Cultura y sociedad

Rudyard Kipling en España

 

   

Kipling. Wikipedia


     El poema If (Si) de Rudyard Kipling sigue siendo apreciado como el ideal del autocontrol, la capacidad de adaptación y la virtud humana, independientemente de su origen y cultura. A partir de las líneas de una carta española y de la costumbre de colgar el poema en la pared, vamos a recordar al autor de El libro de la Selva, Capitanes Intrépidos y el poema que, acontinuación, se irá insertando, Si

     Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor

la pierden y te culpan a ti.

     Si puedes seguir creyendo en ti mismo cuando todos dudan de ti,

pero también toleras que tengan dudas.”[1]

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     María de Maeztu, directora de la Residencia de Señoritas, recibió en abril de 1924 la siguiente carta de Alberto Jiménez Fraud, director de la Residencia de Estudiantes: 


Residencia de Estudiantes

Pinar 17

Madrid

                                                                                       11 de abril de 1924

     Querida María: además de estos 131 socios, hay 20 antiguos residentes (la mayoría médicos de los laboratorios, etc., como Negrín, Del Río Hortega, Calandre, etc.) que pagan media matrícula (20 pesetas).

     ¿Está así bien? ¿Quiere usted algún dato más? Aún no sabemos nada de Kipling.

     Suyo afectísimo

                                                                                  Alberto Jiménez...

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“Si puedes esperar y no cansarte de la espera;

o si, siendo engañado, no respondes con engaños,

o si, siendo odiado, no incurres en el odio.

Y aun así no te las das de bueno ni de sabio.”

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     Según los editores[2] del Epistolario de Alberto Jiménez Fraud, Rudyard Kipling (1865-1936) recibió una invitación del director de la Residencia de Estudiantes que no se tradujo en ningún acto. La fama de Kipling no fue cuestionada hasta que el imperialismo y los inicios del declive del imperio británico fue visible. 

     Algunos internos de la Residencia de Estudiantes, Calle del Pinar, tenían colgado el poema If (Si) de Kipling en la pared de sus habitaciones según Margarita Sáenz de la Calzada[3].

     ¿Dónde contrastar la información obtenida por un comentario en la carta de Alberto Jiménez Fraud a María de Maeztu? ¿Habría información en la prensa de 1924 de la visita de Rudyard Kipling a España? ¿Con qué motivo vendría?

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“Si puedes soñar sin que los sueños te dominen;

Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;

Si puedes encontrarte con el Triunfo y el Desastre,

y tratar a esos dos impostores de la misma manera.”

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     La primera noticia encontrada era de tono breve: “Se encuentra en Madrid, de paso para Sevilla, el gobernador del Estado libre de Irlanda, Sr. Timothy Healy; el ilustre poeta inglés Rudyard Kipling; el literato británico Arnold Bennet y el conocido periodista londinense Lord Beaverbrook”[4].

     A la rápida y breve información de ABC daba mayor profundidad El Liberal,12 de abril de 1924. Los viajeros venían atraídos por las riquezas artísticas, el sol esplendoroso y las fiestas de Semana Santa. El premio Nobel de Literatura 1907 era exaltado tipográficamente como poeta y novelista representante de lo más fuerte y tradicional del alma británica, que expresaba el espíritu de aventura y la grandeza del imperio[5].

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“Si puedes soportar oír la verdad que has dicho,

tergiversada por villanos para engañar a los necios.

O ver cómo se destruye todo aquello por lo que has dado la vida,

y remangarte para reconstruirlo con herramientas desgastadas.”

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     En el periódico La Época[6] señalaban el carácter universal de la figura de Kipling. Contaba con lectores en todos los países. En España se había traducido El libro de la Selva. Como había nacido en Bombay, no era extraña su devoción por las leyendas y paisajes hindúes junto a las glorias del imperio británico. Aunque estudió en Londres, volvió con el cargo de subdirector de la Gaceta Civil y Militar de Lahore. La fama literaria le hizo viajero por África y Oceanía. En Londres publicaría su primera novela tras el éxito de los cuentos de su primera época. Cuando viajo a España en 1924, Kipling tenía cincuenta nueve años. El Sol señalaba que entre los turistas que visitaban la Semana Santa sevillana de 1924, además de Rudyard Kipling, estaba la mujer del expresidente Taft, acompañada por el embajador de los Estados Unidos, señor Moore, y la pintora inglesa Cora Wilding, entre otros extranjeros[7]. Los hoteles estaban tan abarrotados de turistas que hacían dificilísimo encontrar un alojamiento[8].

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“Si puedes apilar todas tus ganancias

y arriesgarlas a una sola jugada;

y perder, y empezar de nuevo desde el principio

y nunca decir ni una palabra sobre tu pérdida.”

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     El quince de abril se publicó una entrevista al premio Nobel en ABC realizada por Andrés Revesz, que había conseguido el mérito de ser uno de los pocos periodistas que entrevistó a Einstein o Thomas Mann en 1923. Sintió una profunda o violenta emoción cuando entrevistó a Kipling, el escritor más glorioso del Imperio británico, autor de los libros que habían conformado su juventud, a quien consideraba en un lugar preminente de la literatura universal. Se sobrepuso y emergió el periodista. Le apreció rasgos asiáticos, con un cuerpo bajo y delgado, con gafas, cejas fuertes y pobladas de cabello negro. Tenía un cráneo despoblado, un bigote espeso y cobrizo. Podía pasar por un profesor de cualquiera de las universidades que le habían otorgado el doctorado honoris causa.

     Kipling contó a ABC[9] que no era la primera visita a España. Repetía el mismo trayecto: Algeciras, Granada, Sevilla y Madrid. Consideraba que España era un país atrayente y único. Su sol, su luz, los antiguos y vetustos palacios... Su historia que catalogaba de sombría y magnífica. Le preguntó por el pintor español que prefería y nombró a Velázquez como el más grande del mundo entero.

     No tenía predilección por uno de sus libros. Dijo que sólo eran libros después de escribirlos. Manifestó que en ese instante escribía cuentos de temas diversos. No quiso elegir al mejor de los escritores ingleses del momento ni de la historia y se evadió eligiendo a los mejores clásicos de la historia: Rabelais, Cervantes y Montaigne. El periodista insistió e intentaba sonsacar autores actuales, pero nada declaró. Se vio obligado, como si fuera entrevistado por Kipling, a elegir a otros, ya del siglo XIX: Dostoievski, Balzac, Sthendal y Flaubert. Consiguió, al final, que le dijera que, sin participar en política, cuál era su preferencia entre el partido conservador o el partido laborista, dando a entender que el primero. Lo que no logró es hacerle una fotografía.

