"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos;... por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”. (Miguel de Cervantes).

Camino al Molino Grande, y 3 (revisado 13-07-2022)

Molino Grande. Fuente propia.


      Los museos de Etnografía privilegian la lectura cultural y antropológica. Surgen en Europa durante el último tercio del siglo XIX, cuando coinciden industrialización, nacionalismo e imperialismo colonialista. La industrialización y el nacionalismo redescubren las raíces populares de las sociedades europeas más avanzadas que buscan orígenes populares y modos de vida tradicional. El imperialismo colonialista despierta el atractivo hacia el patrimonio de los otros, de las sociedades menos desarrolladas que son colonizadas por Occidente.
      Esta noción se actualizó, se cuestionó, en los años sesenta del siglo XX, con el desarrollo de la antropología social y cultural, y la aparición de una 'nueva museología'. Se trata de capturar en vivo y conservar en ese instante una cultura en estado puro. Además, el estudio antropológico de las culturas debía ampliarse a más planteamientos que la sola cultura material. Durante los ochenta del siglo XX surgieron los eco-museos que integraban medio ambiente, industrialización e historia social, junto con la integración del entorno y sus habitantes en el museo1.
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      En la sala de Tierra de pan llevar un documental introduce en el trabajo diario de los molineros, siendo su hilo conductor Alfonso López Villalta, el último industrial molinero. Encuadramientos cronológicos llevan a las relaciones topográficas de Felipe II, 1575, donde se habla de la existencia de este molino como de pan y aceite. Se observa un plano a escala de Esteban de Perola extraído del Archivo Histórico Nacional con la delimitación de las parcelas o quiñones de entrambos cauces del río, con el nombre del propietario de entonces y el lugar donde se situaba el rollo de la justicia. En la parte trasera, unidades de medida utilizadas para el negocio del cereal y los granos más usuales: trigo (cereal), y almorta (leguminosa), con el detalle de su uso, abuso y consumo.
      Siguiendo los haces de espigas se sale hacia el patio para introducirse por la puerta de cuadras, donde las mulas descansaban del esfuerzo diario. Allí, junto a los arreos de carros y mulas, se observan aperos agrícolas como la horca con la que hacinar las mieses o revolver la parva, el bieldo para aventar grano y paja, una escardilla, y hasta una tabla de lavar. Otro documental da una imagen fija del trajín molinero. A izquierda, conforme se ha entrado al habitáculo de las mulas, se encuentra el habitáculo de los trabajadores con su cocina y chimenea, frente al que se encuentra un austero dormitorio con ventana hacia el patio de entrada. Un aire Sancho Panza invade esta imagen fija de la dura vida del mundo agrícola. Un jergón de lana sobre una cama de hierro, un arcón, útiles para un rápido lavado. En la cocina no sobra ningún detalle. Fresquera, aceitera, calabaza, garrafa de arroba, sifón, un puchero sobre trébedes en el hogar de la chimenea, serijo, ... Nada faltaba, nada opulento, todo sobrio.
      La infraestructura molinera llevaba a cabo los últimos procesos a la conversión en diferentes harinas de diferentes grosores, de diferentes granos. Trabajo de veinticuatro horas en época de recolección de cosechas y llegada de grano, que se convertía, en otras, en mantenimiento y limpieza.
      Se interesa en comprender que hubo dos molinos hidráulicos. Que el agua de la balsa, que se ve en la entrada, es limpiada por un entramado o peine antes de volver a ser filtrada a la entrada de los dos cárcavos. Vuelcan el agua hacia los rodeznos; y que la diferencia entre uno y otro parte del saetín que tiene en molino de canal con respecto al molino de regolfo. El saetín mete presión y fuerza al agua represada, que en el de regolfo cae por su peso sobre el rodezno, moviendo el eje que le une a la piedra volandera molinera.
      Mientras el río llevaba caudal, se utilizaban los molinos originales. En épocas de estiaje, el cauce estaba seco y se construyó un molino eléctrico en los años cincuenta, que debido a las restricciones de luz de la época, se añadió la posibilidad de usar un motor de gasoil.
      Hay un proceso previo a la introducción del grano de trigo. Después de aventar, el grano debe ser introducido en la limpia de trigo para evitar que en su molienda entre cualquier resto de otra hierba. La introducción posterior del grano por la tolva del molino se hacía de forma manual o con un sistema de cangilones que se observa en el llamado molino de verano. Cae sobre el agujero de la piedra volandera que quebranta el grano en su roce con la piedra solera, fija, hasta convertir el trigo en harina. Unos cangilones ocultos dentro de una viga introducían lo molido en el cedazo para clasificar el contenido según su finura y consumo final. La harina de más calidad se destinaba a repostería, la segunda y tercera calidad para panadería, el salvado o cáscara daba el ingrediente que hoy se utiliza para el pan integral, y la quinta calidad, un salvado más corriente, se destinaba a consumo animal. Antiguamente, los filtros del cedazo no eran metálicos, se llegó a vender sedas para sémolas, siendo acreditadas las casas de sedas suizas. La limpia de almorta se depuraba en una criba.
      En una camarilla o altillo superior se observa las secciones de los molinos, las harinas más usuales obtenidas, la conciencia de la evolución de los granos por la modificación y la selección (evolución) de los tipos de molinos a través de la historia: manual, el de sangre (fuerza animal o humana), el hidráulico con sus versiones, el de viento y los industriales, donde se llega a conocer la que fue la tercera fábrica de harinas de España por su volumen de negocio, ubicada en Manzanares.
      Cuando abandona y sale del edificio, al mismo tiempo, percibe el sudor y el esfuerzo de las labores agrícolas, un tiempo de un instante, una foto fija del mundo rural que va desapareciendo desde los años setenta entre las medidas sanitarias y la industrialización del campo. Saber quiénes fuimos para comprender cómo somos.
      Más tarde, lee en el catálogo de bienes y espacios protegidos de Manzanares de 2016 su ficha en la página 203 con la referencia I- PA- 21, donde ya se proponía su utilidad como centro de interpretación.
      Teléfono y contacto para visitas y consulta de horarios:
      +34 926 614056.               
 museosdemanzanares@manzanares.com 

                                                                                                                  Fuente:Youtube, Radio Surco.
     
    
        







(amable lector/a, espero que le guste. Si le place, sígame)
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1 BALLART HERNÁNDEZ, J.: Manual de Museos. Síntesis. Madrid. 2007. Versión kindle. Epígrafe 2.3.3. Posición 928-981.

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