![]() |
Soledad Becerrril ABC 31-8-1977 _Archivo Linz |
Cuando daban las cinco de la tarde del 1 de diciembre de 1981 en el reloj de Soledad Becerril, sonó el teléfono. Sin consulta previa, el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, había llamado a la diputada Soledad Becerril Bustamante para ser ministra del Gobierno de España. «Abrumada» se sentía, sin haber reaccionado aún. Le resultaba prematuro hablar de proyectos. Debía acercarse con cautela hacia su responsabilidad. Era la primera mujer que formaba parte de un gobierno español. En la portada de ABC de 2 de diciembre de 1981 aparece fotografiada con sus compañeros elegidos en la reforma del Gobierno Calvo Sotelo. En comparación a las caras de los ministros que han sido elegidos en la remodelación del Consejo de Ministros, Soledad Becerril parece mucho más joven que sus compañeros, aunque tengan edades parecidas[1].
Soledad Becerril es una madrileña que llegó con 32 años a las Cortes de 1977 en representación de Sevilla por Unión del Centro Democrático. Una filóloga inglesa que dio clases en el CEU y en la Facultad de Ciencias Empresariales de Sevilla. Formaba parte de familia liberal dentro de la amalgama política que dio génesis a UCD. Y como dato curioso, tenía ficha como investigadora en el Archivo General de Indias seleccionando material de ilustración para una enciclopedia cultural de RIALP.
Felicitación a Luis Rosales por premio Cervantes. AHN |
Hablaba a finales de julio de 1977 sobre
el papel de la mujer de forma cauta, que no significaba ocultar que eran necesarias
modificaciones legislativas para revertir la discriminación de la mujer y su
capacidad. El acceso al trabajo y a la formación profesional en igualdad,
olvidando paternalismos. Y que el acceso a la educación y la educación misma había
de ser igualitaria para que todos fueran libres y responsables. Se declaraba
partidaria de la autonomía andaluza dentro de la solidaridad de las regiones.
Reconocía el subdesarrollo de la provincia de Sevilla en 1977, con un paro del
35 % y estado de la agricultura lamentable por la sequía y la falta de atención
política. En cuanto a la educación, como docente conocía la deficiente
escolarización por las malas condiciones de los centros de enseñanza en
barriadas populares de las ciudades y en las zonas rurales, y porque no estaban escolarizadas todas las personas en su totalidad. Y honradamente confesaba que
su actividad política, aunque considerada clandestina hasta unos meses antes,
no le parecía serio compararlo con los que habían estado en peligro por llevar
una vida política clandestina durante la dictadura[2].
![]() |
Soledad Becerril y Suárez_ Diario 16_Archivo Linz |
Soledad Becerril ha sido alcaldesa de Sevilla y Defensora del Pueblo. Su nombramiento como Defensora del pueblo la convertía, por la ruptura de otro techo de cristal, en una alta magistratura del Estado español. Era la primera mujer en ocuparla en 2012. Como aspecto negativo y signo de los nuevos tiempos, tanto el cargo de defensora como su adjunto iban a ser ocupados por personas, que, teniendo su prestigio, provenían de la primera línea de la militancia política. Ambos, Soledad Becerril y Francisco Fernández Marugán, habían sido diputados del PP y PSOE, partidos que habían llegado al acuerdo para renovar altas instituciones del Estado. Como alcaldesa de Sevilla, manifestó que disfrutó de una de las etapas más satisfactorias de su carrera, con la salvedad cruel del asesinato del concejal Alberto Jiménez Becerril y su esposa por ETA en enero de 1999[3].
______________________
[1] ABC, 2 de
diciembre de 1981. Y Archivo Linz, transición española, Fundación Juan March.
[2] ABC, 31 de
julio de 1977, páginas 38-39. Y Archivo Linz, transición española, Fundación Juan
March.
No hay comentarios:
Publicar un comentario