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“Si puedes forzar tu corazón, y tus nervios y tendones,

a cumplir con tus objetivos mucho después de que estén agotados,

y así resistir cuando ya no te queda nada

salvo la Voluntad, que les dice: "¡Resistid!".”

 

     De vuelta a Londres, Kipling aparecía en la inauguración de la Exposición del Imperio Británico en Wembley el 23 de abril de 1924. Los reyes de Inglaterra, el príncipe de Gales, ciento veinte mil almas del imperio… El discurso real fue escuchado en todas las posesiones británicas por la novedosa telefonía sin hilos. En el estadio se habían instalado vastos jardines y un lago con una isla. Allí se mostraban los avances en Maquinaria e Industria. Allí se exhibían todos los países del dominio inglés, con la destacada presencia de la ganadería en el pabellón australiano con magnificas ovejas merinas de origen español. 

     No se olvidaron de las riquezas del Antiguo Egipto con recuerdos de Cleopatra y las vasijas y figuras extraídas de la tumba de Tutankamon. En la inauguración no quiso participar el líder de los laboristas, Ramsay MacDonald, que veía poca utilidad práctica en la Exposición[10].

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“Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.

O caminar junto a reyes, sin menospreciar por ello a la gente común.

Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.

Si todos pueden contar contigo, pero ninguno en exceso.”

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     El poema If, Si, es el poema más universal de Kipling. Se publicó en 1911 en el poemario Hadas y recompensas, donde muestra el equilibrio y fortaleza de espíritu necesario para hombres y mujeres de todas las latitudes desde hace un siglo. Aunque fue conservador y comenzaba a revisarse su papel en el imperialismo británico, criticó la creación de la Unión Sudafricana que daría lugar al apartheid y fue visionario al final de sus días sobre el peligro nazi, que criticó, y retiró su símbolo hindú de la buena fortuna que se representaba con una esvástica. Recorrió el mundo, dejó cuatro novelas, casi 300 cuentos y 800 páginas de poemas[11].

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“Si puedes llenar el implacable minuto,

con sesenta segundos de diligente labor

Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,

y —lo que es más—: ¡serás un Hombre, hijo mío!”

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     En la literatura de Kipling fue medular el patriotismo y el destino imperial de Inglaterra. Con el periodo de entreguerras y la segunda guerra mundial, acabado el ciclo victoriano, su reputación quedó debilitada. En El guateque de Sellers se hace una revisión cómica e irónica de Gunga Din, película de Georges Stevens basada en la homónima obra de Kipling.

     Es recordada también Capitanes Intrépidos tanto la novela de Kipling como la película protagonizada por Spencer Tracy. El joven Harvey, consentido y mimado, tendrá una vital enseñanza con los pescadores que lo recogen como un Jonás redivivo.

     En los recuerdos de Kipling cita que If encerraba consejos de perfección muy fáciles de usar. Los colegios y otras instituciones utilizaron el poema para enseñar a los jóvenes estudiantes. Se tradujo rápidamente a veintisiete naciones. El poema adquirió vida propia. En Wimbledon se inscribieron en su entrada dos de sus versos. Es el poema favorito de los británicos.

     Se da la casualidad que, siendo Kipling miembro de la masonería, y siendo para los miembros de estas logias el poema If representativo, fue uno de los poemas preferidos del falangista JoséAntonio Primo de Rivera, quien desconocería este aspecto de Kipling, aunque si su reputación literaria. Y, como añadido, la masonería de Kipling tenía connotaciones cristianas; no era ateo; y sí versado en la Biblia[12].

     Busquen en Google Rudyard Kipling en España y les dirá que no vino, tanto en su buscador como su vista creada con IA. Cuidado con confiar en el primer golpe de vista de la búsqueda. 

     En la semana que se recuerda a las bibliotecas, es importante señalar que no habrá unos estándares mínimos en una sociedad moderna si no se consigue que las personas tengan acceso a las bibliotecas porque son tan necesarias como la tienda de la esquina o el súper donde consiguen los alimentos y los centros de atención primaria que cuidan de la salud de los ciudadanos.





 -----     -----Notas:

[2] James VALENDER, José GARCÍA-VELASCO, Tatiana AGUILAR-ÁLVAREZ y Trilce ARROYO. Fundación Unicaja, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes. Madrid. 2018. Consultado 22-10-25 en biblioteca Archivo Museo Sánchez Mejías.

[3] SÁENZ DE LA CALZADA, M.: La Residencia de Estudiantes. Los residentes. Publicaciones de la Residencia de Estudiantes. Madrid. 2011. Página 211.

[4] ABC, 11 de abril de 1924, página 14.

[5] El Liberal, 12 de abril de 1924, página 1.

[6] La Época, 14 de abril de 1924, página 1.

[7] El Sol, 16 de abril de 1924, página 3.

[8] La Época, 16 de abril de 1924. Página 1.

[9] ABC, 15 de abril de 1924, páginas 11-12.

[10] ABC, 24 de abril de 1924, página 15.

[11] PRIETO, S.: Rudyard Kipling (1865-1936). La Libertad del escritor, DIENDRA MÉDICA, Revista de Humanidades, 2013, 12 (1), páginas 60-79.

Reflexiones sobre la fotografía y el espejo

 

     

Archivo Museo Sánchez Mejías. Casa Malpica. bmre, 4-10-25

     

     Hace unos días, observé unas fotografías en la Casa Malpica de Manzanares. Representaban a Ignacio Sánchez Mejías y Dolores Gómez Ortega, insertos en unos retratos expuestos en el patio de los relojes donde empieza la visita al Archivo Museo Sánchez Mejías.

     Una figura central aparece de espaldas. Está rodeada por cuatro figuras frontales, versiones de la misma persona que no vemos. Es, parece, una imagen rodeada por sí mismo con un sistema de espejos.

     En algunos estudios fotográficos utilizarían, o utilizaban, entre tres y cinco espejos angulares. Es una visión múltiple del yo fragmentado. Es, a su vez, una fotografía moderna porque representa a mujeres y hombres en idéntica composición fotográfica.

