artístico de 1933. Esta ley siguió en vigor tras la Guerra Civil, con la dictadura de Franco y la Transición, gobierno de UCD y PSOE, hasta 1985. Fomentó la creación y renovación de los primeros museos. Y está detrás de la creación y realidad del Museo de la Escultura de Valladolid. Con la guerra, marcha con el gobierno a 
Valencia, pero vuelve a Madrid con el deseo de continuar sus trabajos en el Centro de Estudios Históricos. Mientras vivía en casa de su primo Francisco de Orueta le sobrevino la muerte en 1939.

     ¿Quién formaba la peña de Málaga o la peña malagueña?

     José Moreno Villa, Ricardo de Orueta, Manuel García Morente, Gustavo y Francisco de Orueta y Alberto Jiménez Fraud. En agosto de 1906, Unamuno se traslada a Málaga para dar tres conferencias dentro del plan de Giner de los Ríos de agitar conciencias en la España de provincias. Pretendía Giner incluso una especie de festival de la enseñanza. El encargado de agitar esas conciencias fue Alberto Jiménez Fraud. Traba amistad con Unamuno, amistad que tendrá extensión intelectual en la Residencia de Estudiantes. Giner juega fuerte y envía a su hombre en Granada, Fernando de los Ríos. Fernando de los Ríos fue el ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes que nombra director general a Ricardo Orueta en 1931, aunque ya lo era con Marcelino Domingo. Y Alberto Jiménez Fraud se ayuda en esos días iniciales de sus amigos de Málaga, que al llegar a Madrid seguirán cercanos a él.

     


     Ricardo Orueta, historiador

     Elegimos aquí dos muestras de su labor como historiador del Arte. Ricardo de Orueta se especializó en la escultura de la Baja Edad Media y la Edad Moderna. Una de sus páginas más interesantes las dedicó a la escultura del doncel de Sigüenza, de más hondura literaria. Se acompaña con una muestra del estudio del sepulcro de los marqueses de Santa Cruz, Viso del Marqués. 

     "La estatua representa a D. Martín recostado sobre un montón de laureles, en el que apoya el codo derecho; tiene las piernas perezosamente cruzadas y un libro abierto en las manos. Viste armadura de piezas rígidas en los brazos y piernas, y una cota de mallas bajo otra tejida con tiras de cuero le defienden el cuerpo; sobre los hombros lleva una capa echada atrás, con la cruz de Santiago en el centro, y cubre su cabeza por un casquete bajo el que asoma el cabello, sedoso y largo hasta los hombros, y recortado el flequillo por delante, según la moda del tiempo..." (El doncel de Sigüenza).

El doncel de Sigüenza. Wikipedia

     Orueta popularizó entre los residentes de la calle Pinar el doncel de Sigüenza que decoraba sus habitaciones con reproducciones de su escultura.

     "Se encuentran colocados estos dos sepulcros en uno y otro frente al crucero, mirando las estatuas al altar mayor. Son monumentos sencillos y serios, aunque algo secos y fríos, formado cada uno por dos columnas dóricas y un frontispicio, que encuadran un arco, y dentro de éste las estatuas, que rezan de rodillas en un reclinatorio..." (Los marqueses de Santa Cruz, María de Figueroa y Álvaro de Bazán). 

     Obras destacadas de Ricardo de Orueta fueron sus trabajos sobre Pedro de Mena, Alonso de Berruguete, Gregorio Hernández y la obra sobre la escultura funeraria de Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara, de 1919, rescatada en nueva edición en 2000.  

    Ricardo Orueta, político en Bellas Artes

    Cuando fue director general de Bellas Artes, dio permiso a la Residencia de Estudiantes para que comenzaran las obras de su Sala de Conferencias. A continuación incluimos la carta que envía a Alberto Jiménez Fraud:

     "18 de julio de 1931

 

Sr. D. Alberto Jiménez Fraud

     Mi querido amigo:

     Le acompaño a usted la comunicación al presidente de la Junta de Ampliación de Estudios autorizando el comienzo de las obras de la Sala de Conferencias de esa Residencia. Usted me hará el favor de hacerla llegar a sus manos.

     Ha estado esta mañana el señor Arniches, al que he leído dicha comunicación, por lo cual quedan ustedes enterados todos aquellos a quien el asunto interesa.

     Las obras pueden, pues, comenzar inmediatamente.

