Con motivo de una charla
sobre emprendimiento solidario he tenido el gusto de conocer a #Inmaculada
Naharro López[i].
Almadenense de nacimiento, tiene un trato directo y agradable. Ha sido técnica
de Lanzadera de Empleo y Emprendimiento Solidario de la Fundación Santa María
la Real del Patrimonio Histórico. Es trabajadora social y orientadora laboral.
¿Qué es el emprendimiento solidario?
Según la RAE, el emprendimiento es la
acción y efecto de emprender. Emprender es acometer o empezar una obra, negocio
o empeño en el que pueda ocurrir un riesgo. Solidario sería entendido como
adherido o asociado a la causa, empresa u opinión de alguien. Por separado las
definiciones se quedan limitadas, romas. Queremos llegar a algo más.
¿Cómo hacemos que un emprendimiento sea algo
más?
Cuando conseguimos que sus efectos sean perceptibles
por la sociedad. Algo más sería necesario. Vamos…
Cuando sus efectos son perceptibles por la
sociedad y producen bienestar social y económico de forma directa o, al menos,
remedio para sus asociados o para la comunidad en la que se desarrolle.
¿A qué conclusión llegamos durante la
charla? Tal vez juego con ventaja. Desciendo de una familia de pequeños
empresarios manchegos. Gente que trataba de utilizar la lampara de Diógenes[ii] para buscar clientes honestos
junto con hombres honestos. Y para ello había que tener una idea clara de
negocio, plantearse unos objetivos definidos y encontrar lo que hoy definimos
como nicho de mercado.
Creo que debo ser realista. Antes de
emprender hay que tener dos requisitos básicos. El primero, primordial, la
aptitud o la experiencia. El segundo cimiento básico sería disponer de unos recursos
económicos mínimos.
Dos ingredientes más se introducirían en
la marmita: Ilusión y compromiso. La poción puede ser mágica o no.
En
la charla se defendieron estas posturas. Los que habían sido empresarios de
algún modo postulaban los contras de emprender, y los que nunca habían
emprendido postulaban los tantos a favor del emprendimiento.
Al
igual que buscar hombres honestos, se sigue buscando, con la lampara de Diógenes
o sin ella, nichos de mercado relacionados con la educación, sanidad,
discapacidad, cooperación, ocio, cultura y medio ambiente con el objetivo de
mejorar la vida de los demás mejorando nuestras vidas. Sinergias económicas.
Movimiento recíproco.
[ii] Diógenes de Sinope, 412-323 a. C., filósofo. Exponente más radical del cinismo. Llegó a ser contemporáneo de Alejandro Magno.
Fuente: REALE, G. y ANTISERI, D.: Historia del pensamiento filosófico y
científico. Antigüedad y Edad Media. Barcelona. Herder. 2010. Páginas 206-210.
Muy bueno , buenisimo.
ResponderEliminarGracias Gianpier
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