     Sobre este tipo de imagen se hará una breve reseña sobre la concepción y el avance fotográfico, y la realidad, o no, que se aprecia con la llegada de las vanguardias.

     A partir de 1858 la técnica fotográfica consigue gran agilidad en el positivado de la albúmina. Disderi[1] crea el retrato como tarjeta de visita y la fotografía se populariza. En esa época los espejos empiezan a poblar las casas burguesas. Son un instrumento que aportan conciencia de uno mismo, del ser individual y del paso del tiempo. Hace que nos diferenciemos de los otros.

     En 1889, Kodak lanza el aparato fotográfico personal que hace que los individuos se puedan hacer fotografías sin tener que recurrir a otros. Se pudo mirar todo el mundo, sus horizontes y posibilidades, hasta límites impensables[2]. Nos quedamos aquí sin llegar a la última revolución fotográfica, la digital.

     Espejo viene de speculum, mirar, y ligado íntimamente a la visión. Sin el sentido de la vista, el objeto especular perdería su sentido y función. Gracias al espejo se ha descubierto las cámaras fotográficas, los telescopios y los periscopios.


Archivo Museo Sánchez Mejías. Casa Malpica. bmre, 4-10-25

     Los espejos son superficies pulidas sobre las que la luz incide y duplica la imagen de la realidad presentada ante ellos. Aparentemente exacta en espejos planos. Pero, en espejos cóncavos o convexos, la realidad es transformada por las leyes de la catóptrica y especularía.

     La belleza femenina, lo mágico, la mímesis y el autoconocimiento ha sido influido por el uso especular. La importancia del espejo radica en lo que refleja. En esa copia de la realidad que en las artes plásticas puede resultar algo mecánico cuando es puramente imitativo.

     Esa realidad cambia con la visión del espejo de las vanguardias, que ofrecen una visión deformante de lo que nos puede circundar, o no. Se desarrollan en la mente de los individuos. Rompen con lo habitual, natural, y, también, con lo onírico o surreal. El autoconocimiento, el psicoanálisis y la aparición del yo como sujeto propio de estudio aumenta a principios del siglo XX con el surrealismo[3], el dadaísmo, el futurismo, la vanguardia de la revolución soviética. La fotografía utiliza fotogramas, imágenes distorsionadas, sobreimpresiones, composiciones asimétricas, vistas distintas, como las de ave y de gusano, o bien se le añade la dimensión sociopolítica a la intencionalidad artística, como ocurre en la vanguardia soviética.

     El fotomontaje fue otra de las modalidades empleadas como un nuevo género de arte plástico, ligado en un primer momento al desarrollo de la cultura industrial y de los medios de comunicación de masas. A las vanguardias occidentales les caracterizaba su carácter polémico, provocativo e irónico. A las vanguardias soviéticas les caracterizó la instrumentalización educativa de las masas y su uso propagandístico.

     Lo común a las vanguardias fue el abandono de la mímesis[4], el rechazo de ciertos recursos pictorialistas, la superación de la convencional perspectiva fotográfica, y las diversas manipulaciones que sufre el proceso de gestación de la imagen[5].



[4] Abandono de la imitación a la naturaleza.

[5] MULET, M.ª J. y SEGUÍ, M.: Fotografías y vanguardias históricas. LABORATORIO DE ARTE, 5, 1993, Páginas 279-305.


19-10-2025 19:35  Actualizado 20-10-25 10:50

El bálsamo de Fierabrás

 

Estudiante del S. XVII leyendo El Quijote. Wikimedia


 

     “… Lo que le ruego a vuestra merced es que se cure; que le va mucha sangre de esa oreja; que aquí traigo hilas y un poco de ungüento blanco en las alforjas.

     -Todo esto fuera bien excusado- respondió don Quijote si a mí se acordara de hacer una redoma del bálsamo de Fierabrás; que con sola una gota se ahorraran tiempo y medicinas.

     - ¿Qué redoma y bálsamo es ése? - dijo Sancho Panza.

     -Es un bálsamo- respondió don Quijote-, de quien tengo la receta en la memoria, con el cual no hay que tener temor a la muerte, ni hay que pensar morir de ferida alguna. Y ansí, cuando yo la haga y te la dé, no tienes más que hacer sino que, cuando vieres que en alguna batalla me han partido por medio del cuerpo… antes que la sangre se yele, la pondrás sobre la otra mitad que quedare en la silla, advirtiendo de encajado igualmente y al justo. Luego me darás a beber solo dos tragos del bálsamo que he dicho, y verásme quedar más sano que una manzana[1]…”  

     Fierabrás o brazo fiero hacía referencia a un cantar de gesta anónimo de la segunda mitad del siglo XII incluido en el ciclo de poemas carolingios, donde se relata la fabulosa cruzada de Carlomagno en busca del ungüento o loción que embalsamó a Cristo y que, robado por el gigante Fierabrás, retenía en su poder el emir de Egipto. Hay quien piensa que el legendario gigante Fierabrás era hijo del poderoso emir de Balán y que los barriles de bálsamo que robó producían acciones milagrosas semejantes a la consecución de la inmortalidad. Se cuenta que Fierabrás vivió cientos de años gracias a la miel y aceite de Cristo. Hubiera vivido más si no hubiera sido un militar tan belicoso en mil y una batallas, como en la conquista de Jerusalén, donde murió entre la espada y la pólvora. Su tumba descansa en las aguas profundas del Mediterráneo.

     Don Quijote, en sus aventuras, queda maltrecho en los lances con el vizcaíno (I, IX) y los yangüeses (I, XV). Más tarde, en el capítulo XVII, parte 1ª, en otro lance nada caballeresco, queda golpeado por el candil de un cuadrillero, por lo que pide los ingredientes que dice que componen el bálsamo:

     “… Levántate, Sancho, si puedes, y llama al alcaide de esta fortaleza, y procura que se me dé un poco de aceite, vino, sal y romero para hacer el salutífero bálsamo; que en verdad que creo que lo he de bien menester ahora, porque se me va mucho la sangre de la herida que esta fantasma me ha dado… hizo un compuesto mezclándolos todos y cociéndolos un buen espacio, hasta que le pareció que estaban en su punto… resolvió de ponello en una alcuza… y luego dijo… más de ochenta paternostres y otras tantas avemarías, salves y credos, y a cada palabra acompañaba una cruz, a modo de bendición… Hecho esto… se bebió de la que no pudo caber en la alcuza… casi media azumbre; y apenas lo acabo de beber, cuando empezó a vomitar, de manera, que no le quedó cosa en el estómago; y con las ansias y agitación del vómito le dio un sudor copiosísimo, por lo cual mandó que le arropasen y le dejasen solo. Hiciénronlo ansí y quedóse dormido más de tres horas, al cabo de las cuales despertó, y se sintió aliviadísimo del cuerpo, y en tal manera mejor de su quebrantamiento, que se tuvo por sano, y verdaderamente creyó que había acertado con el bálsamo de Fierabrás”[2].