     Les saluda su afmo. Amigo.

     q. s. m. e. (que su mano estrecha)"


     La reforma del salón de conferencias o auditórium fue reseñado en la revista Arquitectura en su número 169 de mayo de 1933. El arquitecto que participó en esta reforma fue Carlos Arniches, hijo del dramaturgo del mismo nombre y cuñado de Eduardo Ugarte (La Barraca) y José Bergamín. Arniches, con alguno de sus socios, colabora en el diseño de los nuevos Albergues de Turismo, como el de Manzanares, Ciudad Real, como arquitecto del Patronato Nacional de Turismo. Y como se puede apreciar, Ricardo Orueta adopta el tono de alta autoridad del gobierno de la República, manteniendo la cordialidad de trato con sus antiguos compañeros de la Residencia. En este caso, Alberto Jiménez Fraud y José Castillejo.


     



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      Para saber más:

      - JIMÉNEZ FRAUD, A.: Epistolario, 3 tomos.  Edición dirigida por James Valender y José García-Velasco. Fundación Unicaja. Publicaciones de la Residencia de Estudiantes. Madrid. 2017. Reseña 31-7-2025 Archivo Museo Sánchez Mejías.

     - Ricardo de Orueta, La escultura funeraria en España. Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara. Proyecto Lucena. Ediciones AACHE. 2000

    - Archivo de la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE).

     - PÉREZ-VILLANUEVA TOVAR, I.: Ricardo de Orueta en la Residencia de Estudiantes. Acción Cultural Española 2014. Ministerio de Cultura y Deportes. Museo Nacional de la Escultura. 


8-08-2025 21:40 Actualizado 10-08-2025 9:42

Murciélagos

      

Restos de fauna neolítica Cueva del Tesoro. MAN. Wikipedia


     Contaba Gerardo Diego en ABC el 17 de junio de 1973, en la Tercera, sus conocimientos sobre los murciélagos. Citaba a Norberto Casteret y su libro "Memorias de un murciélago", o la obra "El murciélago alevoso" de Fray Diego González, un agustino de Salamanca, maestro de poetas de finales del XVIII, Meléndez, Iglesias y Jovellanos. La obra del agustino maldice a un murciélago que ha asustado a una joven con estrofas llenas de subjuntivos y desiderativos.

     Lo que nos interesa aquí es un recuerdo de su viaje a las Filipinas con Julio Palacios en 1935. Cuando pasó por la isla de Bali le enseñaron, como a todos los turistas, una espaciosa cueva, refugio de murciélagos. Durante las horas diurnas, apretados en verdaderos racimos, de su bóveda, cuelgan millares de murciélagos en estado de somnolencia. Se les ve perfectamente entrando en esa cueva, pero el olor es fuerte, casi irresistible, por la acumulación de guano desde el umbral hacia adentro.

     A nuestra memoria, en este instante, ha venido el tesoro que se encontró un farmacéutico de Málaga gracias a los murciélagos en la antigua Cueva del Suizo, más tarde Cueva del Tesoro. Este farmacéutico está relacionado con la obra de la Institución Libre de Enseñanza y la Junta de Ampliación de Estudios, con Alberto Jiménez Fraud y José Castillejo, y con el proyecto del Laboratorio de Microbiología de Málaga.

     El factótum del Laboratorio de Microbiología de Málaga, Enrique Laza, compró el paraje de la Cueva del Tesoro del Rincón de la Victoria porque era rico en hierbas medicinales para utilizarlas en su farmacia malagueña. El verdadero tesoro fue la abundancia de murcielaguina o guano, considerado un excelente abono en su momento. Hizo un pozo y extrajo el excremento del mamífero alado. Y más tarde, otro tesoro, las pinturas rupestres que revelaron entre los prehistoriadores Henri Breuil, francés, y Miguel Such, malagueño. La cueva fue heredada por la familia Laza. La gruta fue expropiada en 2009, con un justiprecio de 4,9 millones de euros.


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     -DIEGO, G.: Gerardo Diego en ABC. Abc, 19 de junio de 1973. Edición de Rafael Inglada. Fundación Gerardo Diego. Bodega y Azotea. Reseña 10-06-25, Archivo Museo Sánchez Mejías.

