"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos;... por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”. (Miguel de Cervantes).

Sobre Miles Christi y los caballos

     

El arte del poder

     Si te caes del caballo, pierdes la razón, pero, por contra, ganas el instinto. 

     El caballo es símbolo de poder, de realeza. Recordemos que Saulo de Tarso se cayó del caballo, dejó el poder de perseguir cristianos y formó parte de ellos, instintivamente, espiritualmente. Más tarde en una de sus cartas, la que remitió a los efesios dijo:

     11 Revestíos con la armadura …, para que podáis resistir contra las asechanzas …; 12 porque nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo de tinieblas, … 13 Por lo cual, echad mano de la armadura …, para que podáis resistir en el día malo, y, tras haber vencido todo, os mantengáis firmes.

     14 Estad, pues, firmes, ciñéndoos la cintura con la verdad, y poniéndoos la coraza de la justicia, 15 y calzándoos los pies, prontos para el evangelio de la paz; 16 embarazando en todo momento el escudo de la fe, con el cual podáis apagar todos los dardos inflamados del Maligno. 17 Tomad el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la palabra de Dios” (Carta de San Pablo a los Efesios, 6, 11-17).

     Este texto sirvió para justificar el poder de los reyes modernos: montado a caballo como soldado de Cristo. El modelo fue la estatua ecuestre de Marco Aurelio que todo el mundo visibiliza en el Campidoglio de Roma desde que Miguel Ángel Buonarrotti lo situó allí, aunque hoy es una copia. Durante siglos fue confundido con Constantino, considerado en esa época como el primer emperador cristiano, e hijo de la santa patrona de la Arqueología, Elena. La santa, según la tradición, excavó y recuperó reliquias relacionadas con la pasión de Cristo. Siguiendo el hilo de la tradición, el brazo derecho del madero de la cruz de Jesús llegó al Monasterio de Santo Toribio de Liébana, lugar que en 2023 celebra su jubileo. 

El arte del poder

     Continuamos a caballo, el modelo de poder real lo estableció la escultura ecuestre del filósofo estoico y emperador romano Marco Aurelio. Fue modelo para Donatello en su condottiero Gattamelata de Padua, cuando establece la comparación entre los antiguos y los modernos en el Renacimiento, a mediados del siglo XV. Remarcaba el aspecto guerrero del caballero. A este se añadirían otros prismas de la representación del poder absoluto de los reyes y príncipes de la Edad Moderna. Y ahí aparece la figura de los modernos Apeles y Alejandro Magno. 

Marco Aurelio en Campidoglio. BMRE

     Tiziano se convirtió en el Apeles del nuevo Alejandro Magno, el Rey Emperador Carlos. Además, introdujo el color de la pintura veneciana que termino siendo dominante en los modos de la pintura española tras vencer o convencer a los partidarios de la pintura toscano/romana que era más partidaria del dibujo o el diseño de la Italia Central. 

     El problema más grave que tuvo Carlos V durante su reinado fue interno. La herejía protestante que se extendió por los principados de los electores y vasallos del Imperio. Conseguida la victoria en Mühlberg (1547), el César Carlos y sus consejeros consideraron que la imagen del poder debía reflejar la victoria pero también la clemencia y la paz conseguida momentáneamente como una realidad. Los caballos españoles eran grandes, poderosos y de patas no muy largas. Tiziano pintó a Carlos de Gantes sobre equino castañó oscuro, cubierto con una barda carmesí. Él lleva una armadura blanca y dorada con una banda en tafetán carmesí. Lleva lanza o venablo y una pistola de arzón.

     La Casa de Austria seguía la tradición o la evocación del caballero cristiano, de la caballería cristiana, basada en las ideas del Nuevo Testamento atribuidas a San Pablo y que durante esta primera mitad de siglo había sido revitalizado por Erasmo de Rotterdam. Al texto antes citado de los efesios se añadía la segunda epístola a los corintios donde el santo de Tarso hablaba de armas espirtuales, fuertes y poderosos por virtud de Dios, para destruir y asolar los perversos consejos y dañados pensamientos. 

     La caballería cristiana medieval se adhería a la imagen estoica de Marco Aurelio y a los deseos de paz interna. De ahí la imagen pensativa, melancólica y medida que hizo el pintor cadorino de su señor.

     A caballo huyó de Insbruck el emperador en 1552 por la traición de Mauricio de Sajonia. Si quería vivir en paz debía aceptar que cada estado tuviese su religión. La paz de Augsburgo de 1555 fue un primer paso hacia una paz que fue insegura durante buena parte de la modernidad.

     La representación del poder fue evolucionando con la aportación de Rubens, con la copia de las obras de Tiziano, con el aprendizaje de las pinturas venecianas de la corte madrileña durante las embajadas del flamenco en Madrid. Copió y reinterpretó las poesías de Felipe II, otra visión con la copia del Adán y Eva de Tiziano, pintó una adoración de los Reyes Magos, que reformó incluyendo su retrato en la segunda visita. Y también pintó a caballo al poder con Felipe II a caballo. Utilizó un tapiz de Jan Cornelisz Vermeyen para reinterpretar un cuadro de Tiziano. La armadura, el rostro y la posición varían con respecto al retrato Carlos V por Tiziano.

     Tiziano fue también fuente de inspiración para otro pintor flamenco, Van Dyck, en un momento complicado en la corte inglesa de Carlos I, quien se encuentra inmerso en la pugna con el Parlamento cuando intenta centralizar sus poderes, poderes que perderá cuando los puritanos ganen la guerra que le derroque y ajusticie en 1649. Antes de su caída, con la llegada de Van Dyck, el monarca y su pintor intentan crear una imagen de caballero cristiano que basa sus fuentes en la estatua ecuestre de Marco Aurelio cuando se pensaba que era Constantino, en el Carlos triunfante de Mülhlberg, pasado por el tamiz de Rubens, pero con la mirada pensativa y melancólica de Tiziano. El rey inglés quiere ser como el emperador con la herencia del poder que le han trasmitido sus antepasados, entre ellos Felipe II, que fue esposo de María Tudor entre 1554-1558. 

    


      Finalmente, el caballo y sus caídas han marcado otras artes. El teatro, por ejemplo, nos enseña en La vida es Sueño, Calderón de la Barca, que Rosaura, tras caer del caballo, conoce a Segismundo, donde la realidad y el sueño luchan contra la razón de estado. Y en La Casa de Bernarda Alba, García Lorca, la figura de Pepe el Romano no sería igual sin el simbolismo sexual de su caballo garañón. Sin olvidar el filosófico diálogo entre Babieca y Rocinante en el prólogo del Quijote.

   

     Para saber más:

     -Calderón de la Barca, Pedro: La vida es Sueño. Hay multitud de ediciones en papel y digitales. La primera que conseguí fue de Ramón Sopena.

     -García Lorca, Federico: La casa de Bernarda Alba. Muchas ediciones. Cátedra, por ejemplo. 

     -Historia del Mundo Moderno.Coordinado por Luis Ribot. Madrid. Actas. 2010. 595 páginas.

     -Historia Moderna Universal. Coordinado por Alfredo Floristán. Madrid. Ariel. 2008. 780 páginas.

     -Renacimiento.

     -Historia del Arte de los siglos XVII-XVIII.

     -El modelo veneciano en la pintura occidental.

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