"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos;... por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”. (Miguel de Cervantes).

Bartolomé Frías de Albornoz

    
Fuente: europeana.eu

      Desde hace 60 años, por un decreto presidencial, el 12 de julio se celebra en México el día del abogado. El presidente López Mateos recordaba con esta celebración un evento producido 407 años antes cuando México era parte del imperio español como Virreinato de la Nueva España.

      El 12 de julio de 1553 se establece la primera cátedra de Derecho en la Universidad Real y Pontificia de México, ordenada dos años antes por cédula del emperador Carlos. Habían pasado poco más de 60 años desde la llegada de Colón cuando ya se impartía Cánones y Leyes, dictándose las primeras Ordenanzas de Buen Gobierno.

      En esta universidad recaló en ese mismo año un español nacido en Talavera de la Reina, Bartolomé Frías de Albornoz, del que se cuenta que en ese día leyó la Prima de Leyes que introducía a los fundamentos del Derecho Romano. Frías de Albornoz se cree que nació hacia 1519 en la ciudad de la cerámica, que estudió Derecho en la Universidad de Salamanca y se doctoró en la de Osuna. Políglota y humanista desembarca en México a comienzos de este año donde obtuvo por suficiencia el grado de Maestro en Artes y el bachiller en Cánones por lo que impartió la cátedra de Instituta.

      En México estuvo hasta 1565-66 marchando, después, a la corte para pleitear los derechos de encomienda que había adquirido tras su casamiento con una hija de conquistadores ante el Consejo de Indias. Se desconoce la fecha exacta de su muerte, aunque se sabe que tuvo algunos problemas con el tribunal de la Inquisición residente en México por acusaciones de desviarse en sus obras de las teorías de Fray Bartolomé de las Casas. Su Arte de los Contratos fue considerado como uno de los mejores manuales jurídicos en el siglo XVII, aunque en época de los Borbones engrosó el índice de libros prohibidos sin una justificación detallada, ni la justicia de la inquisición en México le condenó. Era partidario de la conquista y dominación española con el pretexto de una mejor evangelización1.



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