       -Notas sobre el Laboratorio de bacteriología de Málaga (y 2)



2-8-2025 20:27 Actualizado 21:06

Las cráteras griegas de la necrópolis ibera de Piquía

 

    

Cráteras griegas. Necrópolis de Piquía. Instituto de Arqueología Ibérica. Universidad de Jaén


     En los primeros días de febrero de 2025 recibimos un correo electrónico desde Jaén con la siguiente noticia enviada por don Luis Larramendi Lostau, que reproducimos a continuación:


    "Buenas tardes:

     Me encuentro en estos días iniciales de un frío febrero en la ciudad que huele a aceite y pone tapas abundantes con vinos de muchas denominaciones de origen. Como había recorrido media piel de toro, me senté allí donde el calor era propicio y pedí un vino de mi tierra, Rioja alavesa, mientras degustaba un plato típico de nombre llamativo, "carne a la suegra". Una amable camarera me contó que a doscientos metros le había llamado la atención una exposición distinta que no debía dejar de ver en Jaén

     La camarera hacía referencia a la exposición del ajuar funerario del príncipe de Arjona en el Museo Íbero de Jaén[1]. Animado y dispuesto, cuando tomé el café, me dirigí a presenciar la forma en que se contaba la antigua historia del enterramiento de un príncipe ibero en el siglo I a.C., cuando la dominación romana estaba casi concluida y la romanización avanzada.

     La necrópolis ibérica de Piquía se encuentra en el término municipal de Arjona (Jaén), en el denominado “Camino Antiguo de Arjonilla”, visible desde Arjona y sobre el "oppidum" ibérico[2].

     El hallazgo era sorprendente. El descubrimiento del ajuar se debía a una avalancha de agua producida en 2010 que hizo aflorar algunas tumbas de la necrópolis. De urgencia actuó el Centro Andaluz de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén[3]. Se excavó una superficie cercana a los 150 metros cuadrados y se dató aproximadamente en el siglo I a.C. la existencia de esta área funeraria en torno a una cámara funeraria.

     La tipología de las tumbas era diversa, pero tenían el rasgo común del mantenimiento de la tradición ibera de la incineración, aun cuando se señala que la conquista romana llevaba presente un siglo en esta zona, y los ritos romanos eran distintos.

     Pude informarme y me contaron que habían encontrado la siguiente variedad de enterramientos: Pequeñas fosas y cistas con escaso ajuar junto a tumbas de mayor dimensión; Columbarios alterados por los efectos del agua indicada anteriormente; Cámaras funerarias de diferentes dimensiones elaboradas con lajas de arenisca y mampostería trabajada; y dos cámaras funerarias con área de respeto, una, con estructura para rituales de libación y múltiples enterramientos, y, otra, una cámara principesca, en piedra, con materiales iberos, romanos, diez recipientes abiertos, un carro, y, lo más llamativo, siete cerámicas griegas fechadas entre finales del siglo V y IV a.C. Este hallazgo reflejaba una situación particular distinta porque los iberos ya no eran dueños de su territorio por la dominación romana y cuando lo más bello encontrado fue creado maravillosamente siglos atrás.


Tumba principesca. Necrópolis de Piquía. Instituto de Arqueología Ibérica. Universidad de Jaén
 

     Las cerámicas de figuras rojas brillaban de manera especial. Eran excepcionales porque representaban un programa iconográfico articulado, con sentido narrativo,  de una escenografía épica que no es solamente masculina, pues se complementaba con un ideal femenino que puede aludir a una pareja que celebraba su enlace, fundador o no, que transmitía el linaje aristocrático del lugar.

     Los temas aludían a la divinización del héroe Heracles, la boda, el banquete, el baño nupcial de Helena, el matrimonio entre Paris y Helena, y la ofrenda de Dioniso. Escenas míticas que recuerdan la construcción del ideal aristocrático, según el canon griego, de perduración, al rememorar el pasado y con una conciencia larga del tiempo.

     Me dijeron que estos vasos podrían estar vinculados a un panteón familiar previo, trasladado a una nueva necrópolis, en un intento de legitimar las siguientes generaciones de un linaje, sobre las cenizas de los antepasados. Era el rescate de la memoria familiar.

     Lo más curioso es que esta cámara principesca fue saqueada en época antigua, que fueron enterrados de nuevo y se llevó a cabo rituales de compensación y reparación de origen romano, donde se observaron huesos de animales- ovino, cerdo y vaca-, acompañados de restos de un ánfora Dressel 1B de vino. Se llevaron la joyería, pero no las cerámicas griegas, por falta de aprecio y valor o por destrucción y robo apresurado[4].