       Los ingredientes recuerdan más al aliño que sazona o a un remedio casero que en nada recuerda la magia o a las fabulosas leyendas o romances medievales. Cervantes dota al brebaje de un alivio y sanación paródico, un remedio acompañado de rezos que pueden producir un efecto placebo.

     El medicamento tenía una fama precedente por su mención en los libros de caballerías que habían enloquecido a Don Quijote. Por el contrario, lo bebe Sancho Panza y empeora. Don Quijote concluye que es debido a que no es un caballero armado.

     Lo gracioso, además de los efectos distintos entre el caballero y su escudero, es que, al ser un bálsamo, se debería untar y no ingerir[3], ya sea por la mala indicación de los libros de caballería, en los que cree, ya sea en la comprensión del producto que debería aplicarse en la piel. No olvidemos que todo ello se acompaña del paródico, y asqueroso, arrojo del vómito sobre su compañero al tomar el brebaje.

      El romero se usaba desde la antigüedad para friegas, el vino calmaba el ánimo, y el aceite y la sal se utilizaba en contusiones. Mezcladas, potenciarían sus milagrosos efectos calmantes. Una ironía de Cervantes sobre los remedios maravillosos, como conocería por su padre, un cirujano-barbero[4].

     Las leyendas medievales y caballerescas de Carlomagno tuvieron influjo en la literatura culta de Cervantes y Calderón. La puente de Mantible calderoniana lo refleja en una comedia de capa y espada. En Cervantes, los recuerdos de los hechos legendarios de Carlomagno aparecen por las distintas vías de los romances, la épica italiana y los libros de caballerías, lo cual es reflejo de la fama que gozaron las distintas historias y leyendas carolingias: Los gigantes como Galafre o Fierabrás, los brebajes o la Zoraida de la historia del cautivo. Carlomagno tenía además otro aspecto que sigue apreciándose hoy en día en algunas novelas históricas y que mantenían las novelas de caballerías de fines del medievo y principios de la modernidad: la presunción de veracidad.

      Cervantes satiriza la supuesta veracidad de los libros de caballerías (parte 1, capítulo XXXII) o se rebela don Quijote al demostrar sus locos conocimientos de esos libros al listar a sus caballeros andantes cuando el canónigo le reprocha creer en esas patrañas (parte 1, capítulo XL), citando en primer lugar los relacionados con Carlomagno para imprimirles de mayor veracidad.

     Otro aspecto destacable: El bálsamo de Fierabrás, en origen considerado el aplicado a Cristo para su embalsamiento, es usado por Cervantes de forma paródica. Ya sea en su uso- cuando vieres que en alguna batalla me han partido por medio del cuerpo- como en la aplicación comercial de Sancho.

     Hay también una parodia lingüística por parte de Sancho Panza (Parte 1, Capitulo XVII) cuando el escudero confunde a Fierabrás con el Feo Blas.

     Y la parodia culmina con la composición del bálsamo[5], que antes se ha citado, con un efecto placebo o calmante, más que curativo.

Disertación quijotesca. Wikimedia y Museo Cervantes.




[1] CERVANTES, M.: Don Quijote de la Mancha, parte I, capítulo X.

[2] CERVANTES, M.: Don Quijote de la Mancha. Parte I, capítulo XVII.

[3] SANTOS, L.: “Con el cual no hay que tener temor a la muerte, ni pensar morir de ferida alguna”: Apropósito de los efectos del bálsamo de fierabrás en don Quijote. Revista Estudios. (31), II 2015, 1-17.

[4] ÁLVAREZ CAPEROCHIPI, J.: Remedios maravillosos: El bálsamo de Fierabrás. Pregón, N.º 78, marzo de 2017, páginas 78-79.

[5] GUMPERT, C.: La Historia de Carlomagno como fuente de Cervantes. DICENDA, Cuadernos de Filología Hispánica, N.º 7. Edita Universidad Complutense de Madrid. 1987.


18-10-2025 19:51 Actualizado 21:44

1986. Ruphert, Luis Cobos, Paco Nieva y Manuel Piña.

      

Lanza, 1-07-1986


     El 23 de junio de 1986 daba comienzo la III Semana de la Provincia de Ciudad Real. Se había trabajado con algo de presión en los últimos días para que ningún detalle fuese olvidado por la organización. La climatología adversa había provocado que las tormentas y vientos propios del final de la primavera destruyeran algunos estands y toldos colocados previamente. En la entrada se había instalado una pancarta de bienvenida a los miles de visitantes esperados para una muestra que pretendía enseñar toda la riqueza provincial. El país invitado era Italia. Muestras, conferencias y exposiciones terminaban con un broche de oro especial en el acto de clausura: El prestigioso diseñador Manuel Piña presentaba su colección Prêt-à-porter y Alta Costura «Reencuentro con la Tierra». Sus llamativos colaboradores eran Francisco Nieva, en la escenografía; Luis Cobos, a cargo del fondo musical; y Ruphert, en el cuidado de la peluquería.


Lanza, 24-06-1986, detalle, edición especial, III Semana de la Provincia de Ciudad Real.


     Ruperto Murillo Ortega, Ruphert, murió en Valencia a principios de 2025. Natural de Tomelloso, se hizo famoso como peluquero de las actrices y cantantes del último cuarto de siglo XX, como Lola Flores o Rocío Jurado. Se hizo popular por sus innovadores estilismos y gracias a dos anuncios de televisión. Uno, menos recordado, servía de promoción de los productos de Sunsilk en los años ochenta. Otro, nada olvidado, era de promoción propia. En los años noventa, Victoria Abril pronunciaba la famosa frase Ruphert, te necesito, cuando solicitaba cita al peluquero. 

     El 1 de julio de 1986, Ruphert era noticia en el diario Lanza. Le consideraba el peluquero más famoso de España. Participaba en una charla coloquio sobre el tema Estética y Peluquería, donde exponía el estado de su profesión.

