Urdimbre y trama

Cultura y sociedad

Ricardo de Orueta, historiador_1

    

Ricardo Orueta. Archivo JAE. 


 

     ¿Quién era Ricardo Orueta?

 

     En una poesía de Gabriel Celaya encontramos una referencia a Ricardo Orueta y Duarte:

               ¡Más grande! Y, sin embargo, sin gestos ni aspavientos,

como aquella sonrisa buida que flotaba

en ti, Moreno Villa; como en Llorca, menudo,

humilde y laborioso, con su corbata blanca:

o en Ricardo Orueta con su amor: la belleza

visible en el atleta de la última Olimpiada.

           (Gabriel Celaya, poema dedicado a Alberto Jiménez Fraud) 

     En los datos que hemos buscado en el archivo de la Junta de Ampliación de Estudios (JAE) se guarda la siguiente ficha de Ricardo de Orueta, carpeta n.º 163, 7988:

     Don Ricardo de Orueta y Duarte, con domicilio en la calle Serrano, 36, de Madrid, entra como becario en el Centro de Estudios Históricos, en el grupo del señor Manuel Gómez Moreno, con asignación para viaje de investigación.1910-1911. 

      El 28 de abril de 1914 se acuerda por la JAE abonarle a Ricardo Orueta las fotografías de su trabajo sobre el escultor Pedro de Mena, tasadas por el señor Menéndez Pidal en 1.726 pesetas.

     En 1919 figuró como becario en el Centro de Estudios Históricos, con el señor Menéndez Pidal, con una asignación de 300 pesetas mensuales.

      En 1919-1920, continúa de igual forma y con el mismo haber.

     García-Velasco en el Epistolario de Alberto Jiménez Fraud nos da una breve reseña biográfica que resumimos:

     Ricardo de Orueta y Duarte nació en Málaga en 1868 y falleció en Madrid en 1939. Aunque estudió Derecho, ha sido más reconocido como historiador del arte. Su familia estuvo vinculada a la Institución Libre de Enseñanza. Su padre, Domingo Orueta era amigo de Francisco Giner y fundador de la Sociedad Malagueña de Ciencias Físicas y Naturales en 1872. En París estudia escultura en la Escuela de Artes Decorativas. Cuando su padre muere regresa a España y estudia Derecho. Fue amigo de Alberto Jiménez Fraud y de su grupo de amigos y conocidos (peña malagueña) en la Residencia de Estudiantes. En 1911 se encuentra en Madrid, residiendo con otros malagueños en la calle Serrano, donde ejercía como anfitrión. Empieza a trabajar en el Centro de Estudios Históricos en la sección de arte que dirigía Elías Tormo. En 1915, Jiménez Fraud le invita a alojarse en la Residencia de Estudiantes, calle Pinar, donde fue tutor encargado de visitas a museos y ciudades con interés artístico y participaba en los cursos de vacaciones para extranjeros.

     El sello del atleta rubio de la Residencia de Estudiantes fue idea suya. Una escultura del siglo V a.C. encontrada en la Acrópolis de Atenas que diseñó Fernando Marco.

Sello de la Residencia de Estudiantes. Residencia de Estudiantes

     En 1924, Ricardo Orueta entra en la Real Academia de Bellas Artes de
 San Fernando. Durante la II República fue director general de Bellas Artes. Entre sus fines estuvo la defensa del patrimonio español y el estudio de la escultura castellana del Siglo de Oro. Cuando entró en política pretendió preservar el patrimonio y evitar su expolio.

     Está detrás de la Ley de Tesoro Artístico de 1933. Esta ley siguió en vigor tras la Guerra Civil, con la dictadura de Franco y la Transición, gobierno de UCD y PSOE, hasta 1985. Fomentó la creación y renovación de los primeros museos. Y está detrás de la creación y realidad del Museo de la Escultura de Valladolid. Con la guerra, marcha con el gobierno a 
Valencia, pero vuelve a Madrid con el deseo de continuar sus trabajos en el Centro de Estudios Históricos. Mientras vivía en casa de su primo Francisco de Orueta le sobrevino la muerte en 1939.

     ¿Quién formaba la peña de Málaga o la peña malagueña?

     José Moreno Villa, Ricardo de Orueta, Manuel García Morente, Gustavo y Francisco de Orueta y Alberto Jiménez Fraud. En agosto de 1906, Unamuno se traslada a Málaga para dar tres conferencias dentro del plan de Giner de los Ríos de agitar conciencias en la España de provincias. Pretendía Giner incluso una especie de festival de la enseñanza. El encargado de agitar esas conciencias fue Alberto Jiménez Fraud. Traba amistad con Unamuno, amistad que tendrá extensión intelectual en la Residencia de Estudiantes. Giner juega fuerte y envía a su hombre en Granada, Fernando de los Ríos. Fernando de los Ríos fue el ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes que nombra director general a Ricardo Orueta en 1931. Y Alberto Jiménez Fraud se ayuda en esos días iniciales de sus amigos de Málaga, que al llegar a Madrid seguirán cercanos a él.

