Crucifixión_Iglesia Sta. María del Rosario_Tintoretto |
Jacopo Tintoretto pintó Crucifixiones en la Venecia del siglo XVI en las que representaba una María, madre de Jesús, que caía postrada de dolor. En el caso de la Crucifixión de la Iglesia de Santa María del Rosario aparecía con el vientre hinchado y los brazos abiertos ante la mirada de otras mujeres que la perciben como caída en desmayo.
En otra, en la Crucifixión de la Iglesia de San Cassiano, con un fondo de lanceros amenazante, María está asistida por Juan, el apóstol predilecto de Jesús, que asiste a su desmayo por dolor, con la mano derecha apuntando hacia el suelo, sugiriendo el sepulcro que preludia la catábasis y posterior resurrección o anábasis de Jesucristo. Su mano izquierda, al contrario, señala su vientre, también hinchado.
Crucifixión Iglesia de San Cassiano |
En otro ejemplo, finalmente, el enorme telero de la Crucifixión de la Scuola Grande San Rocco, la madre de Jesús está desmayada con Cristo moribundo, puesto que recibe la esponja con hiel y vinagre, aunque aún no han sido crucificados los ladrones.
Según Augusto Gentili, uno de los mayores expertos en Tintoretto, los antiguos padres de la Iglesia y sus seguidores consideraban que cuando moría Cristo, su madre sentía los dolores que no tuvo durante su parto, que había sido indoloro. Este segundo parto hacía referencia al nacimiento de los fieles de la nueva religión, el cristianismo, redimido bajo la cruz. Iglesia unida que salía del vientre de María, mediadora gestante y corredentora.
Iglesia que se pretende indivisible como la túnica inconsútil, hecha de una pieza sin costuras, que fue tejida por María sobre Cristo cuando niño, túnica que creció al mismo tiempo que Jesús. Tejido que fue sorteado y no troceado en el Calvario.
Contrastan estas representaciones de la madre de Cristo cuando está viva con la representación que hizo Caravaggio, hacia 1606, de María cuando muere. Utiliza una mujer postrada en el lecho con el vientre hinchado, una ahogada, con las piernas descubiertas que ofendió a los carmelitas de Santa María della Scala en el Trastevere que habían solicitado la pintura Muerte de la Virgen. El naturalismo del pintor barroco provocó que la obra fuese puesta en venta y comprada por el duque de Mantua por consejo de Rubens.
Muerte de la Virgen Caravaggio |
Madrid es la ciudad del mundo con más pintura italiana fuera de Italia gracias a la colección del Prado que recoge las colecciones reales. Tiziano fue el Apeles de Carlos de Gante como el emperador y rey de España fue el Alejandro Magno de Tiziano. A partir de este hecho, el color inundó colecciones y pintura española. Felipe II reunió los encargos de su padre y su tía, María de Hungría, junto a sus propios encargos de retratos y Poesías. Felipe IV envió a Italia a Velázquez a comprar pinturas, compró también obra de Rubens, uno de los herederos del color veneciano, y el propio Velázquez estudió El Lavatorio de Tintoretto detenidamente y le sirvió para desarrollar Las Meninas y Las Hilanderas.
Para entender la pintura de la Baja Edad Media y el Renacimiento es necesario tener nociones básicas de iconografía cristiana a través de los textos bíblicos y la Leyenda Dorada de Santiago de la Vorágine y de mitología clásica a través de Ovidio o Hesiodo. O, al menos, poder consultar alguno de estos textos.
Las imágenes han sido conseguidas en Wikipedia.
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