     Espero que ustedes aprecien esta información en su justa medida. No tanto por mi dedicación, no tanto por el Museo Ibero, no tanto por las cuestas de Jaén, sino por el recuerdo de un linaje ibero en decadencia que guardó entre sus tesoros más preciados unos objetos de máxima belleza que legitimaban su origen, aunque fuese de otra cultura.

         Un cordial saludo.

         Luis Larramendi Lostau"

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     Hemos reproducido, meses después, a petición suya, con esa distancia temporal, la carta electrónica que nos envió, cumpliendo sus deseos, con la esperanza de la continuidad de los viajes y noticias de don Luis Larramendi Lostau.




[2] Ruiz, A. Molinos, M. Rísquez, C., Gómez, F. y Lechuga, M. Á. (2015): "La cámara de Piquía, Arjona", en A. Ruiz y M. Molinos (coord.): Jaén, tierra ibera. 40 años de investigación y transferencia. Universidad de Jaén. Jaén: 357-374.

[4] Ruiz, A. Molinos, M. Rísquez, C., Lechuga, M. Á y Gómez, F. (2018): "La cámara de Piquía. La tumba de un príncipe tardío". Catálogo de la exposición La Dama, el Príncipe, el Héroe y la Diosa. Consejeria de Cultura. Junta Andalucia. 69-89.



2-8-2025 19:32 Actualizado 3-08-2025 16:20

Los inicios de Luis Buñuel

 

     

Luis Buñuel. ABC



     En sus inicios, Luis Buñuel tuvo que luchar por conseguir financiación para sus proyectos. Intentar ser independiente de su familia, que le prestaba dinero. De las cartas que envió a Pepín Bello conocemos que intentó entrar en contacto con Ignacio Sánchez Mejías, polifacético hombre del 27, para que colaborara en sus proyectos. 
     Se incluye una carta de verano de 1927, extractos de otras en las que se refiere a Sánchez Mejías, con los cambios de actitud y de humor de Luis Buñuel al asumir la realidad de sus deseos.

          [Agosto de 1927]

     Queridísimo Pepín:

Recibí tu carta.

Enhorabuena por tu empleo.

Sigo de “assistant” en la “Sirene des tropiques”.

Trabajo diez horas al día

Descuido mi libro, por falta de tiempo.

Tengo pensados dos “scenarios” estupendos.

Pero no tengo tiempo de escribirlos.

En primavera haré un film en Grecia.

Para este invierno en España:

Proyecto con Ramón.

Proyecto con Sánchez Mejías (muy en secreto).

Josefina Baker en vez de culo tiene un émbolo.

Mi “metteur en scene” se parece mucho, oral y materialmente, a D. Ricardo de Orueta.

Dalí me escribe cartas asquerosas.

Es un asqueroso.

Y Federico dos asquerosos.

Uno por ser de Asquerosa y otro porque es un asqueroso.

He visto dos veces en el Domo a tu diplomático-ingeniero.

¡¡Qué feo es!!

Y lo malo es que él se lo cree.

Espero respuesta del simpático Mejías.

Si se arregla el asunto te lo diré.

Por el momento¡¡¡secreto!!!

     Problema

X2+2x-x=3b, 3b=x, x= yo y tú

Te enviaré fotos del film.

Escribe.

El polismo dramático ha quedado magistral.

Cuéntame tu vida en Sevilla.

Pero ¡¡vuelve a Madrid!!

Me acuerdo de las mañanitas de Madrid y del Prado.

     ABRAZOS

                  BUÑUEL

Me gustaría leerte trozos del libro.

Son de tu gusto.[i]

     [Una leve aclaración: Asquerosa era el nombre que con anterioridad había tenido Valderrubio. García Lorca había nacido en Fuente Vaqueros, pero había tenido una especial relación con Valderrubio en su infancia y juventud. Buñuel juega así con el topónimo.]

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     [Esta segunda carta ya se extracta para ir al asunto de la búsqueda de financiación/colaboración de Buñuel en la persona de Ignacio Sánchez Mejías]

     París, 5 de septiembre de 1927

     Queridísimo Pepín:

     … Dime las señas fijas de Sánchez Mejías. No sé si habrá recibido mi carta. ¡Pepín! Sé muy prudente con él porque podría fracasar mi asunto. Lo mejor es que no te des por enterado de que le he escrito. Si acepta mis proposiciones, el film podría ser de mucho éxito. Le dirigí mi carta al «Club Joselito», Sevilla.

     Y «ya etá» y ya con eto y con un adiós y un abrazo.