     


     Ricardo Orueta, historiador

     Elegimos aquí dos muestras de su labor como historiador del Arte. Ricardo de Orueta se especializó en la escultura de la Baja Edad Media y la Edad Moderna. Una de sus páginas más interesantes las dedicó a la escultura del doncel de Sigüenza, de más hondura literaria. Se acompaña con una muestra del estudio del sepulcro de los marqueses de Santa Cruz, Viso del Marqués. 

     "La estatua representa a D. Martín recostado sobre un montón de laureles, en el que apoya el codo derecho; tiene las piernas perezosamente cruzadas y un libro abierto en las manos. Viste armadura de piezas rígidas en los brazos y piernas, y una cota de mallas bajo otra tejida con tiras de cuero le defienden el cuerpo; sobre los hombros lleva una capa echada atrás, con la cruz de Santiago en el centro, y cubre su cabeza por un casquete bajo el que asoma el cabello, sedoso y largo hasta los hombros, y recortado el flequillo por delante, según la moda del tiempo..." (El doncel de Sigüenza).

El doncel de Sigüenza. Wikipedia

     Orueta popularizó entre los residentes de la calle Pinar el doncel de Sigüenza que decoraba sus habitaciones con reproducciones de su escultura.

     "Se encuentran colocados estos dos sepulcros en uno y otro frente al crucero, mirando las estatuas al altar mayor. Son monumentos sencillos y serios, aunque algo secos y fríos, formado cada uno por dos columnas dóricas y un frontispicio, que encuadran un arco, y dentro de éste las estatuas, que rezan de rodillas en un reclinatorio..." (Los marqueses de Santa Cruz, María de Figueroa y Álvaro de Bazán). 

     Obras destacadas de Ricardo de Orueta fueron sus trabajos sobre Pedro de Mena, Alonso de Berruguete, Gregorio Hernández y la obra sobre la escultura funeraria de Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara, de 1919, rescatada en nueva edición en 2000.  

    Ricardo Orueta, político en Bellas Artes

    Cuando fue director general de Bellas Artes, dio permiso a la Residencia de Estudiantes para que comenzaran las obras de su Sala de Conferencias. A continuación incluimos la carta que envía a Alberto Jiménez Fraud:

     "18 de julio de 1931

 

Sr. D. Alberto Jiménez Fraud

     Mi querido amigo:

     Le acompaño a usted la comunicación al presidente de la Junta de Ampliación de Estudios autorizando el comienzo de las obras de la Sala de Conferencias de esa Residencia. Usted me hará el favor de hacerla llegar a sus manos.

     Ha estado esta mañana el señor Arniches, al que he leído dicha comunicación, por lo cual quedan ustedes enterados todos aquellos a quien el asunto interesa.

     Las obras pueden, pues, comenzar inmediatamente.

     Les saluda su afmo. Amigo.

     q. s. m. e. (que su mano estrecha)"


     La reforma del salón de conferencias o auditórium fue reseñado en la revista Arquitectura en su número 169 de mayo de 1933. El arquitecto que participó en esta reforma fue Carlos Arniches, hijo del dramaturgo del mismo nombre y cuñado de Eduardo Ugarte (La Barraca) y José Bergamín. Arniches, con alguno de sus socios, colabora en el diseño de los nuevos Albergues de Turismo, como el de Manzanares, Ciudad Real, como arquitecto del Patronato Nacional de Turismo. Y como se puede apreciar, Ricardo Orueta adopta el tono de alta autoridad del gobierno de la República, manteniendo la cordialidad de trato con sus antiguos compañeros de la Residencia. En este caso, Alberto Jiménez Fraud y José Castillejo.


     



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      Para saber más:

      - JIMÉNEZ FRAUD, A.: Epistolario, 3 tomos.  Edición dirigida por James Valender y José García-Velasco. Fundación Unicaja. Publicaciones de la Residencia de Estudiantes. Madrid. 2017. Reseña 31-7-2025 Archivo Museo Sánchez Mejías.

     - Ricardo de Orueta, La escultura funeraria en España. Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara. Proyecto Lucena. Ediciones AACHE. 2000

    - Archivo de la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE).

     - PÉREZ-VILLANUEVA TOVAR, I.: Ricardo de Orueta en la Residencia de Estudiantes. Acción Cultural Española 2014. Ministerio de Cultura y Deportes. Museo Nacional de la Escultura. 


