"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos;... por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”. (Miguel de Cervantes).

Un paseo por el sistema solar

       

Paseo del Sistema Solar. Wikipedia
      Un día, Copérnico, leyendo obras de los antiguos griegos, se topó con la teoría de Aristarco de Samos, según la cual la Tierra se movía alrededor del Sol, contradiciendo la tesis geocéntrica ptolemaica. Y decidió estudiar su verosimilitud y los efectos que traería esta posibilidad, colocando en Sol en el centro, con los planetas girando en círculos donde el centro es la estrella amarilla. Ordenaba los planetas de Mercurio a Saturno, pasando por Venus, Tierra, Marte y Júpiter. La Luna orbitaría, a su vez, sobre el planeta azul como su satélite.

    Dedujo que la Tierra rotaba sobre su eje para explicar el paso de los días al dar una vuelta completa cada uno de ellos. Un eje que tenía un leve cambio de dirección llamado precesión que adelanta los equinoccios y que recuerda al baile de los trompos infantiles.

     Este avance de Copérnico fue completado por Kepler al promover que los planetas giraban alrededor del Sol en elipses, no en círculos, y que lo que une el centro de cada planeta con el Sol ocupa distancias iguales en tiempos iguales.

     La causa por la que todo esto se movía era producto de la atracción magnética que no fue descrita matemáticamente hasta Newton.

     Todos estos descubrimientos completaban los avances geográficos y científicos que se habían producido por la expansión de los reinos de Portugal y España. Los instrumentos científicos que fueron empleados para medir mares y tierras fueron utilizados para construir las plantas de las ciudades con sus fortificaciones y cartografiar nuevos territorios. El geógrafo, el ingeniero o el astrónomo es representado por Vermer en actitud pensativa mientras observa los astros. A Newton lo dibujo William Blake haciendo mediciones con un compás sobre un pergamino, que ambos dos, parecían extensiones de su cuerpo e intelecto.

     La imagen del cielo ha estado presente desde la revolución científica de la modernidad. En la bóveda de la biblioteca de la universidad española por excelencia, Salamanca, pintó Fernando Gallego el cielo astrológico conocido en el último cuarto del siglo XV, llamado el cielo de Salamanca.

El cielo de Salamanca_F. Gallego. Wikipedia.

     Hay quien piensa que en los frescos egipcios de la tumba de Ramses VI, cuando se representa el Libro de los Cielos con la diosa Nut, que dicha diosa adopta una figura similar a la Vía Láctea. Una imagen más real de la Vila Láctea no se representó hasta 1609 con el cuadro de Elsheimer Huida a Egipto.

     La Luna, tras el descubrimiento de Galileo con su pequeño telescopio de los accidentes geográficos que le caracterizaban, ha sido objeto de ensoñaciones y representaciones variadas. Verne ideó un viaje cuando aún no era posible.

     En el cine, Meliès plasmó la idea del francés mezclada con las de H. G. Wells. Las ensoñaciones nocturnas de Pepín Bello, Luis Buñuel y otros amigos de la Residencia de Estudiantes mientras observaban el cielo dieron lugar a una de las escenas más memorables de Un perro andaluz porque una nube rasgaba la Luna. El cegamiento de la actriz fue impactante en su época. La mutilación del ojo ha sido uno de los castigos más terribles y siniestros. Pregunten al bizantino Belisario, aunque sea leyenda literaria o artística. En el caso de Buñuel tiene su origen en una visión idílica.


     En Manzanares, Castilla-La Mancha, el parque Julián Gómez Cambronero, entre vegetación mediterránea, patos, pavos reales y caminos, muestra una reproducción a escala y al aire libre del Sistema Solar a modo de paseo. Ideado por el investigador contra el cáncer que da nombre al parque, incluye el cinturón de Kuiper y la Nube de Oort, con las esferas dentro de estructuras de acero. Con efectos divulgativos y para solaz de sus visitantes.

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