                                                            LUIS


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     [Extracto de la carta enviada por Luis Buñuel a Pepín Bello]

     París, 8 de noviembre de 1927

     Querido Pepín:

     He recibido tus dos cartas. Como ves te contesto en seguida que me pides en tu última una respuesta inmediata…

     … Sánchez Mejías se ha portado muy mal. No me ha contestado a mis cartas. No le digas nada. Ya no lo necesito.

     El yerno de Sota de Bilbao me ha escrito para que le haga una película y me ha enviado la obra de teatro que hay que adaptar. Con mi honradez le escribí diciéndole que tiene que arreglarla y transformarla bastante…[ii]


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Tierra sin pan, Las Hurdes


    De las cartas de Buñuel a Pepín Bello se desprende los diferentes puntos de vista y los egos entre los amigos y miembros de la Residencia de Estudiantes, que Bello conocía. Especialmente Buñuel, que se quejaba del éxito de la poesía popular de Alberti y García Lorca, de la inicial amistad de Lorca y Dalí, de sus reconciliaciones, de Juan Ramón Jiménez, de los que no eran surrealistas, etc. ...

    Ignacio Sánchez Mejías no debió tomar muy en serio los proyectos iniciales de Buñuel. Por las fechas de las cartas del cineasta, debía estar más ocupado, o preocupado, con los literatos que preparaban los actos fundacionales de la generación del 27 en diciembre en Sevilla, ejerciendo de mantenedor y cicerone en esos días en los que los jóvenes poetas viajaron en tren y navegaron por el Guadalquivir.

    Finalmente, entre los préstamos maternos/paternos y la asociación con Ricardo Urgoiti Somovilla, Luis Buñuel pudo mantener su vida de cineasta, mucho más lenta en afianzarse tras el éxito inicial de Un perro andaluz (1929) y la polémica de Tierra sin pan (Las Hurdes), 1933, que molestó al gobierno republicano.

     Según Román Gubern, Urgoiti creó en Madrid, a finales de 1929, el estudio de grabación sonora de películas Filmófono mediante dos discos gramofónicos sincrónicos con la cinta. En agosto del 1931 crea una empresa con el mismo nombre de importación y distribución de películas. Para potenciar sus títulos menos populares crea al Cine-Club Proa-Filmófono cuya dirección confía a Luis Buñuel. En 1935, adquiere una cadena de cines en Madrid, en el intento de extender su negocio en todas las fases de la creación y exhibición cinematográfica, siguiendo la sugerencia de Buñuel, que aportó una cantidad de dinero que le facilitó su madre para ser productor ejecutivo de la empresa[iii].

    Cada 29 de julio, 42 años en 2025, se recuerda que falleció Luis Buñuel, uno de los grandes genios del cine. Sus restos fueron incinerados y homenajeados en tierra mexicana con el dolor de Silvia Pinal (El ángel exterminador, 1962) o Roberto Cobo (Los olvidados, 1950), intérpretes de alguna de sus películas. En España, su pérdida fue sentida de forma especial por Fernando Rey, quien había trabajado en Viridiana, Tristana y El discreto encanto de la burguesía. A Salvador Dalí no le informaron de su muerte. Las autoridades políticas españolas mostraron su pesar: Javier Solana, ministro de Cultura, o Pilar Miró, directora general de Cinematografía. 

     Directores como Mario Camus o Manuel Gutiérrez Aragón se sumaron a las condolencias unánimes: Buñuel, como Picasso o Lorca, son seres que no pertenecen al cine, la pintura o la poesía. Pertenecen a la cultura. Es como si se hubiese muerto un pariente próximo.



ABC recuerda a Buñuel en 1983




[i] Se va a utilizar las cartas que envió Luis Buñuel a Pepín Bello que se recogen en el libro de David Castillo y Marc Sardá Conversaciones con José «Pepín» Bello. Anagrama, Barcelona, 2007. Archivo Museo Sánchez Mejías (3-11-2022, 20-3-2023 y 14-7-2023). Estas cartas ya aparecían Buñuel, Lorca, Dalí, el enigma sin fin, de Agustín Sánchez Vidal (Planeta, 1988) y Dalí residente, de Rafael Santos Torroella (Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 1992).

[ii] Esta carta la encontré en la citada Buñuel, Lorca, Dalí, el enigma sin fin.

[iii] GUBERN, R.: Proyector de Luna. La generación del 27 y el cine. Anagrama. Barcelona. 1999.


29-07-2025 21:48  Actualizado 30-07-2025 12:51

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