8-08-2025 21:40 Actualizado 10-08-2025 9:42

Murciélagos

      

Restos de fauna neolítica Cueva del Tesoro. MAN. Wikipedia


     Contaba Gerardo Diego en ABC el 17 de junio de 1973, en la Tercera, sus conocimientos sobre los murciélagos. Citaba a Norberto Casteret y su libro "Memorias de un murciélago", o la obra "El murciélago alevoso" de Fray Diego González, un agustino de Salamanca, maestro de poetas de finales del XVIII, Meléndez, Iglesias y Jovellanos. La obra del agustino maldice a un murciélago que ha asustado a una joven con estrofas llenas de subjuntivos y desiderativos.

     Lo que nos interesa aquí es un recuerdo de su viaje a las Filipinas con Julio Palacios en 1935. Cuando pasó por la isla de Bali le enseñaron, como a todos los turistas, una espaciosa cueva, refugio de murciélagos. Durante las horas diurnas, apretados en verdaderos racimos, de su bóveda, cuelgan millares de murciélagos en estado de somnolencia. Se les ve perfectamente entrando en esa cueva, pero el olor es fuerte, casi irresistible, por la acumulación de guano desde el umbral hacia adentro.

     A nuestra memoria, en este instante, ha venido el tesoro que se encontró un farmacéutico de Málaga gracias a los murciélagos en la antigua Cueva del Suizo, más tarde Cueva del Tesoro. Este farmacéutico está relacionado con la obra de la Institución Libre de Enseñanza y la Junta de Ampliación de Estudios, con Alberto Jiménez Fraud y José Castillejo, y con el proyecto del Laboratorio de Microbiología de Málaga.

     El factótum del Laboratorio de Microbiología de Málaga, Enrique Laza, compró el paraje de la Cueva del Tesoro del Rincón de la Victoria porque era rico en hierbas medicinales para utilizarlas en su farmacia malagueña. El verdadero tesoro fue la abundancia de murcielaguina o guano, considerado un excelente abono en su momento. Hizo un pozo y extrajo el excremento del mamífero alado. Y más tarde, otro tesoro, las pinturas rupestres que revelaron entre los prehistoriadores Henri Breuil, francés, y Miguel Such, malagueño. La cueva fue heredada por la familia Laza. La gruta fue expropiada en 2009, con un justiprecio de 4,9 millones de euros.


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     -DIEGO, G.: Gerardo Diego en ABC. Abc, 19 de junio de 1973. Edición de Rafael Inglada. Fundación Gerardo Diego. Bodega y Azotea. Reseña 10-06-25, Archivo Museo Sánchez Mejías.

       -Notas sobre el Laboratorio de bacteriología de Málaga (y 2)



2-8-2025 20:27 Actualizado 21:06

Las cráteras griegas de la necrópolis ibera de Piquía

 

    

Cráteras griegas. Necrópolis de Piquía. Instituto de Arqueología Ibérica. Universidad de Jaén


     En los primeros días de febrero de 2025 recibimos un correo electrónico desde Jaén con la siguiente noticia enviada por don Luis Larramendi Lostau, que reproducimos a continuación:


    "Buenas tardes:

     Me encuentro en estos días iniciales de un frío febrero en la ciudad que huele a aceite y pone tapas abundantes con vinos de muchas denominaciones de origen. Como había recorrido media piel de toro, me senté allí donde el calor era propicio y pedí un vino de mi tierra, Rioja alavesa, mientras degustaba un plato típico de nombre llamativo, "carne a la suegra". Una amable camarera me contó que a doscientos metros le había llamado la atención una exposición distinta que no debía dejar de ver en Jaén

     La camarera hacía referencia a la exposición del ajuar funerario del príncipe de Arjona en el Museo Íbero de Jaén[1]. Animado y dispuesto, cuando tomé el café, me dirigí a presenciar la forma en que se contaba la antigua historia del enterramiento de un príncipe ibero en el siglo I a.C., cuando la dominación romana estaba casi concluida y la romanización avanzada.

     La necrópolis ibérica de Piquía se encuentra en el término municipal de Arjona (Jaén), en el denominado “Camino Antiguo de Arjonilla”, visible desde Arjona y sobre el "oppidum" ibérico[2].

     El hallazgo era sorprendente. El descubrimiento del ajuar se debía a una avalancha de agua producida en 2010 que hizo aflorar algunas tumbas de la necrópolis. De urgencia actuó el Centro Andaluz de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén[3]. Se excavó una superficie cercana a los 150 metros cuadrados y se dató aproximadamente en el siglo I a.C. la existencia de esta área funeraria en torno a una cámara funeraria.

     La tipología de las tumbas era diversa, pero tenían el rasgo común del mantenimiento de la tradición ibera de la incineración, aun cuando se señala que la conquista romana llevaba presente un siglo en esta zona, y los ritos romanos eran distintos.