     Creía que el futuro de su profesión iría hacia la consideración médica del peluquero. Reconocía que había una mayor preocupación por el cuidado del cabello. En esa entrevista, contó a Lanza que las tendencias que venían eran el pelo largo, las cabezas voluminosas y los rizos. Se ajustaban así a las pautas que los modistos marcaban para sus ropas: muy pegadas al cuerpo, marcando estrechamente la cintura y con abundancia de cancanes. Esto no gustaba nada a Ruphert. Los modistos marcaban las tendencias en moda, quedando relegados los peluqueros a un segundo plano. El peluquero, decía, nunca ocuparía el lugar de vedette que tenía el diseñador de moda.


Lanza, 24 de junio de 1986, edición especial, III Semana de la Provincia de Ciudad Real.

     Ruphert no creía en las escuelas de peluquería. El peluquero nace y no se hace. Venía de Estados Unidos y criticaba la forma de trabajo de las peluquerías españolas, en las que denotaba falta de personalidad. Censuraba los espectáculos de algunos peluqueros a los que les faltaba honestidad. En esos días de principios de julio de 1986 le fue entregado el premio de mejor peluquero del año, por medio de la mujer del presidente del Gobierno, Carmen Romero.

     Unos días antes, el domingo 22 de junio, España amanecía expectante ante las elecciones generales convocadas por el presidente del Gobierno y la eliminatoria de España contra Bélgica en el Mundial/86 de fútbol. El mundial de Maradona y los goles de Butragueño ante Dinamarca. El PSOE de las mayorías absolutas de Felipe González volvió a ganar las elecciones y España cayó eliminada ante los belgas por penaltis. 


Luis Cobos y Sara Montiel, Lanza, 12 de agosto de 1986.

     En Lanza, 22 de junio, se recogían estas noticias junto a una entrevista a Manuel Piña. La dura vida de un empresario textil emergía entre la creatividad de un diseñador. Conjugar arte y empresa era difícil. Recordaba que su ilusión era hacerse rico a los cuarenta y dejar el trabajo. Con el análisis de la diferencia que había entre el mundo de la moda y el diseño descubrió su futuro. Realmente trabajaba para poder vivir y sentir cosas hasta el último día de su vida. ¿Cómo combinar la vida artística con la industrial? Veía difícil hacer que la creatividad tenga sentido. Que sea útil el diseño y sea utilizado por las personas. Sabía que hacía ropa para una mujer minoritaria en cuanto a estilo de vida, no en cuanto a clase social. Creía que había llegado al diseño a través de la mujer y no al revés. Hacía prêt-à-porter, pero no desdeñaba hacer algo especial para una mujer determinada, como Bibi Andersen, Pastora Vega, Amparo Muñoz, María Verstringe o Cuca Solana. 

     En la última página de Lanza, 22 de junio de 1986, venía una crónica titulada Los años felices en la que Raúl Carbonell escribía sobre el Teatro Furioso de Francisco Nieva. El valdepeñero Nieva, 1924-2016, fue académico de la RAE, premio príncipe de Asturias, premio Nacional de Teatro o premio Mariano de Cavia, entre otros reconocimientos. Escenógrafo, autor teatral, novelista, pintor, profesor..., defendía la realidad alucinada del teatro. Barroco, en el sentido valleinclanesco, defendió la libertad, al margen de los corsés ideológicos y la ortodoxia. Con una cultura excepcional, desusada entre la gente del teatro, fue todo, y a la vez, un hombre de teatro.


Francisco Nieva. Wikipedia.

     En Lanza, Carbonell escribía sobre su vitalidad y su estética. Su inventiva elevaba a los personajes de una a otra realidad, plena de matices que eludían la vida cotidiana. Cuenta que los habituales directores escénicos no entendían el código escénico de Nieva. Y, así lo entendemos, el propio Nieva debía hacer ver a los ciegos y oír a los sordos directores de escena, al tocar las teclas necesarias que armonizaban los retos que planteaban la escenificación de sus obras.

     Lanza publicaba el día 24 de junio los 184 diputados que había conseguido el PSOE en las elecciones generales con  el resultado por circunscripciones y localidades, la derrota ante Bélgica de la selección española de fútbol y una ampliación de la entrevista de Manuel Piña realizada el día 22. Allí se contaba la participación de Luis Cobos, Manuel Piña y Francisco Nieva en los actos de la III Semana de la Provincia de Ciudad Real. Y el desfile que se realizaría con el sugestivo nombre Reencuentro con la tierra. Un espectáculo que Piña deseaba que fuese lleno de magia y emoción.

Lanza, 2-07-1986, detalle de desfile.


     Volvamos a Lanza en el día 1 de julio. Tras una larga espera, dio comienzo el desfile que fue para Ciudad Real una auténtica novedad. Un montaje sorprendente en el que Manuel Piña, con la inestimable ayuda de Luis Cobos, Francisco Nieva, Ángela Navarro y la modelo Pilar Ruiz, entre otras, entusiasmaron al numerosísimo público. Todos ellos recibieron el galardón de Manchego del Año. Ruphert, inicialmente en el programa, no es reseñado. Las fotos recogen el entusiasmo del público del Auditorio de La Granja.

     Luis Cobos, 1948, dirigió hace unos días a la Banda de Música Filarmónica Beethoven con motivo del 175 aniversario de fundación. Es la banda más longeva de Castilla-La Mancha y en sus filas se inició un joven Luis, con poco más de 9 años. Los conciertos y las alabanzas a Luis Cobos a lo largo de su trayectoria han sido numerosos. Recordamos aquí el que se celebró en Campo de Criptana en agosto de 1986, que fue recogido por Lanza en su edición de 12 de agosto. Dirigió un apoteósico concierto en su ciudad natal que dedicó a su hija Carolina en su primera visita. Asistió al mismo Sara Montiel, que subió al tablado y cantó La violetera y Fumando espero. En el escenario, como invitados, la cantante alemana Angel, el diseñador de moda Manuel Piña y el pintor criptanense Paco Valbuena. El público, en pie, coreó el himno de Campo de Criptana ante las autoridades asistentes.




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     Para saber más:

     Lanza, 1 de julio de 1986, página 3 y 13

       El País, 2 de febrero de 2025, obituario de Ruphert, edición digital.

