- Una mezcla de
liberación, puede que explosión, un descubrimiento. También recuerda al momento
en que sale el café al infusionar. Creo que puede que así me entiendas mejor.
- ¿Sí?
- Tras un momento
de incertidumbre inicial.
- Cuenta, cuenta.
- Es una especie
de energía que tienes acumulada, que sale en un momento determinado, en
ocasiones cuando no quieres, que aprecias como va cambiando el aspecto de tu
interlocutor, que sabes que puede producir efectos distintos a los que te
propones porque la persona con la que estás tiene una forma de pensar distinta,
representa un papel distinto, diferente al que tú crees y puede que, uno o yo
en ese instante, no tengas el día que te propones.
- ¿Pero el
encuentro se prepara?
- Sí, es lo
mínimo. Vas leyendo entradas o artículos, videos, enlaces en los días previos.
Tengo buscadas referencias tanto de su página corporativa como de la gente que
se ha relacionado con ellos, con comentarios de todo tipo. También de la
persona con la que te reúnes.
- ¿Tú tienes
capacidad comunicativa…?
- Hay ocasiones
en las que se está mejor callado, pero es cierto que, mientras hablas, concitas
la atención de la persona con la que te reúnes, siempre que digas algo
interesante o apropiado al momento. Y esto, claro, es difícil de conseguir.
- ¿Te expresas, además,
con las manos?
- La gestualidad,
a veces, es extrovertida de más. Pero es peor mostrar los movimientos propios
de un muerto que está en fase de rigor mortis, o sin enseñar en ningún momento
el aspecto de las palmas de tus manos, que, en cierto modo, es alma que
muestras a todos. Hay gente que se cohíbe en el momento que utilizas tus manos
para apoyar lo que tus labios dicen, más se tranquilizan si abres tus palmas y
ven que no escondes ni armas ni palabras con lenguaje de serpiente. En
principio, además, casi todo el mundo intenta convivir y no complicarse en más
batallas que las necesarias o vitales. Hay de todo.
- ¿Otro café?
- Si, expreso
con azúcar.
- ¿Inicialmente
afrontas este tipo de encuentros…? Café muy caliente con azúcar, voy con él.
- Gracias. Tienes
que conseguir estar tranquilo, preparado, romper el hielo hablando de otra
cosa, como el tiempo, o si le importuna la hora de la reunión. A veces es
incomprensible lo que dices, pero te presta atención o, incluso, se
desconcierta, situación que no debes desear. Retórico, en fin. También te
suelta la lengua y las cuerdas vocales. Muchas veces te sale un gallo o la
lengua se traba. Es lo que se llama romper el hielo.
- ¿Quieres que
te ponga una piedra en un vaso y te lo bebes con hielo?
- No, gracias.
Prefiero el café caliente que poco a poco pierde su condición mientras lo bebo.
- ¿Cuántos te
tomas?
- Una media de
tres-cuatro. Es raro que pase de cuatro. En casa, tueste natural. Aunque la
mayoría de lo que sirven fuera es torrefacto.
- Por gusto y
preferencias, se consume mucho más el torrefacto. Cierto. En Italia y Portugal
lo toman muy concentrado, expreso. Aquí se toma mucho y de muchos tipos.
¡Bueno! Nos estamos saliendo de …
- ¿Qué más
quieres saber?
- Duración,
temas, cambios de ritmo, tu predisposición, el interés que mostraron en saber
tu interés por la interlocución, su expresividad y la tuya, el día que hizo,
…que remates porque has venido a contarlo…
- No llegó a una
hora. ¿Qué se pretende? Saber cómo has llegado hasta allí. No es que muestre
perplejidad por lo que me inquieres. No es eso. Es que se resume en la triple
pregunta: ¿Por qué aquí? ¿Por qué tú? ¿Por qué nosotros? La respuesta es la
necesidad, la capacidad, y el atractivo. Por partes.
- Explícate que
ahora el perplejo soy yo.
- La necesidad
surge por el deseo y el mantenimiento de la vida. Surge de la voluntad interior
que mezcla el deseo con el factor nutricio, los cuales se retroalimentan.
En cuanto a la
capacidad, tratar de exhibirla, mostrar sus cualidades y mejorar su aspecto día
a día con la formación. El aprendizaje dura toda la vida. ¿Los cafés del
principio eran tan buenos como los de ahora?
- ¡No, claro!
En cuanto al
atractivo. Muéstrate lo más agradable que puedas, estamos en sociedad: sociable,
familiar, no lances puyas, y respeta a quien tengas enfrente. Nunca sabes
cuando tu interlocutor lo volverás a ver, ni en qué circunstancias será. Te
puede ayudar en otra ocasión. Todas las conversaciones y contactos te enseñan
algo. Y recuerda, luego te acordarás de algo que no has dicho, callado, o sobre
lo que te has excedido.
- Parece una cita…
¿Te acuerdas de la gran Ornella Vanoni? L’appuntamento (La cita) …
- Grande Ornella. El tema volvió a
ser famoso por su inclusión en Ocean
Twelve[i],
la saga de Clooney, (Really, George?), sobre la banda de timadores que
rememoraba al grupo de Sinatra.
- Con Julia
Roberts y Catherine Zeta-Jones. Y muchos más como Andy García y …
- Es una reunión profesional.
Con todo lo que conlleva. Puede que no vuelvas a hablar con esa persona el
resto de tu vida, pero puedes sacar buenas conclusiones del momento, siempre
aprenderás algo nuevo, depende mucho de tu curiosidad, tus ganas de aprender,
y, sobre todo, respeta al contrario que puede ser tanto o más válido que uno
mismo. Como estamos en noviembre, el mes del Tenorio de Zorrilla, recuerda que,
cuando rememora sus lances, Don Juan dice:
“Yo a las cabañas bajé,
yo a los palacios subí,
yo los claustros
escalé,
y en todas partes dejé
memoria amarga de mí.”[ii]
Pues ahí incido.
Que no tengan memoria amarga de ti. Al menos, lo intentas. Y es obvio que
estarás en múltiples sitios, que te verás con distintas personas, y que será en
variados momentos. Aprovecha, recuerda que eres mortal. Como los demás. Pon
otro café.
- No vas a
dormir.
- El café me
ayuda a leer sobre esto que hablamos o ver la película donde suena otra vez
Ornella Vanoni. Expreso, caliente, con azúcar.
- ¡Marchando!
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