     Pude informarme y me contaron que habían encontrado la siguiente variedad de enterramientos: Pequeñas fosas y cistas con escaso ajuar junto a tumbas de mayor dimensión; Columbarios alterados por los efectos del agua indicada anteriormente; Cámaras funerarias de diferentes dimensiones elaboradas con lajas de arenisca y mampostería trabajada; y dos cámaras funerarias con área de respeto, una, con estructura para rituales de libación y múltiples enterramientos, y, otra, una cámara principesca, en piedra, con materiales iberos, romanos, diez recipientes abiertos, un carro, y, lo más llamativo, siete cerámicas griegas fechadas entre finales del siglo V y IV a.C. Este hallazgo reflejaba una situación particular distinta porque los iberos ya no eran dueños de su territorio por la dominación romana y cuando lo más bello encontrado fue creado maravillosamente siglos atrás.


Tumba principesca. Necrópolis de Piquía. Instituto de Arqueología Ibérica. Universidad de Jaén
 

     Las cerámicas de figuras rojas brillaban de manera especial. Eran excepcionales porque representaban un programa iconográfico articulado, con sentido narrativo,  de una escenografía épica que no es solamente masculina, pues se complementaba con un ideal femenino que puede aludir a una pareja que celebraba su enlace, fundador o no, que transmitía el linaje aristocrático del lugar.

     Los temas aludían a la divinización del héroe Heracles, la boda, el banquete, el baño nupcial de Helena, el matrimonio entre Paris y Helena, y la ofrenda de Dioniso. Escenas míticas que recuerdan la construcción del ideal aristocrático, según el canon griego, de perduración, al rememorar el pasado y con una conciencia larga del tiempo.

     Me dijeron que estos vasos podrían estar vinculados a un panteón familiar previo, trasladado a una nueva necrópolis, en un intento de legitimar las siguientes generaciones de un linaje, sobre las cenizas de los antepasados. Era el rescate de la memoria familiar.

     Lo más curioso es que esta cámara principesca fue saqueada en época antigua, que fueron enterrados de nuevo y se llevó a cabo rituales de compensación y reparación de origen romano, donde se observaron huesos de animales- ovino, cerdo y vaca-, acompañados de restos de un ánfora Dressel 1B de vino. Se llevaron la joyería, pero no las cerámicas griegas, por falta de aprecio y valor o por destrucción y robo apresurado[4].

     Espero que ustedes aprecien esta información en su justa medida. No tanto por mi dedicación, no tanto por el Museo Ibero, no tanto por las cuestas de Jaén, sino por el recuerdo de un linaje ibero en decadencia que guardó entre sus tesoros más preciados unos objetos de máxima belleza que legitimaban su origen, aunque fuese de otra cultura.

         Un cordial saludo.

         Luis Larramendi Lostau"

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     Hemos reproducido, meses después, a petición suya, con esa distancia temporal, la carta electrónica que nos envió, cumpliendo sus deseos, con la esperanza de la continuidad de los viajes y noticias de don Luis Larramendi Lostau.




[2] Ruiz, A. Molinos, M. Rísquez, C., Gómez, F. y Lechuga, M. Á. (2015): "La cámara de Piquía, Arjona", en A. Ruiz y M. Molinos (coord.): Jaén, tierra ibera. 40 años de investigación y transferencia. Universidad de Jaén. Jaén: 357-374.

[4] Ruiz, A. Molinos, M. Rísquez, C., Lechuga, M. Á y Gómez, F. (2018): "La cámara de Piquía. La tumba de un príncipe tardío". Catálogo de la exposición La Dama, el Príncipe, el Héroe y la Diosa. Consejeria de Cultura. Junta Andalucia. 69-89.



2-8-2025 19:32 Actualizado 3-08-2025 16:20

Los inicios de Luis Buñuel

 

     

Luis Buñuel. ABC



     En sus inicios, Luis Buñuel tuvo que luchar por conseguir financiación para sus proyectos. Intentar ser independiente de su familia, que le prestaba dinero. De las cartas que envió a Pepín Bello conocemos que intentó entrar en contacto con Ignacio Sánchez Mejías, polifacético hombre del 27, para que colaborara en sus proyectos. 
     Se incluye una carta de verano de 1927, extractos de otras en las que se refiere a Sánchez Mejías, con los cambios de actitud y de humor de Luis Buñuel al asumir la realidad de sus deseos.

          [Agosto de 1927]

     Queridísimo Pepín:

Recibí tu carta.

Enhorabuena por tu empleo.

Sigo de “assistant” en la “Sirene des tropiques”.

Trabajo diez horas al día

Descuido mi libro, por falta de tiempo.

Tengo pensados dos “scenarios” estupendos.

Pero no tengo tiempo de escribirlos.

En primavera haré un film en Grecia.

Para este invierno en España:

Proyecto con Ramón.

Proyecto con Sánchez Mejías (muy en secreto).

Josefina Baker en vez de culo tiene un émbolo.

Mi “metteur en scene” se parece mucho, oral y materialmente, a D. Ricardo de Orueta.

Dalí me escribe cartas asquerosas.