       Lanza, 22 de junio de 1986, páginas 1, 4 y 16.

       https://historia-hispanica.rah.es/biografias/30688-francisco-morales-nieva 

       Lanza, 24 de junio de 1986, Extra III Semana de la Provincia de Ciudad Real.

       Lanza, 2 de julio de 1986, páginas 1 y 3.

       El Mundo, 3 de octubre de 2025, Luis Cobos, edición digital.

       Lanza, 12 de agosto de 1986, página 1.




     12-10-2025 14:22   Actualizado 14-10-25 14:49

El jardinero del II marqués de Velada, comendador de Manzanares

     
Concierto de jardinero en las tierras de Velada. Archivo Histórico de la Nobleza.

 

     Gómez Dávila de Toledo, 1541-1616, nació en Ávila y murió en San Lorenzo de El Escorial. Fue el II marqués de Velada, IX señor de San Román, Comendador calatravo de Manzanares (1596), ayo y mayordomo mayor del Rey Felipe III, y miembro de sus Consejos de Estado y Guerra.

     Fue Grande de España en 1614. Hijo mayor de Sancho Dávila Carrillo de Mendoza y Juana Enríquez de Toledo, sucedió a su abuelo Gómez Dávila el Viejo, I Marqués de Velada en 1561.

     Contrajo matrimonio con Ana de Toledo, hija de Fernando Álvarez de Toledo, III conde de Oropesa, y Beatriz Monroy. Su madre, Juana, hermana de María Enríquez de Toledo, duquesa de Alba, tuvo que encargarse de su crianza con la temprana muerte de su padre.

     Su educación como caballero fue dirigida por su abuelo y su madre: formación física, estudio de letras y música. Pasó largas temporadas en las estancias de la casa de Alba por parentesco materno, por lo que estableció fuentes vínculos con esta poderosa familia.

     Con dos de sus hermanos marchó a la corte madrileña para servir en la Casa del príncipe Don Carlos, primogénito de Felipe II, príncipe en 1553. En la Corte estuvo quince años, hasta los veintiocho, adquiriendo una experiencia cortesana, y un carácter prudente que le ganó la confianza del príncipe Carlos. Frecuentó, de igual modo, la Academia presidida por el duque de Alba, donde adquirió el gusto por los libros, placer que mantendría toda su vida, puesto que conformó una importante biblioteca.

     En 1561, detenta el marquesado de Velada por la muerte de su abuelo. El título había sido concedido a la familia en 1557 por Felipe II. En la Corte, por contra, perdió influencia por el encarcelamiento y muerte del príncipe Carlos en 1568.

     Después de servir en la Jornada de Andalucía en 1570, a petición de Felipe II, se centra en la gestión de sus posesiones. Esta especie de voluntario exilio le permitió construir su casa rodeada de jardines, estanques y abundante caza.

     En 1582 es enviado por Felipe II como representante del regio al Concilio provincial de Toledo, actuación que satisfizo al monarca. Por influencia de su hermano Fernando y Cristóbal de Moura es nombrado ayo y mayordomo mayor del príncipe, futuro Felipe III, y de su hermana, la infanta Isabel Clara Eugenia. En su cargo, abogó por dar al príncipe mayor protagonismo en el gobierno de la monarquía, propósito que logró al entrar junto al heredero en la Junta de Gobierno y el Consejo de Estado. Ello le permitió sobrevivir políticamente hasta después de la muerte de Felipe II, cuando llegó la influencia del nuevo privado de Felipe III, el duque de Lerma, que no aceptó la mayor dignidad de oficio palatino del marqués de Velada.

     Al fin, en 1614, con la concesión de la grandeza de España, preside las sesiones del Consejo de Estado como consejero más antiguo, participando activamente en las alianzas matrimoniales con Francia, que dieron lugar al doble enlace de Luis XIII con Ana de Austria y el futuro Felipe IV con Isabel de Borbón. Estos enlaces dieron prestigio al marqués y su heredero, Antonio Sancho Dávila Toledo y Colonna, primer marqués de San Román y III marqués de Velada. Gómez Dávila muere en 1616.

     Nos vamos a fijar en un documento guardado en el Archivo Histórico de la Nobleza. Nos ayuda a contextualizar la Historia Social de la segunda mitad del siglo XVI. Es un contrato que llevan a cabo Juan Moreno para entrar al servicio de la casa de Velada como jardinero, y Gaspar Hernández, en representación de Gómez Dávila y Toledo, el 1 de mayo de 1583. Juan Moreno serviría en todas las labores de jardinería de la casa de Velada y en otras cosas que se le mandasen. Era un trabajador especializado, pero, no olvidemos, estaba al servicio de su señor. El concierto, contrato, comenzaba el dos de mayo. Duraba siete meses. Se le pagaría 31 reales al mes hasta el 1 de noviembre de 1583. Juan Moreno se comprometía a cumplir sus obligaciones, y Gaspar Hernández, en nombre del marqués, hacía lo mismo, comprometiéndose a que fuese pagado. Había dos testigos: Cristóbal del Castillo y Miguel López. Un escribano daba fe del documento.

      Nos detenemos en la figura de Gaspar Hernández, vecino de Oropesa, y persona de confianza del II Marqués de Velada; es su representante, apoderado o factótum. Es importante señalar que el contrato es estacional, no indefinido. El hecho de que haya testigos es otro dato importante. Dan validez jurídica al documento que puede ser usado en caso de litigio. El concierto está firmado en Velada.

     Sobre el contexto de 1583, recordamos que tras la muerte del príncipe Carlos en 1568 y tras servir al rey en 1570 en Andalucía, está centrado en sus posesiones hasta 1584, cuando vuelve a estar cercano al poder cuando es ayo y mayordomo mayor del príncipe, futuro Felipe III y de su hermana, la infanta Isabel Clara Eugenia, cuya amistad e influencia también conservará, y que será importante para que en 1596 se le otorgue la encomienda calatrava de Manzanares. La influencia se mantendrá con su hijo, Antonio Sancho Dávila Toledo Colonna, que heredará la encomienda. El III marqués de Velada será un hombre de Estado y militar que hará labores diplomáticas en las Islas Británicas, como señala Elliot, en los momentos posteriores a la derrota de Las Dunas, 1639, antes de la crisis de 1640.

 

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Para saber más:

-        Archivo Histórico Nacional: Biografía de Gómez Dávila. Autoridades.