Es un asqueroso.

Y Federico dos asquerosos.

Uno por ser de Asquerosa y otro porque es un asqueroso.

He visto dos veces en el Domo a tu diplomático-ingeniero.

¡¡Qué feo es!!

Y lo malo es que él se lo cree.

Espero respuesta del simpático Mejías.

Si se arregla el asunto te lo diré.

Por el momento¡¡¡secreto!!!

     Problema

X2+2x-x=3b, 3b=x, x= yo y tú

Te enviaré fotos del film.

Escribe.

El polismo dramático ha quedado magistral.

Cuéntame tu vida en Sevilla.

Pero ¡¡vuelve a Madrid!!

Me acuerdo de las mañanitas de Madrid y del Prado.

     ABRAZOS

                  BUÑUEL

Me gustaría leerte trozos del libro.

Son de tu gusto.[i]

     [Una leve aclaración: Asquerosa era el nombre que con anterioridad había tenido Valderrubio. García Lorca había nacido en Fuente Vaqueros, pero había tenido una especial relación con Valderrubio en su infancia y juventud. Buñuel juega así con el topónimo.]

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     [Esta segunda carta ya se extracta para ir al asunto de la búsqueda de financiación/colaboración de Buñuel en la persona de Ignacio Sánchez Mejías]

     París, 5 de septiembre de 1927

     Queridísimo Pepín:

     … Dime las señas fijas de Sánchez Mejías. No sé si habrá recibido mi carta. ¡Pepín! Sé muy prudente con él porque podría fracasar mi asunto. Lo mejor es que no te des por enterado de que le he escrito. Si acepta mis proposiciones, el film podría ser de mucho éxito. Le dirigí mi carta al «Club Joselito», Sevilla.

     Y «ya etá» y ya con eto y con un adiós y un abrazo.

                                                            LUIS


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     [Extracto de la carta enviada por Luis Buñuel a Pepín Bello]

     París, 8 de noviembre de 1927

     Querido Pepín:

     He recibido tus dos cartas. Como ves te contesto en seguida que me pides en tu última una respuesta inmediata…

     … Sánchez Mejías se ha portado muy mal. No me ha contestado a mis cartas. No le digas nada. Ya no lo necesito.

     El yerno de Sota de Bilbao me ha escrito para que le haga una película y me ha enviado la obra de teatro que hay que adaptar. Con mi honradez le escribí diciéndole que tiene que arreglarla y transformarla bastante…[ii]


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Tierra sin pan, Las Hurdes


    De las cartas de Buñuel a Pepín Bello se desprende los diferentes puntos de vista y los egos entre los amigos y miembros de la Residencia de Estudiantes, que Bello conocía. Especialmente Buñuel, que se quejaba del éxito de la poesía popular de Alberti y García Lorca, de la inicial amistad de Lorca y Dalí, de sus reconciliaciones, de Juan Ramón Jiménez, de los que no eran surrealistas, etc. ...

    Ignacio Sánchez Mejías no debió tomar muy en serio los proyectos iniciales de Buñuel. Por las fechas de las cartas del cineasta, debía estar más ocupado, o preocupado, con los literatos que preparaban los actos fundacionales de la generación del 27 en diciembre en Sevilla, ejerciendo de mantenedor y cicerone en esos días en los que los jóvenes poetas viajaron en tren y navegaron por el Guadalquivir.

    Finalmente, entre los préstamos maternos/paternos y la asociación con Ricardo Urgoiti Somovilla, Luis Buñuel pudo mantener su vida de cineasta, mucho más lenta en afianzarse tras el éxito inicial de Un perro andaluz (1929) y la polémica de Tierra sin pan (Las Hurdes), 1933, que molestó al gobierno republicano.

     Según Román Gubern, Urgoiti creó en Madrid, a finales de 1929, el estudio de grabación sonora de películas Filmófono mediante dos discos gramofónicos sincrónicos con la cinta. En agosto del 1931 crea una empresa con el mismo nombre de importación y distribución de películas. Para potenciar sus títulos menos populares crea al Cine-Club Proa-Filmófono cuya dirección confía a Luis Buñuel. En 1935, adquiere una cadena de cines en Madrid, en el intento de extender su negocio en todas las fases de la creación y exhibición cinematográfica, siguiendo la sugerencia de Buñuel, que aportó una cantidad de dinero que le facilitó su madre para ser productor ejecutivo de la empresa[iii].

    Cada 29 de julio, 42 años en 2025, se recuerda que falleció Luis Buñuel, uno de los grandes genios del cine. Sus restos fueron incinerados y homenajeados en tierra mexicana con el dolor de Silvia Pinal (El ángel exterminador, 1962) o Roberto Cobo (Los olvidados, 1950), intérpretes de alguna de sus películas. En España, su pérdida fue sentida de forma especial por Fernando Rey, quien había trabajado en Viridiana, Tristana y El discreto encanto de la burguesía. A Salvador Dalí no le informaron de su muerte. Las autoridades políticas españolas mostraron su pesar: Javier Solana, ministro de Cultura, o Pilar Miró, directora general de Cinematografía. 