-        Archivo Histórico de la Nobleza: 7 documentos relacionados con Gómez Dávila. Contexto: Historia Social de la Edad Moderna.

-        Real Academia de la Historia: Biografía de Gómez Dávila en Historia Hispánica.

-        ELLIOT, J.: El Conde Duque de Olivares. Crítica. Barcelona. 2004. Sirve de contexto para la continuidad de la relación cortesana de la casa de Velada con la Monarquía Hispánica.

-        ELLIOT, J.: La España Imperial 1469-1716. Círculo de lectores y Vicens Vives. Barcelona. 1963-1996.

-        Manuales de Historia Moderna Universal: Los coordinados por Floristán (Ariel) o por Ribot (Actas) nos introducen en la historia social de la Edad Moderna.

-        La tesis doctoral de Santiago Martínez Hernández sobre el marqués de Velada, de 894 páginas. Un estudio profundo.

-        MORENO DÍAZ DEL CAMPO, F. J.: ¿Agua para regar o agua para moler? La explotación del río Azuer durante la encomienda del II marqués de Velada en Manzanares (Ciudad Real) (1596-1616). Universidad de Jaén, 2015. Nos informa del funcionamiento y litigios de la encomienda que detentará a partir de 1596, ya posterior al documento que reseñamos aquí.





          12-10-2025 13:50 Actualizado 13-10-25 7:09

Ernestina de Champourcín (3) en el Lyceum Club Femenino

Ernestina de Champourcín, Archivo General de la Administración



     Evocaba Ernestina en una entrevista concedida en 1996, aquel Lyceum Club Femenino del que formó parte activa, quitando importancia al lugar y el tiempo que ocupó y a la implicación que tuvo en el desarrollo de su creación:

     “No era nada especial. También en París y en Londres había Liceums Club. Nosotras copiamos la idea. Iban muchos hombres, el té era especial y muy barato… había salas de exposiciones, había salas de juego, pero no era exclusivamente femenino. Allí coincidieron muchas mujeres que habían frecuentado el Liceo de París, como Zenobia, como la mujer del ministro de Cultura… ahora no recuerdo su nombre. Invitábamos a los amigos y a las amigas. Lo que más les gustaba era la merienda, era muy buena y muy barata.”[1]

      Ella quería olvidar- ya nonagenaria, pero no desmemoriada- que había sido colaboradora directa del Lyceum Club desde sus inicios hasta el estallido de la Guerra Civil. Ella, que aspiraba a modernizar España a través de la educación, el club le brindó la oportunidad de canalizar sus deseos al organizar las actividades culturales.

     En abril de 1926, María de Maeztu presidió la asamblea que constituyó el Lyceum Club de Madrid en un local de la calle Miguel Ángel. Se pretendía crear un modelo cultural de inspiración krausista. María de Maeztu lo dirigiría. Las vicepresidencias las ocuparían Isabel Oyárzabal y Victoria Kent, la tesorería sería gestionada por Amalia Galarraga, la secretaría la organizaría Zenobia Camprubí y Ernestina de Champourcín y la vicesecretaría correría a cargo de Helen Philips. Habría dos presidentas de honor: La reina Victoria Eugenia y María del Rosario de Silva, duquesa de Alba.

     Desde sus inicios, el Club tuvo siete secciones. Ernestina perteneció a la sección de Literatura y Social, y, a partir de 1934, al establecerse las secciones de Ciencias e Hispanoamericana, Champourcín colaboró esporádicamente con esta última. Pese a la oposición de sus padres, pese a las críticas de su mentor Juan Ramón Jiménez, esposo de Zenobia, que no respaldaba este foro, Ernestina siguió y lamentó que Juan Ramón no quisiera participar en una conferencia.

     Ernestina no estaba asociada al Club por oposición paterna, pero se involucró en sus actividades. En la sección de Literatura se dedicó a atraer e invitar a personalidades del mundo de las letras. En la sección Social, su labor se dirigió en ayudar a mujeres y menores sin alfabetizar. En la sección Hispanoamericana, tuvo en cuenta sus nobles ancestros uruguayos que habían gestionado o regido territorios en América durante el periodo virreinal. Mantuvo, gracias a ello, relación con la médica Paulina Luisi, la poeta Alfonsina Storni o la actriz Berta Singerman.

      Otra sinergia positiva para Ernestina fue la red de contactos que estableció en el Lyceum: la hija del director del Museo del Prado, Fernando Álvarez de Sotomayor, Pilar,  le permitió asistir a la enseñanza de obras de arte del director y la poeta correspondía invitando a su hija a las exposiciones y recitales que daban tanto la Residencia de Señoritas como el Lyceum Club. Otro tanto ocurrió con las hijas del pintor José Pinanzo Martínez, Teresa y María Luisa, con quienes compartió tardes de café y visitas culturales. Ello redundó en una cultura más intelectual y profunda.

       En la sección de Literatura, uno de sus empeños fue el cuidado de la biblioteca del club. Tenían la dotación realizada por el matrimonio formado por María de la O Lejárraga y Gregorio Martínez Sierra. La casa ducal de Alba había aportado otra dotación libresca importante. Un total de doscientos volúmenes abarcaban diversas materias y destacaban por su pensamiento tolerante.

     Además, Champourcín consiguió establecer lazos con editores y personas relacionadas con el mundo editorial que le ayudaron a dar a conocer su obra. Empezó a realizar reseñas de autores conocidos, o que sería conocidos, como Lorca, Guillén, Juan Ramón, Concha Méndez y Carmen Conde.

     Tras la publicación de su primera obra, y con la ayuda de su mentor Juan Ramón Jiménez, comenzó a frecuentar tertulias literarias, conoció de primera mano las vanguardias, a los nuevos poetas, aquellos a los que leía. Aquellos a los que compraba sus libros en la librería de León Sánchez Cuesta, en la calle Mayor, donde le atendió en varias ocasiones Luis Cernuda. Procuraba, eso sí, asistir a la Residencia de Estudiantes donde los escuchaba y participaba en el Cine-Club que organizaba Gaceta Literaria.

Portada Reglamento Lyceum Club Femenino. BNE

     Invitó a Lorca en 1928, pero no acudió hasta febrero de 1929, con la circunstancia del posible suspenso de la conferencia por la oposición del cardenal Segura o el gobierno del Directorio de Primo de Rivera. Habló sobre “Imaginación, inspiración y evasión”. Su disertación tuvo eco en la prensa de la época. Concha Méndez también se atribuyó que García Lorca diese la conferencia en el Lyceum, así como la de Alberti. Lo cierto es que la Gaceta Literaria nombra a Ernestina y Pilar Zubiaurre como organizadoras de importantes conferencias en esas fechas.