     Directores como Mario Camus o Manuel Gutiérrez Aragón se sumaron a las condolencias unánimes: Buñuel, como Picasso o Lorca, son seres que no pertenecen al cine, la pintura o la poesía. Pertenecen a la cultura. Es como si se hubiese muerto un pariente próximo.



ABC recuerda a Buñuel en 1983




[i] Se va a utilizar las cartas que envió Luis Buñuel a Pepín Bello que se recogen en el libro de David Castillo y Marc Sardá Conversaciones con José «Pepín» Bello. Anagrama, Barcelona, 2007. Archivo Museo Sánchez Mejías (3-11-2022, 20-3-2023 y 14-7-2023). Estas cartas ya aparecían Buñuel, Lorca, Dalí, el enigma sin fin, de Agustín Sánchez Vidal (Planeta, 1988) y Dalí residente, de Rafael Santos Torroella (Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 1992).

[ii] Esta carta la encontré en la citada Buñuel, Lorca, Dalí, el enigma sin fin.

[iii] GUBERN, R.: Proyector de Luna. La generación del 27 y el cine. Anagrama. Barcelona. 1999.


29-07-2025 21:48  Actualizado 30-07-2025 12:51

El Catálogo Monumental de España: origen, resultado y estudio de caso

 

    

Catálogo Monumental de España, provincia de Ciudad Real*

     
    El Real Decreto de 1 de junio de 1900 del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes ordenaba la formación del Catálogo monumental y artístico de la nación. Era el más importante proyecto para proteger y conservar la riqueza histórica y artística de la nación española.

     ¿De quién era la iniciativa? Especialmente, del director de la Real Academia de San Fernando, Juan Facundo Riaño, y al presidente de la Comisión mixta organizadora de las Comisiones Provinciales de Monumentos, Eduardo Saavedra, que convencieron a los ministros de ese instante, Antonio García Alix y Alberto de Figueroa, conde de Romanones. Se establecieron los procedimientos de catalogación y la forma de selección de los catalogadores.    

     La catalogación se haría por provincias, de una en una, empezando por Ávila. Los costes los llevaría el ministerio, así como los plazos y disposiciones. La Real Academia de San Fernando haría la función de consejo. El mismo 1 de junio se nombró a Manuel Gómez-Moreno como encargado de la formación del Catálogo para dotar de unidad de criterio. El Catálogo de Ávila estuvo listo el 1 de mayo de 1901.

     La experiencia de Ávila permitió perfeccionar el proyecto. Además de inventariar el valor artístico de una nación, era una oportunidad de difundir el sentido del arte y proteger, con conocimiento y valor, los bienes de los deseos extranjeros. El Real Decreto de 14 de febrero de 1902 dividió en tres grandes regiones: Castilla y León, el territorio de Andalucía y Extremadura, y las antiguas coronas de Aragón y Navarra. Junto a los especialistas de cada zona colaborarían los facultativos de Archivos, Bibliotecarios y Arqueólogos. Los inventarios llevarían descripción y estudio crítico, historia de los monumentos, completados por dibujos, planos, y, si era posible, fotografías. Se daba un plazo de 12 meses.

     El ambicioso proyecto no tuvo los resultados deseados. Diez años después, sólo se habían completado 15 catálogos. En 1915 se habían comenzado 40 y entregado 25, con distinto rigor y profundidad. Teniendo en cuenta que siempre faltan recursos económicos, no había un criterio y método unificado. ¿Qué ocurría? Que había disparidad de resultados.

     Torres Balbás dijo en 1919 que el concepto y organización estatal era equivocado. La ejecución, más equivocada aún. Algunos catálogos, decía, estaban hechos por personas competentes, pero, otros, la mayoría, se realizaron por periodistas y amigos de políticos, que desconocían el arte antiguo, y que tenían este favor otorgado por una comisión incompetente.

    Fue un proyecto fallido. No todas las provincias fueron catalogadas y la publicación de las que estaban no se hizo en su momento. Antes de la Guerra Civil, seis consiguieron publicarse. Otras vieron la luz en los años cincuenta, y, por ejemplo, Albacete no apareció publicado hasta 2005. Ávila, la primera en ser catalogada, se publica en 1983.

     Hubo un Decreto, 13 de julio de 1931, que, con la intención de dar un nuevo impulso, encargó a las secciones de Arte y Arqueología del Centro de Estudios Históricos la formación de un Fichero de Arte Antiguo para inventariar las obras de arte españolas anteriores a 1850. Tenía capacidad ejecutiva y medios como bibliotecas y archivos fotográficos. Tenía la labor de custodiar los Catálogos Monumentales, corrigiendo sus deficiencias. Se pretendía una catalogación también de museos.

     Según Muñoz Cosme, el inconcluso proyecto se había iniciado en cuarenta y siete provincias, fueron concluidos treinta y nueve, y se publicaron diecisiete. En 2012, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) realizaron una restauración de los catálogos, con la ayuda de nuevas tecnologías y su contenido ha sido digitalizado.

     La utilidad de estos Catálogos es ahora distinta al momento de su elaboración. Sirven para comprender el concepto de patrimonio que existía a principios del siglo XX. Son historia de la protección y conservación del patrimonio cultural.

    El fracaso de estos Catálogos se vio influido por los cambios en el concepto de patrimonio cultural, los variables instrumentos de protección del patrimonio y los cambios en el método de elaboración de catálogos e inventario. Recordemos que inicialmente parecía que lo iba a realizar una única persona, pasando de una provincia a otra, pero era una pretensión irrealizable por la cantidad y calidad de nuestro patrimonio. Por ello,  se aprecia una diferente calidad y heterogeneidad de los resultados.

     A partir de la Ley de Conservación de Monumentos Histórico Artísticos de 1915, cuando el sistema legal pasó de la protección genérica a las protecciones individualizadas, el Catálogo dejó de ser determinante para la protección, siendo más relevante el posterior Fichero de Arte Antiguo de los años treinta.

    Con el tiempo, el sentido original de los catálogos no tenía validez. Había instrumentos de protección diferentes y una concepción más amplia del patrimonio.


     El Catálogo Monumental de la Provincia de Ciudad Real (1913-1917).

     Uno de los catálogos realizados fue el de la provincia de Ciudad Real. Sobre el autor de este catálogo conocemos muy pocos datos.

     Según Amelia López-Yarto, Bernardo Portuondo y Loret de Mora, autor del Catálogo Monumental de Ciudad Real, nació en Santiago de Cuba en 1872 y falleció en Madrid en 1933. En 1876 se traslada su familia a Madrid, donde Portuondo estudia Filosofía y Letras. Trabaja después en el ministerio de Hacienda, llegando a ser oficial de primera categoría. Escribió sobre filosofía y temas sociales sobre Cuba, su patria natal. No parece que escribiera más libros de arte que el Catálogo de Ciudad Real, que le fue encargado el 29 de abril de 1913. 

     Bernardo Portuondo escribió a máquina con correcciones manuscritas, utilizó el escudo de España con el toisón de oro y realiza fotografías de buena calidad. En principio debía trabajar durante ocho meses y cobrar ochocientas pesetas. Se le concedió una prórroga el 1 de enero de 1914 de cuatro meses, que se amplía por petición suya hasta julio de ese mismo año. No sé sabe qué ocurrió, pero su informe no lo firma la Comisión hasta el 19 de mayo de 1917. Son dos volúmenes, uno de texto y otro de fotografías.

     Entrando en el Catálogo Monumental comentaremos las observaciones preliminares del autor y las referencias a la localidad de Manzanares.

     Portuondo ordena su trabajo en tres criterios: El histórico por épocas y civilizaciones; el geográfico, por localidades; y el objetivo, clasificar aquellas manifestaciones histórico-artísticas en estudio a su propia índole y características intrínsecas.

     ¿A qué aspira su trabajo?

      Servir al curioso y al turista; ser un auxiliar en las investigaciones de los especialistas; y dar un conocimiento puntual del estado de las riquezas de la provincia de Ciudad Real para su tutela, conservación y desarrollo, mediante los oportunos trabajos de reparación y exploración, en palabras de Bernardo Portuondo, dentro los conceptos de patrimonio de principios de siglo XX.

     Considera que al Estado y al público se le debe dar la información ordenada geográficamente pues sirve de orientación y distribución práctica de trabajos y visitas. Puede que al especialista/investigador le venga mejor la agrupación histórica u objetiva. Añadirá un índice al final de la obra, en consideración de los objetos estudiados. Los sitios en ruinas o desparecidos se estudiarán en la población más cercana y se tratará de limitar las expresiones legendarias.

      Estudio de caso: Manzanares


Castillo de Pilas Bonas 1913-14

 

     Bernardo Portuondo nos cuenta que el archivo de Manzanares casi desapareció con la invasión francesa. Pero él conoce el origen del pueblo que encuadra cronológicamente en el siglo XIII. Maneja los conocimientos de 1913-1914.  

     Fue fundada por el Maestre de Calatrava Don Martín Martínez. La población se hallaba rodeada de débiles murallas a principios del siglo XV que se juntaban o cerraban en el castillo, con torre de homenaje y dos recios cubos, que lo circundaban a modo de contrafuertes de la construcción, robusta, y en ese momento enclavado entre casas particulares. Cita a Hervás cuando dice que el llamado Sacatín (Zacatín) debió ser la antigua calle morisca de los sastres por la interpretación de esa palabra árabe.