     Sobre la famosa conferencia de Alberti, Palomita y galápago (¡No más artríticos!), hay una negativa inicial del poeta gaditano a dar una conferencia. Pero hubo un cambio de parecer en el portuense que estableció de nuevo contacto con Champourcín para hablar de poesía moderna el 10 de noviembre de 1929. Alberti apareció vestido de payaso, con una paloma y un galápago y criticó abiertamente a varios de los maridos de las socias del Club. Terminó pidiendo un voto de censura para la sección literaria. Ernestina estuvo a punto de dimitir, según contó a su amiga Carmen Conde. Ernestina escribio enn la Gaceta Literaria quitando hierro al suceso y Alberti envió después una carta de agradecimiento por permitirle dar la charla, destacando a Champourcín y Zubiaurre. Con los años, Ernestina se dio cuenta de que Rafael, el tonto de Rafael, les había tomado el pelo.

     En noviembre de 1928, a invitación de Champourcín, habló María Luz Morales, que firmaba en La Vanguardia como Felipe Centeno y escribía de una forma moderna sobre la feminidad en El Sol. Los ecos de la conferencia con reseñas positivas fueron recogidas en El Sol y La Vanguardia. Al final de su conferencia, Morales alabó a Ernestina.

     La conferencia de Alberti produjo la enemistad de algunas socias con Ernestina. Especialmente, las de mayor edad, como Carmen Baroja, y la defensa de las más jóvenes, como Concha Méndez.

     La oposición se hizo más fuerte a partir de los años treinta, especialmente con la conferencia de Ernesto Giménez Caballero sobre sexualidad. Con la República, hubo una división entre las personas que criticaban la politización del Lyceum, como Carmen Baroja, que lo abandonó, y las que consideraban que era demasiado conservador y burgués como Lejárraga o Concha Méndez. Hubo también un momento llamativo cuando Victoria Kent consigue la absolución de su defendido, Álvaro de Albornoz, implicado en el golpe de Jaca, en diciembre de 1930.

      Aunque estuvo involucrada en la organización de un homenaje a Mariana Pineda por su centenario, no asistió al acto porque la familia Champourcín se trasladó a La Granja entre mayo y octubre de 1931 con la intención de evitar que los hijos, Jaime con Renovación Española y Ernestina favorable a la República, participaran en actos políticos tras la quema de conventos en mayo de 1931. Volvió con el invierno y siguió organizando actos en el Lyceum: Recitales de poesía en el teatro Alkazar por Conchita Power, que leyó poesías de Ernestina con las de Garcilaso, Lope de Vega, Machado y Villalón. O la conferencia de Miguel de Unamuno en 1935 a cuenta de Raquel Encadenada.

     En 1935 también dio una conferencia Luis Cernuda, poeta del 27, con quien había salido años antes. En junio de 1936, las socias del Lyceum Club le organizaron un té-homenaje con motivo de su poemario Cántico inútil y por la novela La casa de enfrente, elogiadas por la crítica[2].

     El club fue un centro creativo de mujeres burguesas, con ideas femeninas, que buscaban mejorar la educación de la mujer, con carácter constructivo, intentando conseguir su emancipación. Para Balló, Ernestina fue la más moderna del grupo.

     Se ha hablado de las semejanzas y diferencias entre las alavesas del Lyceum Club: María de Maeztu, directora de la Residencia de Señoritas y presidenta del Lyceum Club hasta 1928, y la poeta Ernestina de Champourcín. 

     Eran unas alavesas que gozaron de reconocimiento público en sus respectivas áreas de trabajo y quedaron relegadas al olvido en sus últimos años. Mujeres independientes, altruistas, con gran conciencia de su valía. Ambas fueron traductoras por su dominio de los idiomas. Tomaron el exilio y se vieron marginadas. María estuvo influenciada por el cambio ideológico de su hermano Ramiro, tanto por su participación en la Asamblea Nacional primorriverrista como por el asesinato de Ramiro de Maeztu en 1936, suceso que provocó su abandono de cualquier práctica política. 

     Ernestina tampoco habló de política tras el exilio, pero es conocida su conversión religiosa que hizo que su poesía tuviese un marcado misticismo. Una mujer de contrastes. Republicana de origen aristocrático, fue mirada con recelo por republicanos, y exiliada por motivos políticos, no hizo alarde de republicanismo a su regreso. Fue promotora de literatura de mujeres y de sus derechos, sin declararse feminista. Culta y elegante, no quería aislarse de quienes la requerían para hablar de poesía o para recibir su consejo[3].

     La vida de Ernestina estuvo marcada por la Guerra Civil. Era el momento de mayor madurez poética. No esperaba el golpe y la guerra. Madrid, el Madrid que admiraba su pareja, Juan José Domenchina, cambió ante sus ojos, se transformó súbitamente. Nadie sabia dónde estaba nadie… los yo de todos era ahora muy distinto con lo que no sabía cómo enfrentarse. En el 36 se casó con Domenchina y, tras varios pasos previos, el matrimonio Domenchina Champourcin llegó a México en 1939[4].

García Lorca y Alberti en 1926. ABC







[1] SANAHUJA, E., SANZ, T. y VARGAS, A.: Ernestina de Champourcín, entrevista. En DUODA Revista d’Estudis Feministes, núm. 10-1996.

[2] ESTEBAN CEREZO, M. ª D.: “¡Quién fuera Ernestina de Champourcín!” Contribución de la poeta en el Lyceum Club Femenino (1926-1936), Hispania Nova, 23, 2025. Páginas 153-172.

[3] AGUINAGA, M.: Dos ilustres alavesas en el Lyceum Club: María de Maeztu y Ernestina de Champourcin, Revista Cálamo FASPE n. º 66. 2018. Páginas 23-30.

[4] BALLÓ, T.: Las sinsombrero, sin ellas la historia no estaría completa. Espasa. Barcelona. 2016.  Archivo Museo Sánchez Mejías (lectura 6-6-2025)


    Entradas que contextualizan este artículo:
     - La obtención del sufragio femenino en España


 4-10-2025 20:23                                   Actualizado 5-10-2025 19:09

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