     Sitúa el templo parroquial a finales del siglo XIV o principios del XV en la parte más antigua. Documentalmente ya se tiene pruebas de su existencia en el siglo XVI, con muestras del estilo de épocas intermedias. Portuondo cita su nombre anterior Alta Gracia de la Asunción, ahora La Asunción. Hervás, según Bernardo Portuondo guarda una reproducción del antiguo sello de la parroquia. Y destaca la portada renacentista.

Retablo de la Iglesia de la Asunción 1913-14

 

Portada Iglesia de la Asunción 1913-1914

 

 

     El primitivo retablo mayor fue pasto del gran incendio de 1571. La obra fue realizada por los entalladores Ruiz de Elvira. Hay cuatro cuadros, de mérito, que algunos atribuyen al Españoleto (José de Ribera, anotación aclaratoria nuestra). Altares barrocos de San José y Sagrado Corazón son señalados aquí por el autor.

Retablo de San José, Iglesia de la Asunción, 1913-1914.

 

 

Imagen que contiene aparato, máquina de coser

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Retablo de Sagrado Corazón de Jesús, 1913-1914.

 

     El autor de catálogo cita además los retablos de San Raimundo, s. XVII, y San Pedro, s. XVI. Del XVI dice que es también la sillería del coro. La puerta del Norte la considera interesante y bien trazada en el gusto románico del 2.ª periodo, aunque ejecutada en tiempos posteriores que sitúa en el origen de la ciudad, siglo XIII.

     Menciona la ermita de Nuestra Señora de Gracia, cronológicamente ubicada en el siglo XVI, a excepción de la portada que es reciente. Destaca la imagen del la Virgen y San Marcos.

     En las Concepcionistas se conserva una buena imagen del Precursor, procedente de la antigua ermita de San Juan Bautista.

     Bernardo Portuondo indica que hay otras ermitas de menor importancia de los siglos XVI-XVII. Pero destaca la del Cristo del Perdón, antigua Vera Cruz, con su pila bautismal de 1533, que ya no se conserva, que guarda la imagen del Cristo con la Cruz a Cuestas, del siglo XVII. El nombre de Perdón se le añadió en el siglo XVIII. Portuondo critica la restauración de la iglesia realizada cuando se cubrió torpemente el artesonado. Vuelve a citar a Hervás cuando dice que hay referencias a una imagen de 1609 de Santa María de la Cabeza.

     No data la visita y realiza una descripción de sitios. No se cita a ninguna persona de la localidad que le facilite datos o de contacto.


Cristo del Perdón, 1913-1914

    

        *Las fotografías han sido obtenidas del Catálogo Monumental de la Provincia de Ciudad Real y no serán usadas comercialmente.

        

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     Bibliografía:

     GARCÍA, M.ª V., SOTO, V, y MARTÍNEZ, J.: El estudio del patrimonio cultural. Editorial Universitaria Ramón Areces. Madrid. 2017-2024.

     MUÑOZ COSME, A.: Catálogos e inventarios del patrimonio en España, en El Catálogo Monumental de España (1960-1961), coordinado por Amelia López-Yarto. Publicaciones del ministerio de Cultura de España. Madrid. 2012.

     LÓPEZ-YARTO ELIZALDE, A.: Los autores del Catálogo Monumental de España, en El Catálogo Monumental de España (1960-1961), coordinado por Amelia López-Yarto. Publicaciones del ministerio de Cultura de España. Madrid. 2012.

     HIDALGO BRINQUIS, M.ª C.: Interpretación material de los Catálogos Monumentales de España, en El Catálogo Monumental de España (1960-1961), coordinado por Amelia López-Yarto. Publicaciones del ministerio de Cultura de España. Madrid. 2012.

     ARGERICH FERNÁNDEZ, I.: La fotografía en el Catálogo Monumental de España: procedimientos y autores, en El Catálogo Monumental de España (1960-1961), coordinado por Amelia López-Yarto. Publicaciones del ministerio de Cultura de España. Madrid. 2012.

      PORTUONDO, B.: Catálogo Monumental Artístico-Histórico de España, provincia de Ciudad Real. Madrid. 3 de marzo de 1917. Dos tomos: Texto y fotografías. Biblioteca Tomás Navarro. Ministerio de Cultura de España.       https://biblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/index_interior_ciudadreal2.html

     La cita a Hervás, de quien hace constante referencia Bernardo Portuondo, es por Inocente Hervás Buendía, autor del Diccionario Histórico, Geográfico, Biográfico y Bibliográfico de la provincia de Ciudad Real. Portuondo maneja la 2.ª edición, 1899, pero refiere que, aunque el autor ha fallecido, ha dejado en imprenta la 3.ª edición, 1914.



25-7-2025 20:06 Actualizado 26-07-